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Discusiones... ¿Por malentendidos?

– ¿Mona...? ¿Pero... tú qué haces aquí...? – dijo Raphael mientras miraba a la mujer lagarto desde la sala y miraba la cocina para ver si Larotta se acercaba a está.

– Bueno... también es un placer verte Raphael... ¿No es obvio? Vine a la Tierra unos días, ya que me han otorgado un permiso para que venga a examinar unos asuntos que son de suma importancia en mi planeta. Pero bueno, no esperaba esa respuesta por parte tuya. – dijo ésta mientras miraba de pies a cabeza a la tortuga de banda roja. Éste al sentir la mirada de Mona Lisa, no pudo evitar sonrojarse un poco. Porque a pesar de lo que haya pasado entre los dos en el espacio, ella fue la primera chica que le correspondió, a pesar de no haber llegado a ser algo en concreto.

– No... no es que me moleste tu visita... es que... no esperaba que vinieras justo en estos momentos... – dijo éste mientras se rascaba la nuca y miraba el suelo.

En esos instantes, aparece Larotta mientras guardaba en su bolso la caja de pastillas y mira a las tortugas nerviosas, sin percatarse de que estaba la mujer lagarto en está. – Chicos, ¿están bien? Se notan nerviosos. Ah hola, perdón que no me presentara, pero no te había visto, disculpa. Soy Larotta Scott, un gusto. ¿Y tú quién eres? – dijo Larotta luego de divisar a la Mona Lisa en la entrada. Ésta por su parte, al ver que la chica salía de la nada, solo pudo escucharla atentamente y acercarse a la chica. – El gusto es mío Larotta Scott, yo soy Y'Gythgba pero Raphael me bautizo con el nombre de Mona Lisa. – dijo ésta mientras miraba románticamente a Raphael y este solo bajaba la mirada apenado. Larotta al seguir la mirada de ésta y percatarse que miraba a Raphael de esa manera, solo pudo decir: – ¿Ustedes dos... se conocían? –

Mona Lisa al escuchar esta pregunta, responde sencillamente: – De hecho si, Raphael y yo nos conocimos en el espacio. Ahí mantuvimos una especie de vínculo afectivo amoroso, pero fue interrumpido por causas que estaban fuera de nuestros límites. Por mi parte lo hubiera continuado, pero no se dio. ¿Tal vez en estos momentos se pueda? – dijo ésta provocando un silencio en la sala, un silencio tan incomodo y pesado, que sencillamente se podría cortar con el filo de una espada. Las tortugas no sabían qué hacer, si irse o quedarse por las dudas, en especial Raphael que al ser protagonista de la conversación se sentía realmente muy incomodo, ya que de verdad él no esperaba volver a ver a Mona Lisa, y tampoco esperaba que está se este confesando adelante de todos, con respecto a si podrían volver a ser "algo". Por lo que esto provocaría un conflicto en la "relación" que tiene con Larotta.

La chica newyorkina al escuchar esto por parte de la salamandra, solo pudo sentir como una parte de ella se rompió. Lo que pudo entender hasta ahora es que Raphael se enamoró de ella en el espacio y luego por x razón se separaron, y en estos momentos se está confesando adelante de él que quiere continuar con lo que dejaron. Ella no sabía si llorar o reír, por lo que solo decidió hacer una cosa: irse a otro lugar, para pensar y digerir la información que le transmitió la lagarta.

– Oh comprendo, Dios ya vieron la hora... olvide que me juntaría con alguien en estos momentos... así que me retiro. Mona Lisa, un gusto. Adiós chicos... – dijo mientras se alejaba rápidamente de ese lugar y se marchaba a un lugar lejos de las alcantarillas... lejos de Raphael por el momento. Éste, al ver que Larotta se iba, solo la pudo seguir con la mirada y querer seguirla. Pero decidió darle su espacio, ya que si iba con ella y la hostigaba, no sacaría buenos resultados...

Larotta iba corriendo en las calles hasta quedarse sin aliento. Al parar en una avenida y descansar pudo percatarse que las lágrimas estaban tocando sus mejillas y que sentía como su garganta se cerraba. Esto se debía a que ella tenía ganas de golpear a alguien por ser de nuevo la ingenua y estúpida de la historia. ¿Por qué confió en él tan rápido? ¿Por qué caer de nuevo con simples palabras bonitas? << ¿Por qué me hiciste esto Raphael?... ¿Por qué tuviste que jugar con mis sentimientos? >> pensó esto, mientras se hincaba hacia adelante y reprimía las ganas de llorar y gritar que sentía por dentro, gracias al universo que no había nadie por qué de verdad no quería que la vieran en ese estado... o tal vez no estaba sola.

– Disculpa... ¿estás bien? – dijo un chico con voz suave pero varonil, mientras se acercaba a Larotta. Ésta al escuchar esa pregunta, solo se enderezó y lo miro con los ojos llorosos. – Si... estoy bien.... Gracias por preguntar... – dijo mientras se limpiaba las lágrimas y demostrando la mejor sonrisa falsa que jamás halla demostrado en su vida, pasó al lado de éste y con la intención de irse, fue interrumpida su acción ya que dicho sujeto la atrapó del brazo y la atrajo hacia él, cosa que sorprendió a Larotta y provocó un mirada de sorpresa muy notoria en la chica.

Al percatarse bien de quién se trataba pudo ver que era un joven de tez morena, cabello un poco ondulado con un color entre negro y marrón oscuro, ojos azules rozando casi el negro y de estatura promedio. Al verlo pudo sentir seguridad en él. Cosa que le extraño, ya que esto de verdad nunca le pasaba con las personas... en especial con las recientes... en especial con Raphael...

