— B-bueno... Él es Todoroki Shōto, mi profesor de canto...

Todos se le quedaron viendo al bicolor que rogaba por qué su celular sonara anunciando el nombre de su perdición, o sea: Momo.

Lo cual obviamente no sucedió

— Un gusto en conocerlos — dijo el Alfa haciendo una reverencia.

— El gusto es nuestro... ¿No es así Mitsu? — dijo la dulce peliverde viendo a su prometida.

— Sí, supongo... — contestó la rubia escaneando al Alfa — Pero bueno, entremos. El desayuno nos espera.

— ¿Este bastardo va a entrar? — preguntó el Omega rubio — Tenemos algo de que hablar... — escaneó al bicolor de arriba a abajo — y es privado.

— No hay nada de que hablar y Todoroki-san va a entrar. — dijo el pecoso enfrentando a su hermanastro. — Te guste o no.

— Si es un mal momento, puede posponerse la invitación... No tengo problema — habló Todoroki sintiéndose un tanto incómodo. — bueno sí es que la invitación todavía está vigente — se rascó la nuca un tanto nervioso.

— ¡De ninguna manera!, Yo te invite así que por favor acepta el desayuno... — dijo la peliverde — Y Katsuki ya hablamos de esto.

El mencionado chasqueando la lengua se adentro a su hogar ignorando los gritos de su madre pidiendo que mostrará un poco de maldito respeto por qué era su puto maestro.

— Bueno, Kirishima-san — dijo Midoriya en un tono frío haciendo que el mencionado bajara la mirada — Espero que le vaya bien de regreso a casa, después le daré unos papeles que solicito la agencia y una nueva letra que escribí.

Todoroki no paso desapercibido el temblor que se escuchaba en el habla de Midoriya y el hecho de que casi estuviera enterrando sus uñas en las palmas de sus manos, le hizo preocuparse.

El estómago del pelirrojo gruñó pidiendo alimento y el peliverde hizo una mueca triste.

— Kirishima... ¿Podemos hablar? — dijo el peliverde con la voz un tanto rota pero no lo suficiente para que sus madres se dieran cuenta de ello. Aunque un bicolor si captó ese tono de voz.

— De acuerdo. — contestó el de dientes filosos.

— Todoroki-san... ¿Podría esperarme adentro? — preguntó el pecoso.

— ... Claro. — respondió el bicolor después de unos segundos, siguiendo a ambas féminas que le indicaron por dónde ir.

Cuando ambos estuvieron solos, Midoriya bajo su mirada sintiendo como sus ojos querían llorar nuevamente aunque estaba seguro que ya no tenía lágrimas.

— ¿Desde cuándo? — fue lo primero que preguntó.

Kirishima no respondió, en su lugar quiso darse la vuelta y no encarar su error.

— ¡Maldición Kirishima! ¡Te estoy hablando!

— Dos años. — dijo casi inmediatamente.

Midoriya soltó una risa frustrada, las lágrimas en sus ojos habían comenzado a salir en algún momento y ahora no podía retenerlas.

— Izu... Yo-

— Midoriya... — corrigió el Omega — No hay más "Izu" para ti... Suena asqueroso cuando lo dices con ese tono de voz lastimero.

— Lo siento. — dijo el pelirrojo enterrando sus uñas en sus manos.

Nuevamente se quedaron en silencio viendo el suelo como si fuera lo más interesante del mundo y es que ahora el ver a una hormiga cargar quien sabe que cosa era mejor que verse a los ojos.

— No voy a despedirte. — comentó el peliverde.

— ¿Q-qué?... ¿P-por que?

— No puedo hacerlo... Has estado conmigo desde que inicie y estoy acostumbrado a ti.

— Pero Iz- Midoriya... Yo te lastimé de la peor manera.

— Estoy hablando de trabajo... De ahora en adelante nuestra única relacion será Ídol/Manager... Lo que sucedió es punto y aparte de un trabajo.

— Entiendo... Gracias por la oportunidad — el pelirrojo dio una reverencia hacia el peliverde.

"Agradece a mi corazón de pollo, idiota... " Pensó el peliverde.

