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Capítulo 8

-hi- miró a su nuevo acompañante -hola- respondió. El Chihuahua quería lanzarse sobre él.

-cute puppy-

-sí- Norte acarició la cabeza de su mascota -pero no le agradas, que lástima-

-it is very aggresive-

-Chihuahuas, tamaño pequeño pero gran carácter-

-like you- USA le sonrió.

-¿qué?-

-please, do not get me wrong- USA soltó una risa.

Ella dio un largo suspiro disgustada -¿qué es lo qué quieres?-

-just talk...- Norte hizo una mueca -bien, ya estamos hablando ¿algo más Sr. Yankie?- Norte acarició al Chihuahua mientras él le seguía gruñendo a USA.

-why do we stop being friends?-

-aquí vamos de nuevo- resoplo y puso su mano sobre su rostro, cerrando también sus ojos con impaciencia -se que éramos amigos antes pero ahora no sería lo mismo-

-why not?-

-las circunstancias y la confianza perdida, sería difícil confiar en ti de nuevo-

se acercó más a ella para después tomar su mano -i know but i want you to trust me again- apretó su mano -por favor, en serio quiero que esto funcione- el Chihuahua intentó darle una mordida.

Norte miró a su Chihuahua -no- lo regaño, giró la cabeza con USA de nuevo.-desde aquéllo ya no volví a escucharte hablar así...admito que lo extrañaba un poco-

-aprendí de la mejor-

-uhm...ya tienes ésa cara- habló ella con un claro disgusto.

-¿cuál cara?- acercó lentamente su cabeza a la de ella. Norte se soltó de su agarre y puso su mano en el rostro de él -ni si quiera lo pienses- retrocedió molestay su mascota intentó de nuevo morderlo, USA puso una mano por detrás de su cabeza avergonzado -lo...lo siento, me dejé llevar un poco...-

-¡¿UN POCO?!, ¡TRATASTE DE BESARME SIN QUE YO QUISIERA IDIOTA!- le gritó.

-¡Bien, bien! ¡Lo siento! ¡Fue demasiado! ¡pero baja la voz!-

Norte tuvo que tragarse su enojo -bien- dijo entre dientes -ahora déjame en paz-

-pero...Norte...- USA tenía un tono triste.

Pepito le soltó un ladrido, ella resoplo

-mira, ya me canse de esto, déjame tranquila, en serio entiende, vas a empeorarlo todo- entró al local sin importarle si estuviera prohibido o no la entrada de perros. Algunos le lanzaron miradas pero tan rápido como la miraban, dejaban de prestarle atención y volvían a lo suyo. Concordia la miró confundida, pero no hizo ningún comentario al respecto, al menos todavía no.

No pasaron mucho tiempo en el local, la fila no era larga, así que atendieron a Concordia rápido, para cuando salieron USA ya se había hido, Norte respiró hondo y llevó un poco de nieve a su boca. Su Chihuahua miraba en todas direcciones curioso mientras caminaban. En ése lapso de tiempo ni Concordia ni Norte habían tratado de hablar una con la otra.

-¿saben bien tu nieve?- preguntó la estado con timidez. Norte la miró -sí- se encogió de hombros. Concordia hizo una mueca, Norte había estado de buen humor hace un momento, ¿qué la había hecho perder sus ánimos? -...¿qué pasó afuera...?-

Norte suspiró irritada pero puso el tono más tranquilo que pudo -USA...ya estoy cansada, pero ahora cruzó la línea-

-¿te hizo algo?-

-trató de besarme *debí romperle la cara a golpes*- pensó esto último apretando una de sus manos -es un idiota-. -te corrijo, es el rey de los idiotas, ¿a quién se le ocurre tratar besar a alguien aún sabiendo de que no están tan en buenos términos- Concordia ladeo la cabeza.

-hm...sólo al rey de los idiotas al parecer- le siguió el juego con un tono malicioso.

