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Capítulo 28

Esa noche se acordó que Camilo iría a Londres hasta que se casara y esta vez sería definitivo, extrañaría mucho a mi niño, pero era necesario por su bienestar, le pedí a Susana que comprara el boleto y a Mercedes que arreglara las maletas de Camilo y al día siguiente estábamos reunidos en la sala listos para su partida Darcy lo llevaría al puerto, Susana le entregó el boleto, diciendo que iría a visitarlo muy pronto, Camilo observó el boleto y para mi sorpresa, rompió el boleto en mil pedazos, diciendo que se quedaría en Brasil con Jane y que si debía dejar a nuestra familia por ella, lo haría sin dudar y saldría por la puerta para nunca más, regresar, no podía creerlo, ¿en serio estaba dispuesto a todo por esa chica?

En vano traté de convencerlo de que se quedara, como último recurso le supliqué pero él me dijo que lo estaba expulsando, ya que el boleto era solo de ida y no de vuelta y que no le hacía falta, eso me dolió mucho porque no era cierto, él era mi hijo, mi vida, todo lo que había hecho en esos años fue por él, lo vi avanzar hacia la puerta y con lágrimas en los ojos me arrodillé gritando que se arrepentiría de lo que estaba haciendo conmigo

Flashback on

—Si la señora está en contra de mi unión con ella, no tengo miedo de dejar a esta familia ya hice mis maletas y saldré por esa puerta

—No sabes lo que estás diciendo Camilo, no sabes la fuerza del mundo afuera, no sabes lo implacable que es el mundo afuera

—Me has enseñado muy bien

—No lo hagas hijo, no desprecies a tu madre, yo te di la oportunidad de vivir como un príncipe desde el momento en que naciste

—Si hubiera podido se lo habría ahorrado desde el vientre –dijo, mientras yo sentía que mi corazón se rompía en mil pedazos y lágrimas que brotaban en mis ojos

—Camilo por favor, no te vayas hijo, te lo estoy pidiendo

—Me estabas expulsando, ya que el boleto era solo de ida y no de vuelta no te hago falta, ¿o sí?

—Camilo no hagas eso, te vas a arrepentir de esta crueldad que estás haciendo conmigo, ¿sabes lo que haré? Te lo cobraré –dije llorando en el piso

Flashback off

Me sentí destruida y traicionada por mi hijo, no podía creer que me había dejado por una chica a quien recién había conocido, a mí, a su madre, era una injusticia, pero si Camilo creía que dejaría las cosas así estaba muy equivocada y comencé ese día:

Tomé todas las pertenencias de Camilo: fotos, ropa y las quemé todas en el jardín, en presencia de los empleados y después al saber que volvería al valle decidí perseguirlo, no sin antes dejar instrucciones a mis empleados de impedir la entrada a mi hijo, si alguna vez regresaba a la ciudad, en el valle mi maldad no se detuvo, alquilé todos los cuartos del hotel para que no tuviera donde quedarse, así que cuando él llegó con sus amigos, Ludmila y Januario y se fueron al hotel trataba de imaginar dónde se quedaría sino había lugar, además, tenía cuentas pendientes en esa ciudad, específicamente con Aurelio, con quien me encontré en una reunión en la casa del coronel Brandao.

Xavier Vidal, un hacendado de la zona, invitó a los ciudadanos importantes para discutir sobre el motociclista rojo, un forajido que al parecer había causado estragos en el valle.

Xavier, ese delincuente que intentó matarme dos veces en el valle porque le estorbaba pero ambas fui salvada por el motociclista, que si mal no recuerdo era el Coronel Brandao y lo acusaba cuando el delincuente era el que hablaba, recuerdo su cinismo cuando se me acercó a ofrecerme sus saludos y yo lo traté como un ser insignificante, seguro ahí lo gané como enemigo.

Cuando llegué, todos estaban reunidos y en una de las sillas de atrás estaba Aurelio quien se levantó al verme, yo lo miré de reojo aunque en el fondo mi corazón latía de emoción al verlo de nuevo.

La reunión transcurrió con normalidad, se tomaron medidas para frenar al motociclista y cuando iba a irme, apareció Aurelio frente a mí, no entendía por qué me ponía nerviosa tenerlo tan cerca, yo que me enorgullecía de ser la dueña absoluta de mis emociones.

—Hace mucho que había dejado de ser la dueña absoluta de mis emociones

Flashback on

—Noté que usted tiene otras distracciones pero es importante hablar

—¿Usted no se cansa de ser impertinente?

