Capítulo 27
Resolví ir al cuarto donde Aurelio dormía desde que volví para poder concentrarme mejor en mi lectura y en mis recuerdos, estaba muy contenta y emocionada de que estuviera recordando todo y quería recordar más, así que cerré la puerta con seguro, me senté en la cama y seguí leyendo:
Días después tuve un encuentro desastroso con Jane y Elisabetta en el mismo restaurante donde sucedió la escena con Aurelio, la única diferencia es que ahora me encontraba en compañía de Susana y no de Camilo, supuestamente Emma la hija de Aurelio estaría presente en la reunión pero no fue así, traté de poner en su lugar a esa muchacha de una vez por todas para que dejara a mi hijo en paz pero su hermana no me lo dejaba fácil, era evidente que no se dejaba intimidar por nadie y que defendería a su hermana de quien fuera, en este aspecto se parecía a mí.
Para empeorar las cosas, en ese momento aparecieron Camilo y Darcy para apoyar a las hermanas y aclarar un asunto sobre unas cartas que tanto Darcy como Elisabetta recibieron y al parecer Susana era responsable, seguro al verse acorralada fingió un desmayo, cuando se "recuperó" la llevé a casa, molesta porque Camilo decidió quedarse en el restaurante con Jane, entonces volví a casa y de inmediato le ordené a Mercedes que arreglara las maletas de Camilo le pondría punto final al asunto de Jane y esta vez sería definitivo.
Al regresar le comuniqué mi decisión que se iría a Londres hasta que se casara, intentó defenderse pero lo impedí; sin embargo, él explicó que después del incidente del restaurante, Jane le dio un ultimátum: ella o yo, sentí mucho miedo al pensar que podría perder a mi hijo por una chica insignificante como Jane, pero él me tranquilizó diciendo que me había elegido a mí, aliviada lo abracé y le prometí encontrarle una "princesa a su altura", para esto organicé un baile donde invité a las jóvenes de las familias más importantes de Sao Paulo para encontrar a alguien digna de ser llamada, "La Princesa del Café" no esa pobre campesina.
¿Quién creía que era, la casamentera de Camilo? Él debía decidir a quién quería desposar, no yo, por más que fuera su madre, fui invasiva y lo lamento mucho.
Se dispuso todo para el baile, yo estaba curiosa por saber quién sería la afortunada de ser mi nuera, ese día me arreglé con un vestido negro con piedras y coloqué una peineta en mi cabello y miré mi reflejo, la mujer que me veía desde el espejo, era seria, lucía más vieja de lo que en realidad era, una mirada fiera y la boca siempre en una línea fina, recuerdo que antes sonreía mucho, pero ahora no tenía muchos motivos para eso, mucho menos para reír, me había vuelto una mujer amargada y no podía cambiarlo aún si quisiera.
Si podía, solo que no había llegado el momento
Despejando esos pensamientos bajé a la sala donde estaban acomodando todo para la fiesta y ahí Camilo me dio la sorpresa de que sería un baile de máscaras, él se puso la suya y me extendió la mía, lo cuestioné por el cambio repentino y dijo que las máscaras harían el baile misterioso y divertido, quise protestar pero preferí no hacerlo ya que deseaba que el baile fuera memorable para él, se sintiera cómodo para socializar con las damas de la fiesta y encontrar una novia, ya podía imaginarlo, al final de la fiesta se acercaría con ella, la presentaría, ambas simpatizaríamos inmediatamente, la invitaría a cenar para conocerla mejor después en otra cena formalizaríamos el compromiso con sus padres presentes, haríamos otro baile para informar a la sociedad y en menos de un año estarían casados, se mudarían a una casa, regalo de los padres de ella como correspondía y Dios lo quisiera, antes del segundo año de matrimonio, tendría a mi primer nieto o nieta.
Ya tenía organizada la vida de mi hijo –dije con ironía –viendo lo feliz que es con Jane me avergüenzo de querer imponerle mi voluntad, ¿de qué me serviría una nuera fina, de buena familia si Camilo no era feliz y con el pensamiento siempre en Jane?
Capítulo 2
El baile transcurrió como esperaba, tranquilo, los invitados se divertían mucho y al parecer ya había escogido una chica, lo vi bailando con ella en el jardín, me puse contenta al verlo decidirse tan pronto.
Los dejé divertirse un rato, pero en la noche me acerqué a saludarla; sin embargo, se puso a toser repentinamente, cuando intenté socorrerla, Camilo apareció, preguntando si todo estaba bien, yo le expliqué lo ocurrido y al preguntar por su nombre, Camilo alegó que le quitaría el misterio al baile, iba a quitar su capucha cuando Elisabetta quebró un vaso justo a mis pies, en ese lapso, Camilo y su novia se fueron.