-oye, una pregunta-

-dime-

-¿recuerdas el libro que te presté?, lo quiero de vuelta-

Norte recordó de repente el pequeño accidente que tuvo, ella siendo empujada por error al pequeño estanque *mierda* se puso nerviosa -ah...si ése libro...claro, luego te lo devuelvo-

-¿le pasó algo verdad?-

-¡no, no, claro que no!-

Concordia entre cerro los ojos -te delatas tú solá, pero bueno, voy a fingir que te creó, lo quiero de vuelta para la próxima semana-

-por supuesto-

-bien y tendrás que disculparme, pero acabo de recordar que tengo algo pendiente, ¿no te importa si...?-

-adelante, si es algo importante no te quitaré más tiempo, al menos pase un buen rato con tigo-

-¡Si!- Concordia puso una mano sobre el hombro de Norte y luego se fue.

-somos nosotros dos otra vez pepito- el Chihuahua sólo ladrada y jalaba de su correa -bien, vámonos- se encongio de hombros.

-y aquí estamos- abrió la puerta y entró detrás de su mascota, -¡Norte!- la llamo una voz masculina -¡Eep!- se quejó cuando sintió un apretado abrazo de parte del chico con parche de estrella -Grrrr- el Chihuahua le gruño.

-ah...yo también me alegró de verte Chile- titubeo por la impresión pero correspondió el abrazo. Miró a su hermano tragandose su irá hacía él, se supone que Sur era quien debía venir a recibirla, no su amigo.

Chile se separó del abrazo -Costa Rica, nos invitó a una fiesta, deberías ir con nosotros-

Norte negó con la cabeza -lo siento pero no- Chile borró su sonrisa -¿porqué no?- parecía desilusionado.

-nunca fui de salir de fiesta- puso una mano en el hombro de su amigo -pero estaré aquí esperandolos despierta, los cuidaré como la última vez- le dio un beso en la mejilla, después caminó hacía la escalera, con su perrito corriendo detrás ella. Antes de subirlas, lo miró por enzima del hombro -nos vemos en la noche- le sonrió y subió.

-s...sí- titubeo Chile.

Sur puso una expresión de aburrimiento, espero unos momentos hasta estar seguro de que su hermana ya no podía escuchar

-¿qué fue éso?-

-¿eh?-

-¿quisieras ir de fiesta con nosotros?- dijo Sur haciendo una torpe imitación de su amigo para después cambiar su tono a uno más agudo -no, lo siento chile, soy una amargada que odia las interacciones sociales-

Luego regresó a la imitación de Chile

-ha...eh...s-si, esta bien-

Chile fruncio el ceño. -mi hermana está más que ciega para no ver que le babeas, o probablemente ya se dio cuenta pero se hace wey-

(Se hace wey= se está haciendo el tonto o tonta.

Estás wey= estás tonto o tonta)

-¿y bien? ¿no vas a ir insistirle?-

-no voy a obligarla-

-bien, bien, vámonos- Sur caminó a la puerta, seguido de Chile.

Ojalá todo hubiera seguido igual, ella sólo preocupándose por lo importante y él con su misma actitud de idiota, recordándole sus errores. Pero no.

Se encontraba sentada en el suave sillón gris azulado. La sala de madera de la cabaña le proporcionaba cierta protección contra el frío de afuera, además de sentirse relajada al ver las llamas de la chimenea de piedra semi negra danzar, mientras recitaba en murmullo -y Eva fue débil y soltó el cuervo por el mundo, y el nombre del cuervo era pecado y el primer pecado fue el trato carnal- cerro los ojos un momento y respiró hondo, después continuó -y el señor castigó a Eva con una maldición y ésa maldición fue la sangre- paso delicadamente su mano sobre su brazo derecho, presionó demás por error y éso le provocó dolor, haciéndola poner una mueca -Y Adán y Eva fueron expulsados del paraíso y penetraron en el mundo y Eva encontró que su vientre se había hinchado, pues esperaba un hijo- abrió los ojos miro hacía abajo buscando la presencia de alguien, su pequeño amigo, pero no se encontraba allí.

