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El pasado de Larotta Scott

– Yo quisiera decirte lo mismo. Pero... – fue interrumpida por el mutante.
– Larotta, por favor no digas nada. De verdad entiendo que no puedas corresponderme. Ya lo sé, ¿Quien iba a corresponder a un horrible mutante? Mejor no digas nada, ¿Sí? Es mejor que esto quede así. – pero en ese instante la tortuga de orbes verdes fue interrumpida con un beso en los labios. Esta acción le provocó en el joven un asombro y calidez en su corazón. Cuando la chica se separa lentamente esta comienza a hablar: – Espero que esto te haga guardar silencio por un rato y para que te enseñe a no interrumpirme nuevamente. – dijo la joven mientras miraba divertidamente a Raph y este solo se sonrojaba.
– Ahora déjame decirte que lo que en realidad quería decir era que yo quisiera corresponderte PERO primero me gustaría contarte el motivo del porque me es difícil encariñarme con las personas y porque me cuesta tomarle confianza a alguien. – dijo ésta mientras tomaba asiento en la cama del temperamental. Raphael al escuchar lo que le decía la chica y que ésta le quería contar el motivo de su desconfianza hacia las relaciones decidió guardar silencio dándole entender a la joven muchacha que él la escuchara atentamente además de guardar silencio y no interrumpirla.
– Esta bien. – dijo mientras tomaba un respiro. – Todo comenzó hace apenas unos años atrás.....

Yo tenía unos 7 años, estaba en primero de primaria. Era mi primer día de clases, yo estaba muy emocionada ya que ese día iría a la escuela por primera vez. En ese tiempo aún tenía a mi madre a mi lado, además de mi padre. Éramos una familia feliz, en ese momento aún lo era...

– Bien Laro, ¿tienes todo listo preparado para mañana? – dijo la madre de Larotta.
– ¡Si mami! – dijo una pequeña Larotta.

Mi madre se llamaba Samanta era una mujer muy bella. Tenía un rostro delicado, un cabello bien largo y negro pero a diferencia del mío era rizado. Sus ojos eran de color azul oscuro casi rozando con el negro, tenía una estatura promedio y su carácter era encantador y sobreprotector, en especial si se trataba de mi. Siempre estuvo a mi lado, cuando más lo necesitaba y más a esa edad. Además era graciosa, en mi casa siempre se podía oír su risa. Además de ser joven era brillante, ella trabajaba como arquitecta, recuerdo muy poco de su trabajo ya que, al ser muy niña solo me acuerdo de los momentos que pasábamos juntas y con mi padre. En esos tiempos él no viajaba muy seguido, al parecer lo hace ahora para no verme, ya que según él me parezco mucho a mi madre..... Eso le dolerá en el alma....

Muy bien mi cielo. Así me gusta cariño. – dijo mientras abrazaba a su hija. Cuando sentía los brazos de mi madre sobre mi cuerpo, pensaba que nada podría pasarme, era mi refugio contra las cosas malas. – Bueno, hora de ir a la cama. Vamos pequeña dama, mañana es un gran día. – dijo la mujer mientras llevaba a su hija a dormir. Larotta al estar preparada para dormir, solo necesitaba que su madre le cantara para que ella pudiera dormir tranquila como hacía la señora todas las noches.
Las canciones que le cantaba Samanta a su pequeña eran muy variadas, pero la preferida por su hija era la que había compuesto su madre para ella. Está en si no tenía letra alguna, era melodía. Pero su madre le tenía una sorpresa de la cual le iba a revelar en un año más, para su cumpleaños, le iba a cantar por fin con letra y todo esa canción. Eso se lo había dicho su padre luego de que la señora muriera.
Cuando la señora comenzó a tararear la melodía de la canción y le acariciaba la cabeza con delicadeza, la niña se tranquilizaba y se relajaba. Hasta el punto, en el que de un momento a otro cerró los ojos y ni siquiera se había dado cuenta que se había dormido. Eso siempre pasaba cuando su madre le cantaba, nunca se daba cuenta en qué momento se dormía.....
A la mañana siguiente, una voz despertó a Larotta. Era la voz de su madre que le indicaba que ya despierte o se le hará tarde para su primer día de escuela. Larotta al vestirse rápido y a bajar a desayunar, pudo ver que su madre la miraba muy tiernamente. – Mami, ¿Por qué me miras así? – dijo la niña muy inocentemente. La señora al escuchar la pregunta de su hija soltó una risa pequeña y solo pudo abrazar besar la frente de su hija. – Nada mi amor, solo desayuna y ven que te peine así te llevo a la escuela. Larotta al escuchar eso, terminó sus Hotcakes con miel y bebió su jugo de naranja para ir a su habitación y buscar sus cosas. Luego de bajar nuevamente, la madre comenzó a peinar su cabello y a ponerle un listón de color rojo en su cabeza. – Listo mi vida, ahora vamos a la escuela. – dijo la madre mientras tomaba las llaves del auto y salía junto a su hija.
Luego de estar en un viaje de media hora en el auto, Samanta pudo visualizar la escuela de su pequeña. – Ahí es mi amor, esa es tu escuela. – dijo la mujer, la niña al ver por el vidrio pudo apreciar el establecimiento de ésta. Se sorprendió lo grande que podía ser su escuela. – Wow mami, ¡Es enorme mi escuela! – dijo la niña emocionada. – Así es Laro, así es. – dijo la mujer feliz.
Al bajarse de éste Larotta y su madre pudieron apreciar que habían muchos padres con sus hijos, según Samanta había apreciado que esos niños tenían la edad de su hija. Por lo que éstos también venían a dejar a sus hijos a su primer día de escuela.
Larotta al ver muchos niños, se sintió incomoda, ya que no esperaba que fueran muchos. Su madre al ver el cambio de aptitud de su hija, se hincó a su altura y le hablo. – Mi amor, no tengas miedo. Éstos niños no te harán nada, verás que serás amiga de la gran mayoría. Ya verás. – dijo la madre mientras acariciaba la cabeza de su hija. Larotta al escuchar las palabras de su madre solo asintió y volvió a sonreír como siempre lo hace. – ¡Esa es mi hija! – dijo la joven mujer.
Al estar ubicada en su salón y esperar que esta entrará, la madre se despidió de su hija y le prometió que pronto la recogería para ir a casa de nuevo.

