No toqué mi teléfono en todo el fin de semana, ni siquiera para tomar una fotografía del paisaje. Me olvidé completamente de su existencia. Nunca me sentí mejor en la vida de no mirar el celular ni una sola vez. Todas las imágenes que hubiera querido guardar, están almacenadas en un cajón de mi cerebro para cuando quiera volver a verlas. Hace años que dejé de usar las redes sociales, me importa muy poco lo que pasa ahí, así que nadie sabe adónde estuve ni con quienes. En algún momento aprendí que es mejor vivir mi vida por mi cuenta, antes que vivirla pretendiendo cosas que no son.

Ahora que estoy en mi apartamento lo enciendo, sólo para ver si había pasado algo. Prácticamente no recibo mensajes de nadie, tampoco los envío. La realidad es que odio chatear, prefiero una llamada en el caso de los seres que están más lejos o un café en caso de los cercanos. Por primera vez en la vida, tengo mensajes de sobra. Tanto Jill como Yuuko habían estado intentando comunicarse conmigo y yo no aparecí por ninguna parte. Tanta insistencia de su parte, sólo me indica que debe haber pasado algo, estaba demasiado abstraída del mundo y eso me hace sentir algo culpable. Presiono el botón de llamada junto al nombre de Yuuko, en el preciso momento en que veo sus mensajes.

— Hola...

— Yuuko san ¿Qué ha pasado? —preocupación y culpa, eso es todo lo que puedo sentir ahora.

— Victoria san... —puedo oírla romper en llanto del otro lado del teléfono.

— YUUKO HABLA

— Kenny... —intenta controlar sus sollozos para poder hablarme, aunque pareciera que va a fracasar miserablemente —Lo confronté. —su sollozo se convierte en un llanto a mares apenas termina la frase. Si... Falló.

— ¿Lo hiciste? ¿Qué pasó? Cálmate Yuuko, respira hondo y cuéntame por favor— hago mi mejor esfuerzo por mantener la calma, necesito que se tranquilice.

Del otro lado puedo oírla respirar hondo unas cuantas veces, mi pobre amiga está haciendo su mejor esfuerzo.

— Le dije que lo sabía todo, que había visto las fotos y los mensajes en su celular. Tuvimos una horrible discusión y finalmente, anoche se fue de casa dejándome sola con los niños... Se fue con ella, Victoria san —Yuuko gimotea al teléfono, está haciendo lo mejor posible para no volver a estallar en llanto.

— Yuuko san... Perdona por no haber estado en el preciso momento en el que me llamaste. Dime que puedo hacer por ti ¿Necesitas que vaya a verte?

Somos amigas hace muchos años, ellas saben que la mayoría de las veces no aparezco en el momento exacto en el que soy necesitada. Pero, cuando al fin lo hago, saben que pueden contar conmigo para lo que sea, sin importar qué.

— No te preocupes, Victoria san, no estoy enojada contigo por no aparecer inmediatamente. Estoy enojada conmigo misma, por haber perdido mi vida al lado de ese hombre. Estoy enojada porque le di todo y más, sin embargo esta fue mi paga —su voz suena más calmada, aunque ahora está empezando a tomar un tono más de ira, que de tristeza —No me merecía esto, los niños no se merecían esto. Ahora no sé qué voy a hacer, sin una carrera, sin un trabajo para mantenerlos. Más allá de que aquel imbécil va a tener que darme dinero para ellos. Estoy totalmente perdida...

— Escucha, Yuuko. Uno: No estás sola, tus dos amigas locas estarán siempre junto a ti. Dos: Vas a salir adelante porque eres más fuerte de lo que crees y tres: creo que tengo una idea. Sólo déjame ver si es factible.

— ¿Idea de qué? —pregunta con voz firme. Lo único que Yuuko necesita es esperanza, no a ese infeliz que la acaba de abandonar.

— Idea de cómo vas a hacer para ganar dinero. Debería decir VAMOS. ¿Te parece venir mañana a mi apartamento junto con Jill? Creo que esto les puede interesar a las dos.

— Sí, luego de que deje a los niños en la escuela voy para allá —responde, luego de un último suspiro. Su voz suena un poco más esperanzada. 

— Ok, ahora le mando un mensaje a Jill para que venga también. Primero voy a tener que soportar sus insultos por no haber aparecido. Me los merezco de todos modos, aunque digas que no. Lo siento, amiga.

