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Entrenamiento intenso


Había amanecido, pero eso no importaba ya que Larotta seguía despierta por la noche anterior. Tenía mucho en que pensar y en cómo retomaría esa amistad tan rara o mejor dicho tan "especial" que mantiene con uno de los hermanos Hamato.

Aún seguía sumida en sus pensamientos pero un sonido la saco de estos, al buscar y encontrar el emisor de dicha melodía pudo apreciar que venía de su celular y se trataba de un mensaje, al desbloquear el teléfono pudo leer que se trataba de su única amiga Sarah. Al abrir el mensaje decía lo siguiente:

- Hola Laro, ¿Estás despierta? :D

Larotta al leerlo recordó que tenía que presentarse hoy a sus clases. Pero por lo que tuvo que pasar anoche, es mejor ni pisar ese establecimiento, ya que al ser una chica un poco pálida se le notan muy fácilmente las ojeras. Por lo que decidió contestar el mensaje.

- Hey, si estoy despierta. ¿Estás en clases?

Luego de enviarlo recibió muy rápido una respuesta:

- No, estoy en casa. Hoy no hay escuela. Hasta la semana que viene. Se rompió algo en el gimnasio y en el laboratorio. Así que suponen que para la semana que viene se repondrá :/ =D

Larota al leer eso se puso alegre. Ya que de verdad no quería volver a clases por al menos esta semana.

- Bien, sinceramente hoy no estaba para volver a clases.

Luego de enviarlo pasaron unos segundo y recibió respuesta alguna.

- ¿Qué te pasó? :O :(

- Luego te cuento Sarah, necesito de verdad desahogarme. Luego hablamos, iré a prepararme el desayuno.

Pasó exactamente un minuto y medio y obtuvo respuesta alguna.

- Esta bien nena, luego me dirás. Okey, ve a comer algo. Luego hablamos, bay

Larotta sonrió un poco al ver que si podía confiar, al menos, de una sola persona. Pero al dejar el teléfono en su cama y levantarse del piso, volvió a emitir éste un sonido, pero esta vez diferente. Al ver que alguien la estaba llamando contesto.

- ¿Hola? - dijo indiferente.
-  Hola Larotta.... Soy yo.... Rapha. - dijo la tortuga mutante nervioso porque no sabe cómo reaccionará la chica ante esta llamada.
- ¿Qué quieres? ¿Cómo tienes mi número? - dijo Larotta actuando ante la defensiva, pero decidió relajarse y seguir hablando con él para saber qué quiere.
- Ehm.... Mikey me lo paso, tenía que preguntarte.... algo.... - dijo Raph nervioso.
- ¿Qué sucede? - dijo Larotta indiferente.
- ¿Si hoy irás a entrenar con el Sensei? ¿Y si está noche vendrás a comer pizza con los chicos? - dijo Raph rápido antes que se le esfume esa valentía que había recogido para llamarla.
- Ahm.... - Larotta había olvidado que tenía que ir a entrenar con el maestro Splinter. Y también olvido que le había prometido a Mikey que iría a comer pizza con él. Por lo que decía responder rápido. - Si, en un rato iré. Solo déjame que desayune algo y me prepare para el entrenamiento. Si eso es todo, nos vemos.
- Esta bien.... Adiós. - dijo Raph colgando la llamada.

Larotta al sentir que la llamada termino decidió ir a desayunar algo, porque no le gustaría llegar tarde a su segundo entrenamiento con el maestro Splinter. A pesar de ser una rata, es un excelente maestro.

En las alcantarillas...

- Larotta.... En un rato viene.... Y si Mikey ella vendrá hoy a tu noche de pizzas. - dijo Raph volviendo a ser como es enfrente de sus hermanos: un chico temperamental y rudo.

- ¡¡Que bien!! Hoy habrá noche de pizzas, hey ¿Llamaron a Abril y a Casey? - dijo el pecoso del grupo.

- Ya llame a Abril. Raph envíale un mensaje a Casey. - dijo Donnie mientras sonreía por solo nombrar a Abril, mientras que cuando menciona a Casey solo rueda los ojos.

- Listo Don. - dijo Raph mientras guardaba su celular.

- Buenos días, hijos míos. - dijo Splinter al salir de su Doyo junto con Leonardo. - ¿Listos para entrenar?

- Hai Sensei. - dijeron los 3 hermanos menores.

- Me alegra oír eso. Comencemos de inmediato. - dijo Splinter mientras veía a sus hijos ingresar al Doyo. Pero en ese momento le llamó la atención a su hijo con un temperamento difícil. - Raphael, ¿Podrías acercarte un momento?

Él nombrado al escuchar que su padre lo llamaba, obedeció a éste y dejó de estirar y flexionar como su calentamiento básico.

- Que sucede Sensei. - dijo éste relajado.

- Dime, ¿Has hablado con la joven Larotta? - dijo Splinter mientras se tocaba la barba muy tranquilamente, esperando respuesta de la tortuga.

