Capítulo 10
Avanzó lentamente hacía el lugar de reunión de la ONU, porque alguien tenía que hacerlo ¿no?, y ésos no serían ninguno de los incompetentes de sus dos hermanos.
Con uno en la quinta verga y el otro de fugitivo por hijo de puta, ella era la única que aún parecía querer hacer algo bien.
Abrió las puerta y entró a la sala. Recibió las miradas de los allí presentes, algunos parecieron extrañados, Norte era de las que solía llegar temprano a éste tipo de cosas.
-llegaste algo tarde- reprochó ONU.
No me digas, pensó Norte -lo lamentó, tuve algunos problemas- se acercó a la mesa y se sentó en el lugar que le correspondía. Al menos se pudo sentir aliviada de que nadie hubiera preguntado sobre su brazo, y de todos modos no pensaba responder a aquéllo, ya tenía suficiente del maldito asunto.
Pasó el tiempo en aquel lugar, Norte no se había molestado mucho en prestar atención salvo algunas como lo de Brazil y Bolivia, Venezuela, Argentina, Perú. Esperaba que todo estuviera bien con ellos.
Cuando hubo derramado su empatía, volvió a no prestar la menor atención, le estaba pareciendo eterno, y estaba tan deseosa por volver a su nueva casa y dormir todo el jodido día.
Después de un largo rato, por fin la reunión terminó. Se levantó con calma y miró a algunos charlar de sus cosas. Su mirado se topó con la del Chileno, levantó una ceja, desde aquella vez el tricolor se había negado a hablarle, y ella no hiba a rogarle por atención, si él se comportaba como un niñito inmaduro era su problema. Desvió la mirada y caminó hacía la salida.
-are you okay?- una mano se posó sobre el hombro de Norte, ella apretó los dientes con frustración y giró la cabeza hacía el dueño de la voz -USA te di...- no era USA, si no Canadá y Rusia lo estaba acompañando.
-ты в порядке? /¿Estás bien?/- Preguntó Rusia. No dijo nada unos segundos por la sorpresa -S...sí...-
-are you sure?- preguntó Canadá. Norte soltó una risa nerviosa -Cla...claro- no estaba muy aconstumbrada a esté tipo de atención de parte de alguien que no fuera su familia, o de sus Estados mejor dicho.
-это облегчение /Éso es un alivio/- Sonrió Rusia.
Sentía que su corazón latía demasiado hasta el punto en que le dolía -jeje, ok- fue lo único que salió de entre sus labios, soy una estúpida, pensó por la respuesta tan simplona que había dado.
-Я надеюсь ты поправишься /Espero que te mejores/-
-me too- Canadá le dio un fuerte abrazó y ella hizo una mueca, se mordió el labio para no soltar algún quejido.
Los dos se retiraron dejando a Norte con una sonrisa torpe, que buenos sujetos, al menos éso le alegró un poco el rato.
Caminó de nuevo hacía la salida, ¿qué podría hacer al llegar a casa?, quería hacer algo además de dormir, pero no se ocurría alguna actividad en la que no necesitará su brazo derecho -supongo que sólo veré la tele- murmuró para si misma. Tal vez podría pensar algo luego. Sintió que alguien la tomaba del hombro, de nuevo, USA, pensó, volteó lista para soltarle un golpe por si se le ocurría hacer algo completamente idiota.
-Hola...- habló Chile.
Norte hizo una mueca -hola y adiós- se giró de nuevo para comenzar a tomar caminó. Ojalá fuera tan sencillo escapar de alguien tan persistente como él. -sólo quiero hablar...-
Lo mismo me dice USA, -no tenemos nada de que hablar-
escuchó un sollozo de parte de él. ¿qué pasa con él? Primero me ignora y ahora viene con migo creyendo que me puede tomar como almohada de consuelo sin pensar en que yo puedo estar molesta.
Negó con la cabeza y se alejó, ¿es qué acaso no podía tener algo de paz?, pensó en como antes de la llegada de España se consideraba fuerte y capaz de seguir con las tradiciones de su madre y ahora estaba peor que novia de rancho, su ex amor la acosaba, el mal nacido su hermano mato a su perro y trato de matarla a ella sólo por no corresponderle, y ahora esto, el escapar de un tipo depresivo que se navajea los brazos. Le hubiera gustado darse contra una pared, se sentía tan patética.
Ha esté punto sólo quería que se la tragara la tierra y que no la vomitara nunca. suspiró resignada, ¿qué más daba ahora?.