Larotta al salir de su primer día de clases, esperaba en la entrada de la escuela para que su madre venga a retirarla. Al ver que no llegaba, y en lugar de ella vino su tía a buscarla, sintió que algo estaba ocurriendo. Pero al ver la expresión de tristeza que reflejaba la cara de su tía, pudo confirmar sus sospechas.
La tía no le dijo nada, solo la llevo al hospital donde había ocurrido algo. Al ingresar a éste, Larotta vio a su padre sentado en una de las banquetas de la sala de espera y se le veían en los ojos que había estado llorando, éste ni nota la presencia de su hija, por lo que la niña sólo se aproximó a su padre y le pregunta: – ¿Qué sucede papi? ¿Dónde esta mami? – dijo la niña inocentemente, su padre al ver que había llegado su hija y que estaba preguntando por su madre. Solo pudo observar a la niña y luego a la tía de ésta y decirle lo siguiente: – Hija... tú madre... está en coma. Fue víctima de un accidente de tránsito. – dijo éste mientras intentaba no llorar de nuevo.
Yo no sabía que sentir en esos momentos, no entendía nada de lo que mi padre me intentaba decir. Solo puedo recordar que comencé a llorar mientras pedía a gritos que viniera mi madre, la quería ver conmigo en ese momento.
Luego de que me calmaran pude escuchar a los médicos y a mi padre hablar sobre el estado de salud de mi madre. Ellos decían que por el impacto que sufrió ella en su cabeza a causa del choque con el otro auto, no sabían si iba a poder pasar esa noche.
En esos momentos mi padre no fue el mismo, se volvió más serio y dejó de sonreír. Después de que mi madre pasara esa noche, tuvimos todos la esperanza de que se recuperaría.... Pero no fue así..... Yo siempre iba a sentarme a lado de ella cuando salía del colegio y le hablaba de mí día a día. Que que hacía, de quien me hice amiga, cosas así.....
Luego de unos meses más tarde, 7 para ser exactos su estado de salud decayó. Los doctores no pudieron tenerla con vida por mucho tiempo, solo era hora de esperar lo que pasará.... Yo recuerdo que estaba en la escuela con una chica que había conocido en el primer día de clases. Su nombre era Blanca. Estábamos jugando en el patio de juegos, pero en ese instante me llama y me dice que la maestra quería que vaya a la oficina del director. Yo pensaba que había hecho algo malo, pero en realidad era mucho peor..... En la oficina estaba mi padre llorando, por lo que me temí lo peor. Luego de que explicara qué mi madre murió esa tarde. Podía sentir como mi mundo se rompía en miles de pedazos, como cada parte de mi madre me era arrebatada; en esos momentos deseaba con toda mi vida, que todo fuera una broma, una broma de mal gusto. Que mi padre me diga todo lo contrario, que ella estaba bien, que había despertado y que íbamos a volver a ser una familia feliz para siempre..... Pero nada de eso ocurrió..... En esos momentos quisiera un abrazo de mi madre... Lo deseaba.

