Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19.

Camino siguiendo los pasos de Nam. Detrás nuestro viene el resto, hablando y riéndose en pleno jolgorio. Se los escucha muy felices, supongo que realmente la pasan bien juntos.

— Bienvenida formalmente a nuestra humilde morada —RM me invita a pasar, haciendo un ademán con sus brazos y la mandíbula se me cae al piso apenas paso la puerta — ¿Qué te parece? —pregunta, divertido de ver mi cara de idiota.

— Sólo puedo decir WOW —respondo, totalmente anonada ante la vista del interior de la casona. 

La estancia principal, está decorada de manera total y completamente rústica. Los techos de madera a un agua, tienen algunos sectores de vidrio por dónde se cuela la luz del sol. No hay una sola pared que no tenga un ventanal gigante en ella. Un grupo de sillones, rodea una mesa ratona de madera oscura adornada con un ramo de flores silvestres y puedo ver un hogar de piedra justo al lado. Más allá, una barra divide la sala de la cocina. Todos los muebles están fabricados de madera rústica, aunque los electrodomésticos son súper modernos.

En el techo de la sala, cuelga una viga vintage repleta de lámparas a modo de iluminación. Puedo divisar algunas puertas corredizas, de tipo granero, con pesadas guías de metal pintado de negro. Esta casa es mi sueño de toda la vida, hecho realidad y gracias a Jimin y el resto, la estoy viendo en vivo y en directo.

Hay hermosos cuadros en las paredes, no llego a ver la firma, pero están delicadamente pintados. En una esquina lejana de la sala, hay instrumentos musicales. Un piano, un par de guitarras e inclusive algunos instrumentos de percusión. En el centro, una mesa de madera súper larga con sus sillas haciendo juego, completa el paisaje. En ella entran cómodamente ocho personas. «Esto no podría ser mejor», pienso totalmente anonadada.

— Hey, cariño —Jimin me saca de mi ensoñación chasqueando los dedos —Sígueme, vamos a dejar nuestras cosas —me toma de la mano y me arrastra con él.

— ¡Cuidado con ese pervertido! —escucho a Jin decir desde atrás. El resto se acopla a su broma — ¡Jimin-Ah Devuélvela sana y salva! mi rostro se enciende como un árbol de navidad, pero ellos no pueden verme.

— ¿Siempre son así? — le pregunto a Jimin, que sigue llevándome de la mano hacia alguna parte, mientras con su mano libre lleva nuestros bolsos.

— Pues... No lo sé cariño. Es la primera vez que les presento a alguien. Están locos eso seguro, pero es la primera reacción que veo frente a una mujer que amo — dice, soltando mi mano y tomándome por la cintura.

FIUUU FIUUUU — un silbido grupal, llega a mis oídos desde atrás.

— Ya te acostumbrarás a nosotros, cariño — Jimin besa mi cabeza con todo el caiño del mundo y yo me siento más cómoda que nunca en mi existencia — ¡Llegamos! Esta es nuestra habitación.

Empuja la enorme puerta granero de madera labrada y ante mis ojos aparece la habitación más hermosa que jamás haya visto. En concordancia con el resto de la casa, todo está fabricado con fina madera oscura, pero el ventanal que se encuentra detrás de la cama muestra una panorámica completa de las montañas.

Jimin apoya nuestras cosas en el piso, cierra la puerta y se acerca a mí por detrás, que estoy embelesada mirando el paisaje a través del ventanal. Siento sus fuertes brazos rodear mi cintura, al tiempo que sus labios dejan un camino de besos en mi cuello, ladeo mi cabeza dándole mas espacio.

— Al fin solos, mi amor —susurra en mi oído —Te extrañe, Noona...

— Te extrañé, Jimin-Ah... No veía la hora de estar contigo —respondo, mientras me doy vuelta para mirarlo. Sin soltarme de su agarre, cruzo mis brazos tras su cuello y puedo sentir el calor que la piel de su nuca desprende. 

Su frente se apoya en la mía, sus manos agarran con fuerza mi trasero llevándome cerca su cuerpo, pegándome a él. En ese preciso momento estampa sus labios en los míos, con ardiente frenesí. Su lengua me obliga a abrir mi boca, enredándonos en la pasión rápidamente.