Pero sintió algo de culpabilidad y lástima, no podía sentirse tan enojada con él, después de todo él también estaba pasando por un mal momento, frenó y miro de vuelta a Chile. Él tenía ésa cara, ésa maldita cara de perrito regañado. Se mordió el labio, dudaba si hacerlo o no
-¡Hey tú!- lo llamó, me arrepentire de esto después.
-¿quieres comer algo?- habló entre dientes.
Él sonrió, por supuesto que lo hizo. Se acercó a ella, Norte retrocedió un poco -no te acerques mucho, sólo te invité a comer no a cantar la canción de la amistad-
Escarbo la tierra sin energías, tenía la esperanza de por lo menos poder encontrar un mínimo agujero con agua, pero hasta ahora nada, sin suerte. Estaba desesperada. Habían pasado días desde que los españoles llegaron y habían cortado el agua del lago.
Su madre le había asegurado que encontrarían la forma de resolverlo, ¿pero cuándo sucedería éso?, los demás se sentían débiles y morían poco a poco.
Se sentía tan inútil, quería hacer algo por ayudar, además de que sentía miedo, por ella, su madre y sus hermanos. No quería morir, ni ellos tampoco.
Siguió escarbando desesperada, hasta el punto de que sólo daba manotazos a la tierra -Nantsin...- lágrimas se formaron en sus ojos y resbalaron por sus mejillas.
-¿porqué estáis llorando?- la pregunta la hizo sobresaltarse del susto. Giró hacía su contrario, agarró un puñado de tierra con una mano y se pocisiono como si fuera a lanzarsela -¡Tlaikalilistli! /¡Pelea!/-
-pareces agotada- su contrario le acercó un recipiente con agua -¿sabes español?- preguntó con curiosidad.
-un poco...- respondió dudosa, por su tono de voz y cuerpo comprendio que era una mujer. Ahora bien, podía entender ciertas cosas gracias a la señora Malinche. No movió ni un músculo, no confiaba en el extraño.
-mi nombre es España, ¿cuál es el tuyo?- trató de hacer una conversación amigable.
-Nakalotiloayan Ayamiktlan Tenochtitlán /Territorio Norte De Tenochtitlán/- respondió sin soltar el montón de arena.
España parecía confundida pero sonrió.
-deberéis disculparme pero no comprendo tu dialecto-
Ayamiktlan relajó un poco su pose
-oh...pero...- hablaba tratando que la otra la comprendiera -...fácil-
-pero si es muy difícil-
-no...- para ella era de lo más fácil pues había crecido con el. Miró el recipiente, el líquido sin color ahora brillante gracias a la destellante luz del sol era hipnotizante. Retrocedió sin despegar su vista del objeto.
La tal España dejó el recipiente con agua en la tierra con cuidado y retrocedió, pero Ayamiktlan no se movió de nuevo, se preguntaba, ¿porqué estaba siendo amable con ella?, pero las preguntas más importantes que tenía en su cabeza eran ¿Cómo y Porque habían llegado a allí?.
-¡Norte!- Chile chasqueo los dedos frente a ella.
Ella reaccionó y miró a Chile, ¿qué?, ¿cuándo?, ¿cómo?, se preguntó mentalmente cuando el tricolor con parche la sacó de sus recuerdos. Miró a su alrededor para orientarse de nuevo, se encontraba sentada en una banca, en un parqué. ahora lo recordaba. Llegaron a ése parqué y Chile había visto un puesto de Hot-Dogs o completos, como él los llamaba, y se había ofrecido a ir por algunos.
-ah...- balbuceo atontada. ¿desde cuando estuvo metida en su mundo?, no lo recordaba, sintió como su pecho se hundía de vergüenza.
-¿estás bien?- preguntó preocupado Chile.
-claro, ¿porqué no habría de estarlo?- Miró a otro lado. Chile dejó un pequeño plato de plástico a un lado de ella y él comenzó a comer los suyos.
Tomó unos de los hot-dogs y le dio una mordida y lo paso cuando terminó de masticar. miró a Chile con la intención de iniciar una conversación, pero al ver su manera de comer se olvidó de aquéllo. Puso una expresión de desagrado al verlo masticar con la boca abierta como si fuera una vaca -hay...-
-¿hmmm?- Chile pasó el bocado que pasticaba.
-nada, nada, sólo no tengo apetito- volteó a otro lado. ¿qué manera de comer es ésa?.