Raphael al escuchar ese nombre. Respondió rápidamente - Si maestro, en una hora aproximadamente ella vendrá a entrenar con usted. - dijo mientras clavaba su mirada al piso en señal de nerviosismo.

- Hmm... Está bien. Puedes ir con tus hermanos Raphael. - dijo mientras avanzaba para reunir a sus hijos y comenzar con el entrenamiento matutino......

En una hora y media luego del corto entrenamiento que tuvieron las tortugas. Larotta apareció vestida con ropa de entrenamiento, provocando así una reacción alegre en la tortuga de rojo. Ya que él pensaba que con ese conjunto se veía muy hermosa. Y tuvo la oportunidad de verla llegar, ya que ellos justamente estaban saliendo del Doyo.

- ¡Hola Laro! - dijo Mikey mientras iba a saludarla y con abrazo incluido. Provocando un pequeño celo en su hermano mayor.

- ¡Hola Mikey! - dijo ésta correspondiendo el abrazo y saludando a los demás. - Hola Leo y Donnie. - dijo y obteniendo respuesta de estos. Pero al llegar a la cuarta tortuga solo dijo. - Hola...-

- Hola Larotta. - dijo Raph apenado por lo que había pasado entre los dos. - ¿Dormiste bien? - ¿Por qué tuve que preguntar eso?
¿Por qué tuvo que preguntar eso?
Larotta al escuchar esa pregunta, decidió responder. - Sinceramente, no dormí nada anoche. ¿Por qué preguntas? ¿Se me notan las ojeras? - dijo ésta mientras sacaba de su bolso de entrenamiento un mini espejo para ver si era cierto.

- Ohh entiendo. No, no se notan. Mejor, olvida lo que dije. Solo que no sabía que decirte. Perdón por eso. - dijo Rapha mientras miraba el suelo avergonzado. Esta acción provocó que Larotta sonriera, pero al recordar lo que pasó anoche recobró la compostura. - Hey no te preocupes, está bien. Bueno, me iré a entrenar, nos vemos luego... - dijo dudosa de su última oración dicha, ya que tenía pensando irse para volver a la noche. Así no tener que ver los malditos ojos hipnotizantes de él. Son demasiado perfectos, y le hacen perder fuerzas.

- Esta bien, luego nos vemos.... - dijo mientras se hacía a un lado y la dejaba pasar. Pero le susurró una última cosa. - En realidad, te vez bien con esa ropa deportiva. - luego de eso dicho, Larotta bajo la mirada y decidió entrar al Doyo para poder estar concentrada en solo una cosa: No pensar en Raphael Hamato.

Luego de pasar más de una horas adentro del Doyo, ya que el maestro Splinter quería apreciar todo lo que sabía ella de las artes marciales y además quería ver cómo era el Kick Boxing. Éste al ver todo eso decidió liberar a su discípula.... Al menos solo por hoy.

La pelinegra al salir del Doyo y ver que no había nadie decidió dirigirse a la salida rápidamente, pero una vocecita la nombro.

- Laro, ¿Ya te ibas? - dijo Mikey mientras se acercaba rápidamente a la chica.

- Eh.... Si Mikey ya me iba. Pero regresaría luego a la noche. Quería ducharme y cambiarme de ropa, tú sabes. - dijo Larotta segura de sí, pero al ver que la tortuga que no quería ver en esos momentos se acercó por el escándalo que armó su hermano se puso sería y él sabía que ella se quería ir y era sólo por su culpa. Su maldita culpa.

- No es necesario que te vayas. Puedes ducharte aquí. Y no te preocupes por la ropa le diré a una amiga que está por venir que te traiga algo. - dijo Mikey mientras la arrastraba hacia la entrada, pero Larotta decidió frenarlo y decirle lo siguiente. - Mikey, de verdad, no es necesario. Iré a mi departamento y volveré enseguida. - dijo la chica y esperando que la tortuga de cinta naranja lo entienda. No quería decepcionarlo, ya que al no conocerlo bien, la joven tortuga se hace querer muy rápidamente.

- Ohh está bien, pero al menos deja que alguno de nosotros te acompañe. Ya es de noche, y no me gustaría que te suceda algo. - dijo Mikey. - Hey Rapha, acompaña a Laro hasta su departamento. Luego tráela aquí. Anda, no seas malo ¿si? - dijo éste y logrando que la chica coloque los ojos en blanco. Rapha al escuchar esa propuesta, decidió contestar rápidamente. - Ehm... Está bien... Creo. - dijo dudando y esperando que la chica no lo mande a volar.
- Bien. Vamonos. - dijo Larotta mientras tomaba sus cosas y salía rumbo a la superficie seguida de un enamorado Raphael.

En los tejados rumbo al departamento de Loretta...

- Oye.... ¿Quieres hablar de algo? - dijo Raph cortando ese silencio incómodo.

- Esta bien, ¿De que quieres hablar? - dijo Larotta mientras sujetaba su bolso con fuerza.

- Dime qué cosas te gustan y luego yo te digo las mías. - dijo Raph alegre de que ella haya aceptado tan fácilmente.

