En la Babilonia del desconcierto, allí se encontraba desde el momento en el que escuchó aquella noticia. No sabía exactamente cómo reaccionar porque, una vez más, aquello no se lo esperaba, lo creía imposible. Hacía apenas tres meses que había perdido a Esir y solamente intimó con Jungkook la noche de su despedida. A ver, que no era ingenuo y sabía perfectamente que entre los humanos comunes una única noche bastaba para engendrar un nuevo ser pero, en su caso todo era diferente.

A eso tenía que añadirle el hecho de que siguiendo lo dicho sobre la genética luniana, los hombres que encontraban su alma gemela en otro ser del mismo sexo solamente podían concebir una vez, el krok era algo demasiado sensible y el suyo incluso se había descarado en su totalidad. Los erisianos hasta donde tenía entendido también podían tener un solo hijo cuando de relaciones entre hombres se trataba. Las mujeres podían tener más de uno y lo tenía clarísimo con el ejemplo de quien fuese su abuela que había dado a luz tanto a su mafa como a a Kore pero, él era hombre...

No podía decir que era imposible aunque eso fuera lo que su cerebro gritara en ese momento, ya no creía que nada lo fuera. Si lo analizaba con calma, todos siempre dijeron que así unión con Kook era única y que lo que podían lograr era inimaginable. Incluso las palabras de su mafa en los sueños donde se encontraron cobraban más sentido. Lo había llamado Dionysus porque fue un nombre terrícola que según ella iba muy bien con las cualidades genéticas de su persona, entre ellas su gran fertilidad, sin embargo, pensaron algunos incluyéndolo a él que esto había sido la causa de poder embarazarse en la Tierra pero no que podía tener más de un hijo.

Muchas cosas pasaban por su cabeza a la vez, demasiadas ideas y recuerdos que se iban aglomerando de a poco. ¿Por qué había tardado tres meses en saber que estaba embarazado? La vez anterior comenzó a tener síntomas de este a las pocas semanas y al mes supo con certeza que estaba gestando. A los tres meses aumentaron algunos malestares y comenzó absorber mayor cantidad energía de su pareja, lo exigía Esir y también él. Con tres meses estaba a mitad de camino y no había sentido absolutamente nada.

— Según los análisis, usted ya lleva veintidós semanas de embarazo, si desea podemos realizarle un ultrasonido para que pueda ver a sus bebés. — Hablaba la enfermera y Taehyung solamente la miró casi con burla, no tenían la más remota idea del verdadero tiempo de embarazo, la velocidad de gestación en ellos era mayor que en la de los seres humanos. Los análisis y los ultrasonidos podían arrojar una cosa pero él sabía realmente lo que tenía.

— No será necesario. — Se acomodó en la cama buscando ponerse de pie, iba a salir de allí pero recordó lo de la vez anterior. Se enteró lo que cruzaba por la mente de aquel doctor y no contaba con Jungkook o Esir, ni siquiera Nam para que se encargaran de ello, tenía que hacerlo él mismo. No sabía si lo lograría porque era la primera vez que intentaría algo así mas, pensando únicamente en el bienestar de quienes estaban en su krok y el suyo propio, no podía dejarlo pasar. — Le agradezco mucho lo que han hecho por mí y si me lo permiten, me gustaría que fuera usted doctor, quien se encargara de llevar mi caso con discreción.

— Sí, por supuesto, no se preocupe. — Mintió en su interior, si aquel hombre el daba su autorización sería más fácil para él investigarlo y exponerlo una vez que comprobara que era un hombre y estaba esperando un hijo.

Asimismo, Taehyung reía mentalmente por lo evidente que eran sus pensamientos, estiró su mano y esperó a que el doctor hiciera lo mismo. Solo bastó sentir aquella mano unirse a la suya para que el castaño sintiera con repulsión todos los planes de aquel hombre anhelante de reconocimiento y dinero pero, solamente le bastaron segundos para ir eliminando de su memoria todos los recuerdos donde él estaba presente.

Los párpados del contrario parecían pesarle, se cerraban cada vez con más frecuencia hasta que cayó al suelo sumido en un profundo sueño. La enfermera se sobresaltó, dio varios pasos hacia atrás cuando vio que su paciente le estiraba la mano y se aferró a las sábanas de aquella cama, evidentemente asustada. El castaño intentó disuadirla diciéndole que todo estaba bien pero tras lo visto, la chica no parecía creerle absolutamente nada. Cegada por el miedo de la gélida mirada de Taehyung — quien no se había movido de su sitio — le lanzó el tripie donde colgaban los sueros y corrió en la dirección contraria pero antes de que lograra abrir la puerta, fue detenida.

— Te prometo que no te haré nada malo y no dolerá, créeme que esto es por tu bien. — Agarró su mano y repitió el mismo procedimiento realizado al doctor hasta verla acompañándolo en el piso.