—Es bueno verte aquí Elisabetta por increíble que parezca –le dije con altivez
—Muchas gracias, que pena que mi hermana no fue invitada
—Sí, sin duda una pena, no funcionó entre tu hermana y Camilo, pero ese asunto ya está enterrado con permiso –dicho esto me fui al jardín donde para mi sorpresa me encontré con Aurelio –qué está haciendo aquí en mi casa –le pregunté
—Créame no vine a su fiesta, no tenemos motivos para celebrar nada juntos
—Sería realmente una broma, entonces creo que vino a darme una noticia que es buena para mí y mala para usted, ¿decidió vender sus tierras en el valle del Café?
—Disculpe contrariarla pero vine a buscar a mi hija
—Previsible, usted es realmente una decepción
—¿Cómo pude decirle eso? –pensé indignada
—No, ya que estoy aquí acepto hablar del asunto, su impresión es mala de nuestro último encuentro
Lo miré de abajo hacia arriba y después di media vuelta y él me siguió, sentía su mirada sobre mí mientras caminaba, pero no me di por aludida, recorrimos la casa hasta llegar al escritorio.
Flashback on
Cuando llegamos lo invité a sentarse ofrecí una copa que aceptó y le dije:
—Espero que esta vez sin público podamos hablar civilizadamente, no fue fácil olvidar esa escena patética de usted de rodillas ante mí implorando clemencia –dije a pesar de que no salía de mi cabeza
—Lamento que usted no tenga la sensibilidad para reconocer una confesión honesta de un padre de familia e hijo dedicado
—Es importante que usted sepa que en mi cuota de paciencia existe un lugar para todos, menos para las víctimas, así que vamos directo al punto, soy consciente de que el plazo que Susana le dio a su padre está agotándose y hasta ahora no se me ha comunicado su decisión, ¿a final de cuentas en qué etapa estamos?
—¿Y qué es lo que espera que haga? –dijo levantándose indignado -¿Que entregue en bandeja el patrimonio de mi familia, mi dignidad, la salud frágil de mi padre, la juventud de mi hija?
—Usted tiene vocación nata para la tragedia sea al menos ponderado, ¿prefiere de verdad quedarse en el barco mientras se hunde o prefiere que yo mande a ejecutar la deuda de su familia conmigo?
—Ya le dije que la admiro por el imperio que formó, a pesar de la falta de su marido, pero apuesto a que se ha enfrentado con gente menos dura y sencilla de manipular que su servidor
—Entonces, ¿quiere decir que en el fondo, usted cree que todo lo que conquisté fue por suerte, o por gracia de mi marido?
—Para una mujer en su posición me imagino que la generosidad y la complacencia de algunos la favorecieron
—Yo no admito que usted me ofenda –dije avanzando indignada hacia él
—No hay intención de ofensa aquí, apenas la certeza de que si la misma admiración que despierta en mí llegó a otros, solo obtuvo beneficios con eso
En ese momento me enfurecí y sin pensarlo dos veces le di una bofetada que le volteó el rostro y con la respiración acelerada, vi cómo volvía a mirarme con su mano en el sitio donde le pegué.
—No me doy esa libertad y no necesito favores ajenos –le dije desafiante
—¿Qué es lo que ha hecho? –me dijo indignado -¿Cómo ha tenido el valor?
—Nunca dude de mí nunca –dije mientras levantaba el brazo izquierdo para abofetearlo otra vez pero él fue más rápido y lo interceptó mi brazo, levanté el otro entonces pero de nuevo lo cogió, empezamos a forcejear, él comenzó a atraerme hacia él mientras yo intentaba liberarme pero él era más fuerte, continuó jalándome hasta que estuve completamente presa en sus brazos, no podía reaccionar, su boca estaba tan cerca de la mía y entonces rendida cerré los ojos y entonces sentí su boca contra la mía y me dejé llevar por el momento era la primera vez que un hombre se atrevía a acercarse tanto a mí y la primera vez en años que era besada, sentía sus brazos en mi espalda y por unos segundos me sentí segura pero luego al darme cuenta de que era un error lo que sucedía me aparté y me apoyé contra el estante y lo miré desafiante
—¿Qué fue lo que hizo?
