- ¡Chicos! - dijo Larotta alegre, mientras tenía cuidado en avanzar hacia las tortugas. Captando así la atención de los reptiles.

- Laro, ¿Qué ocurre? ¿Te duele algo? - dijo Raph muy preocupado mientras observaba de pies a cabeza a Larotta, provocando la risa de esta y la confusión en sus hermanos, más por el apodo que le puso a la pelinegra.

- No, no, estoy bien, lo que ocurre es que el Maestro Splinter me a pedido que me deje ser entrenada por él, luego de que me recomponga del tobillo, claro esta. A lo que he aceptado gustosa. - dijo Larotta contenta.

- Wow, eso es increíble Laro, eso significa que estarás con nosotros casi todos los días. - dijo Mickey emocionado y feliz.

- ¡Si! ¿No es genial eso? - dijo Larotta sin quitar la expresión de felicidad que tenia anteriormente.

- Si, es genial Larotta. - dijo Leo sonriéndole abiertamente y abrazándola. Ya que esa noticia lo puso de muy buen humor...

Esta acción provoco un enojo por parte de Raph y un sonrojo evidente en la joven. Ella al sentir eso, decidió corresponder y terminar a la vez el abrazo sorpresivo y cambiar de tema.

- Entonces... ¿Cómo les fue? - dijo Larotta.

- ¡Bien!, nos ha ido bien, pero de seguro a ti no te interesa. ¿Saben qué?, me iré a dormir, estoy muy cansado. - dijo Raph cortante y mientras decía esto se marchaba rumbo a su habitación.

Sus hermanos y la pelinegra al notar este cambio tan repentino de actitud en la tortuga de cinta roja, se estaban preguntando mentalmente que le había ocurrido, ya que hace unos minutos estaba de buen humor. Pero al no llegar a una conclusión adecuado.... ¿A no ser? decidieron retomar la conversación.

- Em... nos a ido bien Laro, nada nuevo, al parecer las calles de NY están tranquilas por esta noche. - dijo Donnie tratando de decir algo coherente y tratando de cambiar el aura de la habitación, luego que Raph la había abandonado.

- Ohh, me alegra que les haya ido bien. Donnie, ¿Podrías verme el pie? Ya estoy algo cansada de estar sentada un día entero. - dijo Larotta impaciente.

- Jaja esta bien, deja que Leo te lleve cargando hasta mi laboratorio. - dijo Donnie sonriendo.

Larotta al escuchar esto, observo a Leo que la estaba mirando, cosa que a ella se le hizo raro ya, pero que decidió ignorar, porque el recién nombrado le empezó a hablar.

- Entonces... ¿Me permites que te lleve al laboratorio de Donnie? - dijo Leo cortes y educadamente, mientras la veía de una forma tierna.

- Si, gracias por la ayuda Leo, eres el mejor. - dijo Laro sonriéndole.

Mientras las tres tortugas estaban en el laboratorio con la joven, una tortuga adolescente de temperamento difícil estaba en su habitación mirando el techo de su cuarto con un semblante molesto, metido en sus pensamientos sobre cierta chica de melena negra y ojos llamativos.

-Agh, ¿Qué me pasa? ¿Por qué estoy actuando de esta forma y más con ella presente? - dijo Raph hablando solo y confundido. - Tengo que dejar de actuar de esta forma.

Pero luego de decir esto, alguien golpeo su puerta. Y era la persona que no le deja en claro sus pensamientos... Larotta Scott.

- Oye Raph, ¿Estas despierto? - dijo Larotta afuera de su cuarto.

- Si, sigo despierto pero no quiero hablar con nadie, así que porque no te vas con Leo y me dejas en paz. - dijo Raph, pero al escuchar lo que había dijo se reprendió automáticamente.

Larotta al escuchar esto, se sorprendió, ya que la teoría que había pensando ella con respecto a la actitud de la tortuga de banda roja, era cierta, Raphael Hamato estaba celoso. Cosa que le alegro a la chica, ya que esto significaba que él la quería de alguna forma.

- Olvida lo que dije, solo vete. - dijo Raph con la voz apagada.

-No me iré tan fácil. - dijo Larotta entrando por la puerta, Raph se sorprendió por la actitud de la chica, y más se sorprendió ya que la joven estaba de pie y no se veía que le costará estar así, como anteriormente.

- ¿Cómo estás de pie, si estabas lastimada? - dijo Rapha sorprendido.

- Donnie me aplico un poco de mutágeno, creo que se dice así, para que sane más rápido a lo que funcionó... Pero no me cambies de tema. - dijo Larotta molesta. - ¿Qué te ocurre conmigo ahora? ¿Estás molesto? Dímelo.

Raph al escuchar esto, decidió solo resoplar y mirar para otro lado avergonzado.

- No estoy molesto contigo, no me ocurre nada, dije que olvidaras lo que había dicho. - dijo Raph sin mirarla a los ojos. Cosa que molesto a Larotta ya que ella no soportaba que las personas le mintieran y que encima de todo no le miraran a la cara.

- No te creo, ya que si eso fuera cierto, me mirarías a los ojos. Pero al parecer eres un cobarde y un mentiroso. - dijo Larotta provocando un enojo y enviándole un tipo desafío a Raph con la mirada, ya que con solo decir "cobarde" provocó que la tortuga reaccione.

- ¿Qué me dijiste? - dijo Raph acercándose a Larotta provocándole un escalofrío que disimulo con una mirada de enojo.

- Que eres un cobarde por no poder mirarme a los ojos. - dijo Larotta retadoramente.

Raph decidió responder con lo siguiente: - Te enseñaré quién es el cobarde. - dijo tomando a Larotta de la cintura y plantándole un beso apasionado, acción que le provocó a la chica una emoción y un asombro por ese tipo de respuesta por parte de la tortuga. Por lo que Larotta solo pudo corresponder.
El beso se iba poniendo cada vez más apasionado. A tal punto que Raph hizo que Larotta se sentará en su regazo mientras se besaran. Luego de hacer esto Raph metió la mano en la remera de Larotta provocando que esta reaccionara y se alertara, cortando el beso entre ambos.
Raph al sentir esto, se sorprendió y se culpó así mismo.
Larotta solo pudo decir lo siguiente:

- Lo siento Raph, no puedo, no puedo hacer esto, no eres tú soy yo. - dijo Larotta casi sollozando.

- No te preocupes Larotta, está bien. - dijo Raph triste.

- Perdóname de verdad. - dijo Larotta abrazándolo y acurrucándose en su pecho. Lo que correspondió sorprendido Raph y decidió solo responder con el silencio....

Continuará...