— Jill sabrá entender también, no te preocupes Victoria san, nos veremos mañana. Tengo curiosidad por saber qué es lo que estás pensando. Gracias por tu apoyo, intentaré dormir ahora...

— Inténtalo, ese hijo de perra no merece ni una de tus lágrimas. Hasta mañana Yuuko san. Te quiero ¿Lo sabes, verdad?

— Lo sé, aunque nunca lo digas. Yo también te quiero. Hasta mañana...

Yuuko corta la llamada. Es hora de mandarle mensaje a la australiana chiflada y sé que me va mandar a la mierda a los cinco minutos, pero tiene razón así que no voy a discutir con ella.

Vic: Hola Jill, acabo de hablar con Yuuko y me contó lo que pasó. ¿Podrías venir mañana a mi apartamento? Tengo una idea y creo que estarás de acuerdo. Yuuko vendrá, luego de dejar a los niños en la escuela.

Jill: ¿Adónde mierda estabas? Cómo para que alguien se esté muriendo y haya que avisarte ¡maldita sea!

Vic: Ya cálmate ¿Sí? Tienes razón, pero bájale la intensidad. Lo que importa es que estoy aquí y nadie se murió en ninguna parte. No seas tremendista. ¿Vienes o no?

Jill: Iré, pero sólo para patearte el trasero. Haré arreglos con Yuuko para ir juntas, maldita idiota.

A pesar de que me siento mal por no haber respondido al instante, me siento tranquila porque sé que tengo una solución. Desde aquel día que hablamos, vengo analizando esta posibilidad y ahora que se presenta esta emergencia, necesito saber si es factible para las tres.

Vic: Okey Aussie bitch. Ya deja de regañarme y prepárate porque estás involucrada en esto. Te daré una pista ¿Recuerdas que habíamos hablado de juntar nuestros ahorros para poner una hostería en Jeju? Es un buen momento para poner nuestra teoría en práctica.

Jill: Eres una maldita genio, además de una perra. Entiendo adónde quieres llegar y sí, estoy de acuerdo contigo. Mañana hablamos sobre el tema. Más te vale que esto funcione, o te la verás con mi australiano trasero.

Vic: Tu australiano trasero va a recibir unas nalgadas si sigues hablando así. Nos vemos mañana, te espero a las tres.

Jill: Ok, a las tres será...

«Madre mía, que carácter tiene esta mujer», pienso.

Mi plan es simple. Hace aproximadamente un año, Jill y yo estábamos hablando acerca de invertir nuestros ahorros en algo. Llegamos a la conclusión de que podríamos abrir una pequeña hostería, en la isla de Jeju. Comprar una pequeña estancia en la costa no es demasiado caro, los impuestos son baratos y es una de las zonas más turísticas de Corea del sur. La llamada "isla del amor" es una de las más bellas y podríamos tranquilamente invertir allí para intentar ganar algo de dinero extra ya que, las dos pudimos ahorrar lo suficiente para compartir el negocio. El problema estaba en que debíamos contratar empleados, ninguna de las dos puede ir a vivir allí para atender la hostería ya que cada una tiene su trabajo y las dos tenemos suficiente con eso. Ahora, con Yuuko sola y sin empleo, es una opción que sea ella la que se mude a Jeju con los niños y se ocupe de atender el lugar. Tendría lugar para vivir gratis, además de su parte del dinero por ser la que se ocupa del negocio personalmente. Durante su juventud, antes de meterse con Kenny, trabajó en un hotel en Japón y sabe perfectamente cómo se deben hacer las cosas. Más redondo, imposible. Estoy segura de que este plan tiene un futuro brillante, aunque nos va a tomar un par de meses ponerlo en práctica. Es perfectamente realizable, según yo.

Miro la hora, son las once de la noche y todavía no comí nada. Inspecciono el refrigerador para ver qué hago, no tengo ganas de ponerme a hacer cosas elaboradas. «Tengo huevos, cebollines y salsa de soja. Tamagoyaki será», pienso mientras saco los ingredientes. También pongo la arrocera a funcionar, para acompañar mi cena con algo de arroz condimentado.