— Como sea... ¿Entramos? — comentó Midoriya con un tono más frío.

— Después de ti  — respondió el pelirrojo esperando a que el Omega diera unos cuantos pasos antes de que él a avanzara.

Cuando entraron, Midoriya fue a sentarse a un lado del bicolor que se notaba un tanto nervioso por qué la rubia no dejaba de verlo como si estuviera escaneandolo.

La peliverde se levantó y Todoroki le imitó dejando a Izuku a media plática ya que sus padres siempre le inculcaron que: "Cuando una mujer se levante de la mesa, por respeto levantate tú y ofrece tu ayuda"

— ¿Gusta que le ayude en algo, señora Midoriya? — preguntó el Bicolor.

— No es necesario, cariño... Puedes sentarte, Izu — llamó la atención de su hijo — Ayudame con esto por favor.

— Sí mamá.

— Señora Midoriya, insisto...

— Que chico tan educado... Pero enserio no es mucho así que por favor siéntate y siéntete como en casa — contestó la peliverde sonriendole dulcemente al bicolor que correspondió su gesto con una ligera sonrisa.

El pecoso le dio una sonrisa al Alfa antes de irse detrás de su mamá para llegar a la cocina.

Inko e Izuku sacaron el pollo que hizo la primera cómo desayuno especial para agradecerle al bicolor que llevo a salvo a su pequeño.

— Es un buen chico ¿No crees Izu? — habló la peliverde.

— Sí... Es alguien bueno. — respondió el de rizos.

— Y es guapo.

— Sí... Muy guapo.

— Me gusta para yerno — comentó la peliverde haciendo que su hijo se sonrojara.

— ¡M-mamá! — gritó el pecoso cubriendo su rostro con sus manos. — Creo que tiene pareja, una profesora salió de su habitación anoche y me pareció escuchar que se despidieron de beso.  — inconscientemente hizo un puchero mientras narraba, aunque su gesto decayó en un momento — Aparte acabo de terminar con él... Quiero un momento para mí.

— Tienes razón, estuviste con él desde tus quince años... No sabes lo que es la soltería... Disfruta tu edad pero tampoco exageres por qué no quiero morir de la preocupación como ayer.

El Omega soltó una risita amarga y asintió con la cabeza mientras cargaba la bandeja donde estaba el pollo para llevarlo a la mesa donde todos estaban en silencio.

Todoroki se puso nuevamente de pie cuando ambos Midoriya estuvieron cerca y esperó pacientemente a que se sentarán par el también hacerlo.

— Todoroki-kun — habló la peliverde — ¿Por qué te levantas?

El bicolor se sonrojó y rascó su mejilla buscando la respuesta

— Lo que sucede es que mis padres me enseñaron el protocolo social, incluyendo el hecho de que cuando una mujer se levante de la mesa debo hacerlo yo también por educación... Lamento si le es incómodo pero ya lo hago por mero impulso y costumbre.

— ¡Que varonil eres Todoroki! — comentó el pelirrojo llamando la atención de todos.

— Amm... ¿Gracias?, Supongo.

— ¡Pero bueno, comamos que el desayuno se enfría! — volvió a hablar la peliverde haciendo que todos asintieran.

Cómo era costumbre, nadie agradeció por los alimentos y comenzaron a comer menos Todoroki y Midoriya quienes si lo hicieron. Sorprendiéndose de las acciones del último, todos voltearon a verlo algo extrañado en especial Kirishima.

Durante la comida nadie hablo, únicamente se escuchaba el golpeteo del tenedor y cuchillo que utilizaban para desayunar.

Todoroki solo quería irse a casa, el ambiente se sentía muy tenso y ni siquiera Inko podía sacarle la conversación a su prometida que solo asentía o negaba con la cabeza.

— Mamá... Les dije que quería hablar con ustedes. — dijo el peliverde después de un largo silencio.

— Lo recuerdo — comentó la rubia dejando a un lado sus cubiertos — ¿Qué quieres decirnos?

— Lamento la interrupción... Yo me pasó a retirar, parece que hablarán de algo delicado y familiar... Así que si me disculpan. — dijo el bicolor apunto de levantarse.

— Quédese... — dijo Midoriya tomando inconscientemente el brazo del mayor. — Por favor.

Shōto iba a negar pero al ver los ojos de Midoriya que le imploraban quedarse, solo decidió volverse a acomodar en la silla y asentir con la cabeza.

— Me haré de oídos sordos, así que hablen en confianza. — comentó el bicolor bajando su cabeza decidiendo pensar en cualquier cosa y no poner atención a lo que pasaba a su alrededor

Midoriya se relajó considerablemente aunque eso no evitó que siguiera abrazando el brazo de Todoroki que pronto... Muy pronto tendía un paro cardíaco. "Jamas me volvere a lavar el brazo" pensó al sentir como Midoriya se apoyaba en su hombro, sabía que no era momento de pensar eso pero ¡Era inevitable! ¡Su amor imposible le estaba abrazando!

— Quiero vivir un tiempo con papá... — todos se quedaron en silencio incluyendo al perro del vecino que no había dejado de aullar. — No es por ninguna de ustedes — volteó a ver a ambas féminas que lo miraban, una con lágrimas en los ojos y otra con un gesto muy sorprendido — Solo serán unas semanas... No puedo seguir en esta casa.

— Estoy más que seguro que es por lo que pasó, así que creo que quien debería irse sería yo. — dijo Bakugo en un tono agobiante — Un cambio de aires no me-

— ¡No! — interrumpió el peliverde — Bueno si quieres irte está bien, pero yo quiero irme con papá.

— Iz- Midoriya — habló Kirishima — la casa del señor Hisashi queda más lejos que aquí... ¿Dejaras la escuela?

— No...

— ¿Quieres que te consiga un departamento? — habló Inko con la voz rota. — como dijo Kirishima, la casa de tu padre está muy lejos y no alcanzarias a llegar a la escuela.

— Me gusta la idea, aparte hoy en la mañana supe que el edificio de enfrente de donde vive Todoroki-san es únicamente de omegas y betas... Aparte ahí vive Denki.

El celular de Todoroki comenzó a sonar quien se sobresalto en su lugar, sacando el dichoso aparato que milagrosamente seguía con el tono "no fan de Deku"

"Touya precioso"

"Ese idiota de puso un nombre ridículo, ni es tan guapo" pensó el bicolor antes de dirigir su vista a todos.

— Lamento eso, debo contestar... — se iba a levantar pero nuevamente el agarre de Midoriya se afianzó a su brazo sintiendo como pronto tendría un ataque de ternura. — Joven Midoriya... No tardaré.

El celular del mayor dejo de sonar pero enseguida volvieron a marcar.

— Midoriya, deja que Todoroki vaya a contestar — habló Kirishima intentando agarrar al peliverde.

— ¡No me toques con tus asquerosas manos! — gritó Midoriya enterrando sus uñas en el brazo de Todoroki quien gruñó por el dolor. — N-no me toques...

El de ojos impares no supo si fue por impuso de su Alfa o por el dolor que le causaron las uñas del pecoso pero comenzó a soltar feromonas tratando de calmar al Omega peliverde que frotó su nariz en el brazo del mayor ronroneando.

Todoroki mandó un mensaje a su hermano diciendo que en un momento le devolvía la llamada ya que tenía algo importante que resolver.

— Midoriya... Debo atender esta llamada...

El más bajo negó con la cabeza, ¿Esta siendo egoísta al querer únicamente la atención del Alfa? Tal vez sí, pero se sentía tan seguro a un lado de él que le era casi imposible el separarse de él.

— ¿Me acompañas a contestar? — preguntó Todoroki llamando la atención de Midoriya quien volteó a verlo con los ojos llorosos y asintió con la cabeza. — Yo amm... Estaremos afuera.

— No me des explicaciones hijo, salgan y gracias por calmarlo... — dijo la peliverde limpiando sus lágrimas.

Ambos se levantaron de la mesa y salieron de la casa donde se sentaron en unas sillas que habían en el patio.

Todoroki suspiró y marcó a su hermano.

En la llamada:

— Todoroki Shōto, ¿Dónde estás? Necesito mi carro en este preciso momento... Debo ir por... Keigo.

— Hermano, no creo poder llevártelo ahora... Estoy en una situación algo complicada — volteó a ver a Izuku quien seguía con la mirada baja, agarrando su brazo

— Oh~... ¿Estás una linda Alfa? ¿O lindo? — dijo a través de la línea siendo escuchado por ambos.

— No es eso. — respondió secamente.

— Oh~... ¿Tambien te vas a revelar ante nuestros padres y vas a salir con un Omega? ¡Muy bien enano te apoyo!

— Touya que no es eso... — suspiró cansado — ¿Te lo puedo llevar más tarde?

— Todoroki-san... Si tiene que irse, lo entiendo. — habló Midoriya llamando la atención del bicolor y a la persona detrás de la línea.

— Oh tiene linda voz... ¿No es el cantante que-

Todoroki fingió un ataque de tos tratando que Midoriya no escuchará lo que dijo su hermano y cuando se calmó siguió con su plática con su hermano.

— Si así es, es el Ídol Deku... Mi alumno — recalcó esa última frase.

Escuchó la risa de su hermano quien seguramente no dejaría de hacerle burla y cuestionarle de todo cuando lo viera.

— No quiero interrumpirlos pero enserio necesito mi coche. — dijo Touya un poco más apenado.

Midoriya asintió con la cabeza viendo al Alfa que suspiró algo frustrado.

— Entiendo... Voy para allá.

— Gracias enano, nos vemos ahorita

Fin de la llamada.

— Lo siento, es que mi hermano debe ir por su pareja al aeropuerto.

El peliverde negó con la cabeza con una sonrisa algo triste.

— No tiene que disculparse... De cualquier modo gracias por lo de hace rato...

Todoroki le restó importancia y caminó al lado de Midoriya para entrar a la casa donde todos estaban planeando la siguiente mudanza del peliverde.

— Debo retirarme... Mi hermano me marcó por una urgencia y debo ir. — hizo una reverencia — Gracias por la invitación.

Inko se levantó y caminó hacia el bicolor que le dedico una mirada algo enternecedora.

— Gracias a ti... Enserio no sé cómo agradecerte lo que hiciste por mí... Me trajiste a mi pequeño sano y salvo tal y como lo prometiste.

— Un hombre siempre cumple sus promesas ¿No es así? — comentó Todoroki con una ligera sonrisa.

— Muy varonil — susurró Kirishima.

— Exacto, él si es muy varonil... No como tú — escupió como veneno el peliverde.

Todos guardaron silencio hasta que Inko nuevamente agradeció por las molestias y después de una despedida y una nueva invitación, salió del hogar siendo acompañado del peliverde.

— Muchas gracias, Todoroki-san... Fue de mucha ayuda para mí y lamento si lo incomode en algún momento.

— No tienes que disculparte, tendrás tus razones ¿No es así? — Midoriya asintió con la cabeza — Te dije que cuando no estuvieramos en la escuela soy cualquier cosa menos tu profesor... Y eso aplica para todos mis alumnos así que si quieres puedo ser tu amigo.

Los ojos de Midoriya brillaron y por primera vez en la noche anterior y toda esa mañana, vio la primera sonrisa sincera de aquel pecoso.

— Me encantaría ser su amigo... Muchas gracias. — dijo el de ojos color jade jugando con el borde de la playera que traía bajo un suéter que no le pertenecía. — A-ah, la ropa

— No tienes que devolverla... Puedes tirarla o venderla... Lo que tú quieras así que no te preocupes por eso.

— S-sí... Gracias Todoroki-san

— ¿No crees que ahora que somos amigos es mejor que dejemos las etiquetas fuera de la escuela? Puedes hablarme cómodamente... Me siento viejo cuando me hablan de "usted"

Midoriya soltó una risita y asintió con la cabeza

— Gracias por todo Todoroki... Nos vemos el martes en la escuela.

— Nos vemos Midoriya y cualquier cosa que necesites, sabes cuál es mi casa que también es tuya.

— Gracias...