Capítulo 21
Abro los ojos y veo a Julieta sentada frente a un caballete, mueve sus brazos muy concentrada en lo que hace, lentamente camino hacia ella y me posiciono a su lado, la pintura era muy hermosa, de un jardín como el que teníamos en la casa pero además de rosas había otras flores
Es hermoso mi amor -dije abrazándola por detrás
-Gracias, este es uno de los más difíciles que he hecho por la técnica
-Pero te quedó muy bien, eres una gran pintora Julieta -dije besando su cabello
-Aurelio, ayúdame por favor, estoy atrapada entre recuerdos, trato de atraparlos pero no puedo
-Calma mi amor, no tengas miedo, regresaste eso es lo que importa, no estás sola, como te dije un día, estaré contigo siempre
-Lo sé, como siempre ha sido
-Aurelio, despierta, despierta por favor -dijo Julieta y con esa voz regresó al mundo real, después de que comieron y hablaron un poco Julieta se sintió un poco soñolienta y por esa razón, se acostaron debajo del árbol, se sintieron tan cómodos que poco a poco se fueron durmiendo
-¿Qué pasa mi amor? -dijo con voz aperezada
-Pasa que ya es de noche, Camilo, Emma, Jane y Ernesto vinieron a buscarnos
-¿Están aquí? -dijo sentándose
-Sí papá -dijo Emma -son más de las siete por eso vinimos a buscarlos
-Nos dormimos -dijo riéndose por primera vez en tres años
-Sí -dijo Julieta riéndose también mientras se levantaba y extendía sus manos para ayudar a Aurelio -no puedo creerlo
-¿Ves que cuando estamos juntos el tiempo pasa más rápido?
-Sí -dijo sonriendo
Los jóvenes se volvieron a ver sorprendidos y felices con esa proximidad porque al parecer el picnic había dado resultados muy buenos, pero no quisieron decir nada hasta escuchar de sus labios la noticia aunque por la sonrisa en sus labios y la forma en que Julieta lo miraba podían imaginarlo.
-Tenemos una noticia, Tenoria y Estilingue regresaron al valle
-¿En serio? -dijo Aurelio emocionado
-Sí, cuando íbamos a salir
-Pero ellos saben que...
-Sí mamá, les contamos que regresaste y están ansiosos por verte
-Ojalá sintiera esa nostalgia, pero sus nombres no me suenan familiares
-Calma mi amor -dijo Aurelio -nadie va a presionarte mi linda, todo estará bien
Después de esto, recogieron el mantel, la canasta y volvieron, ellos habían venido en un coche, pero Aurelio y Julieta decidieron volver en Soberano, para disfrutar lo que quedaba del día.
-¿Te gustó el paseo?
-Sí, mucho, tanto que no quería irme
-Es un lugar lindo, ¿no?
-Sí, muy lindo, me sentía tan relajada
-Eso inspira ese lugar
-¿Era la primera vez que volvías después del accidente?
-Sí
-¿Por qué?
-No tenía motivos para hacerlo mi amor, además, por el mismo motivo por el que mandé a quitar las rosas, para no recordarte, ¿sabes? Soñé contigo
-¿De verdad? ¿Qué soñaste?
-Que estábamos en el lago, tú pintabas en un caballete y al acercarme dijiste que te ayudara porque te sentías perdida entre recuerdos
-Pues no estás muy equivocado porque así me siento, perdida
-No te preocupes mi amor, todo saldrá bien, ya recordaste una de mis declaraciones, el resto vendrá después
-Eso espero y ojalá sea pronto, ¿Aurelio?
-Dime mi amor
-Háblame de tu hermana, no quiero que sea una completa extraña para mí al verla
-Sí, antes que nada, Tenoria es una hija que mi padre tuvo fuera del matrimonio con una esclava, ella trabajaba con Jorge, un abogado y amigo mío, ellos vivían en Sao Paulo
-¿Tú sabías desde el principio que era tu hermana?