Salió de allí evitando correr por los pasillos para no llamar la atención pero manteniendo un paso veloz que lo ayudó a dejar el edificio en pocos minutos. Guardó en su bolsillo las pertenencias que recuperó de una de las mesillas y detuvo un taxi para que lo llevara hasta donde había dejado estacionado su automóvil horas atrás.

Fue solamente cuando se encontró acobijado en la tranquilidad, soledad y seguridad de su vehículo que realmente procesó todo lo ocurrido.

— E-Estoy embarazado... — Musitó para él observándose en el retrovisor — Estoy embarazado de gemelos, o-otra vez estoy... ¡Oh Dios mío!

Sus manos se fueron a su vientre con su respiración agitada, mordía sus labios húmedos por su llanto. Estaba sorprendido, asustado, no podía negar que estaba aterrado pero también entusiasmado y feliz. Se había hecho a la idea de que si tenían un hijo sería Kook quien lo gestara y no él pero ahora, con esa noticia, nuevamente tenía la esperanza de ver nacer a un hijo luego de llevarlo por varios meses en su interior. Estaba esperando un par de hermosos gemelos.

No podía dejar de llorar, sus manos temblaban mientras sostenían su boca y vientre simultáneamente. ¿Esas habían sido las imágenes que vinieron a él? Pudieron haber sido una premonición de ese embarazo y no que el hermanito de sus hijos estaba vivo.

Al pensar en esto sus lágrimas se mezclaron, las de felicidad y tristeza se unieron en el camino sin querer separarse. Aún estaba de luto por su hijo y de cierta forma lo hacía sentir extraño haberse emocionado con su pérdida tan reciente, mas tampoco lo podía evitar. Esos niños no remplazaban al anterior, ese tendría eternamente un lugar en su corazón y mismo si no pudo conocerlo oficialmente, lo quería de la misma manera, sin distinción alguna.

— Amor... — Cerró sus ojos buscando la imagen de Jungkook, imaginando su reacción al saber la noticia. — Estamos esperando dos maravillosos hijos Kook, te prometo que seré fuerte y cuidaré de ellos en tu ausencia, no te preocupes. Te amo, te amamos infinitamente y estoy agradecido por estos regalos que me has dado, por los tres.

Permaneció allí por largo rato, siempre que decidía irse volvía a sentirse fatigado; fue por esto que estuvo obligado a llamar a su padre para que lo fuese a buscar y lo llevara a casa. Estaba feliz, quería decirle a todos la noticia pero por alguna razón permaneció callado, digiriendo aquello solo. Aún confundido y triste pero feliz de igual manera.

Ahora su lazo y unión sería entre tres pero sin embargo, uno solo. Vivirían juntos y se necesitarían mutuamente. Sus krok era la primera cuna para sus bebés y deseaba con todo su corazón que fuese lo suficientemente fuerte como para sostenerlos los siguientes tres meses.

Solamente habían dos cosas que le preocupaban más que todos sus miedos y temores comunes después de la pérdida de un hijo. La primera, no sentirlos, sabía que estaban ahí pero no podía sentir la conexión de sus hijos como ocurría con Esir. La segunda, e que actualmente se sentía bien, no habían demasiados malestares pero, si se debilitó tanto cada vez que Jungkook no estaba alrededor de él y su frijolito, qué ocurriría ahora que estaba solo y con dos...

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Todos en la casa dormían, eran aproximadamente las tres de la madrugada y, por primera vez en meses, incluso Taehyung había logrado conciliar el sueño hacía pocas horas cuando toda la casa comenzó alumbrarse y las alarmas a dispararse. El collar que Taehyung llevaba en su cuello, ese que le había entregado su tía también comenzó a brillar, volviendo toda la habitación de un tono violeta.

Salió de su cama a la velocidad de la luz y corrió hacia afuera, todos se habían despertado y se asombró de ver a su padre y suegro llevando trajes lunianos mientras que él apenas y llevaba su pijama caminando descalzo.

— ¿Qué está pasando? Debe haber una amenaza muy grande para que las alarmas se hayan disparado de esta manera, ninguna catástrofe natural o humano podría haber logrado esto. — Tiró de su hermano y lo colocó detrás. — Esto no es un juego Jihyung, por favor, haz lo que yo te diga.

— Sí, hyung. — Respondió sin titubear, podía notar que todos estaban listos para pelear con el primero que cruzara esa puerta. — Dios si esto es como en las películas seré el primero en morir. — Susurró casi con lágrimas en los ojos.

Taehyung y Hoseok observaban los paneles que le permitían escanear un kilómetro a la redonda e identificar a los cuerpos no humanos que pudieran estar a sus alrededores. No había un solo rastro de enemigos y pese a los sonidos de la alarma haberse detenido, seguía mostrando amenaza cerca.