Este fue el primer gran golpe que me dio la vida y me deparó el destino. En ese momento me di cuenta, a mí corta edad, que las personas que más amas.... No duran para siempre. Que si amas mucho a alguien, en algún momento se irá o te la quitara la vida de tu camino.

Luego de que pasaran los días, semanas, meses y años yo me convertí en una adolescente. Cuando tenía 15 años e iba a segundo de secundaria. Conocí a un chico, él se llamaba Jackson. Era un chico muy popular, siempre rodeado de chicas bellas y esbeltas. Tenía unos ojos celestes, cabello marrón claro, sonrisa de galán, era el centro de todas las miradas y capitán de Football Americano. Por lo que consistía que tenía cuerpo de atleta.
Yo sentía que siempre me miraba, pero nunca le daba importancia, ya que en su círculo de amistades alguien como yo no podría entrar por más que quisiera. En ese tiempo yo era amiga de una chica llamaba Katherine, era muy opuesta a mi, siempre sonriendo y llamaba la atención de los chicos. No era muy popular como Jackson y los demás, pero tampoco era una perdedora como yo. Ella siempre me decía que Jackson sentía algo por mí, a lo que yo solo evitaba tocar el tema. Pero un día.... Tuvo lo que tenía que pasar....

Un día estaba Larotta caminando por el pasillo de la escuela, hasta que alguien la empuja haciendo que se choque con alguien. – Auch, perdón, no fue mi intención yo...— dijo ésta y al levantar la mirada pudo observar que había chocado con Jackson, éste al verla solo le sonrió y la ayudo al levantarse. – Descuida, no fue tu culpa, seguro alguien iba tan apurado que no se dio cuenta que estaba chocando con una chica tan linda como tú. – dijo éste mientras observaba como Larotta se ruborizaba muy delicadamente. – Hola mi nombre es Jackson Parker, pero todos me dicen Jack, un placer. ¿Y cuál es tu nombre? – dijo mientras miraba a los ojos a Larotta. Ésta al ver los bellos ojos del chico, contestó muy nerviosa. – Laro-tta, Larotta Scott. Para mí también es un gusto conocerte. – dijo mientras esquivaba la mirada de la vista de Jackson. – Larotta, que lindo nombre como lo es la que se llama así. Dime Larotta, ¿Quieres salir conmigo en una cita? – dijo éste mientras se peinaba hacia atrás su alborotado cabello.
La chica al ver lo que él chico le proponía, no lo podía creer ya que éste era el chico más popular de toda la escuela. Y no podía creer que alguien como él se fijaría en alguien como ella. Al ver que no había dicho nada, no tardó más en contestar. – Yo... No lo sé... No creo que pueda.– dijo muy tímidamente, Jackson al escuchar la respuesta de la chica se sintió decepcionado, por lo que solo pudo decir. – Vamos, ¿Dije o hice algo malo? – dijo éste mientras agachaba la cabeza. Larotta al ver que Jack se ponía triste dijo rápidamente. – ¡Oh no no no! No hiciste nada de malo, solo que alguien como yo no debería hablar con alguien como tú. – dijo mientras negaba con las manos y solo lo miraba a los ojos.
Jack al escuchar la respuesta por parte de Larotta, solo sonrió y le contesto. – ¿Sabes qué? No me importa lo que ellos digan, desde hace días que te miro y me llamaste la atención. No sé que es pero quiero averiguarlo. Entonces, ¿Me permites una cita contigo Larotta Scott? – dijo éste mientras le tomaba la mano y se la besaba con delicadeza provocando en Larotta un sonrojo involuntario.
– Esta-a bi-een. ¿El viernes a la 7:00 pm puedes? – dijo ésta mientras miraba hacia abajo. – El viernes a la 7 está perfecto. Nos vemos linda. – dijo mientras tomaba la cara de Larotta y le daba un pequeño beso en la comisura de los labios, luego de esto el chico desapareció y Larotta quedó toda sonrojada y quieta. Pensando que estaba en un sueño y que esto no era la vida real, que Jackson Parker no la había invitado a salir y que el beso no había pasado.
Luego de esto, fue a contarle a su amiga todo lo que había sucedido y ésta se alegró por su amiga.
Durante toda la semana, el chico le daba chocolates, flores y presentes cada vez que la veía. Además de esto, habían quedado que irían a un restaurante italiano el viernes. Y Jack le había pedido la dirección de Larotta para pasarla a buscar, por lo que ésta accedió y se lo pasó.

