5. Coincidencias millonarias
—¿Y qué te parece la idea?
Mandy habla pero yo no la escucho. Estoy hundido en mis pensamientos de lo que ha venido ocurriendo en estos días. La cita con David, ese acercamiento extraño y ahora el chico de la patineta en mi misma clase. Es bastante para procesar.
—William, ¿me estás escuchando?
Después de eso, veo a Mandy un poco molesta y a David un tanto distante, sin mencionar a...
—Me parece bien, así los cuatro trabajamos de manera equitativa y tenemos el trabajo listo antes de la fecha de entrega —dice el chico patineta.
Para rematar, Brenington y la profesora de matemáticas lo pusieron en nuestro equipo. Genial, por si no estaba ya muy salado el asunto.
David parece serio, muy diferente al de hace unas semanas. Desde que Erick se integró a nuestro equipo, parece haber cambiado repentinamente... Bueno, sólo cuando está él. Conmigo en solitario se ha vuelto un poco más... Pegajoso. Admito que se siente bien, pero ya está rayando en lo raro, hablando de que es un chico mega hetero y muy masculino.
—Voto por la opción que mejor nos favorezca —escucho decir a mi príncipe con un tono bastante frío.
Mandy y Erick asienten y dan por hecho que así queda. Después de eso, quedamos en reunirnos en mi casa para empezar el trabajo después de clases y el timbre final suena, señal de que podemos ir a casa.
—Tengo entrenamiento el día de hoy, no podré llevarlos, lo siento —nos dice Dave con un pequeño puchero.
¿Acaso lo hace a propósito para enamorarme cada día más? Me lo estoy planteando en serio.
Mandy y yo nos resignamos a irnos en autobús después de despedirnos de él, a punto de salir, se nos acerca esa otra persona en especial...
—¡Hola! ¿Cómo andan?
Erick nos sonríe, como siempre desde que llegó al grupo. Mandy le devuelve la sonrisa y noto algo raro en ella... Se acomoda el cabello y en sus ojos hay cierto brillo...
Espera... What?!
—Andamos bien —le digo para romper el silencio incómodo.
Johnson, no puede ser...
Los tres salimos hacia la parada sin decir nada.
No es como que me interese, pero Mandy jamás de los jamases había actuado de esa manera. Me refiero a que ningún chico había hecho que ella se comportara así... Salvo uno, yo.
—¿Y tu patineta? —inquiero para romper otro incómodo silencio.
—No la suelo traer a la escuela, además que son un poco estrictos respecto a esas cosas en el Raymond.
Mandy sigue sonriendo, parece que esa sonrisa se le hace más grande mientras más pasa el tiempo cerca de Erick.
—¿Y por qué entraste hasta ahora con nosotros? Las clases casi van hacer un mes de inicio y apenas te vienes integrando.
Erick sonríe un poco, la verdad es que no puedo culpar a Mandy de que le guste... Waoh, eso se escuchó bastante raro, digo el "que a Mandy le guste".
—Me transfirieron de la St. John, hubo una serie de eventos un poco desafortunados que pasaron y me trajeron al Raymond.
St. John's High School es la escuela más prestigiosa de San Francisco, para la elite de los niños más ricos y malcriados de la ciudad, muchísimo más cara y de renombre que el Raymond Hill, así que puedo estar muy seguro que Erick viene de una muy buena familia, pero... ¿Qué habrá pasado para que de esa escuela viniera a parar aquí?
—¿Eres de aquí? Tu apellido suena como algo extranjero.
Erick sonríe.
—Mi familia es de Alemania, pero yo nací aquí en Estados Unidos, en Washington para ser más específico. Mi padre, bueno... es el dueño de la "Lind-B", ¿la conocen?
Lind-B es una empresa automotriz alemana, que le hizo competencia a la Volkswagen en los años de la Segunda Guerra Mundial. Tomaron partida en los ochentas y de ahí se ha convertido en una de las grandes junto a marcas más reconocidas como Mercedes Benz o Ferrari.
A Mandy y a mi casi que se nos desencaja la mandíbula.
—¿Eres el hijo de Gunther Lindberg? ¿De esos Lindberg? ¡Vaya! El deportivo de David es Lind-B. ¡Básicamente tu padre le hizo ese auto! —Okey, admito que Mandy ya rayaba en lo obsesionada pero tenía razón.
Erick era uno de los más ricos... Sino es que el más rico de la ciudad.
—Algo así. Realmente no me gusta el título de "hijo de Gunther Lindberg". Prefiero ser sólo Erick.
—Sí, claro, que tu bisabuelo fuese el gran multimillonario Niklaus Lindberg y tu padre el creador de la línea deportiva de la empresa, que de más decir innovó el mercado automotriz, no te lo hace tan fácil mi amigo —Mandy lo abraza de lado y Erick se sonroja terriblemente.
