Fueron pasando los días, y ambos se hicieron cada vez más cercanos. Gara no quería admitirlo, pero se había enamorado profundamente de Andrew por lo cariñoso y atento que solía ser con ella, aunque a veces fuera un poco molesto con su actitud arrogante. 

En este momento, ambos estaban en la habitación de Andrew estudiando, o más bien Gara estaba intentando hacer que lo entendiera. 

Me voy a sacar tremendo cero en el examen, no va a servir de nada que me ayudes. 

—Que sí, coño, tú solo escúchame —cuando fue a explicarle lo siguiente, ella también se quedó trabada— mira, sabes qué? A la mierda estudiar, chuleta y pa'lante. 

—Jajaja, ¿no que querías ser justa? —Preguntó Andrew poniendo uno de sus brazos alrededor de la cintura de la chica. 

—Sí, pero al profe no hay quien lo entienda —dijo sacando su móvil y apoyando su cabeza en el hombro de Andrew. Aunque él no lo mostrara, le encantaba estar así con ella. 

En ese preciso instante, Diana, la hermana pequeña de Andrew, entró a la habitación y se acercó a Gara para abrazarla. Al principio, Gara se asustó, pero no pudo evitar sonreírle después y abrazarla de vuelta. 

—Hola, pequeña, ¿qué tal? 

—¡Bien! ¿Puedes jugar conmigo a las muñecas? Porfa, porfa, porfa —la súplica de la más pequeña le causó ternura a Gara, por lo que no pudo negarse y se fue con ella, dejando a Andrew solo en su habitación. 

Andrew se puso a mirar su móvil y se metió a la galería, dónde tenía un montón de fotos con Gara. Él sonreía con cada foto que iba pasando. 

—Dios, es tan linda —murmuró, sin quitar su mirada de idiota enamorado de su móvil, quedándose un rato así. 

Cuando Gara entró otra vez después de un rato y le vio así, se acercó a él con una sonrisa pícara. 

—¿Con quién hablas? —Dijo intentando quitarle el móvil para ver lo que estaba haciendo. 

—No hablo con nadie, son solo fotos —dijo apartándola un poco. 

—Aww, que tierno —dijo Gara agarrándole ligeramente la mejilla. 

—Para, que no eres mi madre —dijo quitándole la mano de su mejilla. 

—Ay, que soso que eres —la chica mantenía su sonrisa mientras decía aquello. 

Estuvieron un rato molestándose entre ellos hasta que Gara se fue porque había quedado con Stephanie. 

Mientras estaban almorzando en un restaurante, Gara sacó tema de conversación. 

—Oye, ¿realmente crees que sea yo quien le guste a Andrew? —Preguntó algo insegura. 

—Claro que sí, ¿por qué dudas ahora? A ver. 

—Porque hubo un momento en el que yo me fui con su hermana a jugar a las muñecas porque se lo prometí y cuando volví lo vi con el celular, mirándolo como un idiota. 

—¿Pero te dijo que estaba hablando con alguien? 

—No, me dijo que estaba mirando fotos, pero no sé si creerle. 

—Ey, sé que todavía tienes muy reciente lo de tu ex, pero Andrew no es así. Él es muy atento y también está roto, ya que tuvo que pasar por algo parecido, solo que tuvo que darle la oportunidad a Sophie, quien en vez de juntarse con nosotros prefirió juntarse con los nerds. 

—¿En serio Andrew estuvo con Sophie? Si es feísima. 

—Ahora sí que lo es, pero cuando llegó en 8º parecía una jodida modelo y tenía a todos los chicos queriendo estar con ella, incluyendo a Andrew. 

—Joder. 

—Sí, cuánto más cercana a los nerds se hizo, más fue dejando a Andrew de lado y lo tuvo sufriendo y con inseguridades. Y por si no fuera poco, nos enteramos de que Sophie trataba fatal a Andrew, y muchas noches las pasó llorando en silencio, porque siempre le gritaba y le echaba la culpa por todo, y solo porque se había creído los rumores que le habían contado esas ratas de alcantarilla. Por eso es por lo que los odiamos tanto, y es por eso que Andrew dejó de querer salir con varias chicas al mismo tiempo. 

—Que cabrones que son. Esos de buenos solo tienen las calificaciones —aquel comentario hizo que Stephanie se riera. 

—Te lo juro, jajajaja. 

—Jajajaja, bueno, ¿crees que debería pedirle salir? 

—Sí, definitivamente sí, si quieres te ayudamos en lo que haga falta. 

—Gracias, pero es que no sé cómo hacerlo. 

—Tranquila, puedes practicar conmigo si quieres. 

—¿Segura? 

—Sí, guapa, completamente segura. 

Stephanie y el resto del grupo estuvo ayudando a Gara durante varios días para que se declarara sin ponerse nerviosa. A pesar de los intentos, Gara no se atrevió a declarase. 