El collar de Taehyung se iluminó una vez más pero esta vez de la luz salió el holograma de una cara que era conocida para todos los presentes, excepto para Jihyung.

— Sobrino, ¿Taehyung? — Se escuchó la voz de Nana quien miraba a los alrededores. — Ah, ahí estás. — Sonrió. — Me acaban de reportar los erisianos que envié a Tellus para protegerte que ya se encuentran en posiciones de acercarse, sin embargo, debes darle tú la orden. Desde estos momento, ya ellos no me responden a mí. Todos cuentan con la protección de quince individuos que morirán por ustedes de ser necesario. — Calló y los observó nuevamente dudando en hacer su pregunta. — ¿D-Dónde está Jungkook? También quiero conocer a Esir, muéstramelo rápido antes de que perdamos comunicación.

El silencio del lugar se duplicó y los mayores presentes maldijeron en silencio por haber vuelto a tocar ese tema. Todos hicieron contacto visual con Tae, incluyendo Jin que no había dicho una sola palabra y cuidaba también del menor de los Park.

— ¿Qué sucede? ¿Por qué esas caras largas? — Volvió a preguntar confundida.

— Digamos que me hubiera gustado que esos hombres hubiesen estado aquí hace tres meses. Dijiste que demorarían aproximadamente dos meses en llegar y terminaron tomando casi cinco. — No quiso sonar molesto o exigente pero lo estaba. Realmente le hubiese gustado contar con la ayuda de todos esos hombres cuando más la precisaban y no en ese momento.

— Lo siento, tuvimos un ataque de Hedas que no nos esperábamos y aunque no hubieron gigantescas pérdidas, sí sufrimos daño. No sé si sepas pero se ha unido con Kracius es el líder de la galaxia lenticular llamada Bukxosus y por ende cuenta con un gran número de soldados activos y su tecnología también ha mejorado, tanto que ha igualado a la nuestra gracias a esa unión de ellos. Necesité todos los hombres presentes pero hubieron muchas bajas, esa es la razón por la que solo llegaron a ti quince soldados y no cien como tenía pensado mandar en un principio.

— N-No sabía de ello. — Su corazón entonces comenzó angustiarse, Jungkook había ido hacia Hedas para salvar a su madre y si incluso su tecnología había mejorado tendría grandes problemas. Él no necesitaba esos hombres, era su esposo quien precisaba de ayuda. — Tía... — Nana se sorprendió por escucharlo llamarla así y no pudo evitar sonreír. — No necesito esto hombres conmigo ahora, necesito que los envíes con Jungkook en estos momentos, él está en peligro.

— ¿C-Cómo que Jungkook está en peligro? ¿Dónde está? — Preguntó volteándose hacia algo o alguien que no entraba en el campo de visión de su holograma. — ¿Qué está ocurriendo?

— Está en Luna Dorada.

— ¿Qué hace allá? ¿Por qué no está contigo?

— Fuimos atacados por los hombres de Hedas, en el enfrentamiento nosotros... — Su voz se quebró pero acariciando levemente su barriga volvió a coger fuerzas. — Perdimos a Esir, yo quedé herido y pues bueno, él terminó yendo hacia Luna dorada, piensa rescatar a mi mafa y quizás juntos puedan hacer algo.

— ¡Eso es una locura! — Se le escuchó gritar. — Perdón, tú... ¿Cómo te encuentras en estos momentos, Tae?

— Yo realmente estoy bien, yo no importo ahora por favor, envía esos hombres con Kook, él nos necesita más que yo.

Todos miraban a Nana presionar botones que ellos no podían ver en la pantalla mientras hablaba en un idioma que nadie en tendía, a excepción de Taehyung claro estaba ya que él si entendía erisiano.

— Como ya te dije, a esos hombre yo no puedo darles más órdenes porque están designados para ti pero, no te preocupes, quédate con ellos. Sin Kook ahí estaré más tranquila sabiendo que tienes quienes te protejan, ya envié los hombres más cercanos a Luna Dorada a buscarlo y apoyarlo, yo misma estaré saliendo para allá a penas terminemos de hablar, Tae... — El nombrado alzó la vista — Los quiero mucho y les debo lo que me queda de vida; si tengo que gastar lo que resta de ella peleando por ustedes, lo haré. No están solos. Yo iré a buscarlo y tú... Es decir, ustedes tres, cuídense.

En la habitación habían cinco personas pero, ¿ella solamente decía ustedes tres? Jin y el menor de todos hicieron una mueca de desagrado pensando que esa mujer no se interesaba por nadie más que por Jungkook y Taehyung aunque eso hacían dos personas y no tres. No obstante, Taehyung sí entendía a la perfección a qué ella se refería.

— ¿Lo sabes? — Habló a través de su collar sin necesidad de utilizar sus cuerdas vocales, para todos, él solamente miraba fijo al holograma, mas no era así. — ¿Cómo sabes eso? Yo recién me acabo de enterar.