Tal vez se encontraba en el cuarto, expectante de que ella entrara para alzar sus patas sobre sus rodillas, mientras ladra y mueve la cola con felicidad. Pero no, ni siquiera se escuchaba que rasguñaran la puerta. Lágrimas brotaron de sus ojos y resbalaron por sus mejillas. Se encontraba solá.

Fruncio el ceño con odio, se imaginó a su hermano regocijandose en su dolor, en el dolor que él le había provocado.

-esperó que algún día te pudras en el infierno maldito psicópata- susurró a manera de maldición. Se sentía tan solá, en ésos momentos deseaba la compañía su querido Chihuahua. Pero lo mejor era tirar la toalla y seguir.

Las llamas dejaron de danzar poco a poco mientras se apagaban, quitando a su vez la poca luz que le proporcionaba la sala.

Se levantó y caminó al cuarto limpiandose las lágrimas. En el transcurso del camino pensaba, se imagiba si hubiera cambiado algo, si ella hubiera intentado más cambiar el comportamiento de su hermano, rechino los dientes molesta y abrió la puerta de su cuarto.

No hubiera cambiado nada, él nunca dejó que fueran cercanos, hubiera sido lo mismo al final, ella se habría rendido.

El desgraciado sabía disimular muy bien, ante los demás, podía comportarse lindo. Pero, cuando se encontraba sólo con ella, era sólo maldiciones. Al menos ya no vivía con él, ya no hubiera soportado más que le recordara siempre lo mismo antes de dormir. "Sueña con los angelitos". Para cualquiera éso hubiera sido sólo una forma inocente de despedirse antes de dormir. Para ella era un recordatorio, algo que él no quería que olvidara.

Cerro la puerta y caminó hacía la cama a pasos lentos, ya no estaba él para recordarselo, ya no más, pero aún si, permanecía el recuerdo, por más que no lo quisiera, involuntariamente llegaría el recuerdo a su cabeza, como ahora por ejemplo. -vive con éso, estúpida- se reprochó así misma en un murmullo.

Se encontró así misma con la mirada perdida hacía la cama, sabanas blancas con decoraciones de flores amarillas y hojas verdes, eran apenas visibles debido a la oscuridad del cuarto, tuvo suerte de no tropezar. Se acostó con cuiado y se tapo con las sabanas.

Dio un largo bostezo al sentir la suave superficie de las sabanas y de la esponjosa almohada. Permaneció con los ojos abiertos ante la oscuridad.

Se giró hacía la derecha, sintió un vacío al ver un espacio en la cama, aquél lugar lo pudo haber ocupado su amiguito, cerro los ojos, ocultó su cara sobre la almohada para ocultar lo más que podía sus sollozos.

Sinaloa metió un cuadro a la caja juntó a otras pertenencias de su madre. Miró la habitación unos segundos contemplando la pintura descolorida, suspiró y abandonó la habitación. Bajó por las escaleras sin ánimos.

Se extrañó al encontrar a dos de sus municipios hablando con alguien muy familiar.

-neta se parecen mucho- Culiacan parecía curioso y sorprendido.

-¿me dejas ver tu parche?- Mazatlán estiró su mano hacía el parche del tricolor, pero Culiacan le dio un codazo -como eres imprudente- le murmuró con reproche. Mazatlán alejó el brazo y miró hacía otro lado -perdón...- dijo en tono bajó por la vergüenza.

-¿qué pasa?- interrogó Sinaloa cuando estuvo juntó a ellos, el tricolor lo miró.

-¿Texas? ¿qué haces aquí?, ¿vienes a ayudar?-

-yo no soy Texas wn-

-cierto, nosotros pensamos lo mismo hasta que habló- exclamó Culiacan.

-su nombre es Chile, tiene un nombre curado- habló también Mazatlán.

(Curado= está chistoso

Es cura= es broma)

-¡Mazatlán! ¡Lo haces de nuevo!- lo regaño Culiacan.

-perdón...otra vez-

-bien, bien, ya basta, vayan arriba a seguir acomodando las cosas, yo los alcanzo luego-

Los dos municipios asintieron al mismo tiempo y corrieron uno detrás del otro -a que yo acomodo más rápido las cosas que tú-

-sueñale wey-

-bien, Chile ¿qué se te ofrece?-

-¿qué pasa aquí?-

-¿para qué quieres saber?, no es de su incumbencia Sr. Parche- Sinaloa tenía un tono serio.