— Cariño... —me alejo unos milímetros de él para poder hablarle, pero sin despegar mi frente de la suya —Nos van a oír...

— Lo sé, sólo déjame besarte un poco más...

Mis brazos se enredan en su cuello, mientras Jimin acaricia mi cuerpo tan apasionadamente que estoy a punto de prenderme fuego. Nuestras lenguas se entrecruzan en una lucha por la soberanía, que nadie va a ganar porque ambos estamos igual de comprometidos en la pelea.

Lentamente, siento que me empuja hacia la pared y me aprisiona contra ella, dejando mis labios para volver a mi cuello, mordiéndolo y chupándolo sin piedad. Un gemido está a punto de escaparse de mi boca.

— Jimin... Para, por favor... — le ruego en un suspiro, intentando no hacer un sonido.

— No puedo, no me puedo detener. Sólo quiero hacerte mía, aquí y ahora —me responde en un tono tan sensual, que ya no tengo fuerzas para negarme.

En el momento en el que mi hoodie estaba a punto de ser quitado, una voz grita desde afuera.

— ¡Oigan! ¡Tórtolos! Vengan a desayunar. ¡Estamos todos muertos de hambre aquí! —la voz de Hobi resonó dentro de la habitación, obligándonos a separarnos mirándonos mutuamente con cara de decepción.

Jimin me da un último mordisco amoroso en el cuello.

— Continuaremos con esto luego, Noona... No creas que vas a huir de mí tan fácilmente... —me da la mirada más sensual que haya visto en la vida, dejándome derretida in situ. «Ni que quisiera huir. Te voy a estar esperando, cariño» pienso, con el cuerpo y el cerebro hirviendo de pasión — YA VAMOS J-HOOOOOPEEEE.

Jimin tira de mi hoodie hacia abajo, para acomodarlo, luego pasa sus dedos por su plateado cabello para peinarlo. Yo, por mi parte, me suelto el pelo y velozmente lo vuelvo a atar en la correspondiente cola de caballo.

— ¿Estoy bien así? —le pregunto.

— Hermosa, como siempre —responde sonriendo —Vamos, cariño, antes de que vuelvan a gritarnos.

Salimos de la habitación, Jimin sigue llevándome de la mano cómo si nadie nos estuviera viendo. Los chicos están sentados a la mesa, que está servida con toda clase de comida sobre ella.

Nos sentamos en los lugares que quedaban disponibles en uno de los costados de la mesa, quedando yo entre Jimin y Tae.

— ¿Qué estaban haciendo, eh? —Jk nos observa con curiosidad.

— Nada que el maknae deba saber —responde Jimin, dejándolo de una pieza.

— Ya sabes que estaban haciendo, no preguntes tonterías —Suga abre la boca por primera vez en la mañana —No sean metidos —dicho esto, sirve algo de comida en su bowl y empieza a masticar.

— Sírvete lo que quieras Noona, hay para todos los gustos aquí —Jin me ofrece unos palillos y también me ofrece una amplia sonrisa. 

— Gracias Jin —le devuelvo la sonrisa y me dispongo a comer.

Los primeros minutos del almuerzo transcurren entre risas y chistes. Aparentemente, Jin es el que tiene el catálogo de chistes de abuelo, pero su risa es tan contagiosa que es inevitable reírse, por muy malos que sean. Todos dicen que la risa de Jin suena como un limpia parabrisas, pero a veces es más como una uña sobre un pizarrón, ciertamente es la risa más extraña que haya escuchado.

La algarabía es interrumpida, cuando Suga me dirige la palabra.

— Perdón que interrumpa su momento de niñería, pero quisiera aprovechar este tiempo para conocer mejor a nuestra invitada, si los pequeños me lo permiten — dice, totalmente serio.

— Claro Suga, pregunta lo que quieras —le respondo.

— ¡Eres un aguafiestas Hyung! —Tae, Jk y Jimin están indignados por el corte repentino de su diversión.