Mandy, cierra la boca, en serio. Eres peor que yo cuando me ponen a David enfrente.
—Y míranos aquí, tomando el autobús con un multimillonario.
Erick me sonríe. Ahora yo me sonrojé. Diablos...
—Mi papá estaba más que decidido a mandar a uno de sus hombres en un auto, pero le dije que no era necesario. Yo podía cuidarme solo y tomar el autobús...
—Yo hubiese aprovechado el auto, my love... —Mandy sonríe ante su comentario.
Yo sólo ruedo los ojos de lo indiscreta que es.
Pasa el autobús de Erick y sube, no sin antes despedirse de nosotros.
Mandy le da un beso en la mejilla y yo un apretón de manos. Pero... ¡Joder! El corazón me late al mil por hora...
Finalmente se va.
—He ahí al heredero Lindberg en su momento más humilde... Tomando el bus como nosotros los mortales.
Bufo. Vaya, tiene el poder completo para comprar media ciudad y aún así prefiere irse en transporte público. Aunque hay algo que me huele mal... Y no es mi axila sudorosa esta vez.
—Tenemos de amigos a un capitán de fútbol súper buenorro y sabroso, y a un multimillonario... ¿Qué puede ser mejor? —la sonrisa de mi amiga es enorme como mis ganas de darle en la cara con un tubo.
El bus de Mandy llega y se sube, me despido y entra, y el auto toma su camino.
Me quedo solo esperando el mío, que no tarda en pasar. Ya adentro y camino a casa, no dejo de pensar en lo que me produce estar cerca de Erick. No sé, tal vez sea su aura misteriosa la que me pone así y yo estoy exagerando.
Puede ser, pero algo me da una mala espina. No porque me desagrade sino todo el rollo de haber ingresado a nuestra escuela así y más siendo un Lindberg.
*******
Un mensaje suena mientras intento resolver mi tarea de matemáticas. Lo miro y sonrío en automático:
Mi príncipe 💙: Hey, cómo estás? Yo ya no aguanto la espalda, el entrenador nos mató el día de hoy sin descanso.
Me olvido de todo y le respondo casi que al instante.
Yo: Intentando hacer la tarea de mate. Ya me aburrí, quiero dormirme una semana entera y despertarme con la materia aprobada.
Veo el escribiendo en su chat y suena el mensaje, pero no proviene de él:
Número desconocido: Hola, chico bonito.
El contacto no tiene foto ni nombre. Raro. Aunque pienso que es una broma de algún idiota del colegio, como ya había pasado antes.
Yo: Si es una broma o me quieres joder, no estoy de humor, y te vas bloqueado.
El mensaje de David finalmente me llega.
Mi príncipe 💙: Bueno, eres el rey de las matemáticas, aprobada ya tienes la materia, solo debes poner en clase esa carita bonita que tienes para que te aprueben.
Me sonrojo a niveles ridículos. La verdad es que mi relación de amistad con David había escalado a un nuevo nivel. Y sí, lo amaba.
Yo: Con la cara que me cargo, es probable que me den una cachetada y me reprueben.
Me distraigo con mi príncipe y de repente me llega otro mensaje:
Número desconocido: No, espera! Soy Erick. Mandy me pasó tu número.
Y de nuevo otra taquicardia.
Basta William, deja de ponerte así por ese chico. Tú sólo tienes ojos para tu príncipe de ojos color cielo.
Yo: Oh, eso lo cambia todo. Bueno, te registro.
Erick: No pasa nada, pequeño 😉 Mandy me dijo que podrías añadirme a su grupo para las tareas.
La voy a matar. Ese grupo era privado para nosotros tres. Hasta lo nombre "El Poder de Tres". Ahora voy a tener que ponerle "El poder de los cuatro tontos".
Yo: Vale, te añado en corto.
Lo añado y aparece la notificación. Al instante recibo otro mensaje.
Mi príncipe 💙: Umm, a quién metiste?
Yo: A Erick, Mandy dijo que lo añadiera para las tareas grupales.
Después de eso, David se desconectó no sin antes dejarme en visto.
No entiendo su actitud para con Erick. Desde que llegó podría decir que lo detesta. Con trabajos le dirige la palabra y cuando lo hace, se porta grosero.
No quiero pensarlo, pero creo que Mandy y Cleo están empezando a tener razón, y él no es lo que parece o dice ser.
¡Agh! Me duele pensar que David en serio puede llegar a ser el típico idiota arrogante que tiene sus momentos pasajeros de humildad hipócrita, y que cuando consiga lo que quiere, me va a mandar al diablo.
No quiero que eso pase. Si llega a suceder, me cambiaré de escuela, no pienso en seguir ahí con la poca dignidad que tengo por los suelos y con David siendo el idiota que me niego a pensar que es.
El sonido de un mensaje me saca de mis pensamientos.
Erick: Gracias pequeño 🖤 cómo estás?
