Todavía no se acostumbraba a ese lugar, algunas cosas no eran tan diferentes del sitio donde solía vivir sin embargo habían otras totalmente distintas. Debía medir constantemente su fuerza e incluso pensamientos y conocimientos ya que estaban en un nivel totalmente superior a los habitantes de es lugar, nunca podía mostrar quien verdaderamente era y eso no solamente lo hacía sentir fuera de lugar, con deseos constantes de regresar a su reino, sino que también lo hacía sentir mal y excesivamente solo.

En su reino debido a su estatus no tenía amigos pero siempre estaba rodeado de los súbditos del lugar, maestros, guerreros, su padre... Extrañaba mucho a su padre, no existía un día en el que no se preocupara por su estado. Lo peor era que no podía comunicarse con él, estaba obligado a esperarse a que hicieran comunicación para no poner en riesgo tanto la vida suya como su reino, era su obligación como futuro líder del reino, como príncipe, como heredero y como hijo.

Este mundo tenía características atmosféricas diferente de Luna Dorada, estaba compuesto de oxígeno y nitrógeno en su mayoría, al comienzo tenía problemas de adaptación, pero ya podía respirar sin ayuda de ningún dispositivo artificial, aún así extrañaba la composición  química de su lugar que le permitía respirar de forma más natural.

Ya hacía dos meses desde que había llegado a ese lugar, guiándose por el calendario de la tierra. Exactamente como su padre le dijo cuando llegó al aeropuerto de Seul el señor Choi en ese planeta pero, Esir caballero de segundo grado del rey en Luna Dorada lo recogió y guió, enseñándole todo lo que debía aprender del lugar. Lo ayudó no solo a instalarse correctamente haciendo uso de lo que tenía, sino que también le mostró como funcionaban la cultura, creencias y demás detalles que necesitaba pulir antes de enfrentarse a ese mundo desconocido en la práctica.

...

En uno de los pasillos de la Universidad de Seul dos chicos caminaban abrazados...

— ¿Te han vuelto a invitar a salir? ¿Cuantas novias llevas ya en el primer mes del semestre?

— No tengo culpa de ser tan popular con las mujeres amigo mío. Pero para que conste, no he tenido ninguna novia, simplemente le he dado calor humano a algunas cuantas camas pero nada más, ya sabes que yo no pienso tener ninguna relación. — Taehyung tenía claro que las relaciones no eran para él y no estaba en busca de ninguna.

— Tú ni siquiera las llevas a una cama. — Hizo una mueca a la que Tae respondió con una sonrisa. — No deberías jugar con los sentimientos de las personas de esa manera. — Lo regañó.

— Yo no juego con el sentimiento de nadie, por ello les aclaro siempre que no pienso tener nada serio y que es pura diversión, si alguna se enamora no es problema mío porque yo se lo advertí.

— A veces eres muy cruel. — Tan cruel que lo lastimaba sin siquiera saberlo, escuchando con detalles todas sus aventuras y sonriendo como un amigo que se alegraba de ello. — No me sigas contando esas cosas.

— Tan sensible, está bien ya no te contaré nada más pero deberías escucharme porque eres mi mejor amigo.

No había nada que Jin odiara más que lo llamara mejor amigo pero a su vez, no había nada que le gustara más, se conformaba con saber que al menos consideraba que él era una persona importante en su vida aunque fuera como un simple amigo.

Desde la secundaria se sentía atraído por él y sin proponérselo, comenzó a tener sentimientos por su amigo pero debido a su timidez, temor por perderlo y el saber que le encantaba estar teniendo noches locas con mujeres nunca tuvo las agallas suficientes para decirle. Tahyung había despertado en él ese sentimiento al que todos llamaban amor y el cual él nunca antes sintió por nadie.

Sin embargo tenían personalidades completamente diferentes Jin era alguien tímido, penoso y algo callado, sin amigos o personas que se le acercasen a excepción de su único amigo, Tae, quien se le acercó para ayudarlo cuando frente a toda la escuela se cayó ensuciándose completamente y desde entonces habían sido inseparables.

Taehyung era justamente todo lo contrario, estaba acostumbrado a ser el alma de las escuelas y cada lugar al que iba, alguien popular por sus calificaciones y aspecto físico. Tenía una increíble agilidad para memorizar, excelente fortaleza física a pesar de jamás ejercitarse y casi nunca se enfermaba, solamente le daban a veces leves dolores de cabezas o resfriados que se le quitaban rápidamente... Era perfecto para todos. Extremadamente popular entre las mujeres y nunca estaba solo aunque él siempre decía que su único amigo verdadero era Seokjin.

Estaban ahora sentados en el patio interior de la universidad de Seul, aprovechando el buen clima que aún tenían en octubre ese año, rodeados tanto de mujeres como chicos estaban Taehyung con Jin hablando de cosas triviales, contándose sus viajes y actividades realizadas en las vacaciones.

— Pues yo fui con mi familia y Taehyung a Hong Kong por una semana, la verdad es que fuera de eso no hice mucho en mis vacaciones. — Contaba Jin.

