Primer encuentro
- Liz mejor no - decía Asuna mirándola muy nerviosa - se darán cuenta que ni pasó los 17 - intentaba volver hacia atrás
- Te he dicho que no habrá problemas - jalaba a su amiga - sólo bailaremos un rato - la miró suplicante - dijiste que me acompañarías
- Está bien - dijo cediendo siendo llevada
En otro lugar
- No entiendo cómo pudiste convencerme - se quejó Kazuto apoyado a la ventana - en esas fiestas sólo van niños - lo miró aburrido - espera, espera - volteó su rostro - ¿tu nueva chica es más joven que tú?
- No - dijo tratando se esquivar la mirada acusadora de su amigo - tiene 18 - alzó las manos por unos segundos – es que es muy linda
- Tienes 26 Klein - chocó la palma de su mano con su frente - ¿No es algo joven para ti? – lo miro inexpresivo
- Soy joven también - se quejó observando el camino - tu eres el que actúa como viejo teniendo 25 - lo miró desganado - aprovecha tu juventud amigo – le dio un par de palmadas en el hombro.
Primer vista.
Liz y Asuna llegaron al bar donde se realizaría la fiesta, se quedaron paradas cerca de la entrada esperando al novio de Liz y aun así podía oírse el sonido música a un muy alto volumen, aquel lugar estaba lleno de universitarios sobre todo los de primer año, la ojos color miel miró sorprendida la infraestructura del local, se notaba mucho movimiento de personas por la zona y luego vio cómo su amiga salió corriendo hacia un taxi del cual bajo Klein junto con otro chico de cabellos oscuros, ella miró como su amiga le daba un beso en los labioa de su novio y por inercia desvío la mirada encontrándose con la mirada de su amigo el cual sonreía incómodo mientras se acercaba a ella.
- Mucho gusto mi nombre es Asuna – saludó con una sonrisa incomoda, haciendo la reverencia agachando la mirada
- Mi nombre es Kazuto – sonrió haciendo lo mismo, aprovechando esa oportunidad para observarla por completo, comenzando por sus infinitas piernas desnudas debido a que llevaba una falda un poco corta y sus firmes muslos, continuando su vista por una cintura delgada, topándose con unos bustos de buen tamaño y terminado su recorrido con un rostro muy fino quedando en evidencian lo hermosa que era – soy amigo de Klein
Asuna observó disimuladamente cada gesto de él, llegando a la conclusión que Kazuto era mayor aunque su rostro no era lo que lo ponía en evidencia sino la actitud de como se comportaba, pero para el parecer de Kazuto, Asuna tenía una apariencia un poco madura ni sospechaba de su edad y así los cuatros luego de saludarse entraron al local sin problemas al ser Klein conocido en el lugar, al entrar llegaron a su mesa y se pusieron a jugar consumiendo poco a poco bebidas alcohólicas festejando el cumpleaños de Klein.
- Liz vamos a bailar – pidió Klein dejando su vaso sobre la mesa - ¿Quieres? – la miró con dulzura
- Claro que si – se levantó acomodándose el vestido dejando su bebida – lo siento Asu – se disculpó tomando el brazo de su novio
- Descuida – negó fervientemente con las manos – disfrútalo – le sonrió bebiendo un gran sorbo de cerveza cuando se dio cuenta que habían quedado ellos dos solos.
Se formó un silencio incomodo entre ellos, Asuna no sabía que temas tocar con él para generar una charla, ella no dejaba de mirarlo de reojo un poco nerviosa mientras movía su cabeza al ritmo de la música.
- Bailemos – dijo Kazuto tomando en seco toda su bebida
- Claro – dijo Asuna terminando su cerveza
Kazuto la guió hasta el centro de la pista, estaban cara a cara y sus cuerpos comenzaron a moverse al compás de la música, Asuna levantaba sus manos sintiendo el ritmo sobre sus caderas, era una muy buena bailarina, sus pies llevaban el ritmo de las canciones que salían, entre tanto Kazuto al no ser muy buen bailarín daba todo su esfuerzo, sin embargo este no dejaba de ver como se movía el cuerpo de ésta disfrutándo la vista, cada vez sus cuerpos se rozaban más debido a que el lugar se estaba llenando.
- ¿Estudias lo mismo que Klein? – preguntó Asuna contra el oído de él continuando con su danza moviendo sus hombros y éste asintió con la cabeza – ¿Qué opinas sobre el resultado de la última investigación del doctor Akihiko Kayaba?