— ¿Qué? ¿Acaso ustedes no están interesados en conocerla mejor? Apuesto a que ni siquiera Jimin sabe demasiado sobre ella —responde. «Tiene razón, Jimin no me ha preguntado nada... Convengamos que yo tampoco pregunté demasiado », pensé. — No sé ustedes, pero a mí me parece una persona lo suficientemente interesante como para querer saber más sobre ella. Sobre todo si va a pasar a ser parte de nuestra pequeña familia —dice, mientras me dirige una amable mirada.

Suga parece impasible ante todo y bastante serio, pero también puedo darme cuenta de que es una persona amable y es honesto en cuánto a sus intenciones de saber mejor quien soy.

— Ok Hyung, has lo tuyo —Jimin lo invita a comenzar a preguntar.

— Adelante, Suga. Contestaré todas tus preguntas. Me parece una buena idea que nos conozcamos mejor. Seré honesta en mis respuestas —poso la mano sobre mi  pecho en señal de juramento, sacando una ligera sonrisa de los labios de Yoongi. Jimin toma mi mano por debajo de la mesa, supongo que espera una catarata de preguntas incómodas.

— Bueno... Por empezar ¿viniste sola a Seúl? 

— Sí, vine sola aquí y sola esperaba quedarme... —me giro a mirar a Jimin, que me sonríe hermosamente —Hasta que alguien arruinó mis planes.

— ¿Sola esperabas quedarte? ¿Y eso, por qué? —Yoongi está sorprendido por mi respuesta y parece querer indagar en las razones de mi ex-soltería.

— Pues... Es una larga historia, Suga... Podría definir mi última relación como una que me dejó sin ganas de volver a intentarlo, para resumir las cosas —Jimin acaricia mi mano, supongo que va a querer saber más sobre esto en el momento que nos quedemos solos — Así que, hace seis años que estoy sola y en realidad no planeaba volver a estar acompañada nunca más. Supuse que mi destino era exactamente ese.

— Entonces yo arruiné tus planes ¿Eh? Quisiera saber por qué me permitiste entrar en tu vida a mí y no a los otros pretendientes que habrás tenido, porque no creo que ningún hombre se te haya acercado en estos seis años — Jimin tiene una pregunta válida. Ahora es cuando Tae se gira hacia mí, para poder analizar mi respuesta y comprobar que no soy una aprovechada o algo así.

— Honestamente, Jimin-Ah, mi cerebro reacciona desfavorablemente ante los avances de los hombres, pero tú fuiste distinto. No te acercaste a mí buscando una noche de sexo, tampoco te acercaste a mí usando ningún movimiento extraño. Simplemente no hiciste sonar las alarmas de mi cabeza, como sí lo han hecho los que llamas pretendientes —mi respuesta, total y completamente honesta, no parece ser demasiado comprendida por ellos.

— ¿Alarmas? ¿A qué te refieres? —Tae es el que pregunta ahora. El resto sólo escucha la conversación atentamente.

Respiro hondo, apretando la mano de Jimin en el proceso. Creo que si quiero que me entiendan, voy a tener que ser honesta con ellos. Aunque sean desconocidos para mí, siento que puedo confiar en ellos. Por alguna razón, estos hombres parecen ser comprensivos y amorosos. Por un lado me preocupa. Es la primera vez que Jimin va a oír esto.

— Con alarmas me refiero a miedo, Tae. Los hombres me dan miedo... Y hay señales que envían que son fáciles de identificar, que causa que huya de ellos inmediatamente —si profundiza en la pregunta, voy a tener que decir la verdad completa.

— Parece que has pasado por algunos momentos delicados en tu vida, Noona —Namjoon me mira amablemente, entendiendo que no quiero entrar en demasiado detalle. Al menos no todavía —Nuestro Jiminie sería incapaz de matar una mosca. Lo mismo corre para el resto de nosotros...

— Lo sé Nam, de no haberme dado cuenta de eso no estaría aquí, sola con siete hombres en el medio de la nada —Pensándolo bien esto es realmente Blanca nieves, pero en lugar de siete enanitos, son siete príncipes azules —Confío en que Jimin no me pondría en peligro, como confío en que ustedes son buenas personas.

Jimin quita su mano para abrazarme por los hombros en ese momento y apoya su cabeza en la mía.