— Sí fue un viaje corto pero interesante, nos divertimos mucho la verdad. — Añadió Taehyung con una sonrisa que hizo suspirar a las chicas.

— ¿Visitaron la Isla Lantau? — Preguntó una de las muchachas que estaba sentada en la mesa junto a ellos con una amplia sonrisa, abriendo su botella de té frío.

— Sí fuimos a Disneyland Resort y al Buda Tian Tan. — Respondió Jin haciendo que su amigo se quedara pensativo.

Se estaba acordando de aquella tarde donde aquel extraño de un aspecto cuestionable se le acercó a pedir indicaciones de como llegar a Seul, había sido raro pero por alguna razón de vez en cuando se acordaba de ello cuando hablaban de Hong Kong.

— Oigan... ¿Qué está sucediendo allí? — Preguntó Tae viendo la algarabía que se estaba haciendo cerca de ellos, la aglomeración estaba creciendo a cada minuto.

Una cara relativamente conocida apareció en el medio del grupo de persona, abriéndose camino, alejándose de ellos, ignorando a todos a su paso y sin mirar hacia al lado, dejando a todas las personas curiosas suspirando como si fueran niños de secundaria. Esa era la reacción más estúpida que había visto en su vida al no ser de que se tratara de una celebridad.

— Ah eso seguro es por ese chico nuevo. Según el rumor que lo precede sacó la puntuación perfecta en cada uno de los exámenes y simplemente tardó quince minutos en realizarlos, además de que es extremadamente atractivo, se filtró una foto suya cuando vino a cerrar su matrícula y desde entonces no dejan de hablar de él. Dicen que es extremadamente millonario pero no se sabe en realidad nada de él, es misterioso y sabes que eso crea mucho morbo.

No era la gran cosa, no entendía el alboroto por ese fulano pero aún así se sentía amenazado por el novato, no iba a dejar que su reinado se tambaleara cuando le quedaba solamente ese año en la universidad.

...

Radioastronomía siempre fue la asignatura preferida de Taehyung en su carrera. Estudiar todos los cuerpos celestiales que circulan por el espacio, además de los fenómenos astrofísicos que emanan de estos objetos que deambulan por los cielos y que tanto le fascinaban siempre lo hacían perderse de ese mundo como si vagara por la galaxia, también era una clase en la que siempre se destacaba, donde siempre obtenía la mejor nota de la clase al igual que en las demás asignaturas.

Esa tarde se encontraba felizmente distraído observando las lecciones que venían después de la que estaban dando cuando sintió que el murmullo de los demás alumnos no lo dejaban concentrarse. Protestó desde el último asiento pegado a la ventana donde siempre se situaba pero nadie pareció hacerle caso y eso lo irritó, odiaba cuando la clase era ruidosa. Levantó su vista para buscar al profesor pero se percató a qué se debían esos molestos murmullos.

El novato estaba parado al lado del profesor que esperaba para introducirlo a la clase. No podía creer su mala suerte, ese idiota estaba en su misma carrera. ¿Cómo es que justamente él tenía que estar estudiando astronomía cuando era una carrera que casi nadie tomaba?

— A ver, todos somos adultos, dejen de comportarse como adolescentes y guarde silencio para terminar pronto con esto y retomar la clase. — Todos hicieron silencio sin apartar la mirada del nuevo. — A ver alumno, preséntese y diríjase a un asiento. — Indicó el profesor de la clase.

— A todos los presentes... — Calló hasta que los murmullos cesaron. — Gracias por prestarme su atención. ¡Buenas tardes! Mi nombre es Jeon Jungkook y soy un nuevo estudiante de esta universidad. Estaré cursando junto a ustedes astronomía. Gracias por tenerme, espero que cuiden de mí. — Se presentó seriamente.

Taehyung hizo una mueca de desagrado, no entendía para qué una presentación tan larga para ganarse la atención de todo, eso no era un discurso y el no era un presidente o rey que necesitaba la atención de todos. Lo observó con ese aire de insuficiencia que traía encima como se acercaba hacia él.

No podía creerlo, con media aula vacía se tuvo que sentar justo al lado de él, como si lo quisiera molestar a propósito. Pero no lo conocía bien, él no se dejara vencer tan fácilmente.

— Me gusta concentrarme así que te pediré que no me hagas preguntas o me incomodes durante clases. — Dijo Taehyung mirándolo fijamente.

— Eres el único que está hablando, no te molestaré en clases y tampoco fuera de estas así que limítate a dirigirme la palabra al no ser que sea extremadamente necesario. — Respondió serio y sin mirarlo.

Le molestaba su actitud y la verdad era que no quería tener contacto con él o con nadie, simplemente se sentó ahí porque a pesar de que estaba cerca de la venta era el lugar donde menos claridad había y eso le hacía más cómoda la visión.

La boca de Taehyung quedó ligeramente entreabierta asimilando la actitud tan prepotente que tenía ese idiota. ¿A caso se creía el príncipe de Inglaterra? Era un hecho que ellos dos no se llevarían en lo absoluto.