Dudo en responderle. Gracias a él, mi príncipe se enojó. Pero no pienso en hacer lo mismo que David.
Yo: Bien, un poco cansado, estoy haciendo la tarea pero tengo ya mucho sueño. Tú?
Erick: Cenando. Hoy no hay nadie y me toca comer solo.
Siento un poco de tristeza al leerlo. Supongo que sus padres están tan ocupados con sus negocios que no tienen tiempo para pasarlo con él.
Yo: Pues, no estás solo. Bueno, estás charlando conmigo así que ya tienes compañía xd
Un minuto pasa para que el chico me responda.
Erick: Es verdad. Ya no me siento tan solito 🥺 gracias pequeño. Y dime qué tal te fue en la tarde? Algo interesante con Mandy o David?
Yo: No, nada. Con Mandy no he hablado y con David sólo me dijo que estaba destrozado por el entrenamiento. Pero es todo.
Bueno, eso y que me ignoró al momento en que lo mencioné a él.
Erick: Ya veo. Qué bonito es tener a gente como ellos. Mandy es buena chica, muy linda y atenta. Y parece que David es un buen novio contigo, no pequeño?
Suelto el teléfono al leer eso último.
De entre todas las cosas, no creí que jamás alguien dijera que David es mi novio. Ni en mis más locas fantasías lo había imaginado.
Yo: Emm... No, David no es mi novio.
La verdad es que sigo procesando lo que me ha dicho. ¿Por qué Erick pensaría que él y yo somos novios?
Erick: Pues si no es tu novio, sí que está bien enamorado de ti.
Ok, basta.
Aquí el enamorado obsesionado soy yo. David no me ha dado señales de estarlo... Bueno, no me ha dado señales de querer algo conmigo.
Yo: Estoy seguro que no le gusto a David, digo... Es mi amigo, sólo eso.
Erick: Bromeas? Has visto cómo se le iluminan los ojos cada que te mira? Cada que sonríe al momento que entras en escena? Vamos pequeño, puedo no estar seguro de muchas cosas pero sí lo estoy de decirte que le gustas a él.
Suelto el teléfono.
No sé qué pensar.
Sí, él y yo estuvimos a punto de...
Bueno, no sé exactamente de qué, pero era algo.
Y no por eso David está enamorado de mí.
¿O sí?
Suena un mensaje y lo que leo, me pone de cabeza totalmente.
Erick: Una lástima, el capitán se me ha adelantado.
El mensaje es borrado al momento.
Yo: ¿Qué dijiste?
Erick: Nada, un mensaje equivocado 🙃 en fin, creo que iré a dormir, ya estoy cansado. Nos vemos mañana, pequeño.
Y se desconectó, junto con mi cordura.
No sé qué está pasando, pero la llegada de Erick puso todo de cabeza peor de lo que ya estaba.
Y a mí me está dando jaqueca.
Un nuevo mensaje llega, con el tono especial.
Mi príncipe 💙: Hey! Me fui a bañar, perdón por dejarte en visto pero me estaban apresurando.
Mi corazón palpita desesperado. No dejan de resonar las palabras de Erick en mi mente: Le gustas a David.
Yo: No hay problema xd total ya estoy acostumbrado a la indiferencia de la gente.
Bueno, si le gusto entonces queda claro que mi estupidez natural terminará por espantarlo.
Mi príncipe 💙: Nooooo! No fue a propósitoooo 😭 En serio me estaban apurando, es más estoy recién salido de la ducha :'c mira
Seguido de eso, manda una foto y...
Bueno, acabo de morir, revivir, morir de nuevo y así unas diez veces más.
David, con la toalla un poco arriba de las caderas, su cuerpo musculoso goteando el agua de la ducha y él sonriendo mientras saluda.
Sí, en definitiva ese hombre me trae muy, muy mal.
Yo: Qué calor...
Sí, la cagas William.
Mi príncipe 💙: JAJAJA y eso que no has visto lo demás 😏
Yo: Qué?
Mi príncipe 💙: Qué?
Bueno, creo que la hipótesis de Erick ya no suena tan descabellada después de todo. Eso y que mi amiguito ha crecido ante el mensaje insinuante de mi príncipe hermoso.
Mal momento porque tendré que postergar la auto-tocación.
Yo: Bueno, me toca ir a cenar. Te dejo, hablamos mañana.
Suena mensaje pero no lo miro. Voy directo al baño y me miró en el espejo.
Mis ojeras, mis anteojos de abuelito, mi cabello rizado y despeinado a lo loco.
Si le gusto a David, la verdad es que en todo caso tiene muy malos gustos.
Bah, qué estupidez estoy diciendo.
¿Cómo podría gustarle yo a ese dios griego de ojos azules? ¿Yo, el flacucho ñoño sin chiste ni gracia?
¿Cómo es que alguien como yo cree tener oportunidad con David "el rey de la sensualidad masculina" Miller?
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