Titanium sonaba en toda la habitación, esa ha sido el tema elegido como alarma por Jungkook para despertar todo ese nuevo ciclo escolar. El ruido incesante obliga al castaño a levantarse, este es el último año de preparatoria y todo sería genial si tan solo tuviera su más grande y reciente capricho, aunque si se lo preguntarán a él es una "necesidad" porque claro que cualquier chico de su edad necesita un auto deportivo, un Porsche para ser preciso en la puerta de su casa, para llevarlo a todos lados.

Pero hay un solo problema, sus papás no quieren comprárselo.

En su travesía llamada preparatoria a Jungkook lo acompañan como a toda buena "abeja reina" sus dos amigos -o por lo menos sus leales súbditos.- Park Jimin y Kim Seokjin.

Jeon Jungkook es lo que se llama el chico más popular Y no solo de su escuela, casi de toda la cuidad, ya que aparte de su belleza y condición de Omega - que lo hace aún más codiciado- Sus padres son los dueños de la cadena de restaurantes más exclusivos de todo Seúl. Entonces todos los alfas, betas e incluso omegas hacen fila por tener una oportunidad con él.

La vida del joven Jeon es lo que podrían pensar de ensueño, aunque no todo es como nos lo pintan.

Cómo todo chico popular Jungkook le dedica suficiente o demasiado tiempo - Como quieran verlo - A su arreglo personal, tiene el llamado ritual de belleza, que consiste de casi dos horas para arreglarse, no por nada marca tendencias de moda en todos lugares. Va desde el baño hasta aplicarse todo tipo de cremas, lociones y sueros para su rostro, cuerpo y cabello. No es exageración cuando digo que le toma dos horas, realmente le toma ese tiempo. Así que una vez que está listo, outfit y arreglo personal listo, baja a tomar el desayuno con sus padres. Aunque realmente esté de mal humor.

-Buenos días- El joven saludo sin mucho animo a sus padres.

-Buenos días, cariño- La señora Jeon siempre tenía una sonrisa en su rostro, aunque muchas veces Jungkook podría jurar que era una triste. - ¿Has dormido bien? - Cuestionó mientras bebía el jugo recién hecho que la señora Jung había preparado.

-Se encogió de hombros- Como siempre, que se yo- Chistó un poco en evidente fastidio.

-Entonces Jungkook esta de mal humor ¿Mmh? - El padre del joven dobló el periódico que hasta hace un momento leía dejándolo a un lado.

-No, estoy como siempre. - Picoteo su fruta y se empino el jugó para callarse antes de decir una de sus acostumbradas.

-Supongo que tiene que ver por lo del auto, ¿No es así? - Su madre podía ver a través de los ojos del Omega más joven.

-Ya me da igual, me he hecho a la idea ya de que nunca lo tendré, aunque el dinero no sea el problema. - Le tiró a su padre una mala mirada.

-Sabes que no es así, puedes tenerlo siempre y cuando hagas lo que te pedí.- El señor Jeon se llevó a la boca la fruta recién picada.

-Jungkook respiro pesadamente. - Es una injusticia papá, soy el único de mi escuela que no tiene un auto, y para ser quien soy es un insulto. - El Omega comenzaba a montar una escena de adolescente, puchereando y usando su acento de Busan, lugar de origen de la familia.

-Y también eres el estudiante con las peores calificaciones, Jeon Jungkook!- El mayor comenzaba a perder la paciencia, si bien siempre le habían concedido todo lo que el Omega quería, esta vez el señor Jeon quería ser firme al respecto. Aunque los ojos de venado de su hijo comenzarán a llenarse de lágrimas, lo habían consentido demasiado.-Realmente no puedo creer que repruebes deportes. Por dios, solo debes presentarte y ya.

-Pues eso de subir una soga mientras los demás te miran, susurran y te señalan en burla no es lo mío, si me lo preguntan.- El aroma del joven comenzaba a tornarse algo agrió. La Omega mayor lo notó y comenzó a dejar salir su aroma tranquilizando a ambos hombres.

-Estas siendo demasiado adolescente, kookie- Su madre tomó la mano del castaño- Ahora, tu padre ha dicho que no obtendrás el auto hasta que no subas las calificaciones, y es todo, hijo.- La Omega fue firme, pero tratando de calmar la situación.
Pero claro que Jungkook no lo tomó nada bien.

