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Capítulo 21

Desde el momento en el que se percató de aquel video reproduciéndose en aquella gigantesca pantalla quiso que la tierra lo tragara y lo escupiera en Alaska o en Martes de ser posible. No supo como un video para adultos terminó en su móvil guardado pero definitivamente escogió la peor hora para mostrarse.

Su cuerpo se había tensado y ni siquiera podía mirar a la pantalla, intentaba mira para cualquier sitio menos para ahí. Miró de soslayo a Jungkook y se percató que estaba totalmente absorto en el video, recorrió levemente su cuerpo con la vista y notó lo que más temía.

Los gemidos y las palabras que estaban siendo dichas en aquel video también estaban surtiendo efecto en él.

Aún estaba siendo sostenido por su compañero por lo que le quedaba claro que no iba a poder huir aunque quisiera. Decidió que era mejor enfrentar la situación y demostrarle que aquello era normal, después de todo era cierto que había visto videos son Seojoon y Jin y nada le ocurrió a ninguno de los tres, nadie se sintió atraído por nadie. Le iba a dejar claro que esas cosas no lo harían quebrarse.

Se corrió un poco hacia atrás y se acostó justo al lado de Jungkook, centrando su vista en aquel video. No lo había visto en su totalidad cuando estaba viendo videos en el baño puesto que ese duraba veinte minutos y necesitaba algunos más cortos pero, ahora que lo veía no podía dejar de tragarse su propia saliva. Sentía sus labios secos y su cuerpo contraído, la cercanía de Jungkook también lo tenía inquieto, todo se unía como estrellas armando una constelación.

La fuerza del agarre de Jungkook poco a poco se fue debilitando y Tae lo percibió, por un momento pensó que iba hacer algún movimiento pero permaneció en el mismo lugar, a penas pestañeando. No sabía si sentirse bien porque aceptó sus palabras u ofendido por no reaccionar cuando estaban viendo algo tan excitante como ese video. Aunque, si se ponía a pensar, la verdad lo que lo tenía así no era el video, sino toda la situación generada por el mismo con Jungkook a su lado.

El luniano estaba intentando reprimir todos sus instintos debido a las palabras que Tae le había dicho minutos antes pero se le estaba haciendo difícil. Todo su cuerpo le decía que debía ir en su búsqueda pero no, era Tae quien iba a tener que buscarlo.

En el video los protagonistas estaban disfrutando unidos, mientras forcejeaban y los sonidos de la pelvis del activo chocando con aquel trasero, junto con los jadeos o llantos, no sabía diferenciarlos con exactitud, bombardeaban sus sentidos.

Llevó su mano tratando de disimular hasta su entrepierna, tiró del pijama que le estaba molestando pero no fue suficiente y tuvo que introducir su mano dentro de este. Un suspiro entrecortado salió de él al sentirse, alzó la vista en búsqueda de la imagen que realmente necesitaba ver y ahí se lo encontró, mirándolo fijamente.

Se incorporó para sentarse de lado a la pantalla y mirar a Jungkook. A este le quedaba claro que Tae lo estaba tratando de provocar e iba a segur su juego. Se quitó totalmente su pantalón dejando al descubierto sus impresionantes muslos y aquel potente caballero que salió al brinco para pasar instantáneamente a calmar sus palpitaciones.

Mordiéndose los labios y penetrando con la mirada a Taehyung, el lunasio no dejaba de agitar su mano, dándole a su espectador privada la mejor de las vistas. Estaba disfrutando ver como la lujuria cada vez se adueñaba más de los ojos del terrestre, como su mirada prácticamente le hacía el amor, sus labios entreabiertos y su lengua a cada rato lamiéndolos sin percatarse de ello.

Jungkook era perfecto, jamás imaginó que ver a un hombre masturbándose lo iba a poner de esa manera o si quiera que le fuera atraer pero todo de ese hombre lo descontrolaba, quería recorrer cada centímetro de su cuerpo. Su mirada se concentró descaradamente en su miembro luego de haber contemplado sus muslos y abdomen, es que no podía no hacerlo. Cada vena que se le marcaba en sus brazos y miembro, su color, su forma, era un pene atractivo, tanto como su dueño.

