CAPITULO 19
El fin de semana fue una tortura para todos, hubieron demasiadas cosas en la fiesta. Estúpidos adolescentes y sus hormonas vueltas locas.
Porque precisamente por esas hormonas y el instinto animal -y el alcohol, o al menos eso se decía Jungkook cuando al otro día se arrepentía de lo que había pasado- por ello había besado a Taehyung, si claro por eso.
El celular del Omega sonaba incesante, el nombre del cierto Alfa brillaba en la pantalla. ¿Qué mierda pensaba Jungkook al besar a Taehyung, y al decirle que gustaba de el?
Malditos adolescentes.
El es Jeon Jungkook, el Omega más popular de todo el colegio, no puede poner sus ojos y sus labios en Taehyung. Así que sabía que antes que cualquier otra cosa sucediera el lunes a primera hora tenía que arreglar esa situación. Solo esperaba que no arruinara sus planes con lo de su auto.
Aún quería ese auto, Obviamente.
Así que decidió ignorar olímpicamente las súplicas del Alfa para hablar con el, saber el porque se fue así, y más importante aún, si era verdad aquello que le dijo, aquello que su Omega clamaba.
Porque Taehyung estaba completamente convencido de que Jungkook era su Omega.
Su Omega
El estómago del Alfa se llenaba de animales voladores cuando pensaba en el castaño de hermosos ojos. Jamás podría olvidar ni muerto el sabor de sus labios, su lengua. Y necesitaba un poquito – o un mucho- más de esos labios que soñó tanto tiempo en besarlos. Porque el Alfa definitivamente tocó el cielo con los dedos al probarlos. Pero el Omega no contestaba a ninguna de sus llamadas o mensajes, lo único que correspondía era esperar a lunes para hablar con el. Había mucho que aclarar.
Y así muy lento para Tae y muy rápido para Jungkook el fin de semana terminó. El lunes por la mañana llegó y con pesadez el Omega tuvo que levantarse aunque el hubiera querido quedarse en cama y esconderse bajo sus mantas calentitas y esperar a que todo pasara y por arte de magia el Alfa olvidará lo que sucedió en la fiesta.
Cómo si alguna vez alguno de los dos pudiera olvidar aquello.
Se arregló no demasiado, pero sombreando un poco sus ojos, poniendo algo de bálsamo color rojo en sus labios, tomó su mochila y bajo seguro de que no podría probar bocado. Sin embargo su estómago sonó y cedió a las necesidades fisiológicas básicas. En completo silencio cabe mencionar. Sus padres lo miraban un poco inquisitivamente, pero Jungkook tenía un comportamiento bastante volátil como para estar acostumbrados a los cambios de humor de su hijo.
Con pesar Jungkook terminó su desayuno y se dirigió hacia el auto con el chófer que como siempre ya sabía que no era un buen día para el adolescente.
Estúpidos adolescentes.
Se encaminaron al colegio, y conforme se acercaban Jungkook quería salir corriendo, su Omega le arañaba por dentro pues sabía lo que el chico haría. Y no podía dejarlo, era su Alfa, su Omega lo pedía como tal, pero el castaño no podía simplemente dejarse llevar así. Cuando se estacionó el chófer, el Omega tardo unos minutos en bajar, hasta que no pudo esconderse más. Como siempre fue besado, saludado y adulado por todo el cuerpo estudiantil.
Pero sus piernas se hicieron agua cuando vio al Alfa parado al fondo de un pasillo que daba hacia los campos de soccer. Tenía que arreglar esta situación ya, así que se dirigió hacia el, mientras el corazón del Alfa latía a mil por minuto. Jungkook pasó de largo y solo con la cabeza le señaló que lo siguiera. Eso hizo Taehyung y cuando ambos estuvieron un tanto alejados de todos, se detuvieron, el Omega desviando un poco la mirada avergonzado.
—Te extrañé— El Alfa se acercó al Omega y sin pensarlo más lo beso delicadamente en los labios, tomando por sorpresa al castaño, quien al inicio correspondió, sin embargo segundos después corto el beso empujando un poco a Tae por los hombros. El pelinegro lo miro confundido.
—Taehyung, yo… no sé cómo empezar y…
—Te traje esto. —Saco una orquídea— El día de la fiesta pude ver a tu lobo, tiene sus ojos púrpura. Ayer vi esta flor y me recordó a ti.
—Jungkook estiró la mano para tomar la flor, se mordió el labio inferior tratando de ahogar un sollozo. Jamás nadie lo había tratado de este modo.—Es muy linda. —El Alfa hizo el amago de volver a besarlo pero está vez el Omega giró la cabeza hacia el lado izquierdo. Tae se retrajo. — Yo…esto, Taehyung-ssi no…
—Bien, me has rechazado dos veces el beso. ¿Qué pasa? Creí que el sábado… nos besamos, Jungkook. Me dijiste que te gustó, nuestros lobos…
—El castaño lo cortó— Mi lobo solo es un instinto el no rige en mi. —El alfa de Taehyung se sintió herido y que decir del omega.