-¡Bien, seré un transeúnte por el resto de mi vida! ¿De que mierda me sirve este estúpido permiso de conducir?- Sacó el cuadrito de plástico y lo boto en la mesa ante la mirada de sus padres de reprobación.

-¡Jungkook, No digas groserías y menos en la mesa! -El alfa le dio una advertencia a su hijo - Ya deja eso, si quieres un auto entonces ya sabes lo que tienes que hacer. -Sentencio sin dejar que el menor dijera algo más.

-Bien- El castaño se levantó de la mesa- Ya me voy - sin despedirse de sus padres, tomó su mochila y camino a paso rápido hacia la salida, las lágrimas amenazaban con escaparse sin permiso.

¡Ah... juventud, divino tesoro. Pero también un dolor grande de huevos!

El chófer de la familia ya esperaba al joven quien como cada mañana estaba enfadado por alguna razón, la verdad es que ser empleado del chico no era nada fácil, Jungkook no era el típico Omega; dócil, sumiso o todas esas cosas que se suponen son de Omegas. El estaba acostumbrado a hacer su voluntad, a defenderse de todos esos alfas que se suponen están para cuidarlo, el no necesita a ningún alfa.

Además de que en el colegio está prohibido el uso de la voz de mando en Omegas y betas, y de utilizar supresores para los días que entran en celo. Ya nadie deja su olor salir como si nada. Aquello se considera de bárbaros, solamente se guarda para tu pareja y en la intimidad. Quien infrinja alguna de estas normas se hace acreedor de sanciones e incluso de la expulsión de dicho alumno o personal docente que haga algo indebido.

Minutos después y sin que el castaño siquiera cruzará palabra con el chófer este le abrió la puerta del auto, Jungkook solamente salió hacia el colegio, al menos ahí era amo y señor de todo y todos. Respiro profundamente, camino hacia el recinto en dónde ya lo aguardaban como siempre Jimin y Jin inmediatamente lo alcanzaron notando que el castaño se encontraba cabreado.

-¿Qué te pasa? - Jimin lo miró de arriba abajo.

-La vida es una mierda.- El Omega castaño soltó haciendo un drama, y como sus amigos eran igual a el, lo siguieron en ello.

-Definitivamente lo es - Concordó Jin el mayor de ellos, solo por un par meses.

-Mis padres no quieren comprarme el Porsche gris que tanto quiero - Jungkook dijo teatralmente, y sus amigos gimieron ante aquella cosa tan terrible!

-Kookie eso es horrible- Jimin se tapo la boquita con su manita y el castaño lo miro muy mal. Odiaba que le dijeran así - Perdón, Jk. - Nombre artístico por cierto.

-Me tiene harto con las calificaciones, de verdad no puedo con ello, que importancia tiene? Es decir ya tiene mi futuro resuelto ¿no? - El castaño hablaba con un poco de rencor en su voz.- Encontrar un alfa de buena posición que me muerda, enlacemos y tenga los cachorros que mi alfa diga - Mientras decía esto su voz se tornaba con coraje y su aroma se hacía avinagrado. Y es que aunque los tiempos habían cambiado, era cierto que los Omegas ya no eran solo los recipientes para los cachorros de los Alfas, ejercian profesiones y demás, pero ciertamente el padre de Jungkook le tenía tan poca fe a su hijo, que pensaba que a lo más que aspiraba era a ser el esposo de alguien y el padre de muchos cachorros.
Y para ser justos Jungkook no se había esforzado hasta el momento en demostrar lo contrario. Al menos no del modo en el que su padre quería.

-Jin torció la boca- Eso es lo que nuestros padres quieren para todos nosotros - Ya que Jin y Jimin al igual que el castaño, no sé esforzaban demasiado en los estudios.

-Los odio- Jungkook estaba en la edad en que se odian a los padres cuando estás con los amigos, ellos por supuesto también odiaban a los suyos, siempre siguiendo al rebaño como buenas ovejas.

-JK, querido! - Yugyeom llegaba para hacer el cuadro más insoportable para el Omega con olor a manzana verde.