- Me gusta: Leer cómics, las películas de terror, escuchar música pero si es rock es mucho mejor, también me gusta pintar y dibujar. Me gusta además entrenar y los animales. Tu turno. - dijo Laro mientras esperaba la respuesta de su acompañante.

- Vaya, tenemos casi los mismo gustos. A mí me gustan los cómics, los animales en especial mi tortuga Chompy, las películas de terror, tocar la batería y patear traseros de delincuentes. - diciendo esto último mientras hacía crujir sus nudillos.

Larotta al escuchar uno de sus gustos quiso preguntarle algo. - ¿Tocas la batería?

- Ehm... Si, mis hermanos y yo solemos tocar juntos. No tenemos una banda, pero solemos tocar algunas canciones de otros músicos. Aunque... Tengo un secreto... - dijo esto a lo bajo.

- Si quieres dímelo, pero esta bien si no lo dices, no te obligo. - dijo Laro mientras seguía caminando, pero en eso Raph la detiene con una sola mano.

- Se componer canciones. - dijo mientras miraba el suelo avergonzado, ya que nadie sabía eso.

- ¿Es enserio? Asombroso. - dijo Laro mientras lo miraba ilusionaba. Ya que le gustaban las canciones compuestas por personas que no sean artistas reconocidos. - ¿Y de que has escrito?

Raph al oír que ella sonaba alegre por su secreto y que no se estaba burlando como él pensaba. Decidió contestar un poco confiado. - De nada importante, suelo escribir pequeñas estrofas, pero ahora que tengo una inspiración, me basaré en eso. - dijo mientras la miraba y le regalaba la mejor de sus sonrisas.

- Ohh ¿Y quién es tu inspiración? - dijo Larotta ansiosa por saber su respuesta.

- Jajaj luego te lo diré, ya llegamos a tu departamento. ¿Quieres que espere aquí mientras te alistas? - dijo Raph dándole el paso libre.

- Si quieres puedes esperar en la sala. - dijo Larotta mientras ingresaba a su habitación y lo invitaba a pasar. Propuesta que aceptó el mutante de orbes de color verde tóxico.

Mientras Larotta ingresaba al baño con una toalla. Raphael esperaba en la sala. Pero al oír que estaban introduciendo una llave en la cerradura, corrió rápidamente al cuarto de Larotta.

- Hija, ya llegue. - dijo el padre de la joven. - ¿Estas en casa?

Larotta al oír que su padre había llegado de su viaje de negocios temió a que viera a Raphael. Por lo que le respondió nerviosamente. - Hola Papá, si estoy por bañarme.

- Esta bien hija, ¿Ya has cenado? - dijo el padre mientras dejaba su equipaje en la sala y se rescataba en el sillón.

- No, de hecho, iré a comer a lo de Sarah. Me invitó, ¿Y tú? - dijo Larotta mientras se terminaba de bañar muy rápidamente.

- No de hecho no. Está bien...., cuídate y no llegues tarde..... - dijo el padre mientras comenzaba a dormir.

Larotta al salir del baño y con la toalla puesta en su cabello y cuerpo. Decidió ir a ver a su padre y confirmar que efectivamente estaba durmiendo. - Uff, por poco, ahora ¿Dónde se habrá metido ese mutante? - pero al ingresar a la habitación esa pregunta se respondió por su misma.

- AHHHH - dijeron los dos, pero Raphael reaccionó rápido y decidió callar a Larotta con su mano. El padre de ella al oír esto, se despertó abruptamente y corrió a la puerta del cuarto de su hija. - ¿Hija estás bien? ¿Te sucedió algo? - dijo el padre preocupado.

- No papá.... Estoy bien, solo vi una cucaracha y me asuste. Vuelve a la sala por favor. - dijo Larotta convincente y mirando a Raphael a los ojos.

- Esta bien hija, iré a la sala. - dijo el padre.

- Eso sí estuvo cerca. ¿Me puedes decir por qué tuviste que esconderte aquí? - dijo mientras sostenía la toalla que cubría su esbelto cuerpo provocándole a Raphael un sonrojo ya que no podía evitar mirar el cuerpo de Larotta.

- Tu padre había llegado y no sabía dónde meterme. Así que supuse que podría venir aquí a esconderme. Mejor me doy vuelta y dejó que te cambies tranquila. - dijo Raphael mientras se volteaba para que Larotta pueda cambiarse.

Larotta al ver que él le daba su espacio decidió buscar un poco de ropa y cambiarse rápidamente. Cuando estuvo lista, llamó a Raph para que se de la vuelta. Él la vio y quedo anonadado ya que Larotta se había vestido de una forma que para él era la más hermosa del planeta tierra.

Ella al sentir los ojos de Raphael en su cuerpo decidió llamar su atención. - Ehm.... ¿Podemos irnos?

- Heh.... Si.... Vamos - dijo Raphael tartamudeando. Ya que Larotta provoca en él un sentimiento de total pérdida de habla.....


Continuará....

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