-No, fue hace poco, no tenía idea, hasta hace unos años pensé que era hijo único
-Debió ser una sorpresa
-Mucho, aunque también fue indignante porque me enteré que mi padre había traicionado a mi madre
-Supongo que sentiste rechazo hacia Tenoria
-No, ella era inocente, no tenía culpa, tampoco Estilingue, su hijo, desde el principio los acepté
-Eres muy noble Aurelio, otra persona la habría rechazado por ser hijo de otra
-Cualquier otra persona, yo no culpo a nadie si no lo merece
-Ay Aurelio, ya entiendo por qué me enamoré de ti, ¿qué mujer no estaría feliz en ser tuya?
-Conque tú estés feliz en serlo me basta, las demás no me importan
Julieta siguió el camino en silencio pero con una sonrisa en los labios, sintiendo todo el amor de ese hombre hacia ella. Cuando llegaron a la mansión, Camilo ayudó a Aurelio y su madre a guardar a Soberano, el pobre caballo estaba exhausto pero feliz por haber sido montado por Julieta, después volvieron a la casa, los niños fueron a recibirlos animados, en especial Melissa quien en ese momento ya extrañaba mucho a su mamá y papá, haciéndoles preguntas sobre cómo fue si les había gustado y ellos contestaron afirmativamente.
-¿Ustedes ayudaron al picnic? -dijo Julieta poniéndose a su altura
-Sí, abuela -dijo Charles -¿te gustó?
-Mucho, se los agradezco niños -dijo abrazándolos
-Mi Dios
Julieta levantó la mirada y vio a una mujer morena frente a ella, que la observaba con lágrimas en los ojos y una sonrisa, lentamente se levantó e instintivamente puso su mano en el brazo de Aurelio como pidiendo protección, el botánico entendiendo lo que ocurría, envolvió esa mano con la suya
-¿Qué pasa mi amor?
-Hay una mujer frente a mí y no sé quién es
-¿Puedes describirla?
-Es una mujer morena
-Calma es Tenoria mi hermana, no te preocupes, nadie en esta sala es de desconfianza
Julieta avanzó hacia Tenoria y ella la abrazó con cariño.
-No es posible -dijo Tenoria -Julieta, eres tú, estás aquí viva, Dios gracias, te extrañé mucho, qué falta me hiciste mi cuñada -dijo abrazándola -No te apenes Julieta por no recordar, poco a poco lo harás, sigo feliz de que estés aquí
-Tienes razón, cuando la vi por primera vez no podía creerlo -dijo Camilo abrazando a Julieta por detrás -es un milagro
-Tía Julieta -dijo Estilingue -estás viva
-Estilingue calma, no la ofusques, puedes asustarla -lo regañó Tenoria apartándolo de Julieta
-No te preocupes Tenoria, créeme, asusta más no tener memoria, ¿eres mi sobrino? -dijo dirigiéndose a Estilingue
-Sí, adoptado por ti, sobrino de la Reina del Café
-Pues estoy muy feliz de que lo seas, pareces un buen chico Estilingue
-Y lo es -dijo Tenoria abrazando a su hijo
-Me alegra de que hayas vuelto mi hermana -dijo Aurelio
-Aurelio mi hermano perdona, es que al ver a Julieta me emocioné mucho -dijo abrazando a Aurelio -y a esa belleza de sobrina, Julieta ella es linda
-Imagínate yo que no puedo verla cómo estoy, ¿cómo les fue en Sao Paulo?
-Muy bien Aurelio, fue bueno volver a ver a nuestros conocidos, aunque un poco extraño estar como huésped y no como sirvienta
-Eres una Cavalcante, no te preocupes mi hermana, es tu derecho
-Lo sé, pero aún no me acostumbro, a pesar de haber pasado 8 años
-La cena está servida -anunció Dolores -solo esperábamos a que los señores llegaran
-Qué bien porque me estoy muriendo de hambre -dijo Camilo -gracias Dolores
-Señor Aurelio, ¿quiere que lleve su comida al cuarto?
-No Dolores, hoy voy a cenar en el comedor
-Papá, ¿de verdad?
-Sí, ya no quiero almorzar ni cenar en mi cuarto, solo desayunar
-Está bien, haré que coloquen un lugar extra en la mesa -dicho esto se fue con una sonrisa en el rostro
Los demás festejaron en silencio el hecho de que Aurelio quisiera comer con ellos, lo habían echado de menos, veían ambas sillas vacías y parecía que los dos habían muerto, pero ahora veían indicios del antiguo Aurelio y todo se debía al retorno de Julieta.