Se posicionó de rodillas y su mano izquierda aunque algo taimada, buscó su camino hasta las piernas de su compañero, apretó sus muslos, su abdomen y pecho, recorrió sus brazos; todo haciendo tiempo para llegar a lo que sería su plato fuerte, lo que más deseo tenía de palpar en ese momento, su virilidad, esa que tanto lo estaba llamando y provocando.

Dubitativo rodeó la mano de Jungkook sin mirarlo, quedando embelesado cuando finalmente desplazó la mano ajena para hacerse sólo con la suya. El luniano lo observó y disfrutó de las caricia que estaba recibiendo sin embargo quería más y su compañero también.

Tae sin dejar de frotar ambos miembros se acercó a Jungkook para besarlo pero éste volteó su cara. — Deberías seguir tus propias reglas, dijiste que no nos podíamos estar besando todo el tiempo.

— Olvídate de esa regla. — Kook negó con su cabeza a pesar de su intento por ablandarlo haciendo un puchero. — No me dejas otra opción.

Dejó de acariciar ambos miembros y se lanzó hacia la boca de Jungkook, sorprendiéndolo con su fuerza cuando forcejearon. Sería hipócrita de su parte decir que no estaba deseando sentir esos labios pero las cosas no serían como el terrestre quería. — Si me besas ahora debes saber que tu regla de que no te puedo besar cuando tenga deseo queda abolida sin derecho apelación.

— C-Como desees... — Musitó Taehyung sin importarle nada más en ese momento que poder poseer la boca de Kook, introduciendo sin aviso su desesperada lengua.

Eso era algo que necesitaba, no se había dando cuenta cuanto deseaba los labios de ese hombre. Áspero, luego tierno, sofocante, rápido y lento, sus besos pasaban por más facetas en un solo momento que con la mayoría de las chicas con las que había estado en varios encuentros, era simplemente único y magnífico.

Jungkook tiró de su cabello para separarlo y contemplarlo, le mordió el labio inferior para después hacer lo mismo con su cuello y así, fue descendiendo hasta llegar a su ingle. Tae se dejó caer en la cama y se entregó al placer que aquella boca le estaba provocando. Colocó una pierna del terrestre por encima de su hombro y la otra descansaba en su muslo, siendo prácticamente abrazado por ambas mientras succionaba, mordía y lamía sus ingles, haciéndolo desear con desespero la humedad de su boca.

Era increíble como aún sin un roce aquel hombre lo provocaba tanto, con su tacto lo hacía estremecerse, le hacía sentir tanto con tan poco.

Arqueó ligeramente su espalda cuando sintió la lengua ajena en su perineo activando otro ciclo de sensaciones. Percibió como sus testículos eran ligeramente absorbidos por esos labios que tanto amaba besar para luego recorrer toda su extensión y volver a descender. Era una tortura, una que estaba dispuesto a soportar. Levantó sus caderas para dejarle saber lo que deseaba pero fue ignorado.

Haló su cabello para hacerlo subir y besarlo desenfrenadamente, disfrutando de la mano del luniano en su masculinidad, agitándola y obligándolo a seguirle el ritmo. — Por favor, déjame sentir tu boca allá abajo. — Su voz sonaba desesperada, con un deje de súplica pero como si a la vez le estuviera dando una orden. Una sonrisa casi malévola fue la única respuesta que obtuvo de Jungkook quien tomó sus manos y las llevó a su cabeza.

Sus labios besaron hasta la clavícula y cuando pasó su lengua por la línea del hueso, Tae sintió que lo estaban devorando suavemente. La lujuria aumentó e inundó con cada toque, esta vez más suaves, a cada lado de su torso pero abrió los ojos de golpe cuando sintió que Kook detuvo sus movimientos.