- Será, bueno es un gran avance en la tecnología de los juegos tipo VRMMORPG – le respondió mirándola un poco sorprendido - ¿No sabía que te gustaban los videojuegos?
- Es una pasión que oculto – rió giñandole un ojo – ya quiero que el prototipo beta de ese juego salga a la venta, según lo mostrado será algo épico – lo miró emocionada – imagina la cantidad de dinero invertido y sobre todo los problemas legales por lo que tuvo que pasar para que aprobaran su proyecto
- Claro que lo será épico – se acercó más a ella – es el primer juego de inmersión total, aunque en su versión beta solo vendan 1000
- Son muy pocos, espero llegar a obtenerlo – dijo rascándose la nuca nerviosa - aunque me parece algo muy lindo que lo haya creado para su hija – le comenta – hace un par de días salió su esposa Rinko Koujiro en una entrevista para la promoción del juego diciendo lo feliz que estaba por el resultado positivo en la investigación de su maridoy ella.
- Cierto ella también participó en la investigación y creación del juego – movía su torso - sinceramente espero que funcioné con su pequeña hija – la miró con el rostro un poco neutro – debe ser duro tener a una hija en ese estado, yo pensé que él se retiraría para cuidar de su hija
- Fue un terrible accidente lo que le pasó – lo tomó de la cintura – que su hija quedara en coma a los 6 años es muy triste, aunque ahora creo que ella debe tener unos 10 años
- Pero con ese juego ella tal vez logre recuperar la conciencia – dijo tocándole el hombro animándola – dicen que ese mundo contará con 100 niveles
- Eso sí es maravilloso – juntó sus manos emocionada - ya estoy lista para hacer cola – rio apartándose un poco dándose la vuelta
- Espero que cumpla con las expectativas dadas – dijo observando como su largo cabello que le llegaba hasta más de la mitad de su espalda se movía
- No eres tan aburrido como pensé – dijo riéndose – Kazuto – susurró mientras acercaba su trasero a la pelvis de este
- Y tu resultaste ser más interesante – habló cerca de su oído tomándola de sus caderas con firmeza – no eres como los demás
- ¿Los demás? – le preguntó confundida – a que te refieres – lo miró de reojo girando su cuellos
Primer contacto.
- Las personas de tu edad dan charlas vacías – le dio la vuelta – tu eres inteligente, linda – la tomó de la barbilla – sabes mucho – dijo de manera seductora – debes ser una buena alumna – la miró a los ojos – me gustan las chicas como tú – miró sus labios – Asuna – rozó tenuemente sus labios sintiendo la respiración de ésta – me gustas – la besó sobre sus labios que se encontraban cerrados - ¿Yo te gusto? – le preguntó alejándose un poco para verla a la cara
- Me atraes – le respondió – solo que no me esperaba que yo a ti te guste – miró sus labios deseosa sintiendo como los latidos de su corazón iban en aumento – tal vez solo sea el efecto del alcohol pero... - el no dejo terminar su frase debido a que tomó posesión nuevamente sus labios, aunque esta vez introdujo su lengua en el interior con afán de explorar y sentirla.
Su lengua acariciaba la suya desatando un millón de sensaciones que hacia subir la temperatura de sus cuerpos, sus labios se movían de arriba hacia abajo mientras que las manos de Kazuto fueron descendiendo hasta sus glúteos, los cuales acaricio ansioso. Asuna enredó sus brazos alrededor de su cuello entre tanto sus dedos agarraron con un poco de fuerza sus cabellos acercándolo más a ella.
- Kazuto – susurró cortando el besó – yo... - sus labios estaban entre abiertos uniéndolos un delgado hilo de saliva, tenía la mirada un poco perdida por el juego de luces que había en la pista, su respiración era irregular, se sentía un poco mareada.
- Ven conmigo – le dijo tomándola de la mano haciéndose camino entre las personas que estaban bailando, pasaron al lado de los baños donde pudieron observar como Klein y Liz estaban entrando al baño de mujeres, Asuna los miró confundida y este solo sonrió de lado continuando su camino hasta llegar a un lugar un poco más apartado apoyándose en las paredes ya que el también había sufrido de los efectos del alcohol, estaba un poco mareado – aquí nadie nos interrumpirá – la llevó a la parte de atrás de la pista de baile, la música aun sonaba con fuerza – Asuna – la besó contra la pared quedando cerca de una puerta – entremos – abrió la puerta entrando ella primero a una habitación oscura – espera que encenderé la luz – buscó con sus manos el interruptor sobre la pared – aquí estas – dijo con una sonrisa cuando una luz muy suave iluminó un poco el lugar que resultó ser un depósito de materiales de limpieza.