— Gracias por confiar en mí, cariño —me da un tierno beso en la sien y vuelve su mano a su lugar entrelazando sus dedos con los míos.

— Perdona por esto que voy a preguntar, Noona. Sólo con un sí o un no es suficiente. No necesito explicaciones —Suga continúa con lo que empezó.

— Está bien Suga, pregunta lo que quieras.

— ¿Alguien fue demasiado violento contigo? —su pregunta, me hace recordar el pasado tan sólo por un instante.

— Si... Así fue...

— Ojalá supiera quien es, para buscarlo y romperle toda la cara —por primera vez,  veo una expresión de enojo en Jimin, da miedo en realidad. Todos tienen expresiones de enojo en sus rostros.

— No es necesario, ya pasó Jimin-Ah —No pasó, mentira. Todas mis inseguridades fueron reforzadas por ese hombre que, durante años me hizo sentir una buena para nada. Si mi autoestima era una mierda, él la transformó en algo muchísimo peor. Supongo que creí que me lo merecía, después de todo nadie iba a amar realmente a alguien como yo...

— Noona —Hobi se dirige hacia mí — Cuenta con nosotros para lo que sea ¿Sabes? A partir de hoy eres parte de nuestra familia, como lo dijo Yoongi ssi. Si Jimin te ha elegido, apoyamos completamente su decisión y no importa lo que te hayan hecho en el pasado; ni él, ni ninguno de nosotros, va a permitir que vuelva a pasar. Haz de cuenta que tienes siete guardaespaldas —todos asienten, tras su afirmación y le sonrío en señal de agradecimiento, sintiéndome extrañamente segura entre ellos.

— Cambiando de tema, no quiero ponerte a recordar cosas horribles —Dice Yoongi— ¿Tienes familia en tu país?

— Si claro. Mis padres y dos hermanos menores viven allí, una mujer y un varón. Mi hermano es la luz de mis ojos. Es una lástima que no pueda presentarle a este señor —digo. señalando a Jimin.

— En realidad, puedes —acota Nam y mis ojos se abren de par en par — El contrato de confidencialidad, dice que no puedes usar, divulgar ni publicar... ¿Verdad?

— Sí, eso dice —toda mi atención está centrada en Nam.

— O sea que si sólo tu hermano va a saber sobre esto y no va a divulgar ningún tipo de información, no sólo puedes contarle si no que puedes presentárselo. Si confías ciegamente en él, claro está —Nam me dejó pasmada — Por nuestro lado, nuestros contratos nos obligan a no decir en público que estamos saliendo con alguien, mucho menos podemos dejarnos ser vistos, pero en ninguna parte dice que no podamos tener una vida amorosa. Si no la hemos tenido, fue por falta de tiempo y porque no queremos meter a nadie en ningún tipo de lío. No quiero decir que Jimin quiera meterte en un lío, se enamoró y eso no puede pararlo ningún contrato.

Estoy totalmente paralizada ante las palabras de Namjoon. O sea que puedo, aunque sea, contarle a mi hermano lo que está pasando, bajo juramento de no decirle nada a nadie so pena de morir en el instante en el que abra la boca. Aunque, conociéndolo, sé que no va a decir ni MU.

— Hyung, es la primera vez que alguien deja sin palabras a esta mujer —Jimin sonríe de oreja a oreja, supongo que palmeandose la espalda para sus adentros por su audaz comentario.

— ¡Oye! ¿Qué estás tratando de decir? —mi mirada punzante se clava en los ojos de Jimin, amenazándolo en silencio con asesinarlo si sigue hablando.

— Que siempre tienes una respuesta para todo y Nam acaba de dejarte de una pieza

— No esperaba esa información... Deja de reírte de mí, pequeño salvaje —respondo, mientras golpeo suavemente su brazo.

— Bueno... —Yoongi vuelve a hablar —Supongo que por el momento no tengo más nada que preguntar. El resto vendrá solo. Bienvenida a la familia Bangtan, Noona. Estamos muy felices de tenerte aquí —dicho esto, me dedica una sonrisita y se levanta de su asiento — Ahora, si me disculpan, me voy a echar una siesta. No soporto estar despierto ni un minuto más —dicho y hecho, arrastrando los pies de cansancio, desapareció detrás de una de las puertas.