— ¿P-por qué te detienes? — Su voz entrecortada dejaba ver cuán decepcionado estaba. — ¿Qué tienen mis axilas que te le has quedado mirando como si nunca hubieras visto una? — Recién se había duchado, era imposible que oliera mal pero la mirada perdida de Jungkook lo estaba acomplejando. Intentó bajar los brazos pero lo detuvieron.

— ¡Espera! — Exclamó regresándolos al mismo sitio. Sus dedos fueron suavemente hasta su axila derecha y lentamente acarició aquella marca idéntica a la de él, misma forma, tamaño y color.

— ¿Qué estás...? — Que sensación tan placentera lo recorrió. — ¡Ahhh! — Gimió y se asombró de haberlo hecho. ¿Desde cuando sus axilas eran una zona erógena para él?

Jungkook lo observó y ladeó su cabeza sin querer sacar conclusiones precipitadas, acarició la otra axila de Tae pero éste casi no se inmutó. Tomó una de sus manos y la llevó a su marca. — ¡Ahhh! — La energía que Tae le transmitió al rozarla recorrió todo su cuerpo.

EL terrestre en ese momento se percató de que su compañero y él tenían una marca exactamente idénticas, en el mismo sitio, la volvió a tocar observando a Jungkook y sus gestos fueron extremadamente sensuales.

Sin lugar a dudas era una de las situaciones más extrañas que había tenido en su vida pero también de las más deliciosas, a penas y se estaban haciendo pero sus cuerpos estaban reaccionando, viviendo una exaltación violenta de una pasión que los estaba consumiendo.

Volvió a gemir cuando Kook acarició esa zona donde se encontraba su marca con su pulgar y cerró los ojos, expectante de aquella boca que se iba acercando hacia él con lentitud.

¿Era posible que Taehyung fuera su alma gemela? Nunca le habían dicho que su alma gemela tenía que tener una marca igual a la de él o parecido pero, no solo su cuerpo, algo en él le decía que era posible, su corazón parecía querer confirmárselo. ¿Qué era eso? Su marca aunque no por el terrestre, había sido tocada infinidades de veces, por aquellos que lo atendían, por las personas con las que desarrolló el arte de la cama y con absolutamente ninguna de ella reaccionó de forma alguna.

Sus labios se unieron a ese distintivo lugar y lo besó, Tae iba a decir que no pasara su boca por sus axilas pero se sentía tan bien... Su marca fue lamida y esta vez un grito que sorprendió a ambos se escapó de su boca. Jungkook se separó inmediatamente y llevó su mano a sus mejillas.

— ¿Te duele o te lastimé? — El castaño negó con la cabeza. — ¿Por qué lloras entonces?

Tae llevó sus manos a su cara y con suavidad limpió sus ojos, frotó sus dedos observando que efectivamente sus lágrimas habían hecho presencia pero él no supo en el momento que ocurrió. Se encogió de hombros porque estaba confuso pero ignoró ese hecho y se abalanzó hacia los labios de Jungkook, quien lo miraba cada vez con más dudas.

Todo señalaba a que ese chico podía ser su alma gemela pero si así era, ¿por qué no ocurrió nada especial en el momento que lo vio? Después de todo él fue la primera persona con la que se cruzó cuando llegó a Tellus, habían interactuado, estado cerca y no percibió ninguna de esas cosas especiales que decían de las almas gemelas. La reacción con su profesor incluso había sido más fuerte, de forma distinta, sí, pero sintió cosas de sólo verlo, en cambio con Taehyung...

Sus sentidos tambalearon, su boca dejó escapar un gemido potente y su mente divagó completamente cuando la lengua del terrestre recorrió su marca. — ¡Dinksee! — Exclamó sosteniendo los cabellos de su compañero para alejarlo de su marca pero con tenacidad éste retomó esa zona.

Jungkook perdió el equilibrio y tuvo que buscar apoyo en sus brazos quedando casi acostado en aquel sofá. Con gran agilidad el otro se movió de su lugar y comenzó a besar su espalda, dejando sus dedos sobre aquella zona que , como él, se había percatado que tenía sensible. La otra mano la llevó a su miembro y lentamente lo comenzó acariciar, con sus brazos totalmente abiertos y su boca recorriéndolo con mayor deseos.