Ambos se observaron mutuamente sus miradas estaban perdidas y distantes, pero aun así se acercaron hundiéndose en un beso más necesitado, debido a las caricias que se brindaban el uno al otro el calor de sus cuerpos se hacía insoportable por lo que Kazuto la miró con fogosidad cuando le quitaba la camiseta que traía puesta dejando al descubierto su top deportivo y su delgada cintura, ella lo miró agitada pensando en que debía detenerse.
- Kazuto yo – murmuraba entre beso – debo detenerme, no debo hacer esto, no debo – volvió a besarla - no puedo separarme esos labios son tan adictivos – sus miradas se cruzaron fugazmente – tus besos saben muy bien, esto es excitante – le susurró riéndose mientras sacudía su cabeza – sentir su cuerpo, sus manos tocándome, no quiero que se detenga, quiero que sigas – besa su clavícula comenzando a tocar con sus manos por encima de su prenda – sigue, sigue – pensaba estando contra la pared sintiendo como la música retumbada en el interior, lo vuelve a besar en la boca y él mete sus manos por debajo de su top – no debo hacer esto, no debo hacerlo – lo mira mientras este le quita su top tirándolo al piso – no, no ¿Así será mi primera vez? En una habitación de servicio dentro de un bar – tensó su cuerpo Kazuto la observa a los ojos y ve que está nerviosa.
- ¿Voy muy rápido para ti? – se aleja de ella – lo siento – la mira – pensé que estabas lista
- Lo estoy – dice con rapidez – solo que – observa a su alrededor – no es un lugar muy cómodo – se muerde el labio – si se entera que nunca lo he hecho seguramente se burlará de mi – baja la mirada – nunca lo he hecho, en un lugar como este – dice bajando el tono de su voz
- Por un momento pensé que eras virgen – rió apartando su rostro – y tranquila – se acercó nuevamente – yo te guiaré
La besó tomando su rostro entre sus manos e introdujo su lengua obligando a que ella también lo bese con la misma intensidad sus manos resbalaban sobre ella con mucha pasión hasta llegar a abdomen donde pasó por debajo de su prenda para tocar su intimidad, llenándolo pensamientos de culpa mientras sentía aquel húmeda y pegajosa sustancia salir de la entrepierna de aquella muchacha que acababa de conocer. Sabía que esta no era la manera correcta de hacerlo, al menos no con ella, porque daba a perecer que merecía un mejor lugar, pero tenía muy en cuenta que si no lo hacía ahora no tendría una nueva oportunidad para poder hacerlo con ella otra vez, Kazuto en estos momentos daba la apariencia de ser un sujeto extrovertido, atrevido y seguro, sin embargo no lo era más que lo contrario, el apenas salía de su habitación, iba a la universidad y otra vez a su casa, su único, pero fiel amigo Klein lo entendía y convencía para ir a socializar. Y ahora que estaba casi ebrio tenía el valor que no tendría estando sobrio para socializar y hablar con las chicas, se cuestionó desde que la vio por primera vez cuando bajo del taxi de que hablarían, por lo que esta noche había bebido demasiado para reunir el suficiente coraje para invitarla a bailar, coraje que envidiaba de su buen amigo, al verla semi desnuda se armó de valor para hacerla suya, ya que él no tenía mucha experiencia en el campo.
Primera vez.
La alzo obligando a que esta enrede sus piernas alrededor de sus caderas para no caerse, este deslizaba sus manos por sus muslos hasta topar aquella prenda que se encontraba al final, saco un pequeño sobre de su bolsillo trasero y se bajó su pantalón dejando al descubierto su miembro ya erecto y acercó su intimidad a la suya rozándolas de tal manera que podía sentir como cierta humedad en la intimidad de ella se había incrementado, con su mano estimulaba su zona ingresando en su interior 2 dedos, Asuna se mordía con fuerza su labio para evitar hacer algún ruido. Él bajo a Asuna para quitarle sus bragas y colocarse el preservativo, tomó su pierna derecha y la alzó, lubricó su miembro con la entrada de esta y la penetró ansioso siendo recibido por un interior muy estrecho, que casi lo obligaba a venirse en ese mismo instante – eres muy estrecha – le dijo contra su oído – casi me vengo – susurró sintiendo como el flujo de su excitada intimidad llenaba su cuerpo, haciéndole desear penetrarla a cada segundo que pasaba, para mayor comodidad suya la volvió a levantar y la penetraba con fuerza – Asuna – sonrió ladeante al ver como sus deseos de ella no hacían más que aumentar, lo cual lo comenzó descontrolar haciendo que la penetre con brusquedad cosa que Asuna no estaba disfrutando.