—Solo aprovecho este encuentro inusitado y fortuito

—Bien se ve que el título de su padre no le garantizó educación ni nobleza de hecho, pero ya que usted se hace insoportablemente presente, véame mañana para retomar la negociación

—Usted sabe que ese no es nuestro asunto

Me estaba quedando sin opciones para librarme de él cuando la puerta se abrió y apareció Olegario, un hombre que había aparecido en mi casa días atrás y según Susana era un delincuente, se colocó junto a mí y dijo:

—¿Todo bien por aquí mi querida? Podemos partir cuando quieras

—Disculpe, yo no sabía que usted venía acompañada –dijo con un tono de tristeza en su voz

—¿Yo? –dije sin saber qué decir, pero luego tomé una actitud y dije con naturalidad –sí

—Disculpen, me retiro –dijo alejándose, me sentí mal por él, quise decirle que no era verdad que venía sola y que no conocía a Olegario, pero no lo hice, era mejor así, él por otro lado se paró frente a mí con aires de triunfo, sin embargo, le exigí que desapareciera o llamaría al dueño de la casa, luego salí, pero noté que él me seguía

—Me puede despreciar si quiere pero sabe que la salvé ahí dentro, además le di una muestra de mis servicios, ¿piensa que no vi a ese sujeto importunándola? Él la dejó por mi presencia

—¿Usted no tiene discernimiento? Apártese

—Por lo menos usted vio que conmigo no hay mentiras, acabo de probarle que ganaría si confía en mí y usted puede usarme de la manera que quiera, hasta por placer –dijo haciendo que sintiera náuseas

—Usted rebasó todos los límites, déjeme en paz –dije y me fui

Flashback off

—Me sentí culpable de que pensara que Olegario estaba conmigo, pero fue la forma que encontré para alejarlo en ese momento, quería engañarme a mí misma y lo comprobé cuando nos besamos por segunda vez, cuando fui con Lord Williamson a seguir con la negociación, estaba a punto de irme, cuando apareció frente a mí.

Flashback on

—¿Quién era el que la acompañaba en la casa del coronel?

—Yo no le debo explicaciones

—¿Por qué tiene que ser siempre así?

—Esa es la única relación posible entre un deudor y una persona que espera cobrar

—Ese no es nuestro único vínculo y sabe eso, no logro sacarla de mi cabeza

—Siento pena por usted, ¿cree que me doblegaré a su cortejo inútil? ¿Una táctica barata para manipular mis ideas, quitarme la claridad para decidir sobre su familia?

—¿Quiere decir que confundo sus pensamientos, que nublo su raciocinio?

—¡Petulante! –grité –soy dueña absoluta de mis emociones –dije paseándome por la sala -¿en verdad cree que pensar en usted me hace... dudar de mis decisiones

En ese momento me detuve porque había declarado que, tanto como él, no podía dejar de pensar en él y me asustó porque no solía abrirme así con nadie.

—No se angustie, es bueno pensar que compartimos el mismo pensamiento, que también piensa en mí y hace que su respiración vaya rápido –dijo acercándose a mí, yo quería irme pero no podía moverme, tomó mis manos, primero la derecha y luego la izquierda, a esa altura mis manos sudaban –que sus manos transpiren y que su cuerpo vibre –sentí sus manos recorriendo mis brazos, yo estaba nerviosa por esta proximidad, Aurelio tomó una actitud atrevida y puso su mano sobre mi mejilla y cerré los ojos, sintiendo sus dedos sobre mi piel, colocó su otra mano en mi cara, abrí los ojos y lo miré, Dios, ¿qué hacía ese hombre conmigo?, en otra ocasión lo habría golpeado y gritado, volví a cerrarlos, no tardé mucho en sentir sus labios contra los míos y me permití disfrutar de esa proximidad hasta que mi razón superó a mi deseo, me aparté y huí.