Necesitaba calentarlo pronto y adentrarse en él, necesitaba estar dentro de Jungkook. Éste aunque quería, a penas podía moverse, estaba más afectado por lo que Tae hizo en su marca de lo que él pensó poder estar. Su cuerpo le avisaba que sus labios se estaban descendiendo y su marca estaba siendo liberada, siguiendo un camino que lo llevaba justo hasta su trasero.

Como príncipe, no podía dejar que ningún miembro masculino entrara en él al no ser el de su alma gemela, de lo contrario ni siquiera podría dilatarse y sufriría horrores por lo que, notar el rumbo que parecía llevar aquella boca lo estaba poniendo nervioso, si Tae entraba en él le confirmaría que era su alma gemela pero de no ser así... Terminaría gravemente herido unos cuantos días.

Con poca fuerza se volteó cuando sintió los dientes de Taehyung morder la piel de uno de sus glúteo y una fuerte nalgada en el otro, estaba clara su intención, pero no podía correr el riesgo de que Tae saliera lastimado porque de no ser su alma gemela, la defensa de su cuerpo le causaría graves problemas en su masculinidad y también sufriría por un tiempo, algo más que él.

Se apropió de su boca y después descendió sin escalas hasta su miembro para introducirlo en su boca, sintiendo como el terrestre estaba más que listo para la batalla. Tae presenció el inesperado encuentro de su falo con aquella boca con una amplia sonrisa.

Jungkook saboreó por un corto tiempo aquel espectacular miembro, deleitándose con los obscenos sonidos que Tae dejaba escapar para minuto más tarde intercambiar su boca con su mano. La envolvió alrededor de su falo y comenzó acariciarlo, haciendo que el terrestre pusiera sus brazos alrededor de su cuello mientras el subía bruscamente mordiendo y besando todo su cuerpo.

— Condones... — Murmuró Taehyung entre gemidos. — Ahora...

— ¿Qué? — Preguntó confundido Kook en su cuello.

— Que me traigas un maldito condón ahora mismo. — Jadeó con fuerza.

— ¿Qué es eso? ¿Dónde lo consigo?

Taehyung separó sus labios de los ajenos que le estaban entorpeciendo el hablar y lo miró con una mueca, sosteniendo su cuello entre la mano con vigor. Estudiando la mirada y expresión de su compañero.

— ¿Me estás jodiendo, cierto? ¿No sabes lo que es un condón? — Kook negó apresando sus labios nuevamente, lamiendo su mandíbula. — El protector que se usa para evitar embarazos y enfermedades. ¿Me dirás que con 25 años no lo conoces? No pienso hacerlo sin condón?

— Yo no te puedo embarazar, — mordió su oreja y lamió su lóbulo — enfermedades, no las puedo tener, así que sea lo que sea eso de condón, yo no lo necesito.

— ¿Quién no va a necesitar un condón? — Intentó separarlo por sintió la lengua de Jungkook volver a recorrer esa zona de su axila y perdió la fuerza. — No te penetraré sin condón.

— No lo necesitas, yo seré quien vaya adentro de ti.

— Ni lo sueñes. — Jungkook cerró sus ojos desesperado y mordió su marca, esperando que eso lo hiciera callar y así fue, aunque solo por unos segundos.

— De acuerdo, hoy no habrán penetraciones pero juro que si no nos liberamos de una maldita vez posiblemente perdamos la cabeza.

— Jungkook...

— ¡Cállate de una vez!

Con gran fuerza volteó su cuerpo y azotó su trasero, presionó su cabeza al sofá, levantó su espalda baja, abrió los cachetes y pasó su lengua desde su perineo, atravesando su flor y haciendo presión en la misma, hasta llegar a sus hoyuelos de venus.

— ¡Oh mierda! Detente, no quiero que entres...