Ya viernes, el último día de clases de esa semana. Larotta se dirigió rápido a su casa, para vestirse ya que le quedaban 2 horas para su cita con Jackson. En la semana había ido de compras con Kath para escoger su ropa para la cita, por lo que al ver en una tienda eligió un atuendo, que pensó ella que sería idea para la ocasión:

Al probárselo quedo complacida. Katherine le recomendaba que usara otro tipo de vestidos. Uno que mostrara más su cuerpo, que a decir verdad no era nada feo su cuerpo. Pero Larotta decidió que iba a usar ese.

Luego de llegar a su casa y meterse a bañar. Comenzó a arreglarse para su cita. Luego de estar lista, y mirarse en el espejo. Fue interrumpida por una bocina proveniente de un auto. Al ver por su ventana, pudo observar que se trataba de Jackson. A lo que solo bajo y cerró con llave, no tuvo que darle explicaciones a nadie a donde iba ya que su padre se encontraba de viaje, por lo que podía llegar tarde si quería.
Al subir al auto de Jackson, pudo notar que éste la miraba muy tontamente. Ella se extrañó por su mirada, así que le pregunto – Hola... ¿Tengo algo de malo? – dijo mientras miraba su atuendo. Éste al ver que la chica le hablaba, decidió responder rápidamente. – No... Nada de eso... Solo que te ves bien, estás muy bella esta noche. – dijo mientras la veía por última vez a los ojos y arrancaba el auto.

Luego de haber pasado una velada encantadora, Larotta se sintió muy feliz por estar así en estos momentos. Jackson al darse cuenta de esto decidió llevar a Larotta a otra parte.
Al llegar al muelle para ver el mar y las estrellas. Decidieron bajar y sentarse a reposar las piernas. – Debo admitir una cosa. Esta noche es perfecta. Gracias por tu invitación. – dijo Larotta sinceramente. Jack al escuchar esto sonrío y pasó su brazo alrededor de la cintura de Larotta, logrando así atraerla más a él. La pelinegra al sentir esta acción por parte del chico se sintió incomoda, por lo que decidió decirle a Jackson que la soltara. El chico al ver que ella no quería que él la tocara de esa forma le pidió perdón y le prometió que irían más lento.

Al pasar las semanas, las citas se hicieron más frecuentes. Todo el tiempo Jackson me traía y me dejaba en mi casa. Mi padre nunca lo veía porque siempre trabajaba. De todas formas él no se hacía muchos problemas.
Un día, Jackson me pidió que fuera su novia oficialmente. A lo que yo emocionada acepte. Luego de salir en nuestra veinteavo cita y regresar a mi casa, encontré una nota debajo de la puerta. La que decía que "Jackson no es lo que pretende ser, si no me crees ven mañana a la 5:00 pm. Se puntual" luego de leer esto pensé que era un juego, a lo que solo me quedé pensativa y espere que sean la 5 de la tarde.
Luego de salir de la escuela y despedirme de Jackson. Me fui a donde me citaba esa nota. Al llegar pude comprobar que Jackson me estaba engañando en su auto con una chica, y al acercarme bien a éste pude comprobar que era Katherine la que lo acompañaba. Luego de quedarme ahí y verlos besarse muy apasionadamente, decidí marcharme hasta mi casa.
Estaba completamente devastada, no podía articular palabra alguna. Por lo que solo pude tirarme en mi cama y estar así toda la noche.
Luego de no ir a la escuela en toda la semana y presentarme el lunes recién. Pude ver que Jackson se acercó a saludarme, por lo que solo lo rechace y comenzamos a discutir enfrente de toda la escuela. Luego de decirle sus verdades y reclamarle todo lo que me tenía que decir. Me enteré que había estado acostándose con mi ex mejor amiga todo este tiempo. Que me estaba utilizando solamente, que fui solo un juego. Que lo hizo por una apuesta que había hecho con Katherine. Y al parecer el perdió. Luego de que me dijo eso, yo solamente quede estática en mi lugar y me acerqué hasta donde estaba mi amiga y le di un abofeteada. En cambio a Jackson, solo lo vi con odio y deseos de matarlo.

Al llegar a mi casa ese día, me prometí a mí misma que no volvería a confiar en alguien tan rápido como lo hice con ese idiota. Y que tendría cuidado en encariñarme tan rápido con alguien.

Luego de un tiempo mi padre fue transferido a otra ciudad, por lo que me fui con él y deje mi vida allí.
Pero solo era por 2 años así que, luego de que se cumpliera ese plazo nos volvimos a New York y me metió a otra escuela.

Luego de estar todo el tiempo mirando el suelo mientras contaba todo esto. Larotta levanta la mirada y ve que Raphael tiene una mirada de tristeza absoluta. Por lo que ella solo dice: – Y esa es toda la historia de mi vida....

Continuará.....

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