Único.
Tu eres la tristeza de mis ojos, que lloran en silencio por tu amor, me miro en el espejo y veo en mi rostro, el tiempo que he sufrido por tu adiós.
Taehyung se sienta en una de las sillas del comedor, mirando a Jungkook y suspirando, este lleva ignorandole desde que despertaron.
Jungkook mira su taza de café y suspira, no tiene ánimos de ir al trabajo, solo quiere quedarse en su casa y tener un poco de paz para sus jodidos pensamientos que no dejan de aturdirlo.
—Lamento haberme quedado dormido Jungkookie, quería hacerte el desayuno pero creo que no he escuchado el despertador.
Jungkook solo se restriega los ojos, ignorandolo y dando un pequeño sorbo al café, dejando la taza en la mesa y tomando las llaves de su departamento para salir del mismo.
Taehyung siente su corazón encogerse, mirando hacía la puerta con cierta tristeza, ¿por qué Jungkook se estaba comportando así?.
Habían discutido por una tontería, no tenía sentido que siguiera ignorandolo por una pelea sin sentido.
Presionó los labios, subiendo a la habitación para recostarse en la cama, abrazando la almohada de su novio con fuerza.
Obligo a que te olvide el pensamiento, pues siempre estoy pensando en el ayer, prefiero estar dormido que despierto, de tanto que me duele que no estés.
Cuando Jungkook llego del trabajo Taehyung lo recibió con un calido abrazo, pero fué ignorado por Jungkook, que simplemente fue escaleras arriba, dejando a Taehyung con un terrible dolor en el pecho.
Llego a la habitación, viendo a Jungkook ponerse el pijama, arrugando la nariz al sentir el aroma a cigarro en toda la habitación.
—Kookie, ya habíamos hablado de esto, habías dejado de fumar, ¿por qué lo haces de nuevo?.
Tocó su hombro, Jungkook sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, volteando con ojos brillosos, buscando algo con la mirada.
Pero nada, no había nada.
Taehyung le sonrió, acariciandole la mejilla, Jungkook soltó lágrimas, caminando hacía la cama para recostarse en ella, abrazando la almohada de su amado.
—Perdóname...
Susurro, llorando sin control alguno contra la almohada, Taehyung nego, sentandose a un lado de su cuerpo en la cama, acariciando su cabello.
—No llores amor, fué una discusión tonta, no hay porque seguir pensando en ello, tratemos de arreglar esto.
Pero Jungkook no podía escucharlo.
Cómo quisiera que tú vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca, y estar mirándolos.
—Jungkook no es lo que crees, sé que puede verse mal, pero te juro que no es nada, solo es una situación fuera de contexto.
—No me jodas Kim, te tenía pegado a la puta pared, si yo no hubiese llegado a buscarte te hubiese besado.
—No iba a dejarlo, tenía ratos pidiendole que se alejara, pero no entendía y me tenía acorralado.
—¿Por qué no lo golpeaste?, ¿o trataste de empujarlo?, no sé, alguna mierda para apartarlo.
—Escucha...
—No quiero escucharte, vete, no quiero verte ahora.
Jungkook despertó de aquel terrible recuerdo que lo perseguía, sentandose en la cama con la respiración agítada, colocando una mano en su pecho y viendo al lado de su cama.
Abrazo sus piernas, dejando que la oscuridad de la habitación lo abrazara por una vez más, llorando en silencio.
Taehyung a su lado lo escucho, abriendo sus ojos y sentandose en la cama, mirando a su amado.
—¿Otra pesadilla?.
Pregunto, pero no obtuvo respuesta, así que solo se dispuso a abrazarlo y acariciar su espalda.
No sabía cuantos días llevaban así.
Amor eterno e inolvidable, tarde o temprano estaré contigo para seguir amándonos.
Jungkook saca la ropa del closet de Taehyung, doblandola de forma correcta para guardarla adecuadamente.
No puede evitar sonreir al pensar en lo desordenado que Taehyung solía ser.
Taehyung entra a la habitación, mirando a Jungkook acomodar su ropa, abrazandolo por la espalda.
—No tenías que hacerlo.
Le susurra, Jungkook siente un cosquilleo en su oído y suspira, sabe que es él, y cada que siente esas sensaciones no puede evitar sentirse tan culpable y miserable.