—No se golpea en la cara de un hombre
—Y como usted no podía devolver la misma moneda... -dije insinuando el motivo
—No fue esa mi motivación para besarla, pero no fui solo yo fuimos los dos
Era cierto, pero no iba a reconocerlo y mucho menos que había amado ese beso así que le dije
—Insolente, salga de aquí
—Calma
—Salga, inmediatamente
—Calma, sus invitados van a oír, calma por favor
—Salga, antes de que sume este abuso a su deuda conmigo
Aurelio salió del escritorio como le pedí y yo me quedé ahí, temblando, sin creer lo que acaba de pasar y sin más, comencé a llorar y a limpiar mi boca para tratar de borrar la sensación de los labios de Aurelio en mí pero era inútil, mi desespero llegó a tal punto que cogí un pisapapeles y lo arrojé gritando, vi mi rostro fragmentado y mi llanto se intensificó
Flashback off
No lo admití entonces pero aún puedo sentir sus labios en los míos y sus brazos rodeando mi cuerpo, no quería echarlo pero me había dejado con todas mis emociones revueltas como le dije en nuestra cita del lago y necesitaba estar sola.
—No pude dormir esa noche pensando en ese beso –dije pasando mi mano por mis labios –y pensar que luego le dije que sentía culpa y arrepentimiento.
Cuando me repuse salí a la fiesta y fui llamada por Susana en el jardín, quien me informó que Jane estaba en la fiesta, furiosa irrumpí en el salón del baile y exigí que todos se quitaran las máscaras, obedecieron excepto una persona, la chica de la capucha que vi hace un rato, cómo no lo percibí, Camilo estaba tratando de engañarme, fue un plan hábil debo admitirlo pero no resultó para su desgracia, mi socia era muy observadora, avancé hacia la muchacha, le quité la capucha y la máscara pero no encontré a Jane y sí a Ludmila Matosso de Albuquerque
Ludmila, una chica parecida a mí y a Elisabetta, guerrera, que deseaba imponerse en este mundo de hombres, si mal no recuerdo era directora de la fábrica de su padre pero fue destituida al involucrarse con Januario, un pintor negro, el mismo que pintó el retrato del Barón, el de la sala, ahora era un pintor famoso que vivía en Europa con Ludmila.
—Ay Julieta, qué habría pasado si la chica de la capucha hubiera sido Jane y no Ludmila, nunca lo sabría pero seguro mi actitud con ella sería deplorable
Me sentí sorprendida, avergonzada con ella, aliviada porque no fuera Jane y furiosa con Susana por el ridículo que me hizo pasar y muy apenada con Camilo con quien me disculpé al día siguiente, y por sugerencia de Susana propuse una cena para disculparme con Ludmila, conocerla y causar una segunda, su familia era importante en Sao Paulo y sería muy bueno estar relacionados con ellos, Camilo fue a invitarla y por fortuna aceptó
—Me parece sospechoso que Camilo repentinamente haya cambiado a Jane, tengo el presentimiento de que algo pasó en esa cena y ahora mismo lo sabré
Ella era tan agradable, educada, de buenos modales, justo la nuera que deseaba para mi hijo y la cena estaba siendo placentera, nada comparada con el fiasco que fue la cena con Jane y su familia en el valle, con certeza no terminaría con lustre al final, pero, como si la hubiera llamado con el pensamiento, en ese momento apareció Jane y declaró que ella seguía siendo la novia de mi hijo, yo estaba sorprendida con su actitud, que no era propia de esa chica dulce y sensible.
Lanzó un discurso y reconoció los esfuerzos que hice para criar a Camilo y las aspiraciones de que se hiciera cargo de todo con una esposa de nuestra posición algo que nunca llegaría a ser porque no lo aspiraba y puso a Camilo a decidir, pero él se echó para atrás, diciendo que por qué decidió acabar con el plan tan pronto, la pobre se fue llorando acompañada por Elisabetta, quien había asistido invitada por Darcy, no sin antes cruzar unas palabras con ella, Ludmila se fue indignada y solo quedamos Darcy, Susana, Camilo y yo en el comedor, estaba molesta porque me mintió y así se lo hice saber
Y por supuesto fui muy dura con él, como siempre, ay mi hijo –dije cubriendo mi boca con mi mano, recordando lo sucedido cuando Ludmila se fue
Flashback on
—Estoy profundamente decepcionada de ti Camilo –le dije –fue necesario un escándalo público para que tomaras la decisión correcta, es común, en personas como tú, débiles, indefensas, capaces de un papelón así, pero espero que ahora tu postura aunque débil, sea definitiva
—Cállate
—¿Qué vocación es esa hijo mío?
—Cállate
—¿Qué vocación es esa para el error hijo mío?
—Cállate, cállate, cállate –gritó –cállate quieres, provocas en mí los peores sentimientos del mundo, calla –dicho esto se fue
Flashback off
A esa altura ya estaba llorando ¿Cómo pude decirle que era débil, cuando yo misma lo empujé a eso?, él es mi niño, debí apoyar su decisión sea cual fuera y no acusarlo de débil, cuando la culpa era toda mía
—Perdóname Camilo, perdóname mi amor –dije mientras enjugaba mis lágrimas -y hace un rato me dijiste que no teníamos una relación difícil, cuando en realidad era conflictiva
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