Flashback off

"Salí de ahí aturdida y sin poder creer que me había besado de nuevo con Aurelio, ese hombre me dejaba débil y con los pensamientos diversos y para detener esto contraté a Olegario como mi guardaespaldas y me apresuré a ejecutar el desalojo de Aurelio y su familia para no tener nada que me atara a él"

"Llegué a la casa con el fiscal, todos se encontraban comiendo, incluido Camilo quien se había quedado ahí"

"Emma, hasta ese momento no sabía nada, ya que Aurelio y el Barón no se lo dijeron, sentí pena por ella, entonces le permití quedarse en la mansión y la motivé a superarse y ahora es una gran modista, quiero mucho a Emma, es como una hija para mí y yo soy como una madre para ella"

—Y me lo demostró cuando fue la boda con su papá

Flashback on

—Y yo estoy honrada de tenerla como mi madrastra yo le hice una promesa a mi madre y se la estoy cumpliendo porque mi papá es el hombre más feliz del mundo a su lado y sonriendo nos abrazamos

Flashback off

Días después de la expulsión estaba en mi escritorio conversando con Susana cuando escuché la voz del Barón que llegó a confrontarme por haberlo expulsado y el reclamo de Aurelio de que Emma se había ido a São Paulo y yo, sin ninguna consideración que me alegraba de que se hubiera ido y luego en tono de burla dije que se pusieran cómodos y disfrutaran de mi café mientras volvía a mis negocios pero al dar mi primer paso Aurelio tomó mi mano, yo volví a verlo y como las otras veces me sentí perdida y me dieron ganas de besarlo, pero de inmediato le pedí ayuda a Olegario quien lo apartó y les exigió que se fueran mientras yo mantenía mi mano en el lugar donde Aurelio puso la suya"

—Si no hubieran estado ellos presentes, seguramente nos habríamos besado –dije sonriendo

Pensé que ese incidente apartaría a Aurelio definitivamente pero me equivoqué pues un día estaba acomodando unas rosas y llegó afirmando estar enamorado de mí y que no lucharía más contra eso

Flashback on

—¿Podemos esperar nuestra conversación ahora o prefiere esperar a su matón? Al final, ¿Quién es ese hombre con quien anda para todos lados ahora?

—No le debo explicaciones y no creo que haya venido a mi casa para hablar sobre Olegario

—Pues esa es mi razón de estar aquí –dijo levantándose y aproximándose hacia mí –estoy enamorado de usted Julieta y no quiero ni voy a luchar más contra eso

—Yo acabo de ejecutar un desalojo contra usted y su padre y me viene a decir que está enamorado de la mujer que los desalojó, ¿qué tipo de hombre es usted?

—Yo te pregunto, ¿qué tipo de mujer eres tú?

—Para usted soy señora

—Una mujer que expulsa a un viejo de donde siempre vivió, que separa a un padre de su hija, ¿todo eso para qué? ¿Para esconder lo que siente por mí?

—Por Dios es una locura suya –dije dándole la espalda y apoyando mi mano en una mesa para reponerme –mis criterios fueron absolutamente prácticos –dije volteando a verlo –y culpa de la falta de negociación de su padre

—No lo creo, para mí está muy claro, su furia en contra de mí familia, es la revancha de una mujer herida de amor, también está enamorada de mí, pero no lo asume no lo acepta

—Yo admiro su autoconfianza, ¿o será soberbia? –dije retándolo –si yo fuera débil como especula jamás me habría vuelto la Reina del Café, sería una mujercita perdida y destituida como Emma

—No hable de mi hija –gritó

—No entiendo por qué usted está tan ofendido, fue usted mismo quien colocó a Emma en ese lugar, pero yo desde muy joven, aprendí que la vida de una mujer no gira en torno de los sentimientos por un hombre

—Ya le dije que admiro la fibra con la que crio a Camilo y levantó este imperio sola deshágase de ese escudo, ahora estoy hablando de los dos –dije desesperado

—¿Hablando de los dos? ¿Si usted me cortejaba antes? ¿Cómo puede seguir cortejándome después de que perdió todo por mi acción?

—Puede creerme mimado como mi hija, pero el tener todo el dinero que mi padre conquistó me dio un lujo, el de ser correcto, sincero, no sé fingir mis sentimientos si desea realmente huir de esto Julieta, la elección es suya, es la última vez que la busco, la oportunidad de hablar de nuestros sentimientos es ahora, o nunca más

—Siendo así, será nunca más –dije después de tomar valor para echarlo

Él respetó mi decisión y se dirigió hacia la puerta, lo observé alejarse y luego me senté en una silla y miré a la nada, resignada.

Flashback off

Pero afortunadamente, el destino se empeña en reunir a las personas que se aman y en nuestro caso no fue diferente y lo hizo usando una situación arriesgada:

Cuando venía de una negociación fui emboscada por unos hombres enmascarados, ya había sufrido uno, pero este fue más peligroso, uno de los hombres, me dijo que si quería vivir debía irme del valle, pero me negué diciendo que no tenía miedo a la muerte, entonces me apuntó con su arma.