Las manos de Taehyung acarician su pecho, siente escalofríos en su cuerpo y sus ojos se cristalizan, los limpia, no quiere llorar de nuevo, termina de ordenar la ropa y mejor baja, tratando de ocupar su mente en el trabajo que tiene pendiente.
Taehyung cada día está más perdido, ¿por qué Jungkook seguía ignorandolo?.
Yo he sufrido tanto por tu ausencia, desde ese día hasta hoy no soy feliz, y aunque tengo tranquila mi conciencia, sé que pude haber yo hecho más por tí.
Jungkook dió una calada a su cigarro y contuvo el humo en su boca, había dejado de hacerlo, pero ya no había nadie que lo reprendiera ahora.
Taehyung se sento a su lado, cubriendo su nariz por el fuerte aroma, como odiaba ese estúpido olor, y detestaba sentirlo sobre su novio.
—¿Desde cuando estás fumando?.
No tuvo respuesta alguna, usando su mano para alejar el humo que se regaba en la habitación, mirando a Jungkook.
—Ya no quiero que sigamos en esta situación, puedo asegurarte que no paso nada, solo, se supone que confías en mí...
Bajo la mirada, llorando en silencio, su pecho doliendo aún más cuando Jungkook siguió fumando, ignorandolo por completo.
En la mente de Jungkook los recuerdos de aquella tarde se repetían una y otra vez, y no dejaba de culparse por ello, quizá si no hubiese dejado que el enojo y el dolor lo controlaran, si tan solo hubiese pensado con claridad, no con celos ni furia de por medio, solo quizá, todo sería distinto.
—¿Hasta cuando vas a seguir ignorandome?, es jodidamente doloroso Jungkook, ¿hasta cuando vas a creerme?.
Taehyung le miro con ojos llorosos, escuchandolo sorber su nariz, mientras limpiaba sus ojos con sus manos, apagando el cigarro en el cenicero.
Lo abrazo desde su espalda, pues para Taehyung no había nada más importante que su Jungkookie, aunque eso implicara que dejara su bienestar de lado.
Oscura soledad estoy viviendo, la misma soledad de tu sepulcro, tú eres el amor del cual yo tengo, el más triste recuerdo de Acapulco.
El celular de Jungkook sonó, él lo tomo, pensando que sería algo relacionado a su trabajo, o cualquier cosa, esperaba recibir cualquier tipo de llamada, hubiese deseado que fuese cualquiera, menos esa.
—¿Jeon Jungkook?.
—Sí soy yo.
—Tiene que venir a reconocer el cuerpo de Kim Taehyung, acaba de ser atropellado por un auto y su muerte fue instantánea, ¿puede venir?.
Su estómago se revolvió, no teniendo tiempo para correr hasta el baño, vomitando en el piso, mientras su cuerpo temblaba sin control, sin saber como reaccionar.
La mujer le dió la dirección, él simplemente colgó la llamada, tomando las llaves de su auto para salir en busca de confirmar que aquel cuerpo no fuese de su novio.
Llego con el rostro pálido y las manos sudorosas, entrando a aquel lugar, mientras lo llevaban hacía una camilla con un cuerpo que estaba cubierto por una sábana azúl claro, mientras uno de los hombres quitaba la sábana de encima, solo descubriendo su rostro.
Jungkook cayó de rodillas al suelo, esto no podía ser cierto, no su Taehyungie.
Dejo salir un grito que perturbo a las personas en el lugar, sollozando y estando de rodillas frente al cuerpo sin vida de su amado.
—¡No no no!, ¡regresa!, ¡tienes que regresar maldita sea!, ¡prometiste que ibas a quedarte a mi lado!, ¡eres un egoísta!.
Gritaba sacudiendo el cuerpo de su difunto novio, en un acto de desesperación por no creer aquel terrible suceso.
Lo abrazo a él, sintiendo el frío de su cuerpo quemar su piel, negando mientras le pedían que lo soltara.
—Tienes que regresar, por favor, no puedo hacerlo sin tí...
Cómo quisiera que tú vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca y estar mirándolos.
Jungkook caminaba con la cabeza baja, mientras Taehyung iba a su lado abrazado a su brazo, siempre le había gustado caminar así al lado de su novio.