—¿Eso que quiere decir exactamente?— Taehyung podría ser un nerd, pero no un idiota. Sabía a dónde iba esto.
—Es…no sé cómo decirte esto sin que afecte nuestra reciente amistad y lo tomes a mal. —El Alfa se lamió los labios y se pasó una mano por el cabello. — Pero lo del sábado no puede volver a repetirse. Es solo que…— La voz del Omega se cortó un poco, su lobo le aullaba en quejaba por lo que estaba diciendo.
—¿Por qué ese cambio tan repentino? , El sábado me hiciste una escena de celos. Me dijiste que te gustaba y tú me besaste a mi. ¿Qué hice?— Lo último salió con más dolor del que Taehyung hubiera querido.
—No, tu no hiciste nada, es que yo no quiero ahora nada con nadie, solo… quiero enfocarme en los estudios y…
El Alfa soltó una risa sin humor. Algo como ironía en ella.—¿Con nadie o solo no conmigo?
—Tae… por favor. No es así yo…
—Dejalo así, no importa de todos modos. Ya dijiste que no y si algo no haré será ni presionarte ni mucho menos rogarte. —Tomó su mochila sujetandola fuertemente de la correa.— Solamente una cosa más, si no vas a querer nada con alguien, no lo beses, ni le hagas creer lo contrario.
—Taehyung, por favor.— La voz del castaño se cortó. Quiso tomarle la mano pero el Alfa la quitó.
—Olvidalo, Jungkook-ssi. Vamos a clases tenemos un proyecto que entregar. — La voz del Alfa ahora no sonaba triste o enojada, sonaba… vacía, y eso era aún peor.
—Esta bien, vamos.— Jungkook se hizo chiquito ante el comportamiento de Taehyung, pues el Omega estaba acostumbrado a que el Alfa fuera atento y hasta cierto punto lo venerara, pero nada más alejado de la realidad en esos instantes cuando en la presentación del proyecto Taehyung ni siquiera le dedicó una mirada o algo al castaño.
Como siempre Taehyung manejaba aquello de los proyectos a la perfección, explicando magestuosamente de que iba aquello.
Mientras Min Yoongi no dejaba de mirar a Jungkook, como si supiera algo.
Cómo si quisiera algo.
Y el castaño no podía hacer nada más que tragar duro cuando los ojos profundos del Omega se posaban en el. ¿Qué diablos pasaba con Min Yoongi?
La exposición finalizó, y el profesor les dio la calificación más alta de todas, todo gracias a Taehyung por supuesto. Todos lo sabían.
Al finalizar la clase el pelinegro no se despidió de Jungkook, se dirigió directamente con su amigo pelimenta, quien le palmeó la espalda en cuanto lo vio. Ambos salieron del salón de clases y Jungkook sintió un golpe seco en la boca del estómago. Pero ¿el mismo quería eso no?
—¿Qué te pasa? Tienes cara de culo. —Yoongi lo miraba con preocupación mientras caminaban hacia ningún lado realmente.
—Jung…kook— La voz se le cortó cuando pronunció el nombre del Omega bonito.
—¿Qué te hizo? Según hasta donde supe todo iba bien, ¿Qué cambio?
El Alfa alzó los hombros negando—No lo sé, yo realmente creí… pero soy un tonto. ¿Cómo el podría fijarse en mi?
—A ver, no!— El Omega le limpio bruscamente una lágrima que bajaba por la mejilla del menor. —Eres un Alfa increíble, atento, inteligente, sensible. Y aunque tal vez no estés lleno de testosterona y músculos como los demás, eso no te quita ni resta merito. Y si el o nadie puede verlo es su problema. El se lo está perdiendo de todos modos.
—Mi lobo, lo reclama como suyo. Y se que su Omega al mío, pero el… dijo que su instinto no regia por el. Ahora me siento herido y mi lobo también.
—Yo sé, mira también me han herido, lentudo. —Le acarició bruscamente el brazo— Pero de amor nadie muere, al menos ya no. Si no es el, será alguien más, alguien que si te valore y vea en ti lo que realmente vale la pena, y no vanalidades.
—¿Tu crees?— El Alfa sorbió su nariz tratando de calmar su llanto.
—Estoy seguro, así que Jeon Jungkook no es el final de nada, tal vez solamente te dio un empujón para tu seguridad, deberías comenzar por cambiar tu actitud, y tal vez después tu aspecto físico.
—Hyung…yo no quiero cambiar mi forma de vestir, estoy cómodo como soy.
—Lo sé, ya me lo has dicho. — El Omega apoyo su cabeza en el hombro del Alfa y dejo salir un poco de su olor para tranquilizar al Alfa. — Todo estará bien, lo prometo. Ese creído va a darse cuenta de lo que perdió por idiota.
Taehyung no dijo nada, solo hundió su nariz en el hueco del cuello del Omega, su olor lo calmó un poquito, sin embargo ese no era el aroma que el deseaba.
El quería el olor a manzanas.
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