— No lo haré, te lo prometo... — Regresó a lamer su entrada con deseo, es que se sentía deliciosamente bien.

Siguió azotando aquel punto con su lengua, bordeándolo para luego presionar el centro y succionar. Estiró su mano hasta uno de sus pezones y por entre sus muslos, alcanzó su miembro, masturbándolo ferozmente, más primitivo que las veces anteriores que lo tuvo en sus manos, disfrutando como Tae estaba perdido en su excitación. Sus jadeos eran amortiguados por el sofá pero el sonido que era liberado a pesar de esto era aún más delicioso, el movimiento casi imperceptible de sus caderas que hacía todo más estimulante para los dos, no se podía negar.

Mismo si dijo que no entraría, su lengua comenzó a entrar lentamente por la endidura palpitante que la apresaba y de pronto, Taehyung no pudo controlarse más. Agitó su pelvis contra la mano de Jungkook, quien aceleró el ritmo y aumentó la fuerza de sus movimientos. El tembleque de las caderas del terrícola, sus jadeos, y su viscosa mano le avisaron que ya había llegado a su orgasmo.

Volteó su cuerpo y vio su cara enrojecida, sus labios siendo casi triturados por sus dientes y s miembro aún endurecido, todo Taehyung era precioso para él y esa imagen no lo ayudó a calmar su propio deseo. Abrió las piernas del y comenzó a masturbarse encima de él, deleitando sus pupilas pero la sensación de fricción que le daba su propia mano era insatisfactoria.

Se acercó a Taehyung que lo miró presintiéndose lo que venía a continuación y actuó por iniciativa propia, abriendo su boca que segundos después fue llenada por aquel vigoroso falo. Jungkook sostuvo sus cabellos y movió sus caderas, arremetiendo contra su garganta, haciéndole el amor a su garganta. Eso era definitivamente mucho mejor, se estremeció y contrajo seguidamente, sintiendo aquel huracán que comenzaba a formarse en su barriga.

Tae llevó sus manos hasta las nalgas del luniano para apretarlas y con torpeza, comenzó a mover su lengua al ritmo de sus embestidas. — ¡Oh Dinkseee! Aprieta más tus labios. — Ordenó Kook aumentando su velocidad ya jadeante y segundos después, la boca del terrestre había recibido su liberación y sobre-estimulaba el miembro de Jungkook causándole mayores espasmos.

Tiró de los cabellos castaños para separarlo de su miembro y mirarlo a los ojos. ¿Era posible que ese hombre fuera su alma gemela? Acarició sus mejillas y labios con una sonrisa, acercó su lengua y limpió una única gota que quedaba en su comisura. Su sonrisa se amplió notando que aunque fuera su primera vez Tae había consumido toda su liberación sin hesitar. Lo abrazó y se fundieron en un beso profundo quedando acostados en aquel sofá.

Ninguno vio el final de aquel video, ni notaron los que siguieron reproduciéndose hasta que quedaron en silencio. Taehyung miró la pantalla y después miró aquel hombre que le había brindado ya directa e indirectamente los mejores orgasmos que ya había experimentado y no pudo contener su sonrisa tímida mientras que su mente analizaba todo lo ocurrido.

— ¿Quieres ir ya a tu habitación? — Preguntó Jungkook acariciando su cabeza y besando sus hombros.

— Quiero que nos quedemos a dormir los dos aquí hoy.

— ¿En este sofá? — Tae asintió. — Como desees... — Acercó sus labios a su boca una vez más con una sonrisa en sus labios y lo beso, atrayéndolo luego contra su pecho.

Si ese hombre era su alma gemela, entonces sin duda alguna él era el luniano más afortunado de todo su reino y el ser vivo más feliz también porque Taehyung, era, sin duda alguna, lo que a él le gustaría tener a su lado toda una vida.

¡Hola lunianos, aquí finalmente les dejo el capítulo 21!

¡Se me cuidan mucho!

💙LORED❤️

Pd: Ya saben, los errores que encuentren, perdónenmelos. Los corregiré cuando lo edite. 😘

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