- No se supone que esto debe ser placentero – pensaba mientras sus ojos cada vez se aguaban más – yo no lo siento así – Kazuto se encontraba un poco perdido entre sus pensamiento mientras la penetraba con mayor fuerza – me lastima, quiero que pare – lágrimas caían de sus ojos resbalando sobre sus mejillas – me duele – secó sus lágrimas con su muñeca – debo decirle – se apoyó con sus manos contra la pared – muy fuerte – susurró formando puños con sus manos – Kazuto lo estás haciendo muy fuerte – dijo tocando su pecho, pero este parecía no escucharla – me lastimas – lo alejó con un poco de fuerza viéndolo un poco asustada
- Perdón preciosa – la miró aún, pero jadeante preocupado – no quería lastimarte, lo lamento – la apoyó contra la esquina para besarla con lentitud, dándole de esta manera la señal de que él también quería que ella lo disfrute – si voy muy rápido me dices – besó su mejilla – yo también quiero complacerte – la sostuvo nuevamente de sus glúteos y la comenzó a penetrar con lentitud la miraba a los ojos y observó como sus pupilas estaban dilatadas, miró nuevamente sus senos y requiriendo de todo su auto control para realizarlo con calma, los apretaba con cuidado para no lastimarla, movía su pelvis de atrás hacia delante apoyando su cabeza en el hombro derecho de Asuna la cual ya se estaba acostumbrando a tener al miembro de Kazuto en su interior y por primera vez comenzó a disfrutar la sensación que le producía como este se hacía campo en su interior, era una efecto que antes nunca había logrado experimentar.
- No puedo creer que lo esté... - sintió como este había tocado fondo – Ah – gimió Asuna para luego taparse la boca con su mano – lo siento – lo miró avergonzada
- No me importa – pellizcó su pezón sacando su miembro – nadie nos escuchará – introdujo su lengua en la boca de Asuna jugando con la suya, mostrando que él era el que dominaba la situación – además – la penetró de una sola estocada – déjame oír tu voz – habló sintiendo como las uñas de esta eran ligeramente clavadas en su hombro, rió de medio lado – es demasiado estrecha ¿Será que me mintió? – ella buscó su rostro y lo besó con necesidad – no lo creo – las luces del lugar comenzaron a parpadear dificultando su vista de ella, la bajó y la colocó de espaldas levantó su falda buscando con su miembro su entrada para introducirlo nuevamente.
Asuna para amortiguar la fuerza ejercida por éste puso sus brazos contra la pared sintiendo otra vez un poco de dolor por la nueva posición, pero que con el tiempo iba desapareciendo dejando una sensación mezclada entre dolor y placer. Ella giró su rostro para verlo de reojo y así los ojos de ambos se encontraron fugazmente para continuar con las embestidas, este para poder darle una mejor sensación a Asuna le hizo arquear su espalda al apresar sus senos con sus palmas mientras la embestía contra la pared, soltando gemidos que cada vez se hacían un poco más agudos, ambos comenzaron a moverse con sincronía, él observaba como el rostro de la chica se volvía más placentero, ella cerró sus ojos concentrándose en sentir aquella profunda y ahora placida sensación. Kazuto también los cerró, pensando en lo bien que se sentía en tomarla, los gemidos subieron de tono, las embestidas eran más precisas, ya estaban al borde del clímax, este elevó un poco más sus caderas y terminó en su interior, volviéndose todo oscuro, la música había dejado de oírse.
- ¿Qué pasó? – preguntó Asuna jadeante buscándolo – no veo nada – enderezó su postura
- Se fue la luz – respondió buscando sus pantalones – busca tu celular – al encontrar sus pantalones se retiró el preservativo dejándolo en el suelo para colocarse sus prendas – ¿necesitas ayuda?
- No – respondió colocándose sus bragas – bueno necesito un poco de luz – pidió al no encontrar su camiseta – este encendió la linterna de su móvil y observó como esta se ponía su ropa – vamos a ver qué pasa – dijo al terminar de cambiarse
Ambos salieron y observaron como todos iban desalojando el interior, Kazuto le envió un mensaje a su amigo diciéndole que se encontrarían afuera, los dos caminaron en silencio hasta el punto de encuentro.
