El Omega rubio de labios rojos caminaba por el gimnasio a paso dudoso, no sabía que demonios hacía en ese lugar. Pero ahí estaba y es que ¿Qué les pasaba a los padres ahora con las notas? Resultaba que ahora a sus progenitores se les había metido en la cabeza que también querían buenas notas. O por lo menos no tan malas. Estaban seguros de que le pedían imposibles a su hijo, pero debían intentar. ¿Qué sentido tenía todo aquello? Es decir, prácticamente se habían olvidado de él dos años y ahora de pronto querían al jodido Einstein.

Injusto.

Entonces como Junkook le había comentado acerca del equipo de Voleibol y como eso le había ayudado a subir sus notas en deportes y servía para las curriculares en la universidad, siempre debías tener un plan B por si las dudas.

La cosa es que Jimin ni siquiera tenía un plan A, pero dejaría que el Jimin del futuro se preocupara de ello. Aun así, tenía que empezar por algo, y por eso estaba ahí, en ese gimnasio apestoso a "deportista" ya se estaba arrepintiendo de estar en ese sitio.

Iba a dar vuelta y largarse por donde vino, no encontraba de paso al tarado de su amigo, era mejor irse. Si, eso haría.

—¿Acaso estas perdido? —Una voz un tanto divertido sonó detrás de él.

—Ahora empiezo a creer que si — Jimin giró hacia la voz. —¿Has visto a Jungkook?

—No, después del altercado en el examen, ni él o Taehyung volvieron. —El Omega peli menta se encogió de hombros — ¿Te puedo ayudar en algo?

—Espero que si —Pues ya estaba ahí, ojalá que valiera la pena —Quiero entrar al equipo de voleibol, necesito subir mis notas en todo y no es necesario decir que soy terrible en todas las materias — Yoongi sonrió —Y deportes es una de ellas.

—Ya veo, y crees que si entras al equipo entonces todos tus problemas se solucionaran ¿no?

—Puede. — El rubio tronó la boca.

Ambos se quedaron mirando.

—Aunque ya lo estoy dudando, mejor me voy. — El Omega dio media vuelta.

—Espera, ¿ya te darás por vencido?

—Correcto, ¿tengo que hacer alguna prueba o...

—¿O qué? — Yoongi levanto una ceja sin entender mucho, o más bien nada.

—Tu sabes, o con quien tengo que "hablar"

—Okeeey — El otro omega parpadeo confundido — No entiendo el porque de las comillas — Jimin blanqueo los ojos — ¡Oh! ya las entendí. Bueno, todos aquí hicimos pruebas. —Jimin torció la boca — ¿sabes siquiera pegarle a la pelota?

—Tampoco es que sea tan inútil — Chasqueo la lengua un tanto ofendido. Mas bien muy ofendido.

—Vale, no dije nada. — Se agacho por el balón y se lo tendió. — Demuéstrame lo que tienes.

—El Omega rubio lo dudo, pero al final tomó el objeto, se quito la mochila, luego subió sus mangas y se puso en posición. Lanzó la pelota al aire y con la mano derecha la golpeo lanzándola por encima de la red a una muy buena distancia. —¿Qué tal eso, te es suficiente?

El peli menta enarco una ceja visiblemente sorprendido — Muy bien, rubio. Veamos que mas tienes. — Se dirigió al otro lado de la red. Tomó el balón y se puso ahora el en posición de saque. — SI me ganas, hare lo posible porque entres al equipo.

Jimin abrió los ojos sorprendido.

—¿Qué esperas, rubio? ¿te mando una invitación?

—Tranquilo cabeza de chicle, ahí voy. Yoongi bufo indignado. Su cabello lucia genial. Sacó bastante fuerte, pero el Omega mayor pudo llegar a tiempo para salvar el servicio. Regresó casi pegada a la red, Jimin no pudo salvarla.

—Sirves tu — Y el menor así lo hizo, el golpe fue tan fuerte que el Omega con aroma a mandarinas no pudo esta vez hacer nada por el balón, el cual golpeo del su lado. Eso hirió profundamente el orgullo del veterano.

—Creo que sirves tu — Jimin se burló esta vez.

—Suerte de principiante.

Después de varios saques, burlas, miradas asesinas. El marcador termino a favor del Omega mayor.

El Omega rubio suspiro con resignación, tendría que buscar otra actividad.

—Ven mañana a las doce en punto, le diré al entrenador que quieres entrar, tal vez quiera ver tus dotes. ¿crees que podrás volver a hacer lo que hiciste y no dejarme en ridículo? — Aunque Yoon no quería, Jimin tenia talento, y su equipo necesitaba buenos estudiantes, aunque fuera el rubio descerebrado. Al menos así le llego a decir Yoon, yo no le puse así.

Jimin sonrío, pero al momento volvió a ponerse serio.

—Puede.

Yoongi se llevó una mano a la cara negando.

—Te veré mañana. — Ambos se quedaron mirando. — Ahora puedes irte.

—Ah, sí, bueno adiós. — El rubio salió casi que corriendo bastante emocionado, no podía creer que casi estuviera dentro del equipo, tenia que encontrar a su amigo para contarle. O tal vez buscaría también a Jin, si es que podía encontrarlo. Últimamente estaba muy ocupado para cualquiera.

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Jin se encontraba admirando a Namjoon mientras este le contaba acerca de cualquier cosa. Realmente es que Jin ni se enteraba de que le hablaba.

—¿Entendiste? — Nam levantó una ceja cuando miró la cara de Jin, perdida.

—¿La verdad?, no. — Suspiró pesadamente.

—¿Qué pasa, Hyung? Estas más distraído que de costumbre.