— Creo que me voy a ir a leer un rato —Nam también se levanta —Todos necesitamos un descanso. Hasta luego Noona... chicos... —haciendo una pequeña reverencia, desaparece por la misma puerta que Suga. «Supongo que comparten habitación», pienso.

Jin y Hobi se levantan a continuación

— Hey, Hobi ¿quieres acompañarme a pescar al lago? —pregunta Jin, alejándose hacia la puerta principal.

— NO. Ya me tienes cansado con la pesca, deja que sea Suga el que te acompañe, que disfruta más que yo de verte fracasar. Prefiero ir a caminar un rato, el día está ideal para hacer un poco de ejercicio —Hoseok también desaparece por la puerta principal, mientras se escucha a Jin gritarle.

— ¡NO VAS A DECIR LO MISMO CUANDO VUELVA CON UNA PRESA Y NO LA PRUEBES!

Los que quedamos aún en la mesa, nos descostillamos de risa ante este ridículo intercambio de palabras. Jimin, Jk, Tae y yo nos ponemos a levantar la mesa y lavar los trastes.

— ¿Qué vamos a hacer nosotros, tienes algún plan Jk? —pregunta Tae mientras lava las cosas en el fregadero.

— No realmente... —Jk responde pensativo.

— ¿Qué tal si jugamos a algo? —propongo de inmediato.  Jimin aprueba mi sugerencia con entusiasmo.

— Eso me agrada —Tae se saca los guantes y va hacia uno de los muebles en búsqueda de algo. Vuelve con la caja del UNO en la mano — ¿Qué tal una competencia en parejas?

— Por supuesto, jamás le digo que no a una competencia —respondo —Pero sorteemos los equipos para hacer el juego justo.

— ¿No quieres jugar en pareja conmigo, cariño? — dice Jimin formando un  puchero con sus labios.

— No seas pegajoso, Mochi —Jk se ríe de él.

— ¿Mochi? —pregunto.

— Es un apodo, déjalo así —responde Jimin, cortando el tema. Aunque por su sonrisa, no parece que le disguste su apodo. 

Nos sentamos a la mesa y jugamos piedra, papel o tijeras para dividir los equipos. El resultado fue Jk y Jimin contra Tae y yo.

— Ok compañera —chocamos los cinco — ¡Figthing!

— Estás condenado... "Mochi" — me dirijo a Jimin de manera burlona, causando que el aludido me mire con malicia.

— ¿Con que esas tenemos, eh? —responde — ¿Qué castigo obtiene el perdedor? Porque no vamos a hacer esto sin castigo, sería deshonrar la tradición...

— Hmmmmmm —los cuatro nos quedamos pensativos.

— Ya sé —suelta Jk — Los perdedores deben darle una serenata a los ganadores, disfrazados claro está.

— ¡OK! 

El juego de UNO transcurre como si de una guerra se tratara, a cara de perro. Ningún error es perdonado, ni siquiera el más pequeño. Es la última ronda, estamos casi sin cartas todos nosotros, pero tengo un as bajo la manga y pienso usarlo.

Jimin tira un +2, Tae tira otro y Jk tira otro.

— ¿Ah, sí? —miro a Jimin maliciosamente — Toma esto pequeño Mochi —un +4 sale despedido a la pila de cartas —Rojo y me queda una —digo, guiñándole un ojo.

— OYEEEEEEEEEE —Jimin tiene que levantar diez cartas y está indignado. Tae está riéndose a más no poder y Jk no sale de su asombro.

— Toma Kookie — Tae suelta otro +4 — Rojo ¿Verdad Noona? —asiento con convicción.

Después de que Jk levante sus cuatro cartas, lanzo la última y coloco mis brazos detrás de mi cabeza, satisfecha. Tae estrecha mi mano, en señal de festejo.

— Bien hecho, Noona —dice, exhibiendo su sonrisa cuadrada.

— Espero esa serenata con ansias —respondo, dirigiéndome a los perdedores, que todavía están intentando recuperar su dignidad después de la paliza.

— Sí, sí. La tendrán. Lo justo es justo —acota Jungkook, sin disimular para nada su tristeza ante la estrepitosa derrota.