- Asuna – gritó Liz preocupada abrazando a su amiga – hubo un corte y me asuste al no encontrarte en nuestra mesa – la miró asustada - ¿Estas bien?
- Si – respondió Asuna mareada – fui a bailar y luego pasó esto – señaló a Kazuto – estaba con el cuándo pasó – sonrió de lado – no me estoy sintiendo muy bien Liz – abrazó a su amiga apoyándose en ella
- Asu – susurró al sentir su peso sobre ella – bebiste demasiado – miró a su novio - ¿Puedes buscar un taxi?
- Claro – dijo sacando su móvil – buenas noches me puede mandar por favor 2 taxis a la dirección ...
Primer adiós.
Kazuto vio como ésta subía a un taxi con su amiga, se despidieron con rapidez mientras cerraban las puertas del auto, Asuna lo observó por un par de segundo y se marcharon. Al llegar ambas a la casa de Liz subieron directamente a su habitación, muy cansadas y algo mareadas.
- Liz puedo usar tu ducha – pidió a su amiga que estaba tirada sobre su cama casi medio dormida
- Adelante – respondió con la voz apagada quedándose dormida
Asuna se había quitado sus prendas con un poco de dificultad, pero se alarmó al ver grandes gotas sangre sobre sus bragas – rayos – susurró al ver que alrededor de su entre pierna habían rastros de sangre – que vergüenza – se cubrió con sus manos su rostro...
En otro lugar Kazuto estaba a punto de ducharse cuando observó que en la raíz de su pene se encontraban rastros de sangre – me mintió – golpeó su cabeza contra la pared de su ducha con suavidad – era virgen – se lamentó
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Varios días después Asuna ahora se encontraba en clases, tenía una mirada perdida no podía dejar de pensar en lo que pasó el fin de semana pasado – Kazuto – susurró tocándose los labios mientras observaba por la ventana cómo el viento sacudía las copas de los árboles y no podía quitar esos recuerdos de como el la embestía, de tan solo recordar como su viril miembro la penetraba... pero esos pensamientos dieron fin debido al fuerte sonido de la campana, sonríe mordiéndose su labio inferior mientras toma sus cosas con intención de irse, pero fue detenida por su compañero y buen amigo Eugeo.
- Lista Asuna – sonrió mostrando sus perfectos dientes colocando su bolso sobre su hombro – espero que no te hayas olvidado del trabajo - le dijo mirándola fijamente con sus ojos que tenían un color muy parecido al aguamarina a lo cual ella simplemente sonrió culpable rascándose la nuca.
- Lo había olvidado por completo – unió sus palmas – lo siento Eugeo – le mandaré un mensaje a mi madre y nos vamos - Luego de enviarle el texto, se fueron caminando charlando plácidamente hasta la casa de el que no era muy lejos de su instituto - Eugeo - le llamó - ¿Tienes todos los materiales verdad? – le preguntó mirándolo dándole el gesto más cálido posible y él respondió que sí.
Minutos más tardes llegaron a la casa de éste, no era ni muy grande ni muy pequeña, ambos se entraron al salón de estudio donde sin perder tiempo comenzaron a realizar su proyecto.
- ¿Estás seguro que quieres utilizar ese tipo de tecnología? – le preguntó sorprendida Asuna – yo no sé mucho sobre eso – se sentó sobre la silla formando un tierno puchero con sus labios
- Tranquila – le sonrió tocándole el hombro – mi hermano sabe mucho sobre eso y me dijo que nos ayudaría - se escucharon unos pasos en el pasillo Eugeo se acercó a la puerta y salió con rapidez hacia afuera - hermano tengo alguien para presentarte. Asuna se encontraba haciendo unas líneas apoyándose sobre la mesa cuando vio a alguien entrar alzó la vista encontrándose con aquellos ojos en los que había estado pensando su cara fue sorpresa nunca imagino encontrarlo ahí, ella no pudo articular ni una sola palabra - Hermano ella es Asuna Yuuki una compañera de la escuela – los presentó un poco nervioso - Asuna él es mi hermano mayor Kazuto Kirigaya
Él la miraba con un gesto entre sorprendido y enojado – Mucho gusto Asuna - la mira – es un gusto conocer a las amigas de mi hermano - habló recalcando la palabra amigas - ¿Cuántos años tienes?
- Diecisie...
