Capitulo 2
Siete meses después...
Revolvía la comida y esperé a que se calentara. Mientras tanto, miré por la ventana y pensé en los siete meses que habían pasado y que Joey había permanecido a mi lado cuidándome y observándome como tanto le agradaba.
Sentado en el comedor, le serví con un poco de lentitud su plato de comida y él sólo me miró atento.
Me quedé a su lado esperando, como era costumbre, su aprobación por mi comida y él me sonrió.
_ Otra vez tengo que felicitarte amor. Una vez más te quedó delicioso este caldo. No sé qué haría sin ti y tus deliciosas comidas amor
_ Mi Joey. Cada comida que te preparo, la hago con mucho cariño para ti
_ Lo sé mi vida. Eres increíble
Los dos nos sonreímos y luego, yo me fui a sentar lentamente en mi silla. Aquel cuidadoso movimiento me incomodó un poco y solté un silencioso quejido. Joey me observó y miró los siete meses recién cumplidos que lucía mi embarazo.
Ambos comíamos en silencio y él mirándome, yo lo miré y le sonreí nuevamente, expresándole la felicidad que sentía y él tomó mi mano con ternura.
_ Si estás muy cansada es mejor que te vayas a recostar cariño
Sostuvo mi mano fuerte y me miró tan tierno, que yo solo me dediqué a mirarlo y amarlo perdidamente.
_ No mi amor, estoy bien. No te preocupes. Puedo hacer lo que tú me digas
Apreté su mano con la mía con cariño, tratando de que él no se preocupara tanto por mí en mi situación maternal.
_ ¿Estás segura pequeña?
_ Si mi amor lo estoy. Quiero seguir haciendo los quehaceres de la casa y complacerte en todo a ti amor mío
Joey me sonrió.
_ Pero mi vida, yo ahora quiero complacerte. Quiero solo cuidarte y amarte, saber que tú y mi hijo estén bien
_ Lo haces mi Joey. lo has hecho todo este tiempo
_ Pero yo quiero seguirlo haciendo y si eso implica pedirte que me obedezcas, tendrás que complacerme. No quiero que hagas nada brusco ¿Entiendes?
Lo miré seria y él me miró atento, no soltó mi mano y me sonrió.
_ Está bien. Tú ganas, pero al menos déjame hacer las cosas que requieran menos esfuerzo, cariño, no quiero sentirme una inútil
_ No lo eres preciosa, pero de acuerdo, solo harás cosas como cocinar, limpiar y sacudir. Nada de subirte a las escaleras para ordenar mis libros y eso, nada de trapear y usar la enceradora ¿Ok?
Convencida, le sonreí mimada.
_ De acuerdo, es un trato. Ahora me corresponde recoger y lavar los platos si
Joey solo me miró y sonrió perdidamente enamorado.
Recogí el último plato, lo miré risueña y de pronto sentí muchos nervios que él estuviera ahí, detrás de mí mirándome, sin pensar en dejar de hacerlo.
Joey sonrió y sus ojos brillaron de alegría e ilusión.
<< Te amo tanto mi preciosa Margarita >>
La casa relucía tan radiante que al cabo de limpiarla miré toda su elucidad y me sentí con alegría, ya que al menos eso podía por el acuerdo que habíamos llegado con Joey y contenta fui a verlo a la terraza.
Miraba el cielo, las rosas en el pasto, las hojas en los árboles que se movían lentamente debido al viento. Tan pensativo y callado se veía y sólo reaccionaba al escribir en su libro sus frases.
Desde el pasillo lo vi y mi corazón se sintió inmensamente feliz y más al verlo allí sentando tan tranquilo y cautivo, como el dulce compositor y cantante que era.
Caminé lentamente hasta llegar a los escalones y me senté junto a su lado. Él me sonrió tierno, me abrasó y yo besé sus labios, sedientos por los míos.