En ese momento, vi pasar toda mi vida ante mis ojos, los momentos buenos, los malos y me pregunté si alguien me extrañaría si moría, dudaba que Camilo lo hiciera después de lo sucedido entre nosotros entonces la única persona en quien podía pensar era en Aurelio, en cómo sería su reacción cuando supiera mi muerte seguro lloraría y me llevaría flores al cementerio, cerré los ojos y pude ver su cara y sus ojos de mar, así me despedí de él silenciosamente.

Cuando creí haber dado mi último suspiro, escuché el sonido de un motor y apareció el motociclista, Olegario y yo salimos apresurados de ahí y condujimos hasta que no pudimos más, estaba asustada y feliz de estar viva, me sentía desorientada, tenía sentimientos encontrados, ver la muerte de cerca me hizo reflexionar de no dejar pasar las oportunidades, entonces, sin pensar bien, fui a la pensión a buscar a Aurelio.

Me paré delante de la pensión dudando por un momento sobre si era buena idea pero mi deseo de ver a Aurelio habló más fuerte, así que entré, le pedí al encargado el número de habitación y me dirigí ahí, cuando estuve frente a la puerta respiré hondo y toqué, esperé unos segundos y entonces apareció la razón de mis desvaríos.

—Aún en pijama se veía guapo

Flashback on

—Julieta, ¿usted aquí? ¿A esta hora?

No dije nada y extendí mi mano izquierda hacia su cara, tenía la intención de tocarlo, decirle que necesitaba verlo pero no fui capaz, volví a bajar la mano y lo miré, diciéndole decidida

—Usted estuvo en mi casa y me dio un ultimátum ¿verdad?

—Sí, una especie de ultimátum, ultimátum de amor

—Vine aquí a decirle que no recibo, no acepto y no acato, ultimátum de hombre alguno –di media vuelta y me fui

Flashback off

—Tenía razón cuando le dije que dudaba que hubiera ido solo a decirle que no aceptaba ultimátums, necesitaba volver a verlo, debí arrojarme a sus brazos y pedirle que me besara, ay mi amor, cuántas oportunidades perdidas por mi orgullo –dije abrazando el libro –gracias a Dios tu preocupación por mí pudo más que ese ultimátum cuando fuiste a verme al enterarte de mi atentado

Flashback on

—Usted no es mucho de cumplir su palabra, dijo que nunca más me buscaría después del ultimátum patético que me lanzó

—Eso fue antes de que intentaran asesinarla, me urgía venir, necesitaba saber si usted estaba bien

—Como ve estoy estupenda, a pesar de saber que sería más interesante para usted si hubiera muerto

—¿Cómo puede decir eso? Ya le dejé claro mis sentimientos, si me buscó de aquella manera en el hotel, después de sufrir el atentado es porque también siente algo por mí

—Estaba desorientada, me equivoqué, fue un error

—En medio de su desorientación fue a mí quien buscó, su vida sería más fácil si simplemente hiciera como yo y aceptara sus sentimientos, sabe...

—¿Qué sucede? ¿Qué lo hizo interrumpir si estoy callada?

—Creo que usted esconde algo –dijo levantándose

—¿Yo?

—Sí creo que Julieta Bittencourt tiene algo en su pasado que la hace actuar así, actuar fría y con indiferencia, un día tiene que admitir y aceptar que me ama, siento alivio de verla bien –dijo esto y se fue, yo me quedé llorando porque sí había una razón, lo que había pasado con el asqueroso de Osorio

Flashback off

Días después fui a la casa de té porque tenían noticias de Camilo, llamé a São Paulo y me contestó doña Ofelia, me dio la gran noticia que Camilo se casaba con Jane, no podía creerlo, colgué, volví a la mansión y le comuniqué a Susana que volvíamos a São Paulo inmediatamente.

Cuando llegamos doña Ofelia y Lidia estaban en la sala y ella me informó que todo estaba preparado y que si quería colaborar podía recomendar un sacerdote para celebrar la ceremonia, sin dudar, le contesté que tenía el indicado y lo contactaría de inmediato.

Pobre doña Ofelia, si supiera que su hijita no se casaría realmente, pero por mi hijo estaba dispuesta a todo.

—¿Qué hiciste Julieta? –dije con miedo de leer lo que venía después

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