-¿queri ir a mi casa para ver una película?-
Norte pensó en su propuesta, por un lado sólo quería llegar a casa y dormir, pero por el otro también quería hacer algo más. Pues no perdía con acompañarlo y podría ser divertido además -está bien, no tengo nada que hacer de todos modos-
Reanudaron su camino llendo está vez a la casa del Chileno, en la caminata Chile inició una pequeña conversación con una pregunta algo extraña para la Mexicana.
-¿vo crei qué mi forma de hablar es irritante?-
Ella lo miró extrañada y respondió con otra pregunta -¿porqué te importa lo qué yo pienso de tu manera de hablar?-
-es que Sur me dijo que...-
-¿qué no usó modismos?- resoplo -si los usó o no, no es asunto de los demás, lo mismo con tigo, si a todos nos preocupara lo que los demás pensarán de nosotros sería estresante-
-¿porqué no los usas?-
-por gusto personal y ya-
-hmm...-
-bien, si ya terminaste con las preguntas entonces sigo yo, ¿porqué te interesa lo qué piense de tu forma de hablar?- levantó una ceja.
-sólo tenía curiosidad-
Norte soltó una risa -¿estarías dispuesto a cambiar tu forma de hablar sólo por mí?-
-...-
-No, por supuesto que no lo harías, y de todos modos eres perfecto así. Preferiría escucharte hablar a ti todo el día que a un mirrey inútil- amplió su sonrisa, Chile desvió la mirada algo ruborizado.
. . .
-y...¿no tienes más preguntas para mi?- preguntó Norte sonriendo mientras miraba la sala. -tal vez...- Respondió Chile distraido.
Ella rio, le hubiera gustado seguir molestando a Chile con las preguntas, pero prefirió esperar a que llegarán a su casa para tomarlo desprevenido.
-podí sentarte- habló Chile apuntando al sillón.
-gracias- se dirigió al sillón con cuidado.
-yo voy a...-
-¿qué más te dijo mi hermano sobre mi?- preguntó derrepente tomando asiento, tenía una sonrisa maliciosa dibujada en su cara.
-amm...- Chile comenzó a recordar algo
-algo sobre leche radioactiva-
Su corazón empezó a palpitar con fuerza de nuevo -...¿así? ¿qué te dijo exactamente?- interrogó sería.
-me dijo que en 1987 aceptaste conscientemente leche radioactiva, pero yo no lo creí-
Norte soltó una carcajada, Chile sonrió y después comenzó a reír pues le causaba cierta gracia la risa de la Mexicana, era de ésas risas de cerdito.
La risa de Norte se apagó poco a poco, pero su sonrisa no se borró -Sur podría ser muchas cosas pero no un fanático de mentir, sólo chismosear- espero a que el tricolor con parche de estrella terminara su momento gracioso.
Tomó aire y continuó -lo que te dijo es verdad, acepté la leche para comercializarla aquí sin importar las consecuencias-
-...-
-estoy empezando a pensar que lo que me está pasando es el karma- suspiró pesadamente -supongo que está bien, viviré con éso...-
Chile no sabía que pensar, el pedestal que tenía sobre ella se había derrumbado de repente. ¿qué otras cosas de las que dijo Sur no serían verdad?
-es mejor que me vaya-
Se puso de pié y caminó hacía la puerta, al pasar por un lado de Chile, esté la tomó del brazo. Norte sin mirarlo dijo -si piensas insultarme te advierto que fui insultada
por un experto-
-¿te arrepientes?-
-por supuesto, pero, ¿de qué sirve qué me arrepienta ahora?, no robé un lápiz o le di un golpe a alguien por error. En venene a millones, el que me arrepienta no cambia nada...- trato de liberarse del agarré del Chileno.
-es enserio debería...¿qué haces?- Chile la abrazó -¿porqué haces esto...?, deberías odiarme-
Él no sabía mucho sobre ella, pero, incluso cuando se enteró de lo sucedido, fue amable, no lo entendía, ¿porqué lo hacía?.
Un pensamiento cruzó por la cabeza de Norte, ¿porqué Chile no había sido su hermano?
2030 palabras.
Dato:
Después del accidente de Chérnobil, la OMS alertó que debía evitarse la compra o venta de productos contaminados por radiación.
Pero a pesar de éso, México compró al gobierno de Irlanda cerca de 40 mil toneladas de leche contaminada.
El producto radioactivo no causó ruido hasta que el embajador de México, Antonio Gonzáles Quintanilla alertó sobre el riesgo a la salud que significaría para los mexicanos, pero fue ignorado.
El producto llego a Veracruz el 13 de junio de 1987.
Ira bb Vaki_animation
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