Al cabo de besarnos, acaricié su suave y brilloso cabello y contemplé sus maduros ojos celestes, los que no dejaban de mirarme y seducirme.
Miramos el cielo por unos momentos y yo coloqué la cabeza sobre su hombro, amándolo con toda mi alma. Él bajó su mirada a mí y escuchó mis mimados quejidos y besó mi cabeza.
Colocó su mano en mi barriga y me la acarició y yo sonreí toda derretida.
_ Te amo
Le dije y él me besó con ternura.
Me miró profundamente a los ojos.
_ ¿Eres feliz aquí conmigo mi amor?
Me preguntó y miró todo el paisaje a nuestro alrededor. Yo otra vez le sonreí.
_ Soy feliz contigo mi amor. Hasta las estrellas lo soy
Sonrió.
_ Me encanta cuando sonríes, te ves tan linda, y siento que te quiero más, mi bella Margarita
Contemplé sus marcadas ojeras, sus apasionados ojos, perdidos en los míos, que no hacían más que seducirme y miré sedienta otra vez sus labios.
_ ¿No te interesa haberte enamorado de un cantante el cual soy pequeña?
_ Mi vida cambió cuando te conocí, Joey. Sin saberlo te amé y te amo. No me importa el verme más joven ante ti. Lo único que sé, es que soy muy feliz a tu lado.
Me abrasó con todo su cariño y besó mi cabeza.
Volví a mirarlo y miré lo que escribía.
_ ¿Estás escribiendo una canción?
_ Si, aunque todavía no está terminada. Pienso incluirla para nuestro nuevo disco.
_ Seguro que será una maravilla, al igual que todas las otras canciones que has escrito
Me sonrió embelesado y tomó mi mano.
_ Quédate aquí conmigo por favor...
"El universo conspira para que te ame más que antes.
El deseo de tenerte a mi lado y abrazarte, hacen que olvide lo simple de la verdad, pero que sea más importante lo que ahora yo siento por ti."
Mientras miraba las estrellas ocultas en lo más alto del universo, escribía otro poema que llenaba mi ser y toda mi inspiración, aprovechando que Joey estaba en su sala encerrado terminando su canción.
Cada día que transcurría me sentía más cansada y pesada por mi embarazo, y trataba de no hacérselo notar a él.
Bajando las escaleras, Joey fue a mirarme detrás de la casa, sintiendo el agua correr de la manguera.
Trataba de moverme con mucho cuidado y regaba las margaritas que a Joey tanto le fascinaban. Las pequeñas gotas que caían sobre sus pétalos, también mojaban mi overol de mezclilla, que hacía más lucir mi avanzado embarazo.
Regaba las flores y plantas que se encontraban más atrás y Joey tomó sorpresivamente mi mano.
Me miró apasionado y yo lo miré con mi corazón enamorado y tímida le sonreí y él me miró con detenimiento.
_ Continua regando las plantas preciosa
_...
Tiesa, así lo hice y seguí regándolas con mi mano tomada de la suya. Joey se colocó detrás de mí, y colocó su otra mano en mi cintura para abrazarme y sostenerme.
Regando, solté feliz un suspiro y él detrás de mí, condujo mi mano a las flores y plantas de más atrás.
Sonrió y me susurró apasionado:
_ No riegues tan fuerte esas flores amor, que son tan hermosas como lo estás tú esta mañana
Yo sonreí más que embelesada y él me observó discreto. Luego me volvió a susurrar:
_ Acerquémonos hasta esas rosas silvestres, que están más al fondo amor.
Lentamente comencé a caminar sin soltarme de su mano y él detrás de mí, me siguió y observó mi cansancio, sin que yo me diera cuenta.
Joey en aquel lapso había observado todo lo que me costaba caminar y moverme debido a su hijo al que amaba con toda su alma, y sólo esperó el momento oportuno para detenernos.