— Puedo ver la vida que hay dentro de ti, tanto tu niña como tu niño están bien. No pude notar a Esir pero a este par sí, supongo que es gracias a que te he reconocido oficialmente como parte de la familia y llevas la prenda de mi mundo en tu cuello. — Taehyung parpadeó incrédulo al escuchar aquello. ¿Niña y niño? — Lamento mucho lo ocurrido con Esir pero espero que esas dos criaturas que llevas dentro ten traigan la felicidad necesaria. Todo esto es un milagro que su unión pudo concebir. — Se sentó en lo que parecía un trono y le sonrió. — Yo ya me tengo que ir a salvar a tu amado pero espero que te cuides como es debido para que cuando regrese a casa pueda ver a sus tres amores sanos y fuertes.

Taehyung sonrió tímido y a la vez feliz de solo imaginarse la reacción de su esposo al enterarse de esa noticia.

— Por favor, no le digas nada. No quiero que se desconcentre para que pueda tener todos sus sentidos en lo que está haciendo, además, me gustaría ser yo quien le dé esa noticia. — Nana asintió con una gran sonrisa — Muchas gracias, p-por todo.

— Cuídense los tres, espero poder llegar a conocerlos. Espero que todos se cuiden, adiós. — Habló antes de desconectarse refiriéndose a todos los presentes.

El castaño sonrió tratando de ocultar la extraña ola de felicidad que lo recorrió al escuchar aquello, no solamente estaba embarazado y tenía gemelos, sino que traía una parejita. — Mi amor, tendremos una niña preciosa y un niño hermoso. — Mencionó aquellas palabras mentalmente y se apresuró a salir de donde todos se encontraban para darle las órdenes a los erisianos que ahora estaban bajo su mando.

Jin y Jihyun se miraron, juntos hicieron contacto visual con los mayores y a su vez los cuatros miraron como un sonriente Tae se alejaba de ellos. Estaban desconcertados, no entendían por qué estaba tan feliz después del susto que acaban de vivir pero suspiraron agradecidos porque, fuese lo que fuese, él volvía a tener en su rostro una sonrisa sincera.

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Para Jungkook, ya habían pasado trece agotadores meses desde que había llegado a Luna Dorada. De esos, estuvo doce con su hijo. Pospuso todos sus planes en cuanto lo vio en aquella incubadora y su primera prioridad se convirtió en lograr salvarle la vida. Lo había logrado, hacía un mes que su hijo había abierto los ojos por más de varios segundos y respiraba sin ayuda artificial.

No existía un solo momento que pasara sin que él extrañara a su alma gemela, estaba un poco débil debido a todas las transfusiones de energías que tuvo que hacerle a su bebé, sumándole a eso que estaba lejos de Taehyung. No obstante, estaba bien, tampoco dejaba de planear formas para poder adentrarse en el castillo de Hedas.

Se puso de pie y caminó hasta donde dos pequeñas manitas se alzaban pidiendo que lo tomara entre sus brazos. Aún su cuerpecito era algo frágil pero como mejor se encontraba Esir era cuando estaba en brazos de su fada, por ello Jungkook no se separaba de su lado un solo instante. Lo llevaba a cada lado con él y hacía todo lo que tuviese que hacer en la habitación designada para su hijo. Lo tomó en sus manos con una sonrisa y lo acunó depositando besitos en sus manitas, frente, cabecita, mejillas y cada rinconcito que quedara expuesto a sus labios.

Se acostó en la cama con su niño en el pecho y comenzó a cantarle en un tono bajo. Eso era otra cosa que había descubierta que el pequeño Esir amaba, escuchar a su fada cantar.

— Amor... — La voz de Taehyung llegó a él haciéndolo guardar silencio sorprendido, miró a su alrededor pero no vio ni sintió nada, achacándole aquello a su imaginación, podía ser que era porque justo en ese momento le estaba cantando a la distancia su canción preferida mientras pensaba en él. Sin embargo, cuando escuchó las palabras que llegaron a él segundos más tarde, lo hicieron llorar de felicidad dándose cuenta que no fue su imaginación — Estamos esperando dos maravillosos hijos Kook, te prometo que seré fuerte y cuidaré de ellos en tu ausencia, no te preocupes. Te amo, te amamos infinitamente y estoy agradecido por estos regalos que me has dado, por los tres.

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Hola a todos mis lunianos...
Nuevamente nos vemos en un nuevo capítulo, espero que haya sido de su agrado y nos vemos en el próximo.
LORED
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https://youtu.be/4oOaqBsv9UQ

Pd: Esto es otro trailer, de otra de las historias en mi perfil, espero que les guste y ya saben, si eso ocurre no se limiten y échenle un vistazo a "Complot" 🙈😘