Emma narrando:
Felicidad, ese era el sentimiento que llenaba los corazones de los habitantes de la mansión Bettancourt en este momento, el día había comenzado muy bien con la idea de mi padre de hacer el picnic para Julieta, cuando Dolores y Catarina llegaron a la cocina, nos pusimos a trabajar, preparamos los platos, refrescos y el postre, colocamos todo en la canasta y Tiao nos llevó al lago donde acomodamos todo lo que habíamos llevado, era un lugar hermoso y comprendía por qué les gustaba tanto ese lugar.
-¿Crees que a mis abuelos les gustará? -le preguntó Charles a Jane mientras colocaba el postre
-Por supuesto que sí mi amor
-Estoy feliz de que mi abuela haya regresado
-Todos lo estamos hijo, nos hizo mucha falta, en especial a tu papá y tu abuelo
-Mamá -me dijo Catarina
-Sí
-Ahora que mi abuela volvió, ¿mi abuelo volverá a ver?
-No lo sé mi amor
-Pero mi abuela volvió, ya no hay motivo para que siga así, con sus ojitos sin luz
-Estoy de acuerdo con mi hermana -dijo Afranio -yo quiero que mi abuelo vuelva a ver
-Todos queremos mi amor, te aseguro él más que nadie
-Entonces, ¿si él quiere la recupera en cualquier momento? -preguntó ansiosa mi hija
-Ojalá fuera tan simple, pero como ustedes saben, su abuelo sufrió un golpe en la cabeza y por eso no puede ver, un doctor debe revisarlo para saber el tratamiento que van a hacerle
-Entonces tiene oportunidad
-Paciencia hija, solo el tiempo lo dirá mientras tanto, preparemos todo para que tenga un picnic inolvidable
-No te preocupes, lo tendrán -dijo Jane -solo mira este mantel es hermoso, van a quedar fascinados con lo que preparamos
-Tienes mucha razón Jane
Cuando terminamos regresamos a la Hacienda orgullosos de nuestro trabajo, yo me dirigí al cuarto de Julieta para llevarla a la caballeriza donde mi padre esperaba, ella estaba tan bonita con su vestido blanco, ojalá él pudiera verla, no merecía estar ciego, él menos que nadie, mi padre es un gran hombre, sabe ver lo bueno de las personas por eso se enamoró de Julieta.
Los vi marcharse con una sonrisa y después vino la espera torturante, yo estaba muy inquieta, pero los demás decían que no debía preocuparme, ese consejo funcionó durante toda la tarde pero cuando empezó a oscurecer, Jane y los demás no parecían tan convencidos.
-Estarán bien
-Por supuesto que sí, solamente se les hizo un poco tarde -dijo Ernesto
-¿A esto le llamas un poco tarde?
Eran las siete de la noche y no habían regresado y empezamos a preocuparnos ya que el camino estaba muy oscuro y podrían perderse ese era mi miedo, los imaginaba dando vueltas por el bosque, Julieta sin saber a dónde ir y mi padre sin poder ayudarla debido a su ceguera, sería un desastre, estaba angustiada, durante el día quería saber si habían vuelto a unirse ahora quería saber si estaban bien y que volvieran a salvo a casa.
-Yo estoy de acuerdo con Emma -dijo Camilo -debemos ir a buscarlo
-Ellos ya han ido al lago antes -dijo Ernesto
-Sí, pero siempre volvían antes del anochecer y no estaban en las condiciones actuales, ya perdí a mi madre una vez no quiero volver a perderla iré de inmediato al lago si quieren venir conmigo
-Vamos
-Hola ya llegamos -dijo tía Tenoria entrando con Estilingue y las maletas
-Hola -dijo Estilingue
-Tenoria, Estilingue -dijo Camilo entrando -qué bueno que están aquí
-Nosotros también los extrañamos, ¿a dónde iban?
-No van a creerlo cuando les contemos, sucedió un milagro
-¿Qué? -preguntó Estilingue
-Mi madre está viva
-¿Cómo dices Camilo?