-sólo quiero saber, Sur y Norte son mis amigos, y estoy preocupado-

-¿ése idiota es tu amigo?, hmm, debería conseguir mejores amistades- saco una cajetilla de cigarros -mi madre se fue, ya no podía soportar las estupidezes de él- abrió la caja y tomó un cigarro -no la juzgo, yo tampoco lo haría-

-¿qué le hizo?-

Sinaloa dio un suspiró -él...- dudo un poco -mato al perro y casi hace lo mismo con mi madre- hizo una mueca tanteando su pantalón -me lleva- murmuró molestó.

Chile pasó saliva incrédulo, simplemente, no podía creer semejante cosa de su amigo, no podía, su amigo no sería capaz de hacer tal cosa y más tratandose de su propia hermana o de un pobre perro.
-más te vale que lo creas, uno nunca termina de conocer a alguien lo suficiente- habló como si hubiera adivinado sus pensamientos y fruncio el ceño -el idiota puede agrecerle a Dios porque no lo tengo en frente-

Se dio la vuelta y avanzó hacía las escaleras -¡Espera! ¡quiero ayudar!- exclamó Chile.

Sinaloa se detuvo y giró la cabeza hacía él

-puedes cerrar las cajas con cinta- dijo sin más y continuó. Chile fue detrás de él.

Entró al cuarto juntó al estado, los municipios dejaron de acomodar las pertenencias unos instantes pero luego prosiguieron, murmurando está vez entre risas.

-Sr. parche, le sugiero que no se distraiga, queremos sacar esto lo antes posible- se acercó a un tocador.

-antes de que llegué Satanás- se burló Mazatlán, Culiacán le dio otro codazo, pero reía por el comentario -cállate, no lo invoques o te dará un botellazo en la cabeza-

-¿así mato al perro...?-

Los dos municipios dejaron de reír.

-no- Sinaloa se giró hacía ellos con el cigarro encendido -le disparó en la cabeza, afortunadamente falló con mi madre- respiró hondo -no se que tanto pasó aquélla vez para que él hiciera tal cosa, pero juró que si lo tengo en frente lo mato, nadie hace sufrir a mi madre-

-Apa...¿crees qué la dejarán quedarse con todo esto en la cabaña?- Preguntó Mazatlán.

-no lo creó pero...-

-debes hablar con Jalisco para ver que se puede hacer- opinó Culiacán. Sinaloa se rasco la barbilla pensativo.

-amm...- Chile vacilo.

-¿qué sucede Sr. Parche?, parece qué quisiera decir algo?- el estado y los municipios lo miraron.

-nada...-

-entonces menos ruido y más pegar cajas señor-

-debería conseguir una propia- opinó Culiacán y Mazatlán agregó -pero tiene que ser rápido apa, le va dar a el ataque si él le hace algo a sus cosas-

Mientras escuchaba, Chile hacía lo que le había pedido el estado, pero antes de cerrar una de las cajas, se topo con una foto. La agarró para poder verla con más detenimiento, era una imagen vieja y desgastada, pero podía distinguir bien los individuos de la fotografía. Era Norte abrazando a sus hermanos, los tres sonreían.

Chile se preguntó, ¿en qué momento se torció todo de ésta manera?. Ellos no parecían tener muchos problemas en lo que relación entre hermanos se refiere. ¿porqué Centro se fue?, ¿porqué Sur actuó de ésa manera tan terrible con su hermana?.

-Sr. Parche ¿está jugando a ser estatua de sal?- Sinaloa se había acercado a él, cuando vio la foto se quedó en silencio un momento y luego se la arrebató -bien hecho, encontraste basura que no necesitamos- rompió la foto y dejó caer al piso.

-¿ya es todo?- preguntó Culiacán.

-yo creó- respondió Mazatlán.