—Yo... realmente es que no lo sé, me siento algo... raro. — El Omega se comenzaba a sentir mal.

—¿Quieres que te lleve a la enfermería o algo? — El Alfa lo miraba preocupado.

—No, yo... creo que mejor me iré a casa. — Se levantó del banco en donde se encontraba, tomó su mochila — Te ve-ré ma-ña-na — Dijo pausadamente ya que por alguna razón la voz le costaba en salir.

Sin dejar que Namjoon le dijera nada, Seokjin se fue más que rápido. Nam estaba completamente confundido, la "relación" si es que así le podía decir a lo que tenia con Jin y es que después del beso que se dieran y en donde ambos literalmente se sintieran tocar el cielo, no había pasado mas nada, poco o nada habían tocado el tema. Namjoon lo dejó estar porque no se quería hacer ilusiones con el Omega, eran de mundos distintos. Jin era un chico popular, hermoso, su familia tenia dinero. Nada que ver con él, si bien su familia no era de bajos recursos, no se asemejaba en nada a la familia del Omega.

Entonces, no, ellos no eran del mismo mundo, o al menos eso había escuchado todos esos años en el colegio. Y la verdad es que comenzaba a creerlo.

Entendía como funcionaba el mundo, así que se hizo a la idea que Jin y el simplemente tenían una relación laboral. Namjoon le ayudaba a estudiar y el Omega le daba una módica cantidad de dinero, tal vez no lo necesitara tanto, pero de ese modo todo permanecía estrictamente laboral.

La situación era que tal vez el Alfa ya no solo quería ser su educador, tal vez el ya se había encariñado demasiado con el Omega hermoso, pero de eso nadie se enteraría, no existía dolor si no hacías las cosas reales, y Namjoon no estaba dispuesto para sufrir, quería enfocarse en sus estudios, así que el chico de labios apetecibles solamente podía ser su compañero.

Con esos pensamientos se fue cabizbajo a su domicilio, cuando llegó su madre no se encontraba, y su padre estaba encerrado en su taller trabajando, lo saludo y como siempre su padre le pregunto cómo estuvo la escuela. Probablemente no tenían demasiado dinero, pero si que lo querían. Al menos podríamos decir que el Alfa era de los pocos de su circulo de amigos sin padres ausentes. Después de unos minutos de charla, Nam se dirigía a su habitación dispuesto a cumplir sus deberes escolares.

—Bien, vamos a enfocarnos en ciencias, si eso tengo que hacer — Comenzó a leer sus actividades del día. No leyó ni una página cuando su celular sonó. — ¿Hyung? ¿Qué sucede?

—Alfa...

Namjoon se levantó de su asiento, la silla cayó al piso. Tragó saliva.

—Alfa... te necesito, Alfa...

—Omega... — Sus ojos se tornaron azules. — ¿Qué sucede?

—Alfa... mi...mi celo... Alfa, te necesito...ven, ahora, duele mucho. — Se escuchaban sus gemidos.

La cordura de Nam volvió. — Supresores, Omega, tómalos ahora.

—Yo...no tengo, mi... mi madre no me los compró.

—¿En dónde está ahora?

—Que se yo, le he llamado y no, ¡ah! .... — Una oleada de calor lo atacó.

—concéntrate, Omega, ¿en dónde están tus padres?

—A ellos no les intereso para nada, no me responden las llamadas, la señora Lee dice que se fueron unos días, no sabe a dónde. Los vio salir con maletas. Me duele mucho. Alfa... Por favor.

—Escúchame, iré ahora mismo, solo no salgas de tu habitación, no le llames a nadie más — Por nadie más se refería a algún otro Alfa.

—Mmmgh... No... solo no tardes, te necesito.

Namjoon trago duro cuando escucho el tono del Omega.

Busco en su cartera, necesitaría comprar unos supresores, pero no sabia de cuales. No podía preguntarle a sus padres ¿Qué pensarían de él?

—Bueno ¿pues creen que soy una clase de doctor de control natal o qué? — Yoongi lo miró fastidiado cuando el Alfa toco a su puerta por ayuda.

—No, pero si algo como que eres el mas experimentado, dudo que Taehyung supiera que hacer. Además, tu madre es doctora. ¿Por favor?

—Tienes un punto. Espera aquí. — Lo dejó afuera esperando, a veces no sabía si de verdad eran amigos o que. Después de unos minutos Min bajó con una bolsita similar a la de Tae.

—¿preservativos? Pero...

—No vas a anudarlo y dejarlo encinta, tiene dieciocho años apenas.

—¿Anudarlo? Pero... ¡Hyung! Ni siquiera pienso tener sexo con el.

—¡Ay, por dios, otro puritano!

—¿Otro? De que...

—Nada, anda vete ya. Dale dos supresores y por si lo necesitas añadí lubricante, preservativos. Hay de sabores, el de fresa es muy bueno, también si quieres más hay....

—¡Ya!, no haré nada, solo usare los supresores. Gracias, Hyung.

—Como gustes, solo si tu autocontrol se va por el inodoro, usa los preservativos. Jin es hermoso y todo, pero están muy jóvenes, y no lo vayas a morder ¿entendido?

—Ya me voy. — Namjoon estaba mas que cohibido, no había pensado en nada de eso. ¿de verdad podría contra sus instintos? Jamás en su corta vida ha presenciado un celo.

Pero en el momento en que puso un pie en la casa del Omega y lo miró en las escaleras apenas con su ropa interior, el sudor bajando por su frente, y sus hermosos ojos color rosa, todo su autocontrol amenazo con salir volando por la ventana.

—Alfa...hazme sentir bien... por favor...