Música para cocinar, eso está total y completamente fuera de discusión. Luego de conectar el celular a los parlantes rebusco en las listas de reproducción algo que me haga sentir feliz. Una de las pocas bandas del siglo XXI que me gusta, aparece ante mis ojos: Clean bandit. Es una gran opción, con su electro pop relajado y lleno de hermosos acordes de Cello y Violín. El beat de "Rather be" comienza a sonar, mis quince minutos de preparar mi cena comienzan.

https://youtu.be/m-M1AtrxztU

Termino mi cena, no tengo más nada que hacer. Todavía no recibí respuesta del señor Lee acerca de mi trabajo, tampoco hay movimientos nuevos en mi cuenta bancaria. Supongo que mañana tendré mi respuesta. Estaba mirando en la pantalla del teléfono estas cosas, cuando un mensaje de Jimin sale de repente.

JM: ¡NOONA! ¡LO LOGRE!

Vic: ¿Qué cosa lograste? No te entiendo Jiminie.

JM: Transformarte en una desvergonzada. Mejor dicho, lograr que saques la desvergonzada que ya existía dentro de ti.

Vic: ¿De qué hablas?

JM: Apenas llegar a casa busqué la traducción de la canción que rapeaste con Nam. Todavía se está descostillando de la risa porque vio mi cara mientras leía.

Vic: ¿Nam está en tu departamento?

JM: No, Noona. Sólo uso mi departamento los fines de semana, los días de semana vivimos todos juntos ya que es más fácil para trabajar. De todos modos, esa no era la cuestión. No te hagas la tonta.

Vic: Bueno, está bien. Me atrapaste :P

JM: Me agrada esta faceta tuya, me gustaría verla más seguido...

Vic: No te emociones, cariño.

JM: Ya estoy emocionado, lo lamento por ti. Es muy sexy que me digas esas cosas, sobre todo en una canción. Voy a querer más de eso, te lo aviso.

Vic: Jiminie... No me alcanzan las millones de canciones para describir lo que me causas, eso era sólo la punta del iceberg.

JM: Ah bueno... Acabo de dejarte en tu casa hacer un par de horas y ya quiero ir a buscarte de nuevo. Agradece que mañana trabajo que si no...

Vic: ¿Qué si no, qué?

JM: Que si no, no te salvas.

Vic: No quería salvarme de todos modos. Ve a dormir, cariño, estuviste conduciendo mucho. Se te notaba el cansancio.

JM: Ok, ok. Lo intentaré, si es que todo eso que acabo de leer me lo permite... Te amo cariño, mañana hablamos :*

Vic: Hasta mañana Jiminie. Te amo ♥

«Tengo canciones peores», pienso riéndome sola. Ahora si, por primera vez en siglos me voy a ir a dormir relativamente temprano. Estoy muerta de cansancio después del fin de semana y necesito planchar oreja unas cuantas horas. Prácticamente me desmayé porque, para cuando abro los ojos, ya son las doce del mediodía. Dormí doce horas de corrido, como si me hubieran dado un tranquilizante para caballos. Eso sí, estoy fresca como una lechuga recién cosechada.

Una ducha primero, para terminar de sacarme la modorra. Al terminar, ya vestida y disponiéndome a servirme mi primer café del día, llega un e-mail del señor Lee:

"Victoria ssi, los subtítulos del video están excelentemente sincronizados y se ven claramente. Yo mismo lo comprobé. Confío en que su traducción es totalmente fiel a lo que los chicos dicen, por algo la contraté. El dinero ha sido transferido a su cuenta, junto con un plus por su celeridad y eficiencia. En la tarde vamos a enviarle otro de esos videos, también recibirá un encargo especial. Un MV va a ser estrenado en breve, queremos sacarlo junto con las traducciones por primera vez en la historia del grupo. Usted está a punto de ayudar a marcar otro hito en la carrera de los chicos. Felicitaciones Victoria ssi, ha pasado la prueba principal con creces. Un cordial saludo. Lee Yongmin"

Abro la app de mi homebanking, una cuantiosa cantidad de dinero extra acaba de ser depositada en mi cuenta. La que me correspondía y un plus de cinco ceros como premio.

— AHHH. LO LOGREEEEEEEE — empiezo a saltar como una loca a través de la sala. Mi carrera va a despegar del todo ahora. Estoy tan orgullosa de mí en este momento... Llegar adónde quería, de la manera en la que quería. Jamás pensé que fuera a suceder y sin embargo, sucedió.