Para nadie era un secreto que Jungkook y Yugyeom se odiaban, pero al mismo tiempo se necesitaban. Era algo como amor-odio. Dicen por ahí que lo que te choca te checa y ellos eran el claro ejemplo. Aunque si le preguntarán al castaño el Omega con olor a lavanda siempre hacia todo lo que el, era una mala copia de Jeon Jungkook. Si el usaba algún atuendo, entonces Yugyeom lo conseguía pero tal vez más costoso y más ostentoso, si Jungkook escuchaba a alguna banda nueva, el azabache hacia lo mismo y se volvía el más grande fan, y que hablar de los chicos y chicas con los que el castaño había salido, Yugyeom había salido con ellos también. En fin, siempre detrás de lo que el Omega con olor a manzana hacia.

-Yugy, Querido!- aún sabiendo todo ello se hablaban como si nada, vaya para de hipócritas que eran ambos, pero así es la vida de los jóvenes. - ¿Que tal las vacaciones? Supe que Hoseok y tú están saliendo.

-No lo repitas ni de broma!- Yugyeom casi golpea a Jungkook para que se callara.

-¿Por qué? No entiendo, si Hoby es un Beta muy apuesto. ¿O acaso es por su casta?

-No, realmente eso no tiene nada que ver y si es sumamente apuesto, la cosa es que...- El azabache se acercó más a Jungkook para que nadie más escuchara ya que Jimin y Jin se habían quedado atrás, sabían que en las pláticas entre ambos omegas ellos debían permanecer un paso atrás.- Su hermano es... Kim Nerd-hyung.

Kim Taehyung, como sus padres realmente lo llamaron y no ese sobrenombre del cual Jungkook era el culpable. Es el chico... nerd como lo llamaban en la escuela. - Y en todos- Retraído, con grandes anteojos, frenillos, tartamudeaba, solo le importaba la ciencia y sus estudios. Y todos los alumnos creían que eso era digno de burla. Lo peor para ellos y para Taehyung era que ni su condición de alfa lo ayudaba.

-No puedo creerlo, pero ellos no se parecen en lo absoluto. - Jungkook frunció el cejo en visible confusión- ¿ Cómo lo supiste? A decir verdad yo ni siquiera sabía el apellido de Hoby.

-En vacaciones fui a su casa y que sorpresa fue toparme con que el nerd es su hermano, inmediatamente termine con Hoseok, no quiero tener nada que me vincule al nerd. No señor!

-Te compadezco realmente, que lastima Hoseok es realmente guapo. - Y Jungkook hubiera ido detrás de él solo para darle en la cabeza a Yugyeom si no fuera porque realmente sería suicidio social tener al chico nerd como cuñado. Nadie quería nada que tuviera que ver con el.

-Ni me lo recuerdes, y espero total discreción de tu parte. - El pelinegro miro su reloj-Tengo que irme, querido, te veo después.- Le dedico una sonrisa falsa y se fue de ahí pavonendose como siempre.

Pero claro que Jungkook corrió a decirle todo a sus amigos.

-Que horrible, ojalá jamás me pase algo así - Jin se acomodaba el cabello mirándose en su pequeño espejo.- Mira que mezclarse con el.

-Los errores que tiene la vida, mira que hacer alfa a alguien como Kim Nerd-hyung. Que desperdició- Escupió el Omega rubio.

El timbre sonó sacándolos de sus habladurías. Pero como era Jungkook y su séquito de plásticos - como eran conocidos- tardaron más tiempo del que debían para entrar al salón de clases. Ciencias era la primer asignatura del día.

-Oh señor, Jungkook y compañía, como siempre tarde, creo que este año será igual que los anteriores- Una sonrisa zocarrona se asomó en los labios del profesor.
-¿Podría entrar? No volverá a suceder, por favor - Sonrió ampliamente el castaño, y como siempre pasaba nadie se negaba a el.

-Pasen, pero está es la última vez. -una vez dentro, los lugares eran escasos, los dos rubios omegas corrieron hacia la mesa con dos lugares desocupados, Jungkook los miró con la boca abierta, ¿ Estaban dejándolo de lado? ¿A el?

Sus ojos se posaron en el único asiento vacío que había

Y como el hermoso cliché que es está historia. Si, el único lugar vacío era junto a...

Kim Nerd-hyung.
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Esta empezando amor fortuito
Quiero aclararles que la historia comienza muy juvenil, con situaciones hasta cierto punto inocentes, pero conforme avanza la cosa se pone muy seria, ojalá le den una oportunidad, no se arrepentirán.

Besos morados.