Jungkook se detuvo en un puesto de flores, comprando las flores favoritas de su novio, Taehyung sonrió, listo para recibirlas, sin embargo nunca tocaron sus manos, se quedaron en manos de Jungkook, quien retomo su camino a quien sabe donde.
Taehyung le había preguntado si podía acompañarlo, pero al no tener respuesta no tuvo de otra que pegarse a él como chicle.
Su ceño se frunció al ver que estaban entrando al cementerio general, ¿a quién iban a visitar?.
Camino sin soltarse del brazo de Jungkook, observando las lápidas pegadas al cesped, deteniendose cuando Jungkook lo hizo, mirando hacía donde Jungkook lo hacía.
Su sangre se helo por completo, mirando su nombre sobre aquella lápida, junto a su fecha de nacimiento y su fecha de fallecimiento.
Miro a Jungkook agacharse, limpiando las flores secas y las hojas sobre su lápida, colocando las flores nuevas y sentandose sobre el cesped.
—Hola bonito, ¿cómo está todo por allá?, espero que bien.
El corazón de Taehyung se encogió al notar como Jungkook le hablaba, como lo llamaba por aquellos apodos que tanto amaba, sintiendo sus ojos cristalizarse.
—¿Estoy muerto?.
Susurro, Jungkook claramente no pudo escucharlo, miraba su lápida, sin querer aceptarlo, la verdad es que no quería hacerlo, pero tenía que, tenía la lápida del amor de su vida frente a él.
—Las cosas no están nada bien desde que te fuíste, la verdad es que nada lo está.
Dijo con ojos cristalizados, mientras Taehyung entendía porque lo ignoraba, porque no le respondía, porque siempre estaba triste.
Jungkook no podía verlo, no podía escucharlo, no podía saber que todo el tiempo estuvo ahí.
Entonces recordó, después de que Jungkook le pidiera que se fuera, salió del departamento, iba tan sumergido en su llanto y en su dolor, que cuando cruzó la calle, un auto lo tomo por sorpresa, y desperto de la nada con Jungkook nuevamente.
Él simplemente había llegado a la conclusión de que después de salir a tomar aire, regreso al departamento a dormir, pero en realidad, había muerto.
—No debí decirte todas esas cosas, no debí pedirte que te fueras, no debí ser un idiota, tenía que haberte escuchado, tenía que haberte creído, nunca serías capaz de hacerme eso, y simplemente, fuí un imbécil, si tan solo te hubiese escuchado, estarías conmigo todavía.
Las palabras salían enredadas de su boca, ahogandose en su propio llanto, sin poder ser claro con lo que quería decir.
—Si me puedes escuchar, por favor perdóname...
Sollozó, Taehyung se sento a su lado, con su corazón encogido de dolor, abrazando por la espalda a su amor, negando.
—Mi amor, no tengo nada que perdonarte.
Cada que susurraba cerca de su oído, Jungkook sentía aquella pequeña corriente que le calentaba el corazón, y quería creer con todas sus fuerzas, que era su amado Taehyung susurrandole que fuese fuerte.
Caminaron juntos hasta el departamento, un Taehyung abrazado a su brazo, y él sintiendo un extraño alivio en su pecho, pero eso no quitaba el inmenso dolor que le atravesaba el pecho.
Al entrar lo primero que Jungkook vió fué la foto de Taehyung enmarcada en uno de los muebles, soltando un sollozo, lo extrañaba tanto.
—Te extraño tanto...
Musitó con la voz rota, mientras Taehyung lo abrazaba por la espalda, pegando su frente a la misma, prometiendole que jamás iba a dejarlo solo.
Jungkook fácilmente podría haber acabado con su vida, pero sabía que Taehyung no quería eso, y él no quería volver a decepcionarlo, no quería arruinarlo de nuevo.
Pero si le pedía a la muerte que no tardara en ir por él, porque su vida ya no tenía sentido sin el amor de su vida a su lado.
Amor eterno e inolvidable, tarde o temprano estaré contigo para seguir amándonos.
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Me inspire en este fanart para este one-shot y en la canción "Amor Eterno", realmente hay más fotos aparte de esa, pero las perdí hace mucho, y solo pude conseguir esta, créditos a su respectivo autor.
-Cantaloupe♡.
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