- Dieciséis – respondió Eugeo a lo que su hermano respondió asintiendo con su cabeza - él tiene 25 años y está haciendo su maestría en mecatrónica avanzada estructural - sonrió colocando su brazo sobre su hombro
- Que súper – susurró tratando de ocultar su asombro formándose justamente un ambiente incómodo en el lugar, Asuna no dijo nada más y Kazuto se marchó para que ellos continuaran con su trabajo.
Asuna para tratar de despejar sus pensamiento continuó haciendo unos circuitos basicos, mientras oía a su amigo contarle su día, ella se encontraba impactada por la terrible coincidencia dada, se lamentaba profundamente al saber que se había metido con el hermano de Eugeo ya que sabia que su compañero gustaba de ella, él le había declarado su amor hace casi un mes, sin embargo ésta no lo rechazó ni tampoco lo aceptó.
- Eugeo me puedes pasar mas cables de color azúl - pidió estirando su mano, pero no sentía nada por lo que lo miró - ¿Se acabaron? - preguntó
- Si respondió levantando las cosas que habían en la mesa -iré a comprar más de los cables azules entonces – dijo Eugeo levantándose de la silla - ¿Te importaría esperarme?
- No – respondió acomodándose un mechón atrás de su oreja – yo iré avanzando con lo que tengo, tómate tu tiempo - Éste la miró con una sonrisa, los minutos pasaban con lentitud y Asuna se aburrió de jugar en su movil – tengo sed – salió de la habitación buscando la cocina y al encontrarla entró en ella, buscó un vaso y se sirvió un poco de agua para beberla con rapidez, se volteó y encontró unos oscuros ojos mirándola desde el umbral de la puerta, ella lo miró un poco incómoda y él tenía el ceño fruncido, la tomó con fuerza de por su muñeca – Kazuto – susurró un poco asustada, él la guió hasta su habitación, cerró la puerta de su habitación con llave.
Primera confrontación.
- Tienes 16 años - se tocó la cabeza frustrado – cogí contigo - la miró arrinconándola contra la pared – ¿Qué hacías bebiendo? - puso sus manos ambos lados de su cuerpo – responde – la miraba fijamente – ahora puedo estar en problemas por tu culpa – se alejó de ella con enfado – eres una irresponsable no debiste haber estado allí – se agarró el cabello molesto – nunca no me dijiste tu edad
- Y tú tampoco preguntaste – respondió molesta – yo como iba a saber que eras tan mayor – lo miró frunciendo su frente – si lo hubiera sabido no me hubiese entregado a ti – desvió su mirada avergonzada
- Esto no podría ser mejor – golpeó la pared – tuve que meterme con una niña – se dio la vuelta dándole la espalda – si alguien se entera podría ir a la cárcel
- No soy una niña – recriminó – no creas que serás el único en sufrir consecuencias, yo también puedo salir afectada – lo obligó a mirarlo a la cara – así que no me pongas como la mala aquí
- Haber – se sentó tratando de calmarse – que estaba pasando por tu cabeza niña irresponsable – sin mirarla - te das cuenta de que podrás joder mi vida, arruinar todo por lo que he trabajado y estudiado todo por tu calentura – cerró sus manos con fuerza formando unos puños mientras sus nudillos se quedaban en blanco tensando sus brazos – tienes que aprender a ser más consciente de tus actos ¿Tan fácil te entregas a una persona que te endulza el oído?
- No es cierto – respondió jugando con sus dedos – no soy ese tipo de chicas
- Seguro que eres una niña insegura que se quería sentirse mayor al estar en una fiesta con personas mayores – la miró serio - pero nunca pensaste en las consecuencias de tus actos, que estu...
- No es cierto - le respondió molesta dándole una cachetada - solo fui para acompañar a mi amiga - se mordió su labio molesta con los ojos aguados - bebí, lo se, fue irresponsable de mi parte ir siendo menor de edad, pero eso no te da el derecho a juzgarme y decir como soy - le dijo secándose las lagrimas que se escapaban de sus ojos.
- Tan solo... – se levantó de la cama viendo como ésta no lo miraba a la cara - solo espero olvides lo que paso entre tú y yo – abrió la puerta de su habitación – no le digas esto a nadie – hablo bajito mientras Asuna llegaba a la puerta de su recamara para posteriormente cerrar la puerta tras la salida de ésta - Soy un imbécil - se apoyo contra la puerta acomodándose el cabello hacia atrás.
¿Me merezco algún comentario? este es un fic un poquito distinto a lo que escribo o bueno al menos la temática, espero que tenga una buena recibida por parte de mis lectores.
Sin mas que decir me marcho rápidamente antes de recibir piedrasos)?
Los quiere
Miss Lemons
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