—En serio, aprecio que intenten ayudarme, pero no puedo —dijo sentándose en el césped del parque en el que se encontraban

—Ok, yo lo siento mucho Garita, pero no voy a seguir intentando, me quedé sin ideas —respondió Olivia echándose en el césped, lo que hizo que Gara se riera. 

—Yo pensé que eras más positiva, Olivia —dijo Omar. 

—Cállate. 

—¿Y si no quiero? 

—Pues te jodes, pero cállate. 

Omar y Olivia estuvieron un rato así hasta que empezó a anochecer y todos decidieron irse a sus respectivas casas. 

—¡Hola, ya llegué! —Avisó Gara antes de irse al baño para darse una ducha para refrescarse un poco. Cuando salió de la ducha y se puso el pijama, se fue directamente a la cama, estaba tan cansada que ni siquiera tenía hambre. 

—¿No vas a comer nada enana? —Cuestionó Aday. 

—No, no tengo hambre. 

—Come algo que no quiero enterarme de que bajes a la cocina de madrugada a por algo de comer. 

—Agh, mira que eres pesado. 

—Tú cuando quieres también eres un dolor de cabeza —respondió el mayor antes de sonreír a su hermana y revolverle el pelo— pero igualmente te quiero. 

Unas horas más tarde, en la madrugada, se despertó por una pesadilla. Estuvo un rato intentando dormir, pero no le entraba el sueño, por lo que decidió ponerse con el móvil y cuando se dio cuenta, tenía un montón de mensajes de Javier, pero eran mensajes agresivos y llenos de celos, porque había visto todos los amigos hombres que tenía Gara, con la cual todavía seguía en una relación. 

<Mira, aléjate de esos amigos tuyos, no me dan buena espina 

<Respóndeme 

<Sé que estás despierta sinvergüenza, respóndeme ya 

<Qué pasa? Te enfadaste solo porque me beso constantemente con amigas? Sabes que ellas no me importan, solo me importas tú 

Ya cállate, terminamos> 

No pienso seguir escuchándote> 

(Bloqueaste a Javi ☣️☢️🤬💔) 

Gara hizo captura y se la mandó a Andrew, sentía que podía comentarle del tema sin problema 

<Bno, al menos lo bloqueaste 

Sí, pero tengo miedo de lo que pueda hacer en cualquier momento> 

<Ey, clama, td va a estar bn, te lo prometo 

Seguro?> 

<Sí, ntp 

<Si hace falta que yo intervenga, me lo dices, OK? 

Sí, muchas gracias 🥰✨> 

<No es nada 🤗 

<Chao 😘 

Hasta mñn 😊🤗> 

Gara suspiró y se puso a escuchar música con sus auriculares para intentar no pensar en Javier, porque sabe que es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere, solo esperaba que no viniera a por ella, Gara quería dejar esa relación tóxica atrás. 

A la mañana siguiente, Gara y su hermano fueron a desayunar a una cafetería que había cerca. 

—Bueno, ¿ya te has buscado a otro? —Preguntó Aday, curioso. 

—Se podría decir que sí, pero no me atrevo a decírselo. 

—Ay, no seas tímida, entiendo que siempre hayas sido así, pero tú por como eres y como te ves enamoras a cualquiera. 

—No te creas. 

—Bueno, ¿al menos este es menor que yo? 

—Sí, es un año mayor que yo, le sacas 2 años —aquello pareció tranquilizar a su hermano. 

—Menos mal, no quería que salieras con otro de esos que son mayores de edad y solo piensan en sexo. 

Ambos estuvieron un rato más hablando y después decidieron irse a caminar por el parque, en donde se encontraron después de un rato a Andrew. 

—Oh, hola Gara, quién es él? —Preguntó curioso Andrew al ver al chico que iba con ella. 

—Hola, él es mi hermano, Aday —respondió la joven. 

—Ah, pues un gusto —dijo Andrew extendiéndole la mano, a lo que Aday aceptó. 

—Igualmente —respondió Aday analizando a Andrew como buen hermano mayor que es. 

Andrew se despidió y se fue, y Aday enseguida miró a Gara con una ceja alzada. 

—Quién era ese? 

—Era Andrew, el chico del que te hablé. 

—Hmm, no sé yo si fiarme de él. 

—Venga ya Aday, no empieces. 

—No es ninguna broma, es que en serio no me trae buenas vibras. 

—Ay, no te pongas así, seguramente solo tienes que conocerlo mejor. 

—Vale, pero si te termina haciendo daño no me vengas llorando. 

—Eso mismo dijiste con Javier y te pasaste un buen rato consolándome desde que había llegado del instituto. 

—Pero porque lo necesitabas, no iba a ser tan cabrón tampoco. 

—Eres el mejor, te quiero —murmuró la joven mientras abrazaba a su hermano.

—Yo también te quiero enana —dijo con una sonrisa mientras le devolvía el abrazo.