– Por favor... no te vayas... sé que no me conoces pero no me gusta ver a una chica llorar y fingir que está bien... por favor déjame ayudarte... – dijo el chico mientras sostenía la mano de ésta, logrando que la chica abriera más los ojos y soltara la mano de éste.

La acción de la chica le provocó al joven una sorpresa y un sonrojo de pena. – Perdón... me sobrepasé con tomar tu brazo sin consultarte... pero de verdad... quiero ayudarte. ¿Me dejarías? – dijo el chico mientras seguía mirando los ojos negros de la joven y esperaba alguna señal de vida por parte de ésta, ya que no decía nada.

El chico al ver que no decía nada, solo pudo voltear la mirada al suelo. – Lo siento... al parecer no quieres que te ayude... lamento mucho por haber insistido tanto... – dijo éste, pero al momento de voltearse, fue llamado nuevamente. – ¡Espera! Perdón por no contestar, pero... quisiera estar sola ahora... no es que no necesite ayuda pero... no creo que alguien pueda ayudarme con mis problemas internos... – dijo Larotta mientras miraba el suelo e intentaba no llorar. El chico al mirar la reacción de la chica, solo se atrevió a cruzar los límites y abrazarla... mientras está solo tardo en darse cuenta de la acción de éste y termino correspondiendo aquel abrazo, mientras lloraba todo lo que había intentado suprimir...

En otra parte de New York...

Las tortugas se encontraban en la alcantarilla: Leo estaba meditando, Mikey en la cocina, Donnie en su laboratorio y Raphael... con Mona Lisa.

Éste se encontraba en la sala de estar con la mujer salamandra, mientras oía todas las historias que ésta le estaba relatando. Raphael al estar allí escuchando atentamente, no pudo evitar pensar en Larotta, en cómo se sentirá en esos momentos. Por lo que decidió interrumpir a Mona Lisa en su relato y mentirle que debía hacer algo en el laboratorio de Donnie. Ya que se lo había "prometido".

Luego de salir de la sala y encerrarse en su habitación, llamó por teléfono a Larotta. Cuando espero por veinte minutos y ver que no contestaba su teléfono. Se preocupó, por lo que fue al laboratorio de su hermano y le pidió un favor. – Donnie, ¿Podrías rastrear el teléfono de Larotta? Necesito saber dónde se encuentra. – dijo éste mientras le entregaba el teléfono a su hermano, éste solo dijo: – Si Raph, su puedo. Solo dame unos segundos y lo haré... listo. Ya te envié sus coordenadas. – dijo Donnie mientras le devolvía el teléfono a su hermano. – Gracias Don, eres el mejor. Excúsame ante Mona, ¿Sí? Luego regreso. – dijo Rapha mientras salía corriendo de la alcantarilla y dejaba con la palabra en la boca a su hermano.

En otro lugar de New York...

Se encontraban una chica sonriendo y un chico admirando su sonrisa. Ésta luego de estar un tiempo muy largo con el chico pudo distraerse de lo que le molestaba y darse cuenta que estaba en muy buena compañía, Daniel, ese era el nombre del chico que le había ayudado a olvidar sus penas y que ahora la estaba haciendo reír con cualquier cosa.

Larotta al terminar de reír, revisó su celular y observó que tenía una llamada perdida de Raphael, al recordar porque estaba en el muelle con el chico. Solo se entristeció y decidió guardar su teléfono. Ya se hacía tarde para volver a casa. – Daniel, gracias por hacerme reír y levantarme el ánimo. Pero ya es tarde y me tengo que ir. De verdad, muchas gracias, lo aprecio de todo corazón. – dijo la chica mientras se paraba de golpe junto con el chico y casi se caía por culpa de sus acciones. Dani al prevenir que la chica cayera, solo pudo evitar que sucediera y agarrarla haciendo que los dos quedarán abrazados muy cerca de la boca del otro. Larotta al sentir que el chico estaba tan cerca y se acercaba más y más, solo pudo besarle la mejilla y salir corriendo mientras le gritaba un <<Hasta pronto>>

Luego de que la chica saliera de esa situación y estar a una distancia razonable del muelle, pudo sentir como unos brazos la amordazaban y la raptaban para arriba solo pudo emitir un grito y un forcejeo inútil. Pero al estar en el suelo del tejado y ver de quién se trataba, solo emitió un bufido y rodó los ojos. – Eras tú, ¿Qué quieres ahora? ¿No tendrías que estar con tu noviezota? – dijo ésta mientras miraba de lado a Raphael. Este solo tenía una expresión seria y decidió preguntarle:

– ¿Quién era él? – dijo mientras veía como Larotta abría los ojos incrédula.

– ¿Disculpa? ¿Por qué te tengo que dar explicaciones de mi vida? – dijo ésta secamente mientras cruzaba los brazos. – Ni que fuera tu novia.

Raphael al oír eso, sintió como se quebraba algo dentro de él. Él si quería que fuera su novia, pero por azares del destino están en esta situación. – Dime quién es él. Necesito que me des explicaciones, sabes por qué te la estoy pidiendo. – dijo Raph mientras fruncía el ceño y cerraba con fuerza sus nudillos.

Ésta al verlo no pudo evitar mostrar una mirada de enojo. – No, ¿sabes que no se? No somos nada Raphael, y al parecer nunca lo seremos. Solo me usaste nuevamente, como todos, solo fui tu juguete nuevo y ahora que llegó "tu verdadero amor" no seré de utilidad. – dijo mientras se podría percibir el veneno en sus palabras. Raphael al escuchar esto atentamente, solo pudo acercarse a esta y decirle. – Larotta... eso no es cierto... yo... te... – pero fue interrumpido por Larotta. – Mejor no digas nada, y vete... no necesito la caridad de nadie... – dijo mientras se alejaba de él, pero fue sujetada por una mano...

Continuará...

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