-si es así entonces llevemos las cajas a la camioneta, no hay tiempo que perder, llamaré a Jalisco para ponernos de acuerdo-

El camino fue largó y cansado, casi durante todo el trayecto sólo había visto árboles, terrenos con árboles de mango, vacas y caballos y alguno que otro establecimiento de maderera donde se vendían elotes, camarones secos, guayabas, nanchis.

Además de que se empezaba a sentir algo de frío mientras más avanzaban. Mazatlán y Culiacán habían sacado dos cobijas, una para compartirla entre ellos dos y la otra se la ofrecieron a Chile, por su parte Sinaloa se había preparado, llevaba puesta una camisa de manga larga color rojo y un sueter blanco y negro, y en su cuello había una bufanda verde. -ya casi llegamos a Mazamitla- Anunció Sinaloa.

-no me digas- dijo con un tono mal humarado Culiacán. El estado hecho un rápido vistazo hacía atrás y luego volvió la vista hacía la carretera soltando una risa

-yo les advertí, pero ustedes se pusieron de tercos-

-deberías poner algo de música- sugirió Mazatlán. Sinaloa negó con la cabeza -no quisiera incomodar a nuestro invitado con mis gustos musicales- Chile miró al estado -no me importa-

-¿ya lo escuchaste?, no le importa, de todos modos sólo es banda, nada fuera de lo normal por aquí- se quejó Culiacán.

-bien, bien, pero le bajas a tu mamada ¿eh? Cabron-

-sí, sí, ya pon algo-

Sinaloa encendió la bocina del carro -Ando buscando un cabron, para partirle su madre- Sinaloa sonrió -nos toco una buena- empezó a cantar -el mismo suelo que pisa hoy va a llenar de sangre, para quitarle la vida ya se me está haciendo tarde-

-aver si vas quitando ésa tontera apa- habló Culiacán de nuevo.

-hay como chingas-

Mazatlán soltó una risilla -por éso ustedes no pueden estar juntos-

Al trayecto se sumaron las canciones de Sinaloa y sus discuciones con Culiacán, y uno que otro chiste de parte de Mazatlán para aligerar más las cosas. Un rato después, dejaron de verse montañas y árboles, para cambiar por pequeños puestos y casas, todos hechos de madera.

-¡Llegamos!- dijo con emoción Mazatlán.

-gracias Mazatlán, si no nos dices no nos damos cuenta- dijo sarcástico Culiacán.

-gracias por tu sarcasmo Culichi, ahora ya cállate que durante el trayecto me dio jaqueca por tus mamadas-

Sinaloa bajó el vidrio de la puerta y se acercó a un hombre -disculpe la molestia señor, pero ¿podría decirme el camino hacía las cabañas Monte Verde?- preguntó cortésmente. El hombre parpadeo y señaló el camino -tienes que seguir derecho, está juntó a una tienda de abarrotes llamada Doña Carolina, la verás de inmediato-

-muchas gracias- agradeció Sinaloa y avanzó siguiendo el camino, y tal como había dicho el señor, no tardaron en ver la tienda.

-¡Hurra!- Gritó Mazatlán.

Sinaloa pasó de la tienda, el camino se volvió una subida algo inclinada, pero podían subir sin contratiempos, subieron y doblaron a la esquina derecha. Y cerca de una entrada de donde colgaba un letreto que decía "Monte Verde", se encontraba un Jeep Rojo -bien, es aquí- estaciono el carro cerca del letrero, abrió la puerta del carro y salió, sacó del bolsillo de su pantalón su celular y marco.

-hey- dijo cuando por fin respondieron de la otra linea.
-ya vamos- respondió Jalisco -pero hay algo que no te va a gustar- colgó. Sinaloa espero hasta verlos aparecer en la entrada, ahora mismo le picaba la duda de lo último que había dicho su hermano.

No tuvo que esperar mucho a que ambos salieran, sea lo que fuera a lo que se refiriera Jalisco, no debía ser tan malo ¿verdad?.

3082 palabras...¡wow!.

Sin Datos.

¿me tarde mucho otra vez verdad?

Lo voy a hacer Sticker.

Me gusta hacer el intento de dibujar el águila.

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