-Mi madre está viva Tenoria, es cierto
-Pero cómo es posible
-Es una larga historia, pero ahora debemos ir a buscarla, a ella y a Aurelio
-¿Dónde están?
-Se fueron a un picnic desde la tarde y no han regresado
-Vayan ya quiero ver a mi cuñada y abrazarla
-También yo -dijo Estilingue
-Tía Tenoria, Estilingue -dije -debo prevenirte, Julieta perdió la memoria por el accidente, así que seguramente no te reconocerá
-Ay por Dios
-Sí, esa es la situación tía
-¿Y Aurelio, cómo está?
-Feliz, un poco triste porque no lo recuerda, pero dispuesto a volver a ganarse su amor
-Por supuesto, pero vayan tráiganlos
Los cuatro nos montamos en el auto de Camilo y Jane y fuimos al lago, en el camino supe que mis sospechas eran ciertas, no se podía ver bien, esperaba que siguieran ahí, como el camino era estrecho no podíamos llevar el auto hasta ahí, entonces Jane y yo nos quedamos esperando mientras Camilo y Ernesto iban a buscarlos, después de unos minutos que me parecieron horas, mi esposo regresó.
-Jane, Emma deben venir a ver esto -dijo sonriendo
Las dos bajamos del coche y nos dirigimos al lago, impacientes por lo que veríamos, vimos a Soberano amarrado a un árbol y la luna reflejándose en el lago, parecía un paisaje de cuento de hadas, había luciérnagas, soplaba una suave brisa, no pude evitar sonreír, habría estado así para siempre sin Jane no me hubiera llamado:
-Emma vamos
Caminamos hacia el árbol donde estaban Camilo y Ernesto y mi corazón se llenó de ternura, mi padre y Julieta estaban recostados contra el tronco abrazados, en sus rostros se veía calma, paz y amor, pensé que nunca vería a mi padre tan tranquilo de nuevo, el motivo estaba en sus brazos.
-Se ven tan tiernos -dijo Jane
-Sí mi amor -le contestó Camilo sonriendo -ya sabemos el motivo de la tardanza se durmieron
-Doña Julieta se ve muy cómoda -dijo Ernesto -les dije que no ocurría nada
-Pero debíamos asegurarnos -dije
-¿Qué hacemos? ¿Los despertamos? -preguntó Jane
-No quisiera, pero tampoco podemos dejarlos aquí, está haciendo frío -dijo Camilo -detestaré hacerlo pero no tenemos opción
Se inclinó y tocó el cabello de su madre, al principio no funcionó pero poco a poco fue moviéndose
-¿Mamá? -dijo cuando la vio abrir los ojos
-¿Qué? -dijo encarándolo
-Hola -dijo sonriendo -como no volvían vinimos a buscarlos
-Ay me dormí
-Sí, ¿estás bien?
-Sí claro -dijo y viendo a mi padre lo sacudió por el hombro suavemente para despertarlo -Aurelio despierta, despierta por favor
-¿Qué pasa mi amor? -dijo con voz aperezada
-Pasa que ya es de noche, Camilo -Pasa que ya es de noche, Camilo, Emma, Jane y Ernesto vinieron a buscarnos
-¿Están aquí? -dijo sentándose
-Sí papá -dijo Emma -son más de las siete por eso vinimos a buscarlos
-Nos dormimos -dijo riéndose por primera vez en tres años
-Sí -dijo Julieta riéndose también mientras se levantaba y extendía sus manos para ayudar a Aurelio -no puedo creerlo
-¿Ves que cuando estamos juntos el tiempo pasa más rápido?
-Sí -dijo sonriendo
Me sorprendió y alegro ese trato entre ellos, cuando Julieta regresó, se trataban como buenos conocidos pero ahora parecía lo que eran, un matrimonio feliz que nunca debió separarse, recogimos los restos del picnic y fuimos al auto, ahí volvieron a sorprendernos cuando dijeron que volverían en Soberano, nos preguntaron si teníamos algún problema y por supuesto no había ninguno, entre más tiempo pasaran juntos mejor.