Seguimos regando y a menudo yo lo miraba con felicidad. Él me miraba con amor y ternura y sosteniendo mi mano, me indicaba que flor debía regar, y manteniéndose abrazado junto a mi espalda, los dos regábamos y disfrutamos ese íntimo momento especial.
Por un lado me sentía tan dichosa de que él estuviese conmigo en ese romántico momento, pero por otro lado, me sentía con vergüenza de que estuviese mirándome, pero me dediqué sólo a amarlo, tratando de que él no se diera cuenta de mis nervios hacia él.
A menudo lo miraba y le sonreía con dicha y amor. Él sólo observándome, me sonrió.
_ Movámonos un poco pequeña
Así lo hice y sonriendo, agaché la cabeza y Joey apasionado acarició mi barriga.
_ Soy tan feliz. Te amo
Me apoyé en su pecho y cerré los ojos por un instante, sintiéndome feliz por lo que me había dicho.
_ Yo también lo soy mi Joey. Te amo
Sin soltar ambos la manguera, Joey bajó la cabeza para mirarme y yo derretida por él comenzamos a besarnos.
Al cabo de besarnos nos reímos los dos y continuamos en lo que seguíamos, pero ahora yo tenía la cabeza sobre su pecho, y él sostenía mi mano y regaba mirando las plantas y flores con su perdura sonrisa.
Manteniéndome apoyada en su pecho, Joey me dijo que nos acercáramos más hasta aquellas margaritas y caminamos lentamente hacia ellas.
Joey no se separó de mi espalda y tampoco me soltó de su mano, y besando mi cabeza, movió su mano tomada de la mía regando sus bellas margaritas.
De pronto comencé con unos fuertes dolores a la cintura y cerrando los ojos me solté de su mano botando ambos la manguera y me quejé silenciosamente.
_ ¿Qué pasa amor? ¿Te sientes mal?
_... Lo siento pero me duele mucho la cintura, mi amor...
Preocupado, me miró y sin pensarlo, me cargó en sus brazos y me condujo hasta nuestro dormitorio.
Recostada en la cama lo miré mimada, aún con los dolores en la cintura. Acaricié a nuestro hijo y volví a mirarlo. Joey se me acercó, acarició mi rostro agobiado y de pronto sonó el teléfono. Tomé su mano angustiada y él me miró.
_ Tranquila, contestaré el teléfono y vengo enseguida a tu lado
_...
Tomó el teléfono pero nadie habló, sólo se escuchó un ruido extraño del otro lado.
_ Halo ¿Quién es?... Halo...
Más que extrañado, la llamada se cortó. Miró el teléfono serio y pensó de quien podría haberse tratado.
_ Qué raro... Tal vez se equivocaron de número...
_ Ya me siento mejor amor. Vamos ahora a terminar de regar el jardín...
Me enderecé con cuidado, ansiaba volver al jardín y que él me siguiera acompañando.
_ Por ningún motivo Margarita. No estás en condiciones para seguir regando el jardín.
_ Pero amor mío, de verdad ya me siento mejor. Quiero que sigamos regando juntos tu encantador jardín. Me sentí tan feliz de que viviéramos ese romantico momento.
Él sonrió.
_ Yo también me sentí feliz de vivir aquel momento contigo mi amor, pero podemos hacerlo otro día. Ahora si quieres te puedo consentir de otra manera
Acarició mi mejilla.
_ Eres tan tierno y comprensivo conmigo. Te amo mi Joey
Sentí deseos de llorar y él lo notó.
_ Yo también te amo mi bella Margarita, más de lo que te imaginas
Dijo y secó con su mano las lágrimas que habían corrido por mis mejillas y me miró todo enamorado.
_ Solo quiero cuidarte mi amor. No quiero que te ocurra nada a ti ni a mi hijo
_ Lo sé cariño, lo sé.
Le dije y no me pude contener y lo abrasé con todas mis fuerzas y él feliz y tierno me rodeó en sus protectores brazos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro