Fui a la farmacia para comprar un test de embarazo para Valen, se tenía que sacar la duda.

—¿A donde fuiste? — al llegar me encuentro con Chris solo en bóxer y con su cabello revuelto.

— A dar una vuelta, —le respondí algo nerviosa. No quería que se entere que fui a comprar un test para Valen. — ¿Tú que haces así? — solté una risa.

— Se me parte la cabeza, vine a buscar una pastilla para el dolor.

— Eso te pasa por tomar tanto. — escondí la cajita del test en mí bolsillo del pantalón. Me acerqué a él.

— Entonces, — me agarró de la cintura acercándome a él. —¿Ya estamos bien?  Digo, por lo que pasó ayer.

— No lo sé, Chris. — toqué su pecho. — Yo no puedo estar alejada de ti, no lo soportaría.

— Tampoco yo, hermosa. — depositó un beso en la comisura de mis labios. — Ahora soy otro, jamás te lastimaría. — yo sonreí y besé sus labios, el comenzó a bajar sus manos hasta llegar a mis nalgas, se detuvo. — ¿Que es esto?

¡Ay no! Me había olvidado que tenía el test en mí bolsillo.

Sacó la cajita de dónde estaba y me miró con el ceño fruncido.

—¿Estás embarazada, Amber? — sonrió.

¡Espera! ¿Acaso él acababa de sonreír?  ¿Le había gustado la idea de tener un bebé? Pero hace un tiempo me había dicho que no quería a esta edad, ¿Será que había cambiado de opinión respecto a eso?

Me encantaría ser mamá, siempre soñé con serlo, y más sí él sería el padre de mis hijos, pero siento que todavía falta para que llegue ese momento. Soy muy chica, de verdad me encantaría, pero lleva mucha responsabilidad. Primero quiero estudiar, eso ahora está en mí cabeza.

—¡Amor! — soltó una carcajada sacándome de mis pensamientos. —¿Estás embarazada? — volvió a repetir.

— Eh, — miré hacia las escaleras dónde se encontraba Valen, juntó las manos y me miró diciéndome con la mirada que no le diga nada. — No lo sé.

—¿Cómo que no sabes? — volví a mirar a Valen.

— Tengo un atraso, por eso compré el test. — sonreí nerviosa. — Estoy muy segura de que no, pero quería intentar. — apreté los dientes formando una falsa sonrisa.

— ¿Te acompaño? — besó mí frente.

— No, me pongo nerviosa y capaz no pueda hacer pipí si estás tú.

Odiaba mentirle a Chris, pero Valen me lo había pedido, me había pedido que no le diga nada, aunque no me guste mentirle, tenía que hacerlo, para cubrir a Valen.

— Está bien. — se acercó a mí y beso mis labios con una sonrisa, ¡Es que no puede ser tan perfecto este hombre! Me volvía loca de todas las formas posibles, y cuando lo escuchaba reír sentía algo tan lindo dentro mío.

Lo besé por última vez y subí las escaleras dirigiéndome a la habitación de Valentina, donde se encontraba ella con cara de preocupación, estaba nerviosa. La entiendo, yo también lo estaría en su lugar.

— Que sea lo que Dios quiera. — agarré la cajita y se la mostré.

— Estoy nerviosa, Amber, ¿Y si me da positivo? No sé que le diría a mí padre, y peor aún, ¿Que le diría a Erick? Estoy muy segura de que si estoy embarazada de él no es, sino del imbécil de Julián. No me lo perdonaría nunca.

— Anda, sácate la duda. — le di el test y se metió al baño.

Minutos después salió.

—¿Que pasó? — pregunté preocupada.

— No lo sé, ya hice pero, ¡No dice nada! — exclamó nerviosa.

— Tienes que esperar, Valen. — me reí ante su expresión.

Esperamos un minutos más.

— Entra tú y fíjate, yo no podría. — comenzó a jugar con sus manos.

Entré mal baño y ahí se encontraba el test, me acerqué y lo tomé.

—¿Que dice?

—¡Mierda, Valen! ¡No estás preparada!