Necesito contarle a mi mejor amiga sobre esto. Cuando le diga, se muere. Siempre estuvo allí para mí, en todo momento desde que tenemos quince años. Hasta me transformó en la madrina de una de sus hijas, a sabiendas de que soy una colgada del poste. Su nombre es Jade, así como suena. Le sienta de maravilla, es una piedra preciosa para mí. Mujer inteligente y luchadora si las hay, como ella no consigo dos. Sólo la llamo para cosas importantes, a esta hora todavía debe estar despierta, son las doce de la noche por allí. Busco su nombre entre mis contactos y presiono el botón de llamada.

— PERRRAAAAAA —escucho desde el otro lado.

— ZORRRRAAAAA — otra con la que me trato tan cariñosamente.

— ¿Qué pasa, estás bien? No me llamas si no es importante.

— Estoy bien. Pero sí... es importante.

— Cuéntame, que carajos estás esperando 

— Pues... Resulta que comencé a trabajar para una de las bandas de K-pop más importantes del país. Me corrijo: La más importante.

— ¿QUE? ¿ME ESTAS JODIENDO? Cuéntame todo YA.

— No hay mucho que contar, hace poco tiempo el CEO de la empresa me solicitó porque vieron mis referencias, envié mi primera traducción de un video la semana pasada y ahora resulta ser que le gustó tanto que, no sólo me pagó lo correspondiente si no que me agregó un premio por mi eficiencia. No te conté antes porque no sabía cómo iba a salir todo, ya me conoces, pero ahora que tengo estos resultados necesitaba llamarte. Eso es todo, en resumen.

— ¡TE FELICITO PERRA DEL INFIERNO! Sabía que lo lograrías. Me pones muy feliz... ya que estamos en esto, dime ¿conociste a alguien? Hace mucho que no hablamos, aunque supongo que si así fuera me lo hubieras dicho...

«Era obvio que iba a preguntar eso, no podía ser de otra manera», pienso. No puedo mentirle, pero tampoco darle detalles.

— En eso estoy, amiga, pero todavía no hay nada concreto como para ponerse a saltar por las paredes...

— Con qué estés conociendo a alguien me conformo, ya estaba pensando que te ibas a morir sola como dijiste. ¿Cómo es? Cuéntame algo, al menos. No te voy a pedir muchos detalles, ya sé que no te gusta "quemar" las cosas.

— Pues... Es coreano, más joven que yo. Debo decirte que es PRECIOSO y no sólo eso, sino que aún más importante, es una hermosa persona. Creo que puedo llegar a algo con él

— Ya no me puedo poner más feliz por ti. Espero que llegues a algo, así puedo conocerlo... en persona...

— ¿De qué hablas? —me dejó pasmada.

— La empresa se expande a Corea del sur... ¿Adivina a quien mandan para preparar los sistemas informáticos en la sucursal principal?

— No me jodas... ¿Cuándo pensabas decírmelo?

— Iba a llamarte en estos días, pero con el trabajo no tuve tiempo. En tres meses estaré allí. Me dan alojamiento y movilidad, así que no tengo que preocuparme por nada.

— Estamos de parabienes ¿eh?, me acabas de dar la mejor noticia del planeta. Entonces nos veremos pronto maldita zorra.

— ¡Si! Después de todos estos años, al fin nos vamos a ver en vivo y en directo. Por cierto, tu ahijada te manda muchos abrazos.

— Dale otros a ella. Está tan grande y preciosa... En la última foto que me mandaste está increíblemente bella.

— Si, los chicos la persiguen por todos lados, me tienen harta —se ríe —Nos veremos pronto, te avisaré cuando sepa el día y la hora en la que llego. Me voy a dormir ahora perra. ¡Ten un buen día!

— Y tú descansa. ¡Besos!

El día no puede ponerse mejor. Entre mi situación laboral, esta noticia y saber que podemos ayudar a Yuuko con su problema me siento invencible. No contemos a Jimin en todo esto, gracias a él todos mis días son una maravilla. «Lo bueno llega a quien sabe esperar», pienso.  

Parece que Victoria está teniendo una buena racha! Es un capítulo repleto de nueva información. Ya veremos qué pasa con eso. 

Abrazos violetas!

Noona ♥

El Minie leyendo la canción