-Parece que el picnic dio buenos resultados, los veo muy felices en especial a mi padre -dije emocionada
-Mi suegro tuvo una excelente idea -dijo Ernesto -la mejor manera de conquistar a una mujer es pasando toda la tarde con ella y más cuando es el amor de tu vida
-En estos días deberíamos irnos de picnic, ¿qué dices Jane? -preguntó Camilo
-Claro mi amor -dijo Jane sonriendo
Tenoria no pudo contener las lágrimas cuando vio a Julieta, estaba muy emocionada, al principio ella se asustó al no reconocerla y se refugió en mi padre pero él la tranquilizó y aceptó el abrazo de mi tía y el de Estilingue quien también estaba muy feliz de verla, después llegó la segunda alegría de la noche, mi padre aceptó cenar con nosotros por primera vez en tres años, para mí eso terminaba de hacer ese día perfecto, fuimos al comedor, él ocupó el lugar de siempre y entre Julieta yo lo ayudamos a comer, mientras contábamos la historia a Tenoria y Estilingue que no podían creerlo.
-¿Una mujer idéntica a Julieta?
-Sí mi hermana, todo fue un malentendido
-Un horrible malentendido, ¿cómo pudimos confundirnos?
-Para empezar, nos entregaron otra ropa que no era de Julieta o eso pensábamos y después el dolor no nos dejó pensar con claridad -dijo Jane
-Tal vez si yo la hubiera visto, habría podido saber que no era ella, pero mantuve esa absurda idea de quedarme ciego
-Aurelio, no fue tu culpa, piensa que quizás ni siquiera tú hubieras podido saber que no era yo
-Recuerda que ni siquiera quisiste acercarte al cuerpo, seguramente no habrías querido verlo
-Lo importante es que estoy aquí de vuelta -dijo tomando la mano de mi padre entre las suyas para tranquilizarlo -y aquí voy a quedarme
-Gracias mi amor
Era hermoso verlos interactuar así, como antes, ni siquiera parecía que habían estado sin verse tres años, era como si hubiéramos retrocedido hasta el día del accidente cuando Elisa firmó los libros, deseaba de todo corazón que esta vez la dicha fuera para siempre.
Horas después
-Papá, ¿puedo pasar?
-Claro hija entra
Cuando terminamos de cenar, mi padre dijo que quería irse a dormir, entonces Julieta lo llevó al cuarto, Camilo, Jane y yo esperábamos que volvieran a su cuarto original, pero no fue así, cuando abrí la puerta de la habitación, él estaba solo.
-¿Dónde está Julieta?
-En su cuarto
-Creí que después de su cita de hoy iban a dormir juntos
-No hija, es demasiado pronto, apenas estamos recomenzando nuestra relación, debo esperar y no presionarla
-¿Cómo les fue en el picnic? Aunque por el modo en que los encontramos puedo adivinar la respuesta
-Siento que vamos a lograrlo, estoy convencido, recordó
-¿En serio? -exclamé emocionada -¿ya sabe quiénes somos?
-No, solo recordó una ocasión cuando estábamos en Sao Paulo después de la expulsión de Susana
-Sigue siendo una gran noticia
-Pero no es la mejor
-¿Hay más?
-Sí, nos besamos
-¿De verdad?
-No te imaginas lo que significó para mí, hija
-Mucha nostalgia, alegría, ansiedad y un temblor en todo el cuerpo
-¿Cómo puedes saberlo?
-Es lo mismo que siento cuando estoy lejos de Ernesto
-Tú no lo has creído muerto tres años
-No, pero estar sin tocarlo, besarlo es horrible, ¿pero qué crees que sintió ella? ¿Cuál fue su reacción?
-Al principio se confundió y no sabía qué decir pero después dijo que le había gustado más que cuando lo soñaba
-Me alegra que todo haya salido bien papá
-Pero aún no es suficiente debo seguir esforzándome más
-Lo estás haciendo muy bien, lograste cautivarla con este picnic, si seguimos así recordará todo en un par de días
-Eso espero Emma, ese será el día más feliz de mi vida cuando diga: Recordé todo Aurelio
-Ten paciencia papá, sucederá
-¿Agendaste una cita con Rómulo?
-Lo hice y yo misma te llevaré papá no te preocupes
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