Jimin se levanta, para acercarse a mí y posa su mentón sobre mi hombro.

— Ya verás lo que te espera esta noche, cariño... —susurra en mi oído.

Por una vez, logro no ponerme de colores.

— Estoy deseando verlo, cariñito... —respondo, susurrando en su oído también.

Pasa sus brazos por delante de mi cuello, apoyándose sobre mi cabeza.

— ¿Tienes ganas de salir a caminar un rato por la montaña, Noona? Creo que te gustará —propone Jimin.

— ¡Claro! Me encantaría. Todavía no tuve la oportunidad de hacer eso —Respondo, emocionada como una niña — ¿Ustedes dos que van a hacer? —pregunto a Tae y Jk

— Probablemente juguemos videojuegos un rato. Nos debemos una revancha, Kookie —Tae mira a Jungkook y le guiña un ojo.

— Nos vemos luego entonces, ya nos contarán quien ganó —Jimin me toma por la cintura, dirigiéndome hacia la puerta principal, después de tomar dos botellas de agua del refrigerador y colocarlas en su mochila.

Nos ponemos nuestras zapatillas y tomados de la mano, nos dirigimos hacia el pie de la montaña, que está a unos pocos metros de la casa. Hay un sendero señalizado apenas llegar al comienzo del camino, se ve bastante fácil de recorrer, aunque mi estado atlético es igual a cero. Vamos lado a lado, subiendo de a poco dado que el camino es algo empinado y, a pesar de estar libre de obstáculos, resulta trabajoso. Desde abajo no parecía tan inclinado.

— Cariño... —Jimin rompe el silencio, interrumpiendo mi concentración en subir sin morir en el intento — ¿Puedes contarme que fue lo que te pasó?

— Sabía que ibas a preguntarme sobre eso —mis ojos, automáticamente se dirigen hacia el suelo, intentando desviar la mirada de la mirada de Jimin.

— Hagamos algo —dice, viendo que mi mirada se torna triste —Lleguemos al final del sendero y cuando estemos allí, decides si quieres contarme o no. No voy a obligarte a decirme nada que no quieras ¿Está bien?

— Está bien... —respondo en voz baja.

Siento su mano apretar la mía y, en silencio, continuamos el recorrido. Llegar al final no resultó fácil, casi sin aire veo un claro al término del sendero. Al llegar hasta el último hito, me quedo congelada ante la visión del paisaje. Desde arriba, puedo observar un bosque que llega hasta donde alcanza la vista y una pequeña cascada que cae de la cima del monte, formando un arroyo que desemboca en un gigantesco lago de agua cristalina. Unos bancos de madera, están asentados al borde del camino. Jimin, todavía tomando mi mano, se acerca hacia uno de ellos invitándome a sentarme, mientras saca las botellas de agua de su mochila. El paisaje es abrumador, cualquiera se sentiría pequeño a comparación de tremenda vista.

Todavía me mantengo en silencio, tratando de recuperar el aliento y pensando cómo es que voy a abrirle la puerta hacia mi pasado a ese hombre, que tan adorablemente me trata desde el primer día. No me gusta ser frágil ante nadie, mostrar debilidad es la cosa que más odio en esta vida, pero no puedo evitar sentirme vulnerable cuando estoy con él. No tengo miedo de mostrarle mi verdadero yo a este dulce y amoroso ser humano que me trata con tanto cariño.

«Aquí voy», pienso.

— Jimin-A... —rompo el silencio, en un hilo de voz —Te contaré lo que sucedió. Sólo escucha... No me juzgues, por favor.

— Jamás te haría eso, mi amor —dándome un beso en la mejilla, se acomoda frente a mí para mirarme a los ojos mientras hablo.

Un suspiro interminable se escapa de mi boca. Los recuerdos vienen a mi mente uno por uno e intento acomodarlos para darles sentido. No creí que tuviera que volver a hablar de esto nunca más. 


Me pregunto que pensará Jiminie de lo que está a punto de escuchar... ¿Será que entiende la situación? ¿Ustedes que creen que pudo haberle pasado a Victoria, para sentirse así?

Leo sus comentarios! 

Abrazo violeta. 

Noona ♥

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro