Capitulo Único
Drake
Son las tres de la mañana, acabo de tener otra pesadilla, que seguramente me dejara sin dormir el resto de la noche, miro el reloj que esta sobre mi mesa de noche son casi las tres de la maña, hace semanas que esto me sucede. Intento moverme pero los brazos de Tayson me tienen prisionero. Desde que se enteró de mis pesadillas busca dormir lo más cerca posible. A veces es agobiante, pero a la vez me da tranquilidad. Dice que se siente frustrado porque es el único lugar donde no puede protegerme, donde no puede estar para mí.
Trato de deslizarme fuera de la cama, pero al darse cuenta, me abraza con más fuerza.
Abre sus ojos, me mira, siento su respiración en mi cuello, vuelve ejercer fuerza en sus brazos para que no me mueva, sé que quiere trasmitirme seguridad, lo logra me relajo y me acurruco más sobre él, me dejo llevar. Estando juntos no le temo a nada.
• ¿Otra vez?
• Lo siento, te desperté.
• ¿Volviste a soñar?
• Sí.
• ¿Lo mismo?
• Sí... estoy de vuelta en prisión, Michael se acerca con un cuchillo. Empiezo a correr por el lugar y él solo sonríe. Quiero alejarme, pero él se acerca más y más hasta que me alcanza y me clava el cuchillo.
Cierro los ojos con fuerza, puedo sentir esa sensación en mi cuerpo, me estremezco por completo, él se da cuenta y me abraza más fuerte, me besa en la frente, sus besos me calman, es todo lo que nesecito para saber que todo va a estar bien.
• No puedo hacerte daño. Él está muerto, lo maté yo mismo. Trata de dormir de nuevo. Mañana tienes un examen muy importante, necesitas aprobarlo. Por culpa de ese examen, me has dejado sin sexo dos días.
• Lo hacemos todos los días, no pasará nada si en dos días no lo hacemos.
Me abraza aún más fuerte, obligándome a acurrucarme en su pecho.
• Mientras yo viva, nada te pasará. Te amo.
• Te amo.
Él se durmió de inmediato, pero dudo que lo haga yo. Otra noche sin dormir. Sé que todo está bien y creo firmemente en sus palabras, pero no puedo tranquilizarme.
A la mañana siguiente, antes de que sonara el reloj, ya estaba despierto. De hecho, no dormí en toda la noche. Tayson ya tiene los ojos abiertos; se levanta temprano para prepararme el desayuno, asegurándose de que esté bien preparado para ir a la facultad.
Antes de levantarse me da un beso en los labios, con mi mano verifico el estado de su pene, si se llega a encontrar erecto como el 99% de las mañanas me encargare de ese asunto, pero esta vez esta normal, lo veo levantarse y ponerse solo un pantalón corto, no se pone camisa, ni nada que cubra la parte superior de su cuerpo, me avisa que bajara, mientras prepara el desayuno yo me doy un baño, pensando en todo lo que me depara el día de hoy.
Ha pasado mucho tiempo desde que llegamos aquí, este país y su gente es muy bello, desde que llegamos me sentí bienvenido, me costó adáptame un poco. Nunca en mi vida había tenido tantos lujos en principio me sentí un poco agobiado, pero poco a poco fui acostumbrándome.
Estoy cursando el último año de la carrera, es algo emocionante saber que me falta poco para recibirme y que puede estudiar la carrera de mis sueños, en un momento de mi vida creí que nada de esto sería posible incluso llegue a pensar que mi vida sería corta y que nadie me amaría como lo hace la persona que en estos momentos me está llamando para avisarme que el desayuno está listo.
Quise empezar a trabajar, pero él no me lo permitió. Dijo que teníamos suficiente dinero como para vivir cómodamente el resto de nuestras vidas. Aunque sea verdad, no me gustaría depender de él. Aunque debo confesar que la facultad me consume todo el tiempo que tengo. Si tuviera que trabajar, no tendría tiempo para nada más. Por eso opté por usar el dinero que me ofrece Tayson.
Cuando me gradúe y esté ejerciendo, se lo devolveré.
Lo juro.
Mientras estoy en la facultad, él se dedicó a buscar trabajo. Me había dicho que, para no levantar sospechas, uno de los dos debería trabajar. Estuvo trabajando con su primo, pero duró muy poco. Ambos tienen personalidades muy fuertes y discutían constantemente. Terminó renunciando y ahora se encuentra desempleado.
Bajo a la cocina y lo encuentro, sentado en la mesa que normalmente usamos para desayunar, sobre esta hay una gran variedad de comida, un desayuno muy proteico con variedad, él entrena y se toma muy enserio lo de su alimentación, yo quise seguirle el ritmo, pero no puedo, me cuesta mucho.
Tomo asiento y empiezo a sorber mi café, mientras el me pasa una tostada de no sé qué, la tomo y me la llevo a la boca.
• ¿Hasta qué hora tienes facultad hoy?
• Hasta las 20 horas.
• ¿Quieres que pase por ti y vayamos a comer para celebrar que aprobaste ese bendito examen?
• ¿Cómo sabes que aprobaré?
• Porque eres muy inteligente y has estado estudiando mucho. Es un hecho que aprobarás.
Cuando me doy cuenta la hora que es me levanto apurado, lo beso en los labios. Si no estuviera apurado, tendría sexo en este momento. La verdad es que estos días sin sexo me están matando. Nunca pensé que tendría esta necesidad de estar desnudo frente a él.
• ¿Y tú qué harás?
• No lo sé. Saldré a caminar un poco y veré si puedo encontrar algo que hacer. Seguramente pasará gran parte del día en el gimnasio.
Nos besamos una vez más, tomo mis cosas que están preparadas del día anterior, por suerte tengo la costumbre de dejar todo listo de un día para el otro sino sería imposible llevar el estilo de vida que llevo.
Lo vuelvo a besar y me dirijo al garaje para tomar mi auto y empezar mi viaje a la faculta, un día menos para terminar mi carrera, mientras subo al auto miro a mi novio quien está parado en la puerta mirándome, no sé por qué siento una puntada en el pecho, la angustia me invade, mis manos empiezan a temblar, tengo deseos de bajar y abrazarlo... pero me resisto, tengo que mostrarme fuerte, porque si él se llega a enterar de todo lo que en este momento me está pasando... tambien le afectaría, y lo más probable es que me tome entre su brazos y me lleve dentro de la casa donde no me dejaría salir nunca más.
Enciendo el auto y salgo, voy camino a la facultad, trato de tranquilizarme, todo estará bien, es solamente un sentimiento sin sentido, deben ser los nervios de que estoy llegando al final de mi carrera.
Tayson
Observo cómo se va de casa en el auto que le regalé en nuestro segundo año en esta ciudad. Es un auto chico, de color negro para dos personas, le costó aprender a manejar, pero lo logro hacer, es una persona muy capaz y muy cabeza dura. El automóvil es para que pueda moverse de la facultad a casa y viceversa. Una de las cosas que me pidió fue no depender de mí para sus actividades, buscaba libertad. Pensé que la mejor forma de otorgársela era regalándole un auto.
Me cuesta verlo partir o no saber nada de él por un largo período; me he vuelto muy dependiente. Necesito conocer cada uno de sus movimientos, por eso estoy al tanto del teléfono y le envio mensajes cada media hora para asegurarme que se encuentre bien. Aunque él no responde mis mensajes, a veces tarda demasiado tiempo en leer o responder algún mensaje mío, ya lo hemos discutido muchas veces, sé que no lo hace porque quiere en ese sentido soy muy toxico, en muchos sentidos soy muy toxico, naa... en realidad no tanto. pero es algo que no puedo evitar nesecito saber de él, que él está bien, sano y salvo.
Una vez que se va, me doy una ducha y me dirijo al gimnasio, a unas cuadras de casa. Paso la mayor parte del tiempo aquí. Disfruto entrenar, cuidar mi cuerpo y asegurarme de que luzca bien. A veces puedo ser un poco obsesivo con el cuidado que le doy. Utilizo cremas, voy a cámaras solares para broncear mi piel, me depilo todo el cuerpo y sigo una dieta estricta, Tambien hago Pilates y yoga, una vez a la semana voy a un masajista profesional. No uso suplementos ni nada por el estilo, todo lo que tengo lo he logrado gracias a horas de entrenamiento en el gimnasio. Intenté inculcarle a Drake esta pasión, pero no muestra mucho interés. En realidad, no quiero que cambie, es perfecto tal como es.
Me han recomendaron que valla a saunas ya que esos lugares ofrecen diversos beneficios para la salud, como la relajación muscular, la eliminación de toxinas a través del sudor, la mejora de la circulación sanguínea. Además, contribuye al alivio del estrés, favorece un mejor sueño, estimula el sistema inmunológico y mejora la flexibilidad de músculos y articulaciones.
El problema es que, si en un gimnasio causo revuelo, miradas inapropiadas, intentos de ligue, y que me acosen en las duchas o en cualquier lado, no quiero imaginar qué pasaría si voy a un sauna, donde estaría sin ropa, o con solo una toalla. Además, escuché que en esos lugares van muchos gays para tener relaciones con cualquier persona que esté ahí y acepte la invitación. Cerca de donde vivimos hay uno que es exclusivamente para hombres homosexuales; el segundo piso de ese lugar está equipado con cabinas, reservados, laberintos y un mini cine donde proyectan películas porno gay. Suena interesante, pero sería muy difícil que yo vaya a algún lugar de esos y menos solo. Tal vez en algún momento le pregunte a Drake si quiere acompañarme. Sería interesante.
Llego temprano, al gimnasio, para evitar la multitud. Solía venir por las tardes, pero, suena mal que lo diga yo, tengo una buena forma física y eso hace que hombres y mujeres intenten llamar mi atención, incluso algunos han intentado tocarme en las duchas. No entienden que soy fiel a mi novio, sin su aprobación no haría nada. Para evitar estas situaciones, prefiero venir por las mañanas, en este horario hay menos gente, aunque incluso a estas horas, con poca gente, el entrenador insiste con miradas o palabras inapropiadas.
Algún día esto terminará mal si no paran.
Lo digo en serio.
Intenté trabajar, en el deposito que tiene la pareja de mi primo, pero no soy bueno siguiendo órdenes. Necesito ser el que da las órdenes, tuve varios problemas con uno de sus empleados el cual supuestamente era mi jefe, para evitar más conflictos y hacer quedar mal a mi primo decidí irme de ese lugar, por lo tanto, no tengo muchas cosas por hacer.
Aunque tengo en mente una idea que ha estado rondando mi cabeza desde hace días, aún no se la he compartido a Drake. Prefiero desarrollarla más a fondo antes de comentársela a mi novio. Creo que es una idea excelente que no solo me mantendrá ocupado durante gran parte del día, sino que también podría ser algo que disfrute incluso en las noches. Al llegar aquí, no me imaginaba lo aburrido que podría ser no tener nada que hacer. La falta de planes para tanto tiempo libre me ha llevado a experimentar con diversas actividades, algunas obligadas mí novio, pero ninguna me ha cautivado completamente.
Lo que estoy planeando es algo significativo. No solo espero obtener ingresos adicionales, aunque no los necesite realmente, sino que también busco mantener mi mente ocupada y enfocada en algo constructivo. Solo necesito afinar los detalles y desarrollar mejor mi idea para que sea un proyecto completo y exitoso. La decisión de no contar con la ayuda de Drake no se debe a que no quiera su apoyo, sino porque este proyecto es mi visión personal. Además, entiendo que ya tiene bastante en su plato con las responsabilidades académicas y los exámenes en la facultad.
La emoción de crear algo desde cero y verlo florecer me motiva, y estoy ansioso por compartir mi proyecto con Drake una vez que esté más estructurado. Su apoyo y perspectiva serán valiosos, pero por ahora, este es un viaje que quiero emprender por mi cuenta.
Después de explorar varios lugares para el proyecto en el cual estoy trabajando, regreso a casa. Le dije que lo llevaría a cenar, pero prefiero preparar algo aquí. Hace frío para salir y no quiero que ponga la excusa de estar cansado, ya lo ha hecho otras veces, no es algo que me molesta, mucho, entiendo que estar todo el día en ese lugar y tener que estudiar debe ser muy agotador, yo no podría soportarlo y admiro mucho su empeño por llevar todo al día y el esfuerzo que hace para levantarse todas las mañanas para ir ese lugar, si fuera por mi dejaría que se quede todo el día en casa. Pero no lo haría, y no quiero que lo haga.
No voy a buscarlo a la facultad porque me ha prohibido ir.
Dice que llamo demasiado la atención y no quiere ser el centro de preguntas. Al principio, no lo entendí, me enojé y fui sin que supiera.
En ese momento lo comprendí.
Los estudiantes se aglomeraron a mi alrededor al verme llegar en mi camioneta; obviamente, llama mucho la atención. Algunos incluso dijeron cosas inapropiadas y, otros intentaron tocarme, pasarme su número y cosas de ese estilo, que pensé que un ámbito académico no pasaría. La situación empeoró cuando notaron que iba por mi novio. Lo miraron como si fuera un bicho raro, e incluso algunos insinuaron que no podía ser su novio, sugiriendo que seguro todo era inventado. Esto afectó profundamente a Drake, quien aún lidia con complejos debido a la diferencia que existe entre nosotros dos. La presión social y los comentarios hirientes hicieron que esa tarde se sintiera especialmente mal, recordándole una vez más que él nos considera una pareja imperfecta. Nadie parecía creer en nuestra relación, y ese día en particular, gracias a mi estúpida impulsividad, todo se tornó más difícil para Drake. Fue una situación incómoda e injusta que dejó secuelas en su autoestima.
Ese día casi cometo una masacre.
Esa noche en casa le pedí disculpas. He comprendido que somos una pareja bastante inusual, y aunque no nos importa lo que piensen los demás, es mejor no dar pie a más especulaciones, sobre todo con personas que veremos todos los días durante el tiempo que dure la carrera.
Al llegar a casa, me dirigí directamente a la cocina para comenzar a cocinar, no soy un gran cocinero, pero me defiendo bastante bien, pero algo llamó mi atención: la puerta que conduce al patio trasero estaba abierta. Ni él ni yo somos descuidados a la hora de dejar puertas cerradas. Tomé el arma que mantengo escondida por precaución, sin que él lo sepa. Mis armas están escondidas en distintos lugares de la casa, tengo una casa muy grande llena de muebles que justamente uso de escondite para mis armas, si él descubriera su existencia, tendría serios problemas.
Camino sigilosamente, el arma que tengo en mi mano está cargada y lista para disparar.
Por un momento, pensé que Kevin podría haber vuelto a entrar a la casa, pero luego recordé que está de luna de miel con su marido. Recorrí la casa lentamente, con la pistola siempre en mano, intentando escuchar cualquier ruido fuera de lo normal, pero no percibí nada y tampoco encontré nada fuera de lugar.
Regresé a la cocina y cerré la puerta. Al hacerlo, miré por la ventana y pude distinguir a lo lejos la sombra de una persona. Me apresuré a salir, pero era demasiado tarde; la persona ya se había ido.
Regresé adentro y me concentré en preparar la comida, aunque estoy muy nervioso. Hace días me enteré de que... escapó.
Sabía que lo haría, era solo cuestión de tiempo. Él fue quien ideó el plan de escape que usamos con Drake para salir de prisión. Yo solo modifiqué la ruta que usamos para llegar al lugar que hoy llamamos hogar. Lo único que espero es haber sido tan cuidadoso como sé que él es, ese hijo de puta, y no haber dejado ninguna pista para que me encuentre.
Las personas que me ayudaron a llegar aquí son fieles a mí y no le darán información a nadie, menos a él pues saben la verdad de lo que paso, y me alertarán de cualquier cosa que llegue a pasar. De esta forma, me enteré de que se había escapado y que estaba buscándome.
Y estoy seguro que no es para nada bueno la razón de su búsqueda.
Drake
Llego a la facultad y me encuentro con Facundo esperando en el lugar de siempre donde estaciono mi auto.
Es un tipo simpático con un terrible mal humor. No somos exactamente amigos, pero es la única persona con la que suelo hablar. Fue uno de los chicos que se me acercó cuando empecé a estudiar aquí. Al principio, fue con toda la intención de tener una relación; lo confesó abiertamente y quiso besarme.
No se lo permití y lo mantuve alejado, por un tiempo.
Obviamente, no le conté a Tayson sobre esa vez, ya que seguramente lo buscaría para enfrentarlo y de ser necesario de matarlo. Mi novio a menudo es muy celoso y violento.
A los pocos días, tuve una charla con Facundo y dejé en claro que mis sentimientos son para una sola persona, que nunca habrá nada entre él y yo, y que, si volvía a intentar besarme, tendría que aceptar las consecuencias. Él aceptó y me pidió que lo ayudara con los estudios. Estuve a punto de rechazarlo, pero me di cuenta de que necesita a alguien que le enseñe o lo ayude con la facultad, ya que no llegará muy lejos por sí solo. Yo necesitaba un amigo y él pareció ser una buena opción. Parecía ser popular y tener muchos amigos. Pensé que si lo ayudaba, tal vez me ayudaría a mí mismo a relacionarme con otras personas de su entorno, que él conociera.
Por suerte, así fue.
Soy muy tímido y trato de no llamar la atención de nadie para evitar preguntas sobre mi pasado, lo que menos quiero es que alguien sepa de dónde vengo. Muchas personas que eran de su círculo de amigo, terminaron convirtiéndose en amigos mío, lo que me sorprendió fue que me aceptaron rápidamente, y dejaron de lado la amistad de Facundo. No sé si era porque no son tan amigos.
• Hola, ¿qué tal? -saluda Facundo-. ¡Bombón!
• Ya te he dicho que no me llames así. Si mi novio se entera de que me dices así, es capaz de matarte.
No lo matará rápido, lo hará muy lentamente por haberse atrevido llamarme así. No lo ah hecho hasta ahora, pero sé que si pudiera lo haría. Es muy posesivo. Y eso me encanta y me agobia a la vez.
• ¡Ah, el debilucho de tu novio no me asusta en absoluto!
• No tienes idea de lo que dices.
• Déjame demostrar que soy lo mejor que te puede pasar.
• Por favor, Facu, no insistas. Hoy tenemos un examen muy importante.
Me volvió a hablar, pero no lo escuche ya que me puse a caminar directo al edificio donde curso, este lugar tiene un aspecto muy parecido al de una prisión, al principio me daba un poco de miedo estar aquí, me costó mucho, pero de apoco me fui acostumbrando a este lugar.
Fuimos directo al aula donde tendríamos el examen.
Llevo meses estudiando para este momento.
Estoy por entrar cuando levanto la vista y miro al pasillo. A pesar de la multitud, entre todos, distingo un rostro. Me quedo congelado por unos segundos.
No puede ser él, está muerto, Tyson lo mató.
Facu me toma de la mano para entrar al aula y eso me hace reaccionar. Enfoco mejor la vista y la persona que creí haber visto ya no está.
El estrés de este examen me tiene muy nervioso, y si a eso le agrego el hecho de que no estoy durmiendo bien... debo estar enloqueciendo.
Al entrar al aula, me dirijo a mi asiento habitual. A mi lado, Facundo intenta hablarme, pero mi mente está enfocada en el examen que se avecina, crucial para mí. El silencio se instaura al llegar el profesor. Su aspecto juvenil podría engañar, pues aunque aparenta tener mi edad, su experiencia y dedicación son evidentes. Cada clase es una revelación; su habilidad para transmitir conocimientos es excepcional. Antes de su llegada, esta asignatura solía ser un desafío para muchos, pero desde que él asumió, todos hemos conseguido superarla sin dificultad. En más de una ocasión, he permanecido después del horario de clase conversando con él. Me contó su historia: proveniente del interior del país, llegó con su esposa y su bebé recién nacida para cumplir su sueño de ser profesor. Su pasión por enseñar y compartir conocimientos es inspiradora, y su dedicación a la educación deja una huella imborrable en cada uno de nosotros.
El día de mañana, mi mayor anhelo es emular su ejemplo. La forma en que él vive su vida es una fuente constante de inspiración para mí. Recientemente, me brindó la oportunidad de ser su asistente en la facultad. Me dijo que si conseguía superar este examen, el puesto sería mío. Esta perspectiva es mucho más que un simple deseo; es la realización de un sueño. Convertirme en su asistente no solo significaría seguir sus pasos, sino también poder extender una mano a aquellos que me rodean, siguiendo el ejemplo de generosidad que él mismo personifica. Su fe en mí es un impulso inigualable, y estoy decidido a demostrarle que su confianza no está mal depositada.
El parcial fue difícil, me costó mucho concentrarme, pero lo logré. Aprobé. Me siento feliz y con un peso menos en la espalda, El profesor me felicito delante de todos y anuncio que yo a partir de ahora sería su asistente, recibí un fuerte aplauso de todos mis compañeros, estoy muy contento. No veo la hora de llegar a casa para contárselo a Tayson.
Facu no aprobó; parece que no estudió lo suficiente, lo estuve ayudando a estudiar, sabía que este examen era muy importante y que puede llegar a perder el año si no aprueba, a veces pienso que no le importa, que solo viene a la faculta para divertirse para que sus padres no le digan nada.
Salgo de la facultad y voy directo a mi auto para ir a casa, quiero festejar con mi novio, estoy muy emocionado, sé que lo descuide todo este tiempo por mis estudios hoy pienso recompensarlo y darle todo lo que no le pude dar este tiempo.
Escucho a Facu llamándome, pero no le doy importancia. Realmente deseo llegar a casa y festejar con él.
Pongo el auto en marcha y salgo del estacionamiento de la faculta rumbo a casa, por el retrovisor veo a facundo quien me sigue haciendo señas, igualmente no freno, también veo que mi celular empieza a sonar, el cual también ignoro. Este chico es realmente fastidioso y no acepta un no como repuesta.
Al llegar a casa, noto algo inusual. No sé exactamente qué es, pero siento una sensación extraña. Algo perturbo el ambiente, la casa está casi a oscura y no se oye ningún ruido.
Entro, lo primero que percibo es que normalmente él está en la puerta esperándome, pero en esta ocasión no es así.
Una vez dentro, recorro la casa en busca de él. Finalmente, lo encuentro en la cocina, con la mirada perdida en el horizonte mientras prepara la comida. Está tan inmerso en sus pensamientos que no se percata de mi presencia hasta que estoy a su lado, casi a punto de tocarlo. Al darse cuenta de mi cercanía, su reacción es instantánea: un brinco repentino y un gesto de sorpresa atraviesan su rostro, como si mi voz lo hubiera sacado de un profundo ensimismamiento
• Hola, amor. ¿Estás bien?
• ¿Qué? Ah... hola... perdón, no te escuché entrar... ¿Qué hora es?
• ¿Estás bien? Te noto diferente.
• Sí... sí. En un rato cenamos, ve a bañarte.
Sigue preparando la cena. No se acercó a mí para besarme ni me preguntó cómo me había ido en el examen. Está actuando de manera extraña, incluso trae la misma ropa que traía esta mañana, él es de esas personas que se cambian de vestimenta dos o tres veces al día.
Además, habíamos acordado comer fuera, y parece que eso ya no va a suceder.
Subo a nuestro cuarto y comienzo a quitarme la ropa, pensando que no debe ser nada; tal vez tuvo un mal día. No tiene muchos amigos, no tiene muchas actividades para hacer en sus tiempos libres, a veces eso lo pone de mal humor. Sé que se esfuerza por conseguir amigos o algo para hacer, pero es una persona complicada y difícil de llevar.
Quizás pueda animarlo, así que voy hacia su ropa. Sé que le encanta verme con sus prendas puestas, en más de una ocasión eh despertado su lado animal con tan solo ponerme una media de él.
Estoy buscando qué ponerme, tomo una camisa, su apariencia física es muy distinta a la mía, sus camisas me quedan de vestido, recuerdo que una vez la use sin nada abajo parecía un lobo hambriento cuando me vio, por suerte ya estoy acostumbrado a su miembro y esa vez lo hicimos de una manera totalmente nueva para mí, fue muy salvaje, me encanto, quisiera volver a repetirlo por lo tanto opto por ponerme esta remera, pero me detengo al encontrar una caja de preservativos abierta entre sus cosas y con el faltante de dos unidades.
¿Desde cuándo están aquí? Hace mucho que dejamos de usarlos. A él le resulta incómodo, y para ser honesto, a mí tampoco me agrada que los use. Pero tenía entendido que no había más de esos en esta casa. Es extraño que estén aquí, en su lado del armario.
Ahora que lo pienso, está actuando de manera extraña. No me preguntó cómo me fue en el examen. Sabe lo importante que fue para mí haber rendido bien. Además, siempre me pregunta cómo me fue, me espera con un abrazo tipo oso y me llena de besos.
Es extraño.
Termino de cambiarme, opto por vestir mi ropa habitual y bajo al comedor. La mesa está lista, el ambiente se siente armonioso, está todo preparado para una cena romántica. El extraño sentimiento inicial de repente desaparece.
Quedo congelado por un segundo disfrutando lo que mis ojos ven.
La mesa se encontraba adornada con una suave y elegante mantelería blanca, que de la misma cae al piso. Sobre ella, velas aromáticas dispersan una luz cálida y titilante, creando una atmósfera íntima y acogedora. El brillo suave de las velas se refleja en la cristalería pulida y en los cubiertos de plata, añadiendo un toque de brillo y romance a la escena. Esa vajilla le tengo guardada y la saco solo en ocasiones especiales.
El centro de la mesa está adornado con un delicado arreglo floral compuesto de rosas rojas, mis favoritas, símbolo clásico del amor y la pasión, entrelazadas con toques de follaje verde para aportar frescura y naturalidad. El aroma dulce de las rosas llena el aire.
Pequeños detalles románticos adornan la mesa: servilletas de lino blanco dobladas con elegancia y atadas con una cinta de seda roja, pequeños corazones de chocolate colocados estratégicamente entre los platos.
La música suave y melodiosa flota en el fondo, añadiendo una banda sonora perfecta para la velada. Todo en la mesa, desde la disposición de los platos hasta la selección de los elementos decorativos, ha sido cuidadosamente elegido para crear un ambiente romántico y memorable, donde el amor florece y los corazones se entrelazan.
Me quedo en el umbral de la puerta más tiempo del que pretendía, hasta que siento a alguien tomándome por la cintura y empezando a besarme el cuello.
• Preparé tu comida favorita, lasaña de carne, para celebrar que aprobaste ese bendito examen.
• ¿Cómo sabes que aprobé?
• Siempre que te propones algo, lo consigues. Estudiaste noche y día, me dejaste sin sexo por dos días enteros; era más que obvio que ibas a aprobar. Y por eso te prepare una velada como la que vez, para celebrar.
No digo nada mientras él toma mi mano y me conduce hasta mi lugar en la mesa, ayudándome a sentarme en la silla con toda la cortesía que le caracteriza.
Me limito a saborear la comida que coloca frente a mí. La verdad es que ninguno de los dos es un experto en la cocina, pero él se defiende bastante bien. En más de una ocasión, sus platos me han sorprendido gratamente.
El ambiente vuelve a tornarse extraño, demasiado silencioso. Si no lo conociera tan bien, diría que está en alerta, mirando a su alrededor como si buscara algo. Quiero preguntarle qué sucede, pero no me atrevo.
No quiero ponerme a pensar en eso y arruinar este hermoso momento.
Es él quien habla primero, y sus palabras claramente insinúan que algo no va bien.
• Estaba pensando, podríamos irnos de vacaciones ya que no tienes más que estudiar. No sé, tal vez podríamos irnos un par de meses a Canadá. ¿Qué te parece?
• ¿Canadá? Está al otro lado del mundo. Además, aún tengo que seguir cursando. Que haya rendido bien este examen no significa que termine la carrera. Aunque los siguientes exámenes no sean tan importantes como este, por ahora no puedo irme, mucho menos durante tanto tiempo.
• Pensé que ya terminabas de estudiar y que ya te recibías. Perdón, no tenía idea. Está bien, haremos ese viaje cuando no tengas pendientes y te conviertas en un gran doctor.
La cena continuó en silencio. Ahora sé que algo no va bien; él está muy nervioso, tenso, como si estuviera ocultando algo.
No quiero darle mucha importancia, por lo tanto, me enfoco en disfrutar la mesa y en toda la decoración que hay, debe haber estado horas preparando todo esto.
Al terminar de comer, lo ayudo a recoger los platos y lavo lo que usamos, es muy feo desarmar todo esto, pero debemos hacerlo, soy una persona que no le gusta dejar nada sucio, menos un plato de comida, sé que corto un poco el romanticismo, pero es importante para mí no dejar pendiente.
Él sale al patio para verificar que todo esté cerrado. Lo escucho hablar en voz baja sobre poner un sistema de alarmas con cámaras y contratar seguridad privada. Empiezo a preocuparme, pero cuando me acerco para preguntarle qué pasa, me toma por la cintura y me besa.
Prácticamente me arrastra hacia la habitación.
Me tira sobre la cama, en sus ojos solo puedo ver lujuria, se acuesta encima de mí, me besa mordiéndome los labios, baja por mi cuello y clava sus dientes ahí mismo, eso dejara una marca, pero no me molesta, levanto mis brazos para que pueda sacarme la remera que tengo puesta, por suerte no la rompe, logre sacarle esa costumbre, al principio cada vez que teníamos relaciones me arrancaba la ropa del cuerpo.
El aun esta vestido intento moverme para sacarle algo de ropa pero me detiene.
Se corre hacia un lado y empieza a desabrocharme en pantalón para quitármelo, junto al boxer, me parece injusto estar completamente desnudo frente a él, y que él todavía este vestido. Quiero quejarme, pero no me deja introduce todo mi pene en su boca, haciendo garganta profunda, mi pene no es grande, es de tamaño normal y entra en su boca en su totalidad, con su lengua juega un poco con la cabeza de mi pene, me encanta que haga eso.
Lo saca y empieza a jugar con mis testículos, agarro las sabanas con fuerza, cada vez que él juega con su lengua en mis partes íntimas me hace estallar de placer. Baja más hasta llegar a mi entrada donde se entretiene jugando un rato más, debo confesar que disfruto mucho de su lengua jugando en esas zonas. Es la parte del sexo que más disfruto, incluso más que la penetración y hablando de eso.
Desabrocha el pantalón que lleva puesto, saca su pene y lo apunta a mi entrada, gracias a su lengua y aun poco de saliva que uso entra sin problemas, mis manos agarran más fuerte las sabanas, a pesar de ya no ser virgen y de haber recibido su miembro muchas veces, aun siento como si fuera la primera vez y es que su miembro es muy grande, demasiado grande, nunca había visto a uno del mismo tamaño, aunque confieso que el único que vi hasta el día de hoy es el de mi novio.
Un dolor fuerte me devuelve a la realidad, ese dolor me hace saber que todo su pene está dentro de mí. Fijo la vista en él, todavía está vestido y tiene mis piernas en sus hombros las cuales empieza a besar, morder y lamer, mientras empieza el vaivén de sus caderas, el meta y saque de su pene, me hace explotar del deseo, cada embestida que da hace que mi cuerpo tiemble de placer, es una sensación indescriptible, pero me siento tambien. Soy de él y él es mío, y para reafirmar ese pensamiento siento como acaba dentro de mí.
La sensación de sentir toda su esencia dentro de mí, es magnífica y me hace sentir el hombre más feliz del mundo.
Saca poco a poco su pene, me acomodo mejor en la cama, se aleja un poco y empieza a sacarse la ropa muy lentamente, me encanta ver como se desnuda y verlo desnudo, amo su espalda y sus piernas, una vez que está completamente desnudo se acuesta encima mío, y empieza a repartir suaves besos por todo mi cuerpo mientras yo recorro con mis manos todo su cuerpo, es hermoso y lo mejor el me hace sentir que soy hermoso. Por eso lo amo tanto.
Cada beso cada caricia me transporta a otro mundo haciéndome olvidar de todo.
No sé a qué hora nos dormimos solo sé que recuperamos esos dos días que no tuvimos sexo.
Cierro los ojos y me voy durmiendo lentamente, escucho un "Te amo" y eso es todo lo que nesecito para quedarme dormido profundamente.
Corro de nuevo, pero esta vez estoy en un lugar desconocido, por más que me esfuerce no logro reconocer dónde me encuentro. Lo único que percibo es el frío metal de un arma en mi mano y la sangre que cubre mi cuerpo. Alguien me persigue implacablemente, su risa retumba a mi alrededor. Un disparo atraviesa mi pierna, derribándome. El dolor se vuelve insoportable, paralizándome en el suelo. Delante de mí, la figura serena de Tayson emerge, una sonrisa en su rostro, pero apunta un arma hacia mí y dispara. El terror me invade mientras la oscuridad se intensifica.
Despierto con fuerza, empapado por el sudor que ha causado esa maldita pesadilla, pero algo no está bien. Tayson no está a mi lado, no me abraza como de costumbre, ni siquiera está en la cama.
Veo luz proveniente del baño, me acerco y lo encuentro desnudo, bañándose. Parece que él tampoco puede dormir. Agradezco tener un baño tan espacioso como el nuestro y que la puerta de la ducha sea transparente, así puedo contemplar la hermosa figura del hombre que está dentro. Me gustaría unirme a él en la ducha, pero me contengo. Todavía es muy temprano para levantarnos, y después de la intensa sesión de sexo que tuvimos, dudo poder aguantar otra ronda más.
Regreso a la cama, falta mucho levantarme por completo. Me quedo mirando el techo de mi habitación, preguntándome qué significan esos sueños. ¿Estoy volviéndome loco o quizás intentan decirme algo?
Tayson
A pesar del buen sexo que tuve, no logro relajarme. Drake se quedó dormido después del segundo orgasmo; parece que no tiene mucha energía sexual para su edad, lo cual es extraño. Recuerdo que, a su edad, yo era todo un semental. Claro, no tenía las preocupaciones universitarias que él tiene en estos momentos.
Yo era mucho más libre y despreocupado.
El único problema que tenía era evitar que mi padre se diera cuenta de lo que hacía. Pero para eso tenía a Michael; siempre sabía cómo cubrirme y evitarme problemas.
¡Qué idiota fui al confiar ciegamente en él!
Cuando me aseguré de que Drake estuviera profundamente dormido, me levanté para tomar un baño.
El hecho de que ese desgraciado esté ahí fuera y que mi casa pudo haber sido localizada me preocupa demasiado. No quiero darle motivos a Drake para preocuparse. Mantendré esto en secreto y trataré de protegerlo aún más. Si algo le sucediera, nunca me lo perdonaría.
Quizás estoy exagerando un poco no hay razón para asumir que estos eventos están conectados. Tal vez me estoy preocupando por algo que no tiene sentido.
Debo buscar en que ocupar mi cabeza, tal vez empiece con algún curso o algo por el estilo, soy libre y tengo demasiado tiempo sin usar en mi vida.
Me despierto a la mañana con un problema en la entra pierna, enseguida busco con mi mano a la persona que duerme todas las noches junto a mí, a la encargada de solucionar los problemas que tengo ahí abajo cada vez que despierto pero esta vez no la encuentro, por un principio me asusto y me levanto lo más rápido que puedo, me pongo mi bata blanca y empiezo a buscarlo, bajo a la cocina, donde lo encuentro preparando el desayuno, me tranquilizo un poco verlo calmado, preparando el café que tanto nos gusta a los dos, pero luego recuerdo que tengo mi pene duro como una roca exigiendo la atención de mi hombre, me acerco lentamente y lo tomo por la cintura apozando mi pene contra sus nalgas, empiezo a bajar lentamente el pantalón que tiene puesto, humedezco mis dedos para poder dilatar su entrada, no dice nada deja que haga lo que quiera, sé que le gusta, le gusta complacerme en todo, cuando estoy a punto de meter mi pene en su trasero, el teléfono que se encuentra en la mesa empieza a sonar.
Es el teléfono celular de Drake. Me hace un gesto para que lo deje sonar y siga haciendo lo que estoy haciendo, pero el ruido me desconcentra y, de mala gana, dejo que vaya a contestar. En muchas ocasiones, odio esa estúpida caja parlante.
Termina de hablar vuelve a mí me besa y me abraza, mi pene empieza a reaccionar nuevamente, pero no logra erectarses del todo, interrumpe el beso para hablarme de quien lo había llamado por teléfono.
• Era un compañero de la facultad, quería saber si nos podíamos ver antes para que lo ayude a estudiar, ayer no le fue bien en el examen y dentro de unos días tiene que rendirlo otra vez sino va a perder el año, quiere que nos veamos unas horas antes de entrar a cursar. ¿A ti no te molesta?
• Me molesta haber despertado y no encontrarte en la cama conmigo... es lo único que me molesta en estos momentos.
• Esta noche te lo recompensaré me pondré uno de esos tantos trajes que te gustan y jugaremos por horas te lo prometo.
• Mmm está bien. Pero ahora quiero que te pongas de rodillas y me des un adelanto de lo que va a pasar esta noche.
Nuevamente obedece y se arrodilla para meterse todo mi pene en su boca.
En cuanto al sexo él y yo nos complementamos bastante bien, debo confesar que hubo un tiempo que pensé que íbamos a tener bastantes problemas con respecto ese tema, fue un gran alivio cuando me di cuenta que estaba equivocado.
Yo solo digo lo que quiero que haga y el sin poner resistencia lo hace, sé que algunas cosas le resultan difíciles y algunas cosas le da mucha vergüenza hacerlas, pero pone todo su entusiasmo para hacerlo. A veces no me doy cuenta de lo que le pido y donde se lo pido, pero las hace igual, si bien es cierto que más de dos rounds no aguanta no me importa, el hecho de saber que él está ahí para mi me hace muy bien y eso para mí es sinónimo de perfección, él es sinónimo de perfección.
La mañana transcurre con normalidad, él absorto en sus libros y yo buscando un buen servicio de monitoreo para la casa. No le dije nada al respecto, simplemente mencioné que estaba leyendo un libro que encontré en internet, no se lo dije porque no quiero asustarlo.
Generalmente no almorzamos al mediodía. Drake tiene sus clases y yo suelo ir al gimnasio. No tengo muchos amigos, de hecho, no tengo ninguno. Nunca me acostumbré a socializar con otras personas y creo que nunca lo hare, me tiene sin cuidado, no necesitó a nadie más a mi lado más que a él.
Se va cerca del mediodía y no regresa hasta altas horas de la noche. Al principio, esto me fastidiaba un poco porque quedaba solo durante gran parte del día sin tener ninguna actividad que hacer. Pero él me explicó que de esta manera podrá terminar la facultad antes y dedicarse al 100% a estar conmigo, eso me calmo un poco, pero no lo suficiente.
Cuando él se va, yo voy al gimnasio, donde entreno durante varias horas al día.
Mantengo un buen estado físico, siempre me ha gustado cuidar mi apariencia, pero eso también es una especie de maldición. Siempre atraigo miradas, incluso de personas que no me interesan en lo más mínimo. Todos parecen acercarse a mí por alguna razón, me ven como un trofeo que deben ganar. Esta mal que lo diga yo pero es así como pasa cada vez que entro a algún lugar.
Una vez que termina mi rutina de Gym, la cual es muy estricta, debo pasar aquí adentro entre 3 o 4 horas, entrenando, me gusta venir aquí, y dar lo mejor de mí, amo mi cuerpo y a mi chico le encanta como luzco. Me doy un baño rápido, solo para sacarme el exceso de sudor, en casa me daré una ducha más profunda, intento estar lo menos posible en los vestidores, no quiero problemas y no quiero a gente mirando por demás.
Salgo al estacionamiento y subo a mi vehículo, Una Ford 150 Raptor, es uno de los tantos caprichos que me di cuando llegamos a este lugar.
Siento que alguien me habla, me saludo, es un chico con el cual me tope varias veces, sé que es gay, una vez se me lanzo, le corte el rostro desde un primer momento, pero es bastante persistente. Me está hablando no sé de qué ya que no estoy prestando atención a lo que dice, lo miro y es un chico atractivo, si no tuviera novio no duraría en darle una buena ronda de sexo. Pero no lo hare, soy fiel a mí ratón de biblioteca.
Subo a la camioneta y la pongo en marcha el chico todavía está hablando, pero no tengo ganas de perder el tiempo.
Conduzco tranquilo por la ciudad, el lugar no está lejos de mi casa, pero como nadie me apura, tomo el camino más largo, las vueltas que doy a la ciudad ayudan a que le dé un vistazo al vecindario buscando el lugar exacto donde poner un emprendimiento que quiero empezar.
Al llegar a casa, lo primero que hago es verificar que todo esté en orden, que las puertas y las ventanas estén cerradas y que no haya signos que demuestren que alguien intentó entrar. A simple vista, parece estar todo bien, lo cual me relaja un poco.
Mi hogar se encuentra en un barrio privado, es de dos pisos. Tengo un gran patio en la parte de atrás y un patio más pequeño en la parte delantera. Las rejas de gran tamaño rodean la propiedad, con un portón corredizo que ofrece espacio para dos autos. Aun así, siento que algo más le falta.
Me quedo contemplando el lugar por un tiempo. Cuando ninguno de los dos está, la casa se ve muy tranquila, muy pacífica. Antes me gustaba, pero ahora creo que me empieza a preocupar. A pesar de que ya tiene instalado el sistema de seguridad y las cámaras están funcionando, todavía no la siento segura del todo.
Estoy concentrado viendo el patio delantero de mi casa cuando mi vecino pasa con su perro y me saluda, como siempre que me ve afuera. Es una persona algo afeminada, casi de la misma edad que mi novio, y siempre está allí para saludarme o intentar hablar conmigo. En estos momentos, parece estar exagerando sus movimientos de caderas, incluso se atrevió a guiñarme un ojo. Es un poco fastidioso, pero acaba de darme una idea. Observo al perro, que es una salchicha con patas, y ladro a una moto que pasa... ¡Eso es! Eso es lo que le falta a mi casa.
Entro con una gran sonrisa y dejo que mi mente imagine cómo sería ser recibido por dos grandes perros. Permito que mi mente divague más y me imagino cómo sería que mi novio me recibiera con un disfraz de perrito, mascarilla, arnés, cola de perro y en posición de cuatro patas... Alejo esos pensamientos, aunque no del todo, porque es algo que estoy seguro de que llevaré a cabo en algún momento.
Subo las escaleras, subo las escaleras con una gran sonrisa y me dirijo a mi habitación para cambiarme de ropa, pero lo que encuentro sobre mi cama me deja sin aliento.
Sobre ella está lo que una vez fue ropa de prisión, pero lo que más me llamó la atención de esa ropa fue el nombre que tenía bordado: Michael.
Maldición.
Él está aquí.
Entro a mí casa.
A pesar de las alarmas.
De las cámaras.
Logro entrara.
Debe querer venganza.
Lo conozco bien y sé que irá tras Drake.
Sin pensarlo, salgo de la casa, subo a mi camioneta y empiezo a manejar hacia la facultad donde está estudiando. La verdad, nunca presté atención a su itinerario, así que no tengo idea de en qué parte de la facultad se encuentra. Intento llamarlo a su celular, pero no contesta. Seguramente debe estar en alguna clase. Lanzo una maldición al cielo y aprieto más el acelerador. Sé que recibiré varias multas por exceso de velocidad, pero no me importa; necesito llegar a mi destino para ver que él está bien y que nadie se atrevió a tocarlo.
Una vez que llego, dejo la camioneta mal estacionada y empiezo a caminar frenéticamente. Muchas personas se pusieron enfrente mío tratando de llamar mi atención, tanto hombres como mujeres, algunos intentaron tocarme.
Es muy molesto. Y estoy muy enojado.
No tengo ni idea cual es el camino que tengo que tomar y eso me enoja más.
No sé a dónde debo dirigirme, no sé dónde está. Sé que viene a esta facultad, pero me siento perdido y patético. Juro que, cuando esto pase, lo obligaré a hacerme un horario detallado o, mejor aún, le pondré un chip para saber en todo momento dónde está.
Entro a la facultad donde todos se detienen y fija su vista en mí, ahora recuerdo porque o quiere que venga a buscarlo.
Sigo caminando por los pasillos de este lugar. Por un momento, creo que estoy de vuelta en prisión. Me detengo en medio del pasillo y veo cómo este lugar tiene cierto parecido a ese infierno. Los pasillos son interminables y a donde mire veo puertas que conducen a aulas, que para mí parecen pequeñas celdas.
Estoy empezando a desesperarme. No sé cómo Drake puede venir a este lugar.
Una chica rubia se detiene frente a mí con una sonrisa muy grande, me mira de arriba abajo. Esta debe ser la chica popular de la facultad o sea la chica fácil.
• Hola, buenas tardes. ¿Puedo ayudarlo?
• Sí, de hecho. Señorita, usted parece ser la chica más inteligente y linda de este lugar. Y me imagino que debe conocerlo muy... pero muy bien, incluso debe saber todo de todos los estudiantes que vienen aquí.
Uso mi voz seductora para hacer que esta chica haga lo que quiero. Siempre funciona, y esta vez no será la excepción, ya que la chica se derrite literalmente ante mi voz.
• Puedo mostrarte todo lo que desees, soy una de las mejores en esta facultad y la conozco muy bien.
• Perfecto, es lo que necesito. Aunque en realidad no estoy buscando un lugar, estoy buscando a una persona... Se llama Drake y es mi novio. Dime, lindura, ¿no lo has visto?
La cara de la mujer se deformó de una manera que nunca en mi vida había visto. Si tuviera mi cámara, le sacaría una foto.
• ¿Lo dices en serio? ¿Eres gay?... Qué desperdicio.
• Mira, no estoy de humor. ¿Sabes o no sabes dónde está mi novio?
• Lo vi recién con Facundo en la cafetería.
• ¿Facundo? ¿Quién rayos es Facundo?
• Tú, que eres su novio, no lo sabes... Eres un ejemplo de novio.
Esta chica me está hartando. La tomé del brazo y la metí a un aula que estaba vacía.
• Escúchame con mucha atención. Te lo voy a preguntar una sola vez... ¿Dónde está la maldita cafetería?
Dije casi gritando, y tomando muy fuerte el brazo de esta chica, pude ver pánico en sus ojos, pero no me importa, tengo que llegar a mi novio, nesecito saber que él está bien.
Sé muy bien que puedo usar mi voz seductora para conseguir lo que quiero y que más de un ingenuo o ingenua ha caído en mis encantos. Sé que sueno muy vanidoso, pero es la verdad. Lo que también es cierto es el hecho de que cuando me enojo, la voz que uso hace que todas las personas que están cerca de mí se mueran de miedo.
Después de haber conseguido las indicaciones exactas de dónde está la cafetería, voy directo a ese lugar.
Me vuelvo a sentir en una prisión, este lugar es terrorífico, quiero irme con mi novio de aquí.
Una vez que estoy en la puerta de ese lugar, me detengo un segundo para pensar en qué voy a hacer.
No puedo simplemente entrar y sacarlo de ahí.
Tampoco puedo irme, ya que provoque un revuelo en este lugar. Si me voy ahora, él se enteraría y tendría varios problemas.
No es que le tenga miedo a mi novio; lo que temo son los castigos que puede llegar a imponerme. Y no me refiero solo a quedarme sin sexo, sino también a que no me hable, a aplicar la ley del hielo. Una sola vez la usó conmigo, y fue el peor día de mi vida. Recuerdo claramente cómo me sentí, como si el mundo se hubiera detenido y la angustia me atrapara. Fue un recordatorio doloroso de lo profundo que era mi vínculo con él, de lo mucho que significaba para mí su atención y su afecto.
Me quedé un segundo más mirando hacia donde está él, la puerta de la cafetería tiene vidrios que permiten ver asía dentro, comencé a darme cuenta de algo que no me gusta nada. Está sentado junto a un chico que lo mira de la misma forma en que yo lo miro todas las mañanas. Se nota que Drake le está intentando enseñar algo, pero también se nota que este individuo no quiere aprender. No despega la vista de los labios de mi novio, incluso se saborea con la lengua.
Estoy en un lugar desde donde puedo apreciar con mucho detalle lo que está pasando.
Ese muchacho obviamente siente algo más por Drake. Veo cómo intenta acariciarle la mano, pero mi novio lo aparta muy sutilmente y sigue explicándole lo que intenta explicarle. Ahora sí tengo un motivo para entrar a este lugar, no solo por el hecho de que está intentando ligarse a mi novio, sino porque mi chico toma muy en serio todo lo relacionado con el estudio. Si está aquí hoy junto a ese idiota tratando de ayudarlo, es porque lo siente así. Siempre busca la forma de ayudar a todo el mundo; él siempre está poniendo su granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor, aunque sea una mierda. Pero bueno, es así.
En lo que me refiero, mucha gente se aprovecha de eso, como ahora. Debe estar esforzándose para que este tipo aprenda algo.
Decido entrar, sin tener claro qué voy a decir. Improvisaré sobre la marcha; siempre lo hice y hasta ahora me ha funcionado bien.
Tayson: Hola, buenas tardes... ¿Cómo está el hombre más hermoso del planeta?
Drake: Tayson, ¿Qué haces aquí?
Tayson: Solo pasaba por aquí y se me ocurrió sorprender a mi novio.
Facundo: ¿Tú eres su novio?
Tayson: Sí, soy Tayson, y él es mi novio... ¿Y tú quién eres?
Drake: Él es Facu, un compañero de la facultad. Estamos estudiando para que pueda rendir de nuevo el examen que no aprobó la última vez.
Tayson: Ah... tú eres el que reprobó, Facundo.
Le extiendo mi mano y, al tomarla, le aprieto con fuerza. Sé que le dolió, su cara me lo dice, pero no dice nada. Este tipo no me cae bien en absoluto.
Drake: Aun tengo clases, no puedo irme. Debiste avisarme que venías a verme.
Tayson: Te llamé al celular y no me atendiste... pero no te preocupes, fue solo un impulso para asegurarme de que estabas bien. Los dejo seguir estudiando. Me voy a casa a preparar algo especial para esta noche... te amo.
Sin apartar la mirada del idiota de Facundo, le doy un beso a mi novio y salgo del lugar, consciente de que tengo varios problemas por resolver. Y que seguramente me gane un problema más con Drake. Esta noche me reclamara mi actuar y lo muy probable es que me deje sin sexo.
Luego pensare en eso, primero tengo dos problemas que resolver.
El primero es Michael. Sé que está aquí y que intentará hacer algo. Debo tener mucho cuidado. No puedo decirle nada a Drake; se molestaría conmigo por no haberle dicho que estaba con vida, y lo preocuparía más de lo que ya está.
Tengo que resolver esto por mi cuenta.
El segundo problema es el idiota de Facundo. Espero que no intente hacer nada con mi chico, porque esta vez terminaré en prisión por asesinato.
Drake
Lo veo marcharse sin decir una palabra más. Aún no puedo creer lo que acaba de suceder. De la nada, se presenta en mi facultad, en la cafetería, como si fuera lo más natural del mundo. Algo no cuadra.
• ¿Ese es tu novio?
• Sí, lo es.
• Es un poco...
• ¿Intimidante?
• No... no me intimida... Iba a decir que es algo arrogante, entrar aquí, armar ese alboroto en el lugar donde estudias... ¿Cuál era su propósito?
• No lo sé, pero lo averiguaré... Se me está haciendo tarde para la próxima clase. Mejor me voy, luego seguimos.
• Espera, los chicos que pasamos el examen queremos festejar este fin de semana en un bar cercano a la facultad. ¿Te animas?
• Pero tú no aprobaste.
• Eso es lo de menos. ¿Quieres venir o tu novio no te deja?
• Él no es mi carcelero. Puedo ir, e iré.
Salí de la cafetería para dirigirme al aula de mi próxima clase. Todavía estoy un poco desconcertado por lo ocurrido. En realidad, no sé si me siento molesto o confundido. La situación es extraña.
Sé que Tayson no tiene vida social y cuando no estoy con él parece estar perdido o aburrido. He temido que haga algo impulsivo con tanto tiempo libre. No quiero que vuelva a cometer errores o que busque compañía con alguien más.
Sé que no lo hará confío en él.
He intentado varias veces que encuentre alguna actividad para hacer, que estudie algo. Pero siempre ha rechazado la idea. Lo máximo que conseguí fue que se comprara una cámara de fotos y empezara a tomar fotos a paisajes o incluso fotos mías desnudo, como un pasatiempo. Aunque funcionó por un tiempo, luego lo abandonó.
Se enfoca mucho en su cuerpo. No me molesta, me agrada que se cuide, pero sé que necesita algo más. Pasa demasiado tiempo en casa. En la prisión, ansiábamos la libertad, pero ahora que la tenemos, parece preferir estar encerrado.
Tendré que hablar con él de nuevo. Tal vez pueda llevarlo conmigo al bar donde los chicos planean ir a festejar. Si lo incluyo en mis planes, quizás pueda ayudarlo a explorar nuevas formas de vida.
Tayson
Llego a casa y me doy una ducha de agua helada. Necesito enfriar mi mente para pensar con claridad en mi próximo movimiento.
Sé que Michael está aquí.
Quizás, si intento contactarlo, podría llegar a una especie de tregua, su silencio indica que está planeando algo. ¿Pero qué?
Ya entro a mi casa, lo que significa que podría regresar.
Y Drake afuera, vulnerable.
Intento pensar en cómo resolver ese problema, pero me quedo dormido en el sillón. Despierto más tarde por el ruido que hace mi novio al entrar. Tengo un arma en el pantalón que intento esconderla de Drake.
Lo saludo bruscamente para mantenerlo alejado, veo que no le gustó nada la forma en que lo salude, no me gusta ver esa expresión es su rostro, pero si me llegara a abrazar se daría cuenta del arma que tengo, eso lo alertaría y seria mí fin.
Drake dice algo sobre ir a bañarse, pero apenas le prestó atención, tengo muchas ideas en la cabeza. Tal vez pueda dejarlo encerrado dentro de casa hasta que todo se aclare.
Descarto rápidamente esa idea.
Decido dirigirme a la cocina para preparar la comida, pero al mirar por la ventana, noto nuevamente la presencia de esa figura oscura. Sin dudarlo, salgo corriendo con el arma en mano, dispuesto a enfrentar a quien sea que esté afuera. Al llegar al lugar donde vi la figura, no hay nadie. ¿Cómo pudo moverse tan rápido? Apenas lo perdí de vista por dos segundos. Me quedo parado en el mismo sitio donde estoy seguro de haber visto a esa persona. De repente, algo brillante en el suelo llama mi atención. Me acerco con cautela y descubro el celular de Drake.
¿Cómo llegó hasta aquí?
El teléfono empieza a sonar.
Respondo rápidamente, ya que la llamada entrante es de mi celular y está dentro de la casa.
Dirijo mi mirada a la casa y, con el teléfono pegado a mi oreja, comienzo a caminar rápidamente hacia la puerta por la que había salido.
• Ha pasado tanto tiempo, aún recuerdo cómo me tomabas en la ducha de la prisión... ¿No quieres recordar viejos momentos?
• ¿Qué demonios quieres?
• A ti.
• ¡Estás enfermo!
No corta la comunicación. Apresuro mi paso hasta la puerta de la casa, él está dentro.
Pero al llegar la encuentro cerrada con llave desde adentro.
• ¿Estás dentro de mi casa? Te conviene dejarme entrar.
• ¿Y si no? Sabes, ahora entiendo por qué te fijaste tanto en este chico, desnudo se ve muy lindo.
Rompo la puerta de la cocina y subo las escaleras hacia la habitación que comparto con Drake, donde supuestamente está bañándose. Con mi arma en una mano y el teléfono en otra.
• ¿Qué diablos quieres?
• Divertirme y hacerte pagar por todos estos años en los que te di todo y no supiste valorarlo.
Llego a la puerta de nuestra habitación, intento abrirla, pero está cerrada con llave. Empiezo a gritar el nombre de Drake. Estoy a punto de derribar la puerta cuando se abre y aparece Drake con una toalla alrededor de la cintura.
• ¿Estás bien? ¿Te pasó algo? ¿Por qué cerraste la puerta?
• Estoy bien, me estaba bañando. Yo no la cerré. Es extraño. ¿Tú estás bien? Pareces alterado.
• La puerta de la cocina también estaba trabada y tuve que abrirla a golpes.
• ¿Qué?
No escucho más, me está hablando, pero estoy demasiado exaltado por lo que acaba de pasar.
Entro directamente al cuarto que compartimos, ocultando el arma que tenía en mis manos. Empiezo a revisar la habitación en busca de alguna pista de su presencia.
Encuentro mi teléfono en la mesita de noche y descubro que hace menos de un minuto tuve una llamada con el celular de Drake, el cual tengo en mi mano. También veo que la ventana está abierta de par en par, seguramente escapó por ahí.
• ¿Me escuchas? ¿Hay algo mal? ¿Te comportas extraño últimamente?
• Sí... lo siento, estoy tenso... Termina de cambiarte... Pediré comida.
Esto está mal.
Estuvo dentro de mi casa, en la habitación con mi novio.
Podría haber hecho cualquier cosa.
Tengo miedo.
Debo actuar ahora.
Drake
Algo va mal y no sé exactamente qué, pero algo no está bien. Anoche, después de cenar, se aferró a mí más fuerte de lo habitual. Sé que no durmió en toda la noche; me desperté varias veces y lo encontré en la misma posición, con los ojos bien abiertos, alerta como si estuviera esperando algo.
Cuando me levanté por la mañana, ya estaba listo y había preparado el desayuno.
• Te llevaré a la facultad - dijo.
• ¿Qué? ¿Por qué?
• Porque quiero. También iré por ti más tarde.
• Pero...
• Mira, quiero pasar más tiempo contigo y pensé que esta sería la mejor forma. Comenzaremos a hacer todo juntos.
• No, no creo que sea buena idea. Me gusta estar contigo, pero no todo el tiempo. Te amo más de lo que puedes imaginar, pero necesitamos nuestro espacio. Las parejas normales lo tienen... Sé que no somos normales y si estamos demasiado tiempo juntos, nos aburriremos.
Hubo un silencio. Lo amo y me encantaría pasar cada segundo con él. Es la persona más dulce y detallista que conozco, aunque no lo admita, es muy romántico.
Es una versión completamente diferente a la que conocí en la prisión.
• Está bien, tienes razón. Esa no es la solución.
• ¿Solución? ¿Para qué?
• Últimamente he visto muchas noticias sobre robos, asesinatos y cosas así, y me da miedo que te pase algo.
• ¿En serio? ¿No estás celoso por lo que viste en la cafetería? ¿Celoso de Facu?
• ¿De Facundo? Para nada. Primero, confío en ti al 100 % y si me engañas, sé que será por algo que no pude darte. Por eso siempre me aseguro de que tengas lo que necesitas y te recuerdo cada noche cuánto te amo. Y segundo, si alguna vez llegas a engañarme, espero que sea con alguien mejor que Facundo. Ese tipo no merece ni un segundo de tu atención.
• ¿Estás diciendo que puedo engañarte?
• ¿Qué? Yo jamás dije eso... ¿Quieres ser infiel?
• ¡No! Jamás...
• ¿Cómo terminamos hablando de esto?
Aunque nunca sería infiel a Tayson, me gustaría verlo teniendo relaciones con otro hombre. Es una fantasía; él es tan atractivo y varonil que verlo con alguien similar debe ser muy excitante.
Pero no hay otro hombre como él, es único.
No puedo compartir esa fantasía con él. Sé que la aceptaría, pero me atormentaría demasiado si lo hiciera, o tal vez no, pero el miedo me impide averiguarlo. Nuestra relación es sólida y sexualmente gratificante. No hay razones para plantearle algo así.
Sin embargo, a veces me asalta la duda: él es el único hombre con el que he estado. No he experimentado otro cuerpo, otras manos. ¿Son suficientes sus caricias y su figura?
Creo que sí. Es difícil creer que, después de tanto tiempo, siga plagado por la inseguridad.
• Volviendo al tema de seguridad... ¿todavía tienes el arma que te di aquel día?
• ¿Qué arma?
• Cuando escapamos de la prisión, te di una y te dije que siempre la llevaras.
• Ah, sí... está guardada en mi armario...
• Bien, quiero que la tomes y la lleves siempre contigo.
• No puedo llevar un arma a la facultad. Si me descubren, tendré problemas graves. No te preocupes, estaré bien, sé cuidarme...
Me acerco y lo beso; lo siento tenso y de mal humor.
• Me invitaron a un bar este fin de semana; los chicos que aprobaron el examen van a festejar. ¿Qué te parece si me acompañas?
• ¿Yo? ¿Con tus compañeros? ¿Crees que será buena idea?
• No lo sé, podríamos intentarlo... ¿Qué puede salir mal?
• ¿Solo irán los que aprobaron?
• Sí.
• Está bien, suena bien.
Lo beso de nuevo, me doy cuenta de que se está haciendo tarde y salgo rápidamente de casa. Afortunadamente, tengo auto y no dependo de nadie. Tayson aceptó ir conmigo al festejo, es un comienzo.
Somos una pareja atípica, nos conocimos en el lugar menos pensado, nos enamoramos y nos fugamos juntos. Hemos construido nuestras vidas juntos y estoy muy feliz con eso, pero aún siento que me faltan miles de experiencias por vivir.
Tayson
Debí imaginarme que mi plan de acompañar a Drake a todos lados no funcionaría. Él es una persona muy independiente y tiene un buen punto. Aunque deseo estar cada segundo del día con él, a la larga sería insoportable. Lo amo mucho, pero ambos necesitamos nuestro espacio.
Tengo que encontrar una forma de detener todo esto. Buscaré a Michael y trataré de hacerlo entrar en razón, o lo mataré en el intento. Ya me hizo saber que está cerca de mí y puede entrar a mi casa sin que me dé cuenta. No debe estar trabajando solo; debe tener algún cómplice, alguien que lo esté ayudando.
Me quedo unos minutos en la cocina, meditando cual sería el mejor plan, ahora que Drake no está me quede solo en la casa, la siento tan vacía, sin vida. La idea de tener una mascota cada vez se vuelve más fuerte. No se lo comenté a él, pero sé que aceptara.
Miro por la ventada y veo que mi casa no es la única de dos pisos, la de los vecinos tambien lo son.
Creo que tengo una idea de cómo hacer que Michael se comunique conmigo. Conozco a esta persona y todo lo que hizo fue por una razón... Esa razón soy yo.
Subo a la habitación que comparto con mi novio, una estancia frontal de la casa con grandes ventanales que permiten la entrada de una abundante luz solar. Los rayos del sol se filtran a través de las cortinas blancas, creando un ambiente cálido y acogedor. A Drake le encanta la luz solar, por lo que cuando compré la casa me aseguré de que esta fuera el cuarto más luminoso de todas.
La habitación es espaciosa y está decorada con tonos suaves y relajantes. Las paredes están pintadas de un color crema suave, mientras que el suelo de madera oscura le da un toque de elegancia. En el centro de la habitación se encuentra una cama extra grande es perfecta para que duerman cómodamente dos o tres parejas, aunque yo solo puedo conciliar el sueño con mi novio en mis brazos. Elegí esta cama en caso de que quisiéramos tener una fiesta íntima en casa, aunque dudo mucho que eso suceda, ya que es muy reservado en ese aspecto, la misma está cubierta con sábanas de algodón blanco y cojines decorativos. Una manta de lana suave reposa en el pie de la cama, lista para abrigarnos en las noches frías.
Frente a la cama, hay un tocador de madera maciza con un espejo grande y antiguo. Sobre él, se encuentran varios frascos de perfume y pequeños adornos que agregan un toque personal al espacio. En una esquina de la habitación, hay un pequeño rincón de lectura, con una cómoda butaca tapizada y una lámpara de pie para proporcionar luz adicional durante las noches de lectura.
Los ventanales se abren hacia el patio trasero y al patio delantero de la casa, ofreciendo una vista panorámica del exuberante jardín. Las plantas trepadoras se aferran a la cerca de madera que hay en la parte de atrás de la casa, creando un muro verde que proporciona privacidad y tranquilidad. Estoy en el segundo piso, a casi tres metros del suelo, lo que nos brinda una sensación de estar en un oasis de calma y serenidad.
Frente a la casa se encuentra un gran patio; es prácticamente imposible que alguien caminando por la calle pueda ver hacia adentro, pero esa es mi intención.
Prefiero disfrutar de la intimidad y la paz que ofrece este espacio, lejos del bullicio y el caos del mundo exterior.
Comienzo a quitarme la ropa muy lentamente, quedando completamente desnudo.
El hecho de estar desnudo en mi habitación y tener todas las ventanas abierta con la posible opción que alguien me vea me excita y hace que mi pene se ponga duro. Empiezo a masturbarme de a poco, una pocas veces lo hice, masturbarme solo, la verdad no le encuentro sentido, pero que me masturbe alguien más, eso sí es muy excitante.
Al cabo de unos minutos mi celular empieza a sonar, es un número de desconocido, creo que callo en la trampa.
• ¿Ya te aburriste del chico que ahora te tienes que tocar solo?
• La verdad que si... estoy recordando cómo me la mamabas en la ducha de la prisión.
• ¿Lo dices enserio?
• Si... desde que me llamaste anoche no dejo de pensar en eso... por que no vienes y me haces recordar lo que es que alguien te la chupe...
• Me encantaría, pero en estos momentos no puedo, que te parece si nos vemos el fin de semana y tenemos relaciones como en los viejos tiempo.
• Te voy a romper el culo.... Si me encanta la idea.
• Quiero que te masturbes para mi... te estoy observando.
Corta la llamada y yo sigo masturbándome hasta acabar, termino grandes cantidades que caen sobre el acolchado, más tarde limpiare.
Tengo un par de cosas en mente... Me observa, no sé cómo, pero lo hace. La casa del vecino que tengo más cerca tiene las ventanas cerradas. Tal vez haya puesto una cámara. Empiezo a mirar por toda la habitación mientras me pongo unos pantalones. Si me está viendo por una cámara, no quiero que se dé cuenta de que la estoy buscando.
Otra cosa que me deja tranquilo es que aceptó verse conmigo este fin de semana, por lo tanto, no va a intentar nada hasta que nos veamos.
Estoy por ponerme una remera cuando siento que llaman a mi puerta. Tomo mi arma y bajo. Miro por el vidrio que tiene la puerta y me doy cuenta de que es mi vecino. Maldigo para mis adentros ya que este chico me resulta insoportable.
Dejo el arma en la mesita que está al lado de la puerta, donde normalmente dejamos las llaves, y la abro.
No me doy cuenta de que lo único que tengo puesto es un pantalón de entre casa; no tengo medias, zapatillas ni camisa. Además, luzco algo despeinado. El chico que está frente a mí abre sus ojos grandes y se queda más tiempo viéndome. Me gusta que las personas se queden viendo mi cuerpo, pero esta vez estoy algo apurado.
• ¿Hola? ¿Puedo ayudarte en algo?
• Eh... sí... lo siento... es... que... voy a organizar una fiesta esta noche en mi casa por mi cumpleaños, que es hoy, y pensé en invitarte, mis vecinos, sobre todo al más apuesto de ellos.
• ¿Vas de puerta en puerta por todo el vecindario invitando a tus desconocidos vecinos a tu casa?
• No, en realidad no... Solo a ti... Hace unos segundos te vi desde mi ventana y creí que te sentías solo. Se me ocurrió invitarte a mi fiesta. Tal vez pueda ayudarte a no sentirte más solo.
• ¿Qué edad tienes?
• 20
• Mmm... no lo siento... en esta ocasión no... tal vez en otro momento.
• Pero... entonces ¿puede existir un momento?
• Jajaja... eres muy insistente...
• Cuando veo algo que me gusta, lo soy...
• Bueno, déjame decírtelo de esta forma... Mi novio llega tarde de la Facultad, cenamos, tenemos sexo desenfrenado y se va a dormir... si llego a escuchar por parte de él una queja de que tu fiestita no lo deja dormir, cruzaré, te mataré y matare a todos los invitados... ¿Lo entiendes?
No espero ver su reacción, ni lo dejo contestar, simplemente le cierro la puerta en la cara. ¿Qué le pasa a la gente hoy en día? Son todos unos lanzados calentones.
Vuelvo a mi habitación para terminar de cambiarme. Ya ni recuerdo lo que estaba haciendo antes. Cuando termino, miro a uno de los muebles que se encuentra en este lugar, es uno de los que decidió poner Drake, repleto de osos de peluche. Él tiene una fascinación con estas cosas. Pero algo llamó mi atención. Camino lentamente, toco un o dos, Entre ellos, escondido, encontré una MiniCámara. Conozco muy bien estas cosas; junto a Michael, las usamos mil veces para distintos tipos de robos. Está conectada a la toma corriente que está detrás del mueble.
No la toco. Simplemente la dejo donde está. Esto me dará la ventaja. Michael es bueno planeando cosas, es un gran estratega, pero no es perfecto.
El día transcurrió mucho más tranquilo. Estuve en el gimnasio y estoy pensando en preparar una gran comida para mi novio.
Pero antes, pasé varios días navegando por internet en busca de un perro que pudiera proteger la casa. Quedé profundamente indignado con lo que encontré: la venta de animales debería ser ilegal. Al ver cómo ofrecían a esos seres vivos como si fueran simples productos, sentí un profundo malestar en el corazón. ¿Cómo es posible que tratemos a los animales como si fueran meros objetos, sin ningún tipo de consideración por su bienestar y su calidad de vida? A pesar de mi propia incredulidad ante la idea de que algo deba ser ilegal, esta situación me hizo reflexionar sobre la importancia de proteger a los animales de la explotación y el abuso.
Por esa razón, decidí que la mejor opción sería adoptar uno. Me vestí con mi mejor ropa y me dirigí a la perrera que se encuentra a unos kilómetros de mi casa. Cuando estacioné la camioneta frente a la puerta de este lugar, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Este lugar se asemeja a una mini prisión para perros, pero a diferencia de una prisión humana, aquí los perros están protegidos y cuidados, no castigados. Estuve a punto de subirme a mi vehículo e irme de aquí, pero el ladrido de los perros me hizo reflexionar. Ellos están aquí en contra de su voluntad, pero es para su propia seguridad. Están aquí para evitar que estén en la calle, donde podrían correr peligro. Aquí tienen un lugar cálido para dormir, comida y agua siempre disponibles. Es muy distinto a una prisión.
Además, en la perrera reciben atención veterinaria regular, lo que garantiza su bienestar y salud. También tienen la oportunidad de socializar con otros perros y con el personal de la perrera, lo que les proporciona estimulación mental y emocional. Adoptar un perro de la perrera no solo le brinda un hogar a un animal necesitado, sino que también contribuye a reducir la superpoblación de perros callejeros y a promover una cultura de adopción responsable.
Cuando entre fui atendido por un joven algo apuesto, no dijo nada de cómo me veía o se quedó mirándome como hacen otras personas, solamente se presentó.
Cuando le digo lo que quiero, me lleva al lugar donde tienen a todos los perros. El lugar está cuidado y limpio, pero se asemeja demasiado a una prisión. Las jaulas de los perros están alineadas a lo largo de un pasillo estrecho, con barrotes que se interponen entre los animales y su libertad. Cada jaula es lo suficientemente grande para que un perro pueda moverse, pero no lo bastante amplia para que pueda correr y jugar como lo haría en un hogar. El olor a desinfectante y la atmósfera cargada de tensión aumentan mi sensación de opresión.
Siento que me falta el aire; no creo poder estar mucho tiempo en este lugar. El encierro y la claustrofobia me recuerdan demasiado a los días que pasé en prisión. Estoy empezando a hiperventilar cuando el personal de la perrera llama mi atención. Me muestran una jaula con dos perros, los cuales me miran fijamente a los ojos. Uno ladra y toda la angustia que tenía desaparece al instante; siento como si un peso se levantara de mis hombros. Comienzo a respirar mejor, mis miedos se desvanecen y por un momento, me siento libre de nuevo. El simple ladrido de ese perro silencia a los demás y me recuerda que, a pesar de todo, soy libre.
El chico que me atendió me dice que son cruces de Cane Corso y callejero, los abandonaron hace días. Parece que sus dueños querían perros de pura raza para vender, y va a ser difícil que alguien los quiera porque son perros de razas grandes. El perro no quita la vista de mí y yo tampoco de él, parecemos estar inmersos en un duelo de miradas que trasciende el tiempo y el espacio. En esos instantes, siento una conexión profunda con este animal abandonado, como si pudiéramos entendernos sin necesidad de palabras. Es entonces cuando me doy cuenta: este es el perro que quiero compartir mi vida. Sin perder el tiempo, le digo al perrero que me llevo a los dos.
El rostro de felicidad de esa persona no tiene igual. Me pide que lo acompañe a llenar los papeles de adopción y me va diciendo todo lo que necesito para estos perros que adopté. El chico me comenta que, al principio, pensó que yo era uno de esos típicos ricos que vienen a la perrera buscando alguna excentricidad o algún perro de raza, y que se terminan yendo sin nada cuando se dan cuenta de que son perros "simples", como ellos les llaman. Por esa razón, no se había mostrado muy amistoso al principio. Pero ahora está muy contento de que dos perros tan buenos se vayan con un dueño de verdad, y que por la conexión que vio formarse mientras estábamos teniendo nuestro duelo de miradas, sabía que los animales iban a ser muy felices. Además, me cuenta cómo la gente rica a menudo hace perder el tiempo al personal de la perrera y desilusiona a los animales al ponerles atención y luego irse sin adoptar, dejándolos nuevamente sin hogar.
Antes de irme con mis nuevos amigos, dejo una suma de dinero bastante importante y... le dejo mi numero al chico, diciéndole que me llame si necesita ayuda con algún rescate de animal o algo por el estilo, que con gusto lo ayudaría. Sé que este lugar tambien se encarga de rescatar perros o animales de la calle o de dueños que no son bueno con ellos.
Me despido y subo a la camioneta, los perros van en el asiento de atrás, me sorprende los tranquilo que son, pensé que no iban a hacer caso, pero sí, todo lo que le digo lo hacen y parece que viajan a gusto en mi camioneta a su nuevo hogar.
Paso por una veterinaria, donde compro todo lo que el chico de la perrera me dijo, una lista muy larga, compro gran cantidad de alimento. Ya estoy listo, quiero llegar a casa.
Cuando lo hago y los perros entran estallan de felicidad, corren por todo el lugar, por el patio por todos lados, se los ve felices, yo estoy feliz, espero que Drake este feliz.
Entro a la casa mientras que dejo que los animales corran libres por el patio, despues de acomodar las cosas me voy a dar un baño urgente.
No me di cuenta de la hora que era hasta que escuché la puerta de la casa abrirse. Me apresuré a ir hasta donde él estaba y lo tomé en brazos, besándolo.
• Wow, veo que tuviste un día muy bueno.
• De hecho, sí, tuve un excelente día... ¿y tú?
Mi novio no termina de hablar cuando los dos perros entran a la casa corriendo y se lanzan sobre él. Desprevenido, cae al piso y los animales empiezan a lamerle la cara y a jugar con él. Mi novio, sorprendido por la repentina aparición de los perros, no puede contener su risa y su asombro. Tiene una gran sonrisa en su rostro y parece encantado con esa bienvenida. Yo solo observo la escena desde lejos. Son perros de gran tamaño, de pelaje oscuro, que a simple vista parecen máquinas de matar, pero cuando entras en confianza son los más tiernos que he visto... después de mi novio.
Una vez que se tranquilizan ayudo a mi novio a levantarse, cuando lo hago me da un gran beso en los labios.
• Estoy tanto tiempo solo que se me ocurrió que serían una buena compañía. Aparte de proteger la casa.
• Son hermosos ¿Cómo se llama? siempre quise tener perros.
• Ella es Luna, por la gata de Sailor Moon y él es Salen, por el Gato de Sabrina.
• Pero esos personajes son gatos y ellos son perros.
• Lo sé pero no me interesa eso...
Me volvió a besar, y puedo sentir su emoción. Me llena de alegría verlo así, saber que he logrado hacerlo feliz nuevamente. No solo he asegurado nuestro hogar, sino que también he traído felicidad a mi amado, y esa sensación es invaluable para mí. Cada sonrisa, cada beso, es como un rayo de luz que ilumina mi corazón y me llena de esperanza. Es como si cada muestra de felicidad de él resonara en lo más profundo de mi ser, reafirmando mi deseo y anhelo de formar una familia juntos. Cada vez siento que estamos un paso más cerca de ese sueño, y eso me llena de una felicidad indescriptible.
Por un momento, me desconecté de todo, incluso de Michael. Solo quiero llevar a mi novio a nuestro cuarto y pasar un buen rato. No es solo sexo, lo que tenemos va más allá de eso. Es una conexión profunda, pero no necesariamente romántica. Es como si estuviéramos en la misma sintonía, sin necesidad de palabras, y eso es lo que más me importa en este momento.
Fuimos al comedor donde la comida ya estaba preparada, en ese lugar puse dos camas para perros con sus respectivos platos de comida y de agua.
Por suerte son muy educados.
Cenamos muy animadamente, como hacía mucho que no lo hacíamos, los perros son unos ángeles, no molestaron en toda la cena, la cama donde están es calentita y cómoda imagino que hace rato no dormían en un lugar asi.
Después de eso fuimos al cuarto para tener sexo. Obviamente, cerré todas las ventanas para que nadie pudiera ver.
Cuando me quité la remera, la arrojé sobre la mesa que tiene los osos de peluche, con la intención de tapar la cámara.
Lo logré.
Los dos empezamos a sacarnos la ropa rápidamente y arrojándola a cualquier lugar de la habitación, me encanta verlo desnudo, su cuerpo para mi es simplemente perfecto, una vez que lo está y veo que se ruboriza con un rápido movimiento lo pongo boca abajo y entierro mi rostro en sus glúteos, no solo lo hago para que este bien lubricado para recibirme sino porque sé que a él le encanta que lo haga, muchas veces me lo ha pedido, me ha rogado que introduzca mi lengua en su trasero podría estar hora haciendo esto, pero mi pene esta por explotar, por lo tanto lo pongo en cuatro, e introduzco tomo mi pene en su cuerpo en su solo movimiento siento que al principio le duele, por lo tanto me quedo quieto unos segundos para que se acostumbre, despues de dejar pasar unos segundos empiezo los movimientos fuerte, mientras con mis manos tomo su nuca y la apretó.
Le gusta, lo sé por los gemidos que salen de su boca, gemidos que son música para mis oídos.
Mientras tengo una mano en su nuca con otra le doy una nalgada que resuena en toda la habitación, el gime más fuerte y yo vuelvo a darle otra. Vuelve a gemir y vuelvo a pegarle otra más fuerte. No sé cuánto tiempo estuvimos asi, lo único que sé es que cuando me alejo de el puedo apreciar su trasero, bien abierto y completamente rojo.
Tomo mi celular y saco una foto, la pondré de fondo de pantalla es tan hermosa esa imagen.
Me acuesto en la cama y es se sube encima mío, mientras mi pene vuelve a entrar en él, me toma de los pelos y me besa, tambien besa mi cuello y mis tetillas, eso me vuelvo loco. Aumento el ritmo y él toma su pene, comienza a masturbarse acaba, cuando lo hace todos los músculos de su ano se contraen y eso me hace acabar dentro de él casi al mismo instante. Por dios es una sensación única.
Acabo sobre mí, dejando su esencia en mí, no me importa lo atraigo a mí y lo abrazo.
Le susurró al oído "esto recién empieza" y siento como mi pene va tomando fuerza dentro de él.
Es genial tener sexo con él.
Me encanta tocar su cuerpo, verlo desnudo, observar cómo se ruboriza cuando lo miro fijamente sin ropa.
Lo dejo durmiendo y me acerco a la ventana de la habitación, me quedo mirando afuera durante un minuto. El vecino está teniendo una fiesta, pero no escucho ningún ruido proveniente de allí. Creo que capto mi mensaje esta tarde cuando vino a verme... ese sujeto esta demente, pero... muy en el fondo me gustaría ver como Drake tiene relaciones con otro hombre... Aunque debo confesar que no sé cómo reaccionaría en esa situación.
Pero eso no es lo que más me preocupa en estos momentos.
Lo que realmente me preocupa es que estoy manejando todo mal. Debo contarle la verdad a Drake:
"Michael no murió y está aquí. Seguramente intentará hacer algo"
"Entro a esta casa"
"Los animales lo compre para cuidar la casa y mantener a Michael alejado"
"Estuvo en este cuarto, mientras te bañabas"
"Te Mentí, ¿me miento a mí mismo todos los días pensando que soy fuerte?"
"Me veré con el mañana para matarlo"
No puedo evitar sentir que es mi responsabilidad. Cuando decidí sacarlo de aquel lugar, prometí protegerlo. Pero ahora me atormenta la pregunta: ¿esconder la verdad realmente lo protege? Maldita sea, aquí afuera mi mente se descontrola, como una bestia salvaje al borde de la locura. Si Michael descubre la verdad, podría destruirme con un solo movimiento. Ahora, cada decisión que tomo, cada palabra que omito, se siente como una traición a mí mismo. Dudo de mis acciones, de mis motivos. Esto no soy yo. Me siento frágil, vulnerable, en el límite de la desesperación.
Debo concentrarme, solo yo puedo protegerlo.
Observo cómo Drake da vueltas en la cama, está profundamente dormido y es normal después de lo que acabamos de hacer.
Espero sinceramente que no tenga pesadillas, es el único lugar donde no puedo protegerlo y eso me hace sentir más débil.
Drake
Desperté por la mañana después de haber dormido toda la noche. Tuve algunas pesadillas, pero como siempre, los abrazos de Tayson lograron disipar cualquier rastro de mal sueño.
No encuentro a mi novio cuando abro los ojos, pero si encuentro a unos de los perros durmiendo cerca de mi cama. Aun no distingo cuál de los dos es.
Me pone muy contento que Tayson tomara la decisión de tener a estos dos animales, siempre quise tener mascotas.
Se levantó primero y preparó el desayuno para los dos, un café bien cargado que siempre me termina por despertar dándome energía para arrancar mi día. No soy muy habilidoso con la preparación del café, pero él lo hace perfectamente.
Tambien prepara el desayuno a nuestras mascotas, anoche me dijo que ahora que tiene estos animales con él va a salir a correr todas las mañanas con ellos, para que tambien hagan ejercicios.
Nuestras mañanas siguen un patrón establecido desde que comenzamos a vivir juntos.
Tayson se levanta, se ducha rápidamente y baja a preparar el desayuno: café con tostadas, jugo recién exprimido y algún bocadillo dulce. Siempre recalca que el desayuno es la comida más importante del día. Una vez sentados en la mesa de la cocina, hablamos de nuestros planes para el día. A menudo siento que mis planes son más interesantes que los suyos.
• Esta noche tenemos la reunión con mis amigos de la facultad, ¿te acuerdas? - le recordé. - Todos saben que vas a venir y están ansiosos por conocerte.
• ¿Esta noche?... Vaya... se me olvidó.
• ¿Tienes algo planeado?
• Bueno, sí... Los chicos del gimnasio me invitaron a tomar algo.
• Los del gimnasio... pensé que no tenías ningún amigo allí. Además, me habías dicho que no paraban de acosarte.
• Sí... pero dejé en claro que entre nosotros solo habrá amistad.
• Está bien. Si es lo que quieres... Me iré a preparar, necesito estudiar un poco...
Estoy molesto.
Le sugerí que se relacionara más, pero no esperaba que fuera con sus compañeros de gimnasio, que desde que comenzó, han sido acosadores. No es que desconfíe de él o tema que me sea infiel, pero me duele que justo el día en que lo invité a una reunión con mis amigos a la cual aceptó inicialmente, haya cambiado de parecer para ir a una fiesta donde todos están interesados en conocerlo y que seguramente no desaprovechan ninguna oportunidad de acercarse a él para algo más que una simple charla.
No puedo evitar sentir celos, aunque sé que no debería. A veces es difícil controlar estas emociones, especialmente cuando se trata de alguien a quien amo tanto. El hecho de que estos compañeros del gimnasio lo acosen constantemente solo agrava mi preocupación y frustración.
Había dicho que vendría conmigo y todos estaban ansiosos por conocerlo.
Desde ese día en que fue a buscarme y una multitud se reunió junto a él, empezaron a decir cosas desagradables sobre nosotros. Argumentaban que nuestra relación era una farsa, una artimaña. A raíz de eso, preferí no exponerlo a más situaciones incómodas y evité que siguiera viniendo por mí. Pensé que, si solo se encontraba con mi grupo de amigos en lugar de toda la facultad, no habría problemas.
Ahora, sin embargo, ha decidido no asistir... y eso me entristece. Quería que finalmente conociera a mis amigos, mostrarles que nuestra relación es real, aunque parezcamos una pareja inusual. Él es tan atractivo, seguro de sí mismo, mientras que yo soy más reservado. Nadie parece creer que estemos juntos debido a nuestras personalidades opuestas, y esta situación solo refuerza esa percepción.
Llegó la hora de reunirme con mis amigos. Él está en la cocina, vistiendo la misma ropa de esta mañana. No sé si está esperando a que me vaya o si tiene la intención de ir a la reunión con sus compañeros así. Por mi parte, elegí algo más apropiado para la ocasión, no demasiado formal, pero sí lo suficiente para lucir bien y, tal vez, llamar un poco la atención. No por razones románticas o sexuales, sino porque quiero que me vean.
• Estás hermoso - me dice.
• Gracias.
• Sé que algo te molesta y te tiene disgustado.
• No... Bueno, tal vez un poco. Sucede que realmente quería que vinieras conmigo. Salimos a muchos lugares juntos, pero me gustaría que tuviéramos más amigos y pudiéramos compartir con ellos en vez de ser solo nosotros dos.
• Espera... tenemos amigos, ¿no? Kevin y su marido, y mi primo y su esposo.
• Sí, ellos son amigos... pero son los únicos que tenemos y nunca hemos tenido una cena o un encuentro con ellos.
• Tienes razón. Deberíamos conocer a más personas, tener más amigos.
• Soy feliz estando contigo... pero creo que podríamos ampliar nuestro círculo, algún viernes o sábado, podríamos juntarnos, tomar una cerveza o ver una película... Hacer lo que hacemos habitualmente, pero con otras personas.
• Tal vez tengas razón... hagamos esto: mañana vayamos a un bar para conocer gente. Hoy, salgamos cada uno por nuestro lado y no nos cerremos si alguien se acerca. Permitamos que otras personas interactúen con nosotros, quizás podamos conocer a alguien.
• Sí, me parece bien.
Nos despedimos con un beso apasionado. Se me está haciendo tarde y esa conversación me dejó un tanto confundido. No sé por qué, pero siento que Tayson no entendió completamente lo que intentaba expresarle... pero probablemente sea mi culpa por no haber explicado claramente mis intenciones.
Es muy complicado expresar adecuadamente las cosas en una relación sin herir o molestar a la otra persona... y en mi caso, es aún más difícil. Le debo tanto a Tayson que me resulta difícil contradecirlo o decir algo que pueda afectarlo.
Tayson
Me quedé preocupado después de la conversación que tuvimos. Siento que no estamos siendo completamente sinceros entre nosotros, y eso me preocupa. La comunicación es crucial en una relación; es uno de los pilares fundamentales para que dure muchos años. Pero aquí estoy, siendo un hipócrita, pensando en la importancia de la comunicación mientras no la estoy manejando bien con él.
Pero lo hago por su bien.
No me visto de manera especial para ir a ver a este hombre, lo único que importa es el arma oculta entre mi ropa. Mi plan es simple: en cuanto tenga la oportunidad, le dispararé en la cabeza.
Me aseguro que la casa este bien cerrada, que los animales tengan agua y comida, mi intención con estas bestias es dejarlos dormir afueran, donde tienen sus casitas, y dejarlos entrar solamente cuando algunos de los dos este en la casa. Obviamente las noches de lluvia o de mucho frio sin los dejare dormir adentro.
Una vez que me verifico que este todo en orden subo a la camioneta y me encamino al lugar que me dijo ese mal nacido.
Llego a la dirección que me dio y me sorprendo al ver que es un bar y que el auto de Drake está estacionado afuera. Esto no puede ser bueno.
Por un segundo me quedo congelado, mi primera opción es salir corriendo, si Drake me ve, esto se pondrá peor, no sé qué hacer, si Michael está aquí lo más probable es que se cruce con mi novio dentro y eso tampoco lo puedo permitir.
Una mano se apoya en mi hombro, alguien susurra palabras en mi oído, reconozco esa voz. Estamos en el medio de la calle y hay cientos de personas, eso es lo que evita que saque el arma y lo mate.
• ¿Te gusta este lugar? Me dieron muchas recomendaciones positivas.
Empieza a empujarme hacia adentro del bar, no opongo resistencia.
• Espera, pensé que íbamos a revivir viejos momentos, no a tomar algo.
• Tontito.
Me sigue arrastrando al interior del lugar. Intento resistirme un poco, pero termino cediendo.
Al entrar, busco a mi novio, no sabía que estaría aquí, pero su auto está afuera, por lo tanto, él debe estar en este sitio, no hay otro bar en esta calle o las que le continúan. Estoy nervioso espero no toparme con él.
Michael me lleva a una mesa que está casi oculta al fondo. Tomo asiento de muy mala gana, trato de que no se dé cuenta de lo que pasa por mi mente.
• Esto no era lo que tenía en mente.
• Ya lo sé... tu idea seguramente era encontrarnos en un lugar privado y, cuando tuvieras la mejor oportunidad, darme un tiro en la cabeza con el arma que debes tener escondida en alguna prenda. Nunca fuiste bueno planeando las cosas.
• ¿Qué es lo que quieres?
• Venganza. Me dejaste en ese lugar para que muriera... ahora te arrepentirás de lo que me hiciste.
• Tú te lo buscaste. Toda mi vida me engañaste.
• Todo lo que hice fue darte y mostrarte lo que era mejor para ti.
• Mentira. Solo buscabas tu propio beneficio. Estás demente. Juro que te mataré.
• Hazlo, sé que lo quieres hacer... Pero primero, mira a la mesa en esa dirección.
Miro hacia donde señala y me quedo paralizado por lo que veo: Drake está sentado en una mesa con algunos amigos, todos hablando animadamente. No puede notar que estoy aquí, y mucho menos con Michael. Me enfurece ver al idiota de su compañero, creo que se llama Facundo, pasando su brazo por la cintura de Drake. Pensé que él no estaría aquí, que la reunión era solo para las personas que habían aprobado ese examen. ¿Qué está haciendo ese chico? ¿Por qué Drake se deja abrazar por él?... tengo ganas de levantarle y darle unos cuantos golpes a esa persona que está tocando lo que es mío.
• Mmm, ¿No crees que hacen una linda pareja esos dos?... No sabía que eras tan permisivo.
• Ese chico, ¿es tu aliado?
¿Qué demonios hace ese chico aquí? ¿La reunión no era solo para personas que habían aprobado? ¿Por qué está tan cerca de mi novio? Estoy a punto de levantarme e ir hacia ellos, pero una mano me detiene.
• No creo que sea buena idea... armarías un escándalo en un lugar público.
No puedo refutar lo que dice Michael, tiene razón. Si voy allí ahora, podría terminar matando a ese sujeto y me delataría con Drake. Vuelvo a tomar asiento en la mesa con este ser despreciable pero ingenioso; él debe haber planeado todo esto.
• No respondiste mi pregunta, ¿ese chico es tu aliado?
• Sabes que me gusta trabajar solo...
• Muchas veces trabajaste conmigo.
• Esas veces fueron porque me gustabas, y tenerte cerca siempre me excitaba.
• Siempre supiste que nunca pasaría nada entre nosotros dos.
• Siempre tuve la esperanza de que vieras que yo era tu mejor opción.
• Hablas en pasado.
• Ya dejaste de serlo... me di cuenta de que necesito algo más grande en mi vida.
• Entonces, ¿por qué estás aquí?
• Porque no voy a hacer tan fácil tu vida...
Sin más, se pone de pie y se dirige hacia la salida.
Lo sigo de cerca.
Tengo otras preocupaciones más importantes en este momento; dejaré para después la situación con ese tal Facundo. No dudo de Drake, estoy seguro de que, si ese idiota está aquí, mi novio no tiene nada que ver con ello. Me irrita la forma en que toca a mí novio, aunque, Drake con Kevin lo toca de la misma forma, A mí me toca de diferente manera, siempre muy provocativa.
Con Kevin y Facundo, la dinámica es distinta. Por eso, sé que no debería inquietarme.
Salimos por la puerta trasera y estamos en un callejón oscuro donde no hay nadie. Esta es mi oportunidad.
• Adelante, saca el arma que tienes y mátame, eso es lo que quieres.
Saco el arma y apunto, esta es mi oportunidad. Pero... no puedo. Aunque intento apretar el gatillo, no puedo hacerlo.
• Sabía que no podías hacerlo... ¿Quieres que te diga por qué? Porque no amas tanto al chiquillo como para protegerlo de mí. Sabes en lo más profundo que si yo me encargo de él, tú te librarías de un peso.
• Es mentira. Todo lo que dices es mentira.
• ¿Estás seguro?
¿Qué me pasa? ¿Por qué dudo?... es un maldito que siempre controló mi vida, esta es mi oportunidad para acabarlo y que todo esto acabe.
• Nos vamos a divertir mucho...
Se va y me deja solo en este lugar, que era perfecto para deshacerme de él de una vez por todas, pero no lo hice. No sé por qué.
¿Acaso me siento culpable por todo lo que está sucediendo? Es mi culpa que se comporte de esta manera; no me di cuenta a tiempo de sus sentimientos por mí, o quizás sí lo hice... Sabía que diría que sí cuando estábamos en prisión. En el fondo, también sabía que era incorrecto... que esto me traería problemas en el futuro, pero la necesidad de hacerlo era tan abrumadora que me dejé llevar... Y ahora estoy aquí, en un callejón, después de haber recibido una clara amenaza, sin saber qué hacer. Y lo peor de todo es que no creo tener la fuerza suficiente para proteger a Drake.
Después de dar vueltas durante unas horas, sin un rumbo fijo en mi auto, pensando y analizando todo lo que paso esta noche. Decido regresar a casa.
Al llegar, Soy recibido por los perros que están muy felices de verme, eso me alegra un poco, reviso todas las puertas para asegurarme de que todo esté bien. Me dirijo a la habitación que comparto con mi novio, tomo la mini cámara y la rompo, me doy un baño de agua fría para refrescar mis ideas, tengo que pensar muy fríamente las cosas Michael me dio una amenaza, y conociéndolo no sé va a detener.
Y... ¿si le digo todo a Drake? Se ha vuelto mucho más maduro y fuerte desde que llegamos aquí. Dejó de ser el inseguro que lloraba por todo en la prisión. Ahora sabe muy bien lo que quiere. Esta versión mejorada de él fue la que más me enamoró. Aunque en muchas ocasiones sea terco, su perseverancia y entusiasmo me contagiaron, incluso lograron afectarme un poco a mí. Admiro profundamente la transformación que ha experimentado, de alguien vulnerable a alguien seguro y decidido. Es inspirador ver cómo ha crecido y se ha convertido en una persona admirable.
Me detengo frente a uno de los espejos que hay en mi habitación y me miro en él. No reconozco a la persona que refleja. Tengo un arma en la mano y no puedo dispararla, dudo de lo que estoy haciendo, esto nunca me había pasado, yo soy el alfa.
Drake no puede saber nada porque entrada en pánico. Y creo que la mejor forma de atrapar a Michael es dejando que mi novio viva su vida normalmente.
Dejo que el agua fluya por todo mi cuerpo, mientras las gotas frías caen en mí, siento como poco a poco mis músculos se relajan. Estoy acostumbrado a bañarme con agua fría, ya que en la prisión en la que estuve, era muy difícil conseguir agua caliente ya que esta escaseaba. Aunque fuera el alfa el asunto del agua siempre era un problema. De más está decir que la mayoría de las veces me bañaba con agua fría porque esperábamos, junto a Michael, a que todos se bañaran y dejaran el lugar para que él y yo pudiéramos tener sexo sin interrupciones y sin espectadores. Recordar eso me enoja. Doy un golpe al cerámico de la ducha. No tengo fuerzas, estoy débil. En otra ocasión estoy seguro de que lo hubiese roto.
En ese instante, salgo de la ducha con una toalla enrollada en la cintura, justo cuando Drake entra en la habitación.
• Wow... si así me vas a recibir cada vez que salga saldré más seguido.
• Te equivocas, no hace falta que salgas para recibirte así... si te gusta puedo esperarte de esta forma todas las noches. Solo dilo y lo tendrás...Sabes que tienes dominio entero sobre mis acciones.
Domino por completo mis acciones. Por un momento, reflexiono sobre si esto es correcto o incorrecto, si está bien o mal que tenga tanto control sobre mí.
• Me encanta verte desnudo.
Apoya una mano en mi pecho... y otra vez siento como miles de fuegos artificiales estallan en mi interior, esta es la sensación que siento cada vez que me toca, también puedo sentir una gran paz, y como de apoco me voy olvidando de todo lo que me rodea, bajo mi guardia y me vuelvo completamente vulnerable... Por dios, todo esto por un solo toque de él... ¿En qué momento paso?... ¿En qué momento el tomo el control de todo mi ser? Con sus dedos empieza a recorrer mi pecho, estoy completamente inmóvil, por más que quiera no puedo hacer nada. Me tiene en sus manos. Llega hasta mi cintura donde tengo la toalla, la saca muy lentamente dejando ver mi pene erecto.
• Jamás voy a dejar de sorprenderme de lo grande que es.
Quisiera hablar, decir algo, pero no puedo... está pasando sus dedos por mi pene... del cual está empezando a salir liquido pre seminal. Él toma un poco con sus dedos y se lo lleva a su boca...
• Mmm. No es tan sabroso como tu semen.
Me toma de las caderas y me recuesta en la cama... sigo sin poder hablar solo miro como él tiene el control de la situación. Mete mi pene es su boca y empieza a mamar. Me cuesta creer que esta persona es la misma que hace años intento hacerme una mamada en aquel hotel de carretera cuando nos estábamos fugando, ahora lo hace con un nivel de profesionalidad que me va a ser acabar enseguida sino me concentró.
• Quiero tomar tu esencia. Por favor.
Obviamente con esa frase y la cara que puso todo mi intento de concentración se va a la mierda y termino acabando grandes cantidades que el traga sin quejas. Amo a este chico... y lo voy a proteger con mi vida si es necesario.
Moriría por él.
Lo tomo de los brazos y lo acuesto en la cama, lo desnudo rápidamente, mientras me mira fijo a los, Lujuria es lo que veo en ellos, deseo y pasión. Una vez desnudo introduzco su pene en mi boca y empiezo a succionar, mientras con uno o dos dedos juego en su entrada, sus gemidos de pasión me encienden mucho más. No aguanta mucho y termina acabando en mi boca, tomo su esencia hasta la última gota, luego pongo sus piernas en mis hombros y empiezo a penetrarlo... esta noche quiero algo más.
Cuando veo que su pene esta duro nuevamente salgo de él y me coloco sobre él, apuntando su pene a mi trasero. Sus ojos se encienden, no soy de dejar que me penetre tan seguido, no es algo que me agrade mucho, pero por él puedo hacer cualquier cosa, una vez que su pene se encuentra en mi interior comienzo a moverme rítmicamente, el pasa sus dedos por mi espalda dejándome pequeños arañazos no soy tan fan de que me dejen marcas, a mí me encanta dejarlas, pero no me gustan que me dejen.
Acabamos los dos simultáneamente, yo sobre su pecho y él dentro mío.
Se acerca a mi oído y me dice "esto aún no termina"
Amo este chico, esta noche será una noche larga.
Me despierto a la mañana algo cansado... creo que he creado un moustro sexual. Casi no dormimos por estar toda la noche teniendo sexo... y no me estoy quejando... todo lo contrario, es genial que quiera hacerlo con esas fuerzas y de esa forma. Sé que pone todas sus energías para aguantar más de un round. Pero debo reconocer que me dejo muy agotado.
Bajo a la cocina para preparar el desayuno. Me freno en seco cuando me doy cuenta que la puerta de la cocina que da al patio trasero se encuentra abierta, también escucho varios ruidos provenientes del lavadero que está pegado a la cocina.
Los perros están durmiendo en la otra punta de la casa, valla seguridad que son.
Tomo el arma que tengo escondida y me dispongo a entrar muy lentamente. Pero enseguida me doy cuenta que es Kevin usando el lava-secarropas, esta de espalda a mí por lo tanto no ve que tengo un arma, la escondo antes que me vea.
Se gira sobre sí mismo y se queda congelado cuando me ve.
• ¿Qué mierda estás haciendo?
• Hay... Por dios hombre me asustaste...
• ¿Pensé que estabas de luna de miel con tu marido?
• Llegamos ayer... él se fue a ver a sus hijos y yo vine a lavar un poco de ropa... aparte quería ver a Drake, hablamos todos los días, pero quería verlo... ¿Cómo han estado las cosas por acá?
• Muy tranquilas sin novedad... ¿Tú viaje?
• Espectacular, tuvimos algunos problemas... pero nada que hablando no podamos solucionar... el hecho que él tenga hijos complico un poco las cosas, pero siempre charlamos y juntos encontramos la forma de afrontar todos los obstáculos y salir a delante... como lo hacen ustedes.
• ¿Nosotros?
• Sí. Drake... me cuenta todo, incluso sus discusiones y su forma de hablar las cosas... eso es lo que admiro de su relación, no hay secretos entre ustedes dos, bueno si lo hay, uno... hablan de todo... yo quiero que mi relación sea igual.
• No...creo que sean tan así.
• No seas tan modesto... yo que veo su relación desde afuera, veo muy bien la confianza y la seguridad que hay entre ustedes. Aunque debo confesar que deberías decirle de que ese hombre no está muerto.
• Por favor no le digas... si se lo dijo se podrá insoportable.
• Seguiré guardando tu secreto por que esta vez, solo esta vez, tienes razón.
• Aparte está en prisión que daño podría hacer.
• Recuerdo muy bien, una tarde fue a mi celda y me juro que el dia que el saliera los buscaría y los mataría.
• Aún falta muchos años para eso pase.
No pude decir más nada, ya que entro Drake a la cocina y al verse estas dos personas se unieron en un gran abrazo parecía que no se veían en años. Es sorprendente la amistad que tienen estos chicos, a veces siento un poco de celos por no tener un amigo al cual contarle todo. Tal vez eso necesité, buscar a alguien a quien contarle lo que está pasando y me ayudé a ver las cosas de otro modo. Antes tenía a Michael, él me dada su punto de vista en todas las cosas y era muy acertado en todo.
Deje que estos dos fueran a comer a un restaurante que hay acá cerca la verdad no tengo ganas de ir con ellos y de escucharlos hablar. A parte, tengo otra idea en mente.
Tomo mi teléfono celular, me doy cuenta que solamente tengo dos números agendados, uno es el de Drake y el otro es el de mi primo, él nos ayudó mucho cuando nos vinimos a vivir aquí, es la única familia que me queda. De chico nos llevábamos bien, pero cuando empezamos a crecer nuestros padres nos separado y no volví a saber de él. Cuando nos fugamos lo llame para saber si podía darme una mano y acepto sin muchas vueltas, incluso me ofreció un puesto de trabajo en la pequeña pero poderosa empresa que tiene su novio.
• ¿Hola?
• ¿Por qué me llamas?
• Acaso, un primo no puede llamar a otro primo para preguntar ¿como esta?
• Si... pero tú no... si me llamas es por que necesitas algo.
• En realidad, si necesito algo.... ¿Te gustaría ir a tomar algo conmigo, solo nosotros dos, como primos que se reencontraron?
• ¿Qué me estas proponiendo?
• Germán no seas mal pensado... es solo que me di cuenta que todo este tiempo que estoy acá no hice amigos y se me ocurrió que tal vez tu y yo podrías no sé ¿Tomar algo?
• ¿Esta fue idea de tu novio?
• No... es idea mía.
• Mmm ahora estoy con unos problemas en casa... pero te llamo en unos días y arreglamos.
• Genial, espero tu llamado.
Me quede un poco más tranquilo después de haber hablado con Germán, en verdad creo que debo empezar a socializar y él podría llegar a ser una gran ayuda.
Como estoy solo en casa y todavía hay algo de luz solar decido salir a dar una vuelta por el vecindario con mis dos perros.
El fin de semana transcurrió tranquilamente.
Estuve sumamente atento a cada detalle, esperando algún signo de Michael, pero afortunadamente no hubo nada. Parece como si se hubiera dado cuenta y se hubiera marchado. Quizás todo regrese a la normalidad ahora.
El lunes a primera hora y despues de que mi pareja se fuera a la facultad yo fui al gimnasio para hacer mi rutina diaria como siempre.
Estoy haciendo ejercicio cuando un idiota, que creo que es él entrenador, se me acerca para preguntarme si necesito ayuda con algún ejercicio. Obviamente, está intentando ligar conmigo. Le respondo de mala gana que no y le pido que se mantenga alejado. Se marcha enojado porque no le gustó mi respuesta, pero no me interesa. Solo quiero ejercitarme sin que nadie me moleste.
Después de levantar mucho peso y trabajar la zona del pecho, me dirijo al dispensador de agua del gimnasio, completamente sudado. Mientras camino, varias personas me observan. Algunos me lanzan guiños, otros intentan acercarse para entablar conversación, pero los ignoro por completo. No hay nadie en este lugar que me resulte atractivo o que despierte la menor tentación de engañar a mi pareja. Aunque veo a personas con cuerpos bien trabajados y algunos bastante llamativos, tengo todo lo que necesito en casa.
Hay una gran pantalla en este lugar que siempre está sintonizada en el canal de noticias. Normalmente no veo las noticias, solía hacerlo todos los días para estar al tanto de cualquier novedad sobre nosotros. Pero hace tiempo dejé de hacerlo.
En la pantalla de la televisión aparece la imagen de la facultad de mi novio, la reconozco enseguida, con un titular que dice "asesinato". Por un segundo, mi corazón se detiene.
Salgo del gimnasio rápidamente, subo a mi camioneta y acelero hasta la facultad. Paso varios semáforos en rojo, estoy manejo muy por arriba del límite permitido, Seguramente me hayan multado, otra vez.
Cuando llego a destino, Había una ambulancia, varios patrulleros y muchos canales de noticias. Intento llamar a Drake, pero no responde y eso comienza a desesperarme. Me abro paso entre la multitud hasta que un oficial me detiene.
• Lo siento, no puede avanzar.
• Mi novio va a esta facultad. Necesito saber si está bien.
• Los estudiantes van a estar un tiempo para ser interrogados.
• ¿A quién mataron?
• Lo siento, no puedo proporcionar esa información.
Estuve a punto de golpearlo, sé que no debería hacerlo, pero estoy perdiendo la paciencia y Drake sigue sin contestar el teléfono maldito teléfono.
• Tranquilo.
Alguien me habla y toma mi hombro. Me doy vuelta y veo a la chica rubia que había visto la vez que vine a la facultad.
• Drake está bien. Estaba conmigo en la cafetería, ayudándome con algunas cosas que no entiendo. Cuando nos enteramos de lo que pasó, quisimos salir de allí, pero entre la muchedumbre de curiosos nos separamos. Logré salir antes que la policía llegara, pero él y Facu no pudieron, se quedaron adentro como testigos.
• ¿Está adentro con Facundo?
No sé qué me molesta más, definitivamente, que esté con ese chico. Tal vez al terminar el día haya dos cuerpos, no solo uno.
• Mira, estuve averiguando y van a tardar bastante. Allí enfrente hay un bar, imagino que no te querrás ir hasta que salga. Te invito un café mientras lo esperamos.
Ella tiene razón, no me iré hasta verlo, de muy mala manera acepto su oferta.
Fuimos al bar que ella mencionó y nos sentamos. El lugar es agradable, tranquilo, con una vista directa a la facultad. Puedo verlo todo desde aquí.
• ¿Tú también lo estás esperando?
• Sí. Me preocupa...
• Pensé que no eran tan cercanos.
• No lo somos, pero necesitaba ayuda con una materia. Él es uno de los pocos que sabe mucho y ayuda a los demás sin pedir nada a cambio. No tengo mucho dinero para pagar clases particulares, y él siempre está ofreciendo ayuda sin pedir nada a cambio. Además, explica muy bien las cosas. Desde que me acerqué a él, no me pude alejar. Es un buen chico.
• Ese es mi Drake, no le importa nada, solo ayudar.
• Sí, pero le dije que no tiene que ser tan así. Le dije que tiene que empezar a filtrar un poco más a las personas a las que ayuda. Muchos se aprovechan de eso. Que él tenga el deseo de ayudar me parece genial, yo no lo tengo. Pero debe ver bien a quién ayuda. Por ejemplo, Facu, Facundo. Ese chico no quiere aprender, perdón que te lo diga, pero de una forma extraña, me empezó a importar Drake. Voy a volverme su ángel de la guarda, protector...
• Wow, ya me estás agradando. Me sería útil tener a alguien así para él. Incluso podríamos hacer negocios. Podría pagarte por mantenerlo vigilado y filtrar sus amistades.
• El dinero no me vendría mal, y pasar tiempo con él tampoco.
• ¿Cómo te llamas?
• Yanela. ¿Y tú?
• Tayson.
• Muy bien, jefe. Deberíamos irnos, veo a Drake salir.
Efectivamente, Drake salía de la facultad solo, sin compañía no deseada. Me acerqué a él rápidamente. Desde lejos noté que estaba llorando. Al verme, se lanzó sobre mí, llorando fuertemente.
• Amor, ¿Dime qué pasó? ¿Te hicieron daño?
• Alguien mató al profesor de mi materia favorita. Era el mejor profesor de todos. Me llevaba muy bien con él. Incluso me había vuelto su asistente. Pero un desgraciado lo mató. La facultad estará cerrada unos días. Era un profesor muy querido.
Él seguía llorando. Solo lo tomé y lo llevé a mi auto. Le di las llaves del auto de Drake a Yanela para que nos siguiera a casa. No quiero dejar el auto aquí, por seguridad, quiero llevármelo a casa.
Sé muy bien quién hizo esto... Mi ira está creciendo. Pero debo pensar con claridad y actuar rápido. No puedo permitir que le pase algo.
No podría perdonármelo si le pasa algo a Drake. Sé muy bien quien hizo esto...
Después de que llegó a casa, lo obligué a bañarse y comer, eso lo canso más y se fue a dormir, muchas emociones por un día.
Yo me quedé un tiempo más, revisando la casa para asegurarme de que todo estuviera en orden. Kevin me había dicho que no se quedaría en su casa, la cual está en el fondo de la nuestra. Por lo tanto, también me aseguré de que no hubiera nadie merodeando.
Estoy furioso conmigo mismo por mi debilidad. Debería haber matado al desgraciado cuando tuve la oportunidad. No soy débil, soy Tayson, el alfa. No debería dudar; si quiero algo, lo consigo. Un claro ejemplo es Drake, que ahora está durmiendo en mi cama. La próxima vez que vea a Michael, no dudaré y lo mataré.
Voy a la habitación y lo encuentro durmiendo. Hoy ha llorado mucho; no debería derramar ni una sola lágrima. Estamos aquí para ser felices, sin preocupaciones. Pensé en irnos lejos, sin embargo, él no quiere mudarse y yo no creo que esa sea la solución. Me acuesto y lo abrazo. Pongo mi nariz en su cuello y respiro su aroma. Está durmiendo y está a salvo. Está aquí conmigo, es real. ¿Por qué me siento así? Siento que lo puedo perder en cualquier momento. Lo abrazo más fuerte y se acomoda para que lo siga abrazando. Está desnudo, siento su piel. Mi cuerpo no reacciona, no quiero hacerle el amor. Solo quiero protegerlo y evitar que le pase algo. Mis manos buscan cubrirlo por completo, asegurarme de que nada malo pueda tocarlo mientras esté a mi lado.
Todo lo que tengo ahora es lo que siempre anhelé desde pequeño, especialmente cuando me di cuenta de mi orientación, aunque sabía que no encajaba con el estilo de vida que llevaba. La muerte de mi padre parecía ser mi oportunidad. Pero, a pesar de vivir ahora lo que tanto ansiaba, siento que todo es sorprendentemente frágil. Al alcanzar estas metas, hay una fragilidad que se hace más evidente, como si en cualquier momento todo pudiera desmoronarse.
Antes, ser el tipo malo simplificaba todo; sin Drake a mi lado, me sentía más fuerte... Pero no puedo alejarme de él, y no entiendo por qué. No sé lo que quiero, ni siquiera quién soy ahora mismo.
Intento dormir un poco, nesecito fuerzas y aclarar mi mente.
La semana paso casi sin sobresaltos, la facultad de Drake sigue cerrada por ende él estuvo estos días en casa, lo que aprovechamos al máximo para olvidarnos de todo. Y recuperar fuerzas.
Fue un alivio estar una semana aislado del mundo, encerrados en nuestra casa con nuestros perros, sin que nadie nos molestara. No tuve que salir de mi hogar; siempre tengo la despensa y la heladera llena. La única razón para abrir la puerta del patio era para que los animales salieran a hacer sus necesidades. Drake estuvo relajado la mayor parte del tiempo, y cuando no estábamos teniendo sexo, nos sumergíamos en una serie. Me encantaría que todos los días fueran así. Pero no sé por qué todo lo bueno tiene que acabar.
Es domingo por la mañana, me levanté temprano con la idea de hacer carne a la parrilla, después de una ronda de sexo mañanero con Drake.
Decidí caminar hacia la carnicería, a pesar de tener el auto, ya que la mañana era perfecta para disfrutar del paseo.
Sin embargo, al llegar, noté una multitud comprando carne a esta hora temprana de domingo. Parecía que no era el único con la idea de asar algo hoy. Después de lo que me pareció una eternidad, logré comprar algo, aunque no exactamente lo que buscaba.
Con las bolsas en mano, lamenté no haber traído el auto mientras caminaba de vuelta a casa. Al entrar, me extrañó no encontrar a Drake despierto ni a los perros ladrando. Quizás estaba agotado por nuestras actividades de la mañana que sigue en la cama.
Salgo al patio que tiene la casa de atrás esperando ser recibido por los perros, pero nuevamente noto su ausencia. Imagino que deben estar en la habitación con mi novio, holgazaneando.
Preparé todo en el patio para encender el fuego, pero algo llamó mi atención: una puerta rota desde el patio hacia la calle, con manchas... ¿de sangre?
Mi corazón comenzó a latir más rápido.
Voy corriendo nuevamente a dentro de la casa, tomo un arma que encuentro en unos de los cajones de la cómoda que se encuentra en mi hogar, agradezco que Drake no haya encontrado ninguna de las armas que están escondidas en esta casa, y me felicito a mí mismo por haber tenido la idea de haber dejado en distintos puntos de la casa armas lista para disparar.
Antes de subir las escaleras voy al comedor donde encuentro a los dos perros desmayado en el suelo. Me acerco y compruebo que fueron dormidos. Uno de ellos tiene sangre en una pata y el otro en los dientes tambien distingo rastro de sangre, Tuvieron una pelea.
Subo las escaleras de dos en dos hacia nuestra habitación, Nesecito ver a mi novio, tengo la esperanza que sea una falsa alarma con las otras veces, que sea Michael que intenta jugar nuevamente conmigo. Sin embargo, al empujar la puerta, algo parece estar mal. La habitación está sumida en un silencio inusualmente opresivo, roto solo por el leve zumbido de la lámpara del velador. La cama está revuelta, las sábanas arrugadas y una almohada en el suelo. Mi corazón empieza a latir más rápido, un nudo se forma en mi garganta. Al acercarme, descubro que su celular está en la mesa de noche, pero él no está por ningún lado. Es entonces cuando algo en el suelo llama mi atención, un pañuelo desechado, que yace solitario cerca del borde de la cama. Al recogerlo, un olor punzante y químico me golpea: es cloroformo.
Un escalofrío recorre mi espalda y, con manos temblorosas, inspecciono el desorden en la habitación. Encuentro más pistas perturbadoras: la cama está hecha un caos, como si hubiera habido una lucha. Los cojines están en el suelo, y entre ellos, un objeto llama mi atención: el arma que le había dado a Tayson, que cuidadosamente escondida para emergencias. Mi mente empieza a conectarse los puntos, y un frío pánico se apodera de mí. En el rincón más oscuro de la habitación, una mancha borrosa en el suelo llama mi atención, apenas visible a la luz tenue que se filtra por las cortinas. Es sangre.
La atmósfera se carga de una inquietante quietud. Un sentimiento de impotencia y desesperación me paraliza mientras mis ojos barren cada rincón de la habitación en busca de cualquier pista que pueda darme una idea de qué ha sucedido. La realidad empieza a golpear con fuerza: mi amado ha desaparecido y algo terrible ha ocurrido aquí. La sensación de miedo y ansiedad me invade, sin saber qué hacer ni a quién acudir.
El sonido de mi celular me sacó de mi aturdimiento. Era un mensaje de un número desconocido.
"Es mío".
Arrojé el teléfono contra la pared, rompiéndolo en pedazos.
"Hijo de puta", grité con toda la fuerza que tenía. Estaba furioso, empiezo a caminar sin rumbo por la habitación.
Romper el único medio de comunicación con ese desgraciado me llevó a darme cuenta de que solo lo usará para jugar conmigo. Sé que se cansará pronto y terminará lastimándolo lentamente. Conozco su método y sus intenciones. Necesito actuar rápido.
Sin embargo, ¿cómo? No puedo llamar a la policía, y aquí no tengo contactos que puedan ayudarme. Si busco ayuda externa, tardará mucho en llegar. No sé qué hacer, pero no es momento de dudar. Está en peligro por mi culpa, y debo hacer todo lo que esté a mi alcance para salvarlo. Si algo le sucede, nunca me perdonaré.
Drake
Despierto... Sintiendo dolor en todo mi cuerpo.
Vagos recuerdos de lo que pasó vienen a mi mente. Un ruido extraño, una mano intentando ponerme un trapo en la boca, mi arma disparando. Desde que Tayson me dijo que estaba preocupado por mi seguridad, la tengo conmigo o cerca, normalmente la dejo dentro de mi vehículo. Intento moverme, pero no puedo... no es solo por el dolor que siento, sino porque estoy atado a una silla... No logro reconocer el cuarto en el que estoy, está demasiado oscuro. Intento soltarme, pero no lo logro.
• Al fin despertaste.
Me dice una voz que me congela por completo... no puede ser, él estaba muerto... ¿Lo estaba? Una persona aparece frente a mí, es la persona con la que sueño desde hace mucho tiempo, la causante de mis pesadillas. ¿Puede ser? ¿Estoy soñando? Al ver que no respondo, me golpea fuertemente la cara.
• No... No es un sueño... soy real... estoy vivo.
Ese golpe me demuestra que está vivo y que no estoy soñando. Pero... ¿Cómo puede ser? Tayson me aseguró una y otra vez que estaba muerto, que él mismo lo había matado. ¿Acaso me mintió? Aún no puedo reaccionar, tengo mucho miedo, y eso me tiene paralizado.
Otro golpe... siento la sangre en mi boca.
• ¿No vas a decir nada?
No es que no quiera. No puedo hablar, me duele todo mi cuerpo y estoy en shock, completamente en shock... Mis sueños se hicieron realidad, él está aquí parado frente a mí, causándome mucho dolor.
• Está bien, tal vez un par de horas a solas y sin comer te hagan querer hablar.
• Deberías estar muerto.
• JajaJa jajaa... ¿Quién te dijo eso... ¿Tayson?
• Sí.
• Pues te mintió, y te estuvo mintiendo durante mucho tiempo.
• No, él jamás....
• ¿No te dijo que yo estaba muerto?... y ahora me ves aquí.
• Él...
• Jajaja sigue creyendo en él... tengo algo que mostrarte.
Saca su celular y me muestra una conversación que tenía con él... una conversación bastante comprometedora. Mis ojos no pueden creer lo que ven, mi cerebro no comprende lo que está pasando, y mi corazón comienza a romperse.
• ¿Por qué crees que estás aquí? ¿Por qué crees que pude entrar a tu casa justo cuando Tayson no estaba?
• No puede ser.
• Jajaja ahora me iré a encontrar con él para recordar viejos tiempos... Pero no te preocupes, no te voy a dejar solo.
Mis lágrimas no dejan de salir pensando en todo lo que me dijo. No puede ser verdad. Lo veo salir de la habitación donde estoy encerrado, no tengo fuerza para nada más. En este momento quiero morir, ¿será verdad todo lo que me dijo? ¿Acaso Tayson ya no me quiere más? La puerta se abre lentamente, empiezo a temblar de miedo, pero acepto mi fin. No puedo imaginarme una vida sin la persona que más amo en este mundo, a la persona a la cual le entregué todo sin pedir nada a cambio. Habría sido menos dolorosa mi muerte si hubiera permanecido en prisión. Cierro los ojos con fuerza esperando que no me duela tanto.
Pero lo que siento no es un golpe, es una caricia, alguien está acariciando suavemente mi mejilla donde Michael me golpeó.
• Este idiota, le dije que no te hiciera tanto daño.
Abro lentamente los ojos y lo veo a él parado frente a mí sosteniendo un vaso con agua.
• Toma, bebe un poco, necesitas estar hidratado.
En su cara se dibuja una sonrisa, está bien arreglado, el perfume que tiene puesto inunda toda la habitación. ¿Por qué está aquí?
• ¿Qué haces aquí?
• Te sorprenderá verme... pues verás... realmente me gusta... y dije que iba a hacer cualquier cosa para tenerte junto a mí...
Mientras decía esas palabras deja el vaso de agua sobre la mesa y empieza a acercarse nuevamente a mí.
• Es muy loco, muchas veces que imaginé un encuentro contigo lo imaginé exactamente cómo estás ahora. Te ves mucho más lindo todo atado y golpeado, la expresión de miedo en tu rostro es hermosa.
• Estás demente.
• ¡Por tu culpa! No te imaginas cuántas veces me senté a tu lado en la facultad solo para sentirte cerca. Tú solo querías enseñarme para ayudarme a avanzar en mi carrera, jajaja... yo solo quería tenerte cerca, nunca escuché lo que decías... me ignorabas y mi deseo de tenerte se volvía más fuerte... te castigaré por todas las horas que me hiciste perder escuchándote hablar de matemáticas, física o química. Te castigaré por no darte cuenta de que no me importaba, que lo único que quería era hacerte mío. Cuando Michael se acercó y me dijo su idea, acepté sin pensarlo...
• ¿Cuál es su idea?
Era lo único que me importaba, en el fondo sabía que él sentía algo por mí. Nunca le importaron las clases de la facultad o los exámenes, yo lo dejé pasar pensando que podía hacerlo cambiar de opinión. Pero me equivoqué.
• ¿Eso es lo único que quieres saber? ¿No te importó nada de lo que dije?
• Sé muy bien lo que sentías por mí. Pero debes entender que yo no siento nada por ti, nunca lo haré.
• Eso es porque no sabes todo el placer que te puedo dar.
Con un rápido movimiento, pone su mano bajo mi remera y empieza a apretarme mi pezón. Si Drake hubiera hecho eso, sin duda mi pene hubiera reaccionado.
Tayson
Las cosas empezaron a escaparse de mis manos.
Fui un completo idiota; siempre pensé que podía hacer todo yo solo, que no necesitaba a nadie. Creía tener el control de todo lo que me rodeaba. Era yo contra el mundo, y nadie podía decirme qué hacer. Nunca dudé del camino o las decisiones a tomar.
¿Qué me pasó? ¿En qué momento dejé de ser el Alfa? Cuando estaba en prisión, todos me respetaban, nadie se atrevía a tocar lo que era mío, lo que había reclamado como mío. Si tenía que matar a alguien, no dudaba, lo hacía, sin importar si era amigo o no.
He matado a muchas personas a lo largo de mi vida y jamás tuve remordimiento alguno. Ahora estoy en mi habitación, llorando por un error que cometí. No quiero volver a ser el hijo de puta que era antes. Quiero ser una persona diferente, una persona mejor. Pero, aun así, quiero ser el alfa, no quiero perder lo que me costó conseguir.
Pero ahora tengo que recuperar lo que perdí y hacer pagar a esas personas, de la manera más dolorosa posible. Porque si alguien se atreve a meterse conmigo, se gana un pasaje directo al infierno.
Pero sé que no puedo hacerlo solo.
Por lo tanto, tomo mi teléfono y hago una llamada.
Es muy tarde ya.
Estoy empezando a ponerme nervioso y de muy mal humor. Nadie se ha comunicado conmigo, pero eso no es lo que me preocupa. Sé que él está bien, no lo van a matar, al menos no por ahora.
Tengo que moverme rápido. No tengo idea de dónde está. El malnacido de Michael hizo muy bien su trabajo, no dejó ni una pista que yo pudiera seguir.
Falta poco para las diez de la noche. No he comido ni bebido nada. Estoy sentado en la habitación principal de la casa, esperando que el teléfono suene. Pero no ocurre. Aunque sí llaman a mi puerta, bajo las escaleras lo más rápido que mis piernas me permiten, deseando que la persona que está tocando sea él, pero no es así.
La persona que está llamando a estas horas a mi puerta es la única familia que me queda, mi primo Germán. Nuestros padres eran hermanos y pasamos nuestra infancia juntos, pero hubo un problema de dinero y nos separamos. Lo último que supe de él fue que había huido de la casa de mi tío porque los golpeaba mucho a él y a su hermana.
Fue la mejor decisión que pudo haber tomado, ya que recuerdo muy bien varias ocasiones en las que nuestros padres se emborrachaban y siempre nos golpeaban. Aunque el padre de él era mucho más severo que el mío.
Me sorprendí mucho cuando lo encontré varios años después, un mes después de que mi padre muriera. Entré a una página de amantes pagos, TaxiBoys, y lo vi. Lo reconocí enseguida. La mayoría de las fotos en su perfil eran sin ropa. Hubo varias ocasiones en las que lo vi no como primo, sino de otra manera, ya que es una persona muy bella. Lo conozco desnudo y él me conoce desnudo a mí.
La atracción entre primos es normal en casi todas las familias. Nosotros no podíamos ser la excepción, aunque nunca hicimos nada. La tensión sexual entre nosotros era mucha.
Sin pensarlo, contraté sus servicios para ir a verlo. Quería hablar con él, aunque debo confesar que, en el fondo, quería que pasara algo más.
Cuando llegué, me reconoció enseguida. Nos sentamos y nos pusimos al corriente de nuestras vidas y de todo lo que tuvo que perder por haber tomado la decisión de haberse ido de la casa de sus padres. Lo admiro mucho y siento su pérdida, ella era mí prima también y aunque no nos tratábamos mucho de chico ella siempre estaba ahí. Esa ocasión los dos lloramos por ella. Me sentí un poco culpable por no haber estado ahí para ellos y por no haber podido hacer nada. Él me dio a entender que no tenía por qué sentirme de esa manera, fue su culpa... aunque sabía que no era del todo cierto no hablamos más del tema. Tengo una foto de ella en la habitación de estar, es un tema del que no se habla pero que si se tiene presente. Son mi familia, mi sangre.
Desde ese día, nos mantuvimos en comunicación. No era constante, pero nos servía. Cuando escapé de prisión, decidí venir aquí a pedirle ayuda, y tal vez fortalecer nuestros lazos familiares, no sé si volver hacer lo que éramos de niños, pero si algo parecido o tal vez mejor.
Le debo mucho.
Y estoy a punto de pedirle ayuda nuevamente.
Abro la puerta, él se encuentra parado frente a mí, vestido impecablemente con esa sonrisa perfecta que siempre lo caracterizo, es un hombre muy bello, vagos recuerdos aparecen en mi mente de cuando jugábamos en el patio de la calla, los reprimo, cuando veo que la expresión de su cara al verme cambia. Y es que cualquier persona que me viera tendría la misma reacción. No soy yo, estoy con grandes ojeras, mi rostro tiene evidentes señas de que estuve llorando, mi pelo revuelto y mi ropa sucia, es una señal clara que no estoy bien, que algo no anda bien.
Le permito entrar y lo guio hasta la cocina, donde me vuelvo a derrumbar, por más que intento mis ojos no pueden contener las lágrimas, me siento en la silla y trato de controlarme, no puedo creer que me sienta de esta forma, por suerte mi primo es el que me ve en este estado y el cual no dice nada ni hace nada, solo me mira.
Tardo un rato en estabilizarme, o en intentar mostrar que ya estoy estable.
• Se lo llevaron.
• ¿A quién?
Estamos en la cocina. Ninguno de los dos sabe cómo empezar a hablar. Estamos perdiendo tiempo valioso.
• Todo es mi culpa.
• Eso ya lo sé. Eres un grandísimo imbécil.
• Necesito ayuda.
• ¿No crees que es un poco tarde para eso?
• Mierda... no me puede estar pasando esto...
• No cambiaste en nada. Desde chico pensabas que podías llevarte el mundo por delante sin pagar nada. Es hora de que saldes tu deuda.
• ¿Qué estás diciendo? ... No me voy a quedar aquí parado sin hacer nada mientras él debe estar sufriendo.
• Claro que no.
• Entonces.
• Solo quiero que seas consciente, por una vez en tu vida, de que no todo es tan fácil, y por cada acción siempre va a haber una consecuencia.
No supe qué decirle. Tiene razón. Siempre tomé lo que necesitaba y no medí las consecuencias.
Es una de las cosas que él sabe muy bien de lo que está hablando.
Desde chico fue lo que me enseñaron. Soy el Alfa, tengo derecho a tomar lo que quiero y todos deben arrodillarse ante mí... o eso creía.
• Hace unos días me encontré con un viejo amigo, el cual tiene mucho poder. No puedo dejar que se vea involucrado en esto, está por casarse. Pero puedo pedir ayuda... Déjame llamarlo.
Mientras él salía a llamar a su amigo, me sumergí nuevamente en la desesperación. No puede estar pasándome esto. Mierda.
Me seco las lágrimas que intenta salir, no tengo que seguir llorando, no puedo permitirme que me vean llorando.
Voy a la ventana. Me percato de que en la casa de Kevin hay movimiento, seguramente debe estar levantado, por suerte no está en lo de su marido, en estos momentos necesito toda la ayuda posible.
Me acerco a su casa. Varias lágrimas empiezan a salir de mis ojos, solo por recordar lo feliz que estaba cuando le dije que Kevin que al fin sería libre y que vendría a vivir aquí con nosotros.
Soy tan patético.
¿Tanta influencia tiene sobre mí?
¿No soy yo si no lo tengo a mi lado?
¿Incluso a su lado, soy yo?
¿Era yo antes de tenerlo a mi lado?
¿Quién soy?
Mi cabeza está a punto de explotar.
Golpeé la puerta de Kevin. Su rostro mostraba una sonrisa, pero al verme, esa sonrisa se desvaneció rápidamente, reemplazada por una expresión de desprecio. Nuestra relación nunca fue cordial, y ahora su mirada reflejaba preocupación al notar mi estado.
Entré sin pedir permiso y le conté todo lo sucedido. Este chico se volvio más fuerte desde nuestro último enfrentamiento, o tal vez ¿yo estaba más débil?
Una vez que terminé de contarle lo ocurrido, se abalanzó sobre mí, golpeándome con fuerza y gritándome groserías. Solo me dejé, porque lo que decía era verdad. Sus palabras duelen más que los débiles golpe que me da.
Cuando se cansó, dejó de golpearme. Pude ver que estaba llorando. No pude evitar unirme a su llanto.
• Lo va a matar - susurró.
• No lo voy a permitir - respondí.
• ¿Qué haremos?
• No sé... Necesito tu ayuda.
Acepta ayudarme y se dirige al baño, donde se lava la cara en la bacha. Lo observo abrir una cómoda, sacar un arma; me sorprende. Me mira sin decir palabra, la guarda entre su ropa después de asegurarse de que está cargada y con el seguro puesto. Toma su teléfono celular y envía un mensaje, probablemente a su marido... pero no dice nada. Sale de su casa y se dirige hacia la mía. Verlo caminar con seguridad y preparado para enfrentar cualquier cosa, sin miedo, despierta en mí un sentimiento que jamás pensé experimentar: envidia.
Regresamos a la casa, donde me esperaba Germán, pero no está solo. Con él esta O'Neill, la asistente de su amigo. Su presencia intimidante me hizo dudar por un momento. Esta mujer daba mucho miedo.
• No lo sé - dije ante la pregunta de Germán sobre qué hacer.
• ¿Cómo que no lo sabes?
• Tal vez lo mejor sea esperar a que se comunique conmigo... o tal vez...
• ¿Tal vez? - Germán me interrumpió. - ¿Qué te está pasando? ¿No puedes estar indeciso en un momento así?
• LO SÉ... PERO ME SIENTO TAN...
Antes de terminar de hablar, mi primo me golpea fuertemente en la cara. El golpe dolió más que los que había recibido de Kevin e incluso me rompió el labio, siento el sabor de la sangre en mi propia boca, la escupo e intento reponerme.
• Eres patético... un cobarde... No deberíamos hacer nada y dejar que Michael se quede con Drake, él es más hombre que tú en estos momentos...
Traté de recuperarme del golpe, él está listo para atacar. Intenté golpearlo, pero desvió mi golpe y me dio uno fuerte en el estómago, quitándome el aire y haciéndome caer al suelo. Una vez en el suelo, me golpeó con fuerza en el estómago, sacándome todo el aire.
• El me ama, sé que no me dejaría - dije entre jadeos.
• ¿Y tú lo amas? - respondió mi primo.
• Claro que sí... Por eso hice todo esto...
• ¿Lo hiciste por él? O lo hiciste para satisfacer tu necesidad enfermiza de tener poder sobre alguien... porque sabías que una vez que este fuera de la cárcel, ibas a dejar de ser el Alfa y tu vida se volvería una miseria. Necesitabas algo o alguien que te hiciera sentir superior, que te hiciera sentir que aún tienes el control y que haga lo que tú quieras.
Me levanto y me abalanzo hacia él, intentando golpearlo nuevamente, pero vuelve a detenerme, estoy tan furioso que no me importa. Lanzo otro puñetazo que alcanza su objetivo, y sin detenerme, aprovecho su aturdimiento para golpearlo una vez más.
Se recupera rápidamente y me devuelve el golpe con mucha más fuerza.
Me reincorporo, siento la sangre en mis labios, la vista se me nubla, mi cuerpo tiempla, Me cuesta respirar.
Intento fijar mi vista en él, logro hacerlo, pero me cuesta mucha, me doy cuenta que él se encuentra en el mismo estado, los dos somos hombres fuertes, nuestra masa muscular es muy parecida, pasamos muchas horas en el gimnasio. Recuerdo que hace años recibió una herida de bala por proteger a quien es su hijo ahora, recuerdo perfectamente donde fue herido, sin pensarlo me lanzo y concentro la fuerza que tengo en este golpe, aunque fue hace tiempo esa parte se encuentra vulnerable.
Acierto el golpe, puedo ver la expresión de dolor en su rostro, pero ni eso lo detiene, vuelve a pegarme, esta vez me deja casi inconsciente, es mucho más fuerte de lo que yo soy, mi mente viaja a los tiempos en que éramos niños y por algún absurdo motivo nos peleábamos, él siempre me ganaba. Hoy después de tanto tiempo y después de tantas cosas que viví, sigo siendo un perdedor antes sus ojos. No hay algo más humillante que esto... si la hay, perder a la persona que más amas por ser un tonto orgulloso.
Me levanto una vez más., no voy a permitir que me gane, no voy a permitir que nadie me gane.
Continuamos intercambiando golpes, cada uno más fuerte que el anterior. Estamos ambos heridos y sangrando, pero mi deseo de detener a este individuo que se atrevió a insultar a mi novio, a mi pareja, a todo lo que significa para mí, no disminuye en absoluto.
Lo que siguió fue un intercambio violento de golpes y palabras duras.
• ¿Quién eres?
• Soy Tayson.
• Repítelo.
• Soy Tayson.
• Repítelo.
• SOY TAYSON.
Grite tan fuerte que mis órganos internos estuvieron a punto de salirse.
• ¿Qué es lo que piensas hacer?
• Recuperar a mi novio y matar al maldito hijo de puta que me engaño toda mi vida y se atrevió a tomar algo que es mío.
Ahora entiendo, de una manera rara todo empieza a caer en su lugar...
• Sé dónde podría haberlo llevado - anuncié.
Sin decir nada más, tomé las llaves de mi camioneta. Partimos hacia la facultad, un lugar vacío debido al fallecimiento del profesor. Sabía que Michael usaría este sitio como escondite temporal.
Estoy manejando mi automóvil a toda prisa, no estoy respetando ninguna señal de tránsito, la personas que van con conmigo no me dicen nada, sabe que no tendrán una repuesta si me hablan en estos momentos. Miro por el retrovisor, veo a mi primo está manchado de sangre, la camisa rota, un ojo morado y el labio hinchado, está tratando de limpiarse el rostro con una toalla que tiene, no tengo idea de donde la saco.
La chica que va al lado mío me aproxima algo para que me limpie la cara, se lo acepto de mala gana, solo porque sé que si nos paran por no respetar los límites de velocidad y nos encuentran con manchas de sangre podríamos tener muchos problemas por ese motivo la acepto y se la devuelvo.
No siento dolor, a pesar de la golpiza que recibí.
Piso más el acelerador, no voy a llegar tarde, no voy a permitirme dudar.
No me importa nada.
Tengo una sola cosa en la cabeza: acabar con él, con el hijo de puta que me controlo toda mi vida.
Drake
Por suerte, Facundo se fue hace rato. No sé cuánto tiempo ha pasado; es difícil determinarlo en esta situación. El shock de darme cuenta de lo que está pasando y de que Michael está vivo ya quedó muy atrás. No tengo muchas fuerzas; debo usar lo poco que me queda para mantenerme vivo y tranquilo, hasta que él llegue, porque sé que llegara, sé que él me ama y todo lo que dijo Michael es mentira.
Tal vez durmiendo un poco pueda recuperar algo de energía. Cierro mis ojos, pero estoy en una posición muy incómoda y las abrazaderas que tengo no ayudan mucho a que me relaje. Decido que debo analizar mis opciones de escape.
Empiezo a mirar a mi alrededor para ver si hay algo cerca que pueda usar o si reconozco el lugar. Siento como si estuviera otra vez en prisión, encerrado entre cuatro paredes sin saber qué pasará, esperando que alguien entre por esa puerta; solo hay dos opciones: que me violen o que me maten, cualquiera de las dos puede ser, aunque prefiero una sobre la otra.
Finalmente, se abre la puerta. Entra Facundo seguido de Michael, este último tiene un arma en la mano y por lo visto esta de peor humor que antes.
Es mi fin.
Michael - Acabo de ir a la casa de mi amado y no encontré a nadie. Es raro.
Drake – Está buscándome... pronto me encontrara y te matara.
Michael – Dudo que eso pase... ¿no te dijo?... Tuvo la oportunidad para hacerlo, pero no tuvo el valor suficiente para disparar ¿Sabes por qué es eso?... tú lo has vuelto débil, estar contigo lo volvió débil. Perdió su status de alfa.
Drake – Eso es mentira.
Michael – Se dio cuenta que ya no quiere estar contigo, se dio cuenta que eres una carga y que por tu culpa ya no es el hombre que era.
Drake – TE EQUIVOCAS, EL ME AMA...
Michael – NO. Me ama a mí... siempre me amo a mi.
Drake - ¿Por eso huyo contigo? ah no, cierto huyo conmigo a ti te dejo solo en ese lugar para que te mueras. ¿Sabes porque lo hizo? POR QUE TE ODIA.
Esas palabras me hicieron ganar un terrible golpe en la cara, me partió el labio, escupo sangre. No creo que sea buena idea hacerlo enojar.
Facundo – Sera mejor que cierres la boca o te matara de enserio.
Drake - ¿Sabes con quien ha dormido todos estos años, a quien le hizo el amor todo este tiempo? A MÍ.
Otro golpe más fuerte que el primero. Más doloroso. Más sangre sale de mi boca, estoy empezando a ver borroso. Debo tener un ojo hinchado.
Facundo – Deja de pegarle.
Michael – Tú cállate... Este idiota pagara todas las ofendas que me haga.
Drake – Él no te ama, me eligió a mí sobre ti.
Intenta volver a pegarme, pero no lo logra ya que facundo lo detiene. Al ver que no puedo hacerme daño se suelta y le pega a él.
Michael – No, te metas, o te pasara lo mismo que a él.
Facundo – Teníamos un trato.
Michael – Cállate y solo mira, cuando Tayson venga podrás quedártelo y hacer con él lo que se te den las ganas, pero hasta entonces, él es mío.
Drake – Soy de una sola persona, y esa persona, cuando venga aquí los va a matar a los dos.
Michael – ya me estas cansando, como hago para que entiendas que él es mío. Que estuvo contigo, porque estaba esperando que yo saliera de prisión.
Drake – Tú eres el que tiene que entender que vives en una fantasía y no te ama.
Esta vez, su furia no se desató físicamente, pero sacó su arma y me apuntó. La amenaza tangible, el frío metal, me heló hasta el alma. Ahora sí, todo terminó. Siempre le tuve miedo a esas cosas, aunque Tayson insistía en que llevara una para protección. Ahora, lamento profundamente no haberle hecho caso.
El simple hecho de sostenerla despierta en mí un pavor indescriptible. Es como tener el peso del miedo en mis manos, una responsabilidad que nunca quise asumir. Solo podría concebir usarla si Tayson estuviera a mi lado, pues él me proporciona el valor y la fuerza que necesito para enfrentarme a cualquier cosa o persona. Sin él, el arma se convierte en un recordatorio tembloroso de mis propias debilidades y temores.
Drake – Mátame, si eso es lo que tanto quieres mátame.
Facundo – Por favor cállate, te matara si sigues hablando.
Drake - No tiene el valor para hacerlo, sabe que si me mata él lo odiara para siempre y nunca lo perdonaría.
Michael – Tú no sabes nada. me ama demasiado.
Drake – sigue repitiéndotelo hasta que te lo crees o hasta que se vuelva real.... Te aseguro que para el final del día estarás muerto y yo en los brazos de mi novio.
Sostiene el arma con más fuerza... no me importa morir, moriría antes de ver a Tayson con otra persona.
Oigo el arma dispararse, mi mente queda en blanco, no tengo miedo de morir, el único miedo que tengo es el de perderlo a él. Cierro los ojos esperando el dolor, pero no lo siento, no siento nada. Esto significa estar muerto, no sentir nada de nada.
Abro los ojos lentamente y me doy cuenta de que no estoy muerto; la bala que salió de la pistola no llegó a mí. Facundo se había puesto en el medio, recibiendo el disparo.
Su cuerpo sin vida está frente a mí.
Quiero sentir algo, miedo, pena, cualquier cosa, pero no lo logro, no siento nada.
• Es un idiota... morir por amor... jajaja... bueno, no importa, tarde o temprano lo iba a terminar matando.
• ¿Por qué no me matas a mí?
• Es verdad... no te necesito... pero... quiero que veas con tus propios ojos cuando mi Tayson venga a mí y me declare su amor.
• Estás demente.
Empieza a reír y sale de la habitación, está completamente enfermo, su obsesión por un amor no correspondido es muy fuerte.
Fijo mi vista en el cuerpo de Facundo, otra persona cegada por el amor. ¿Actuaría igual si no soy correspondido?
Escucho un ruido fuerte, un quejido, veo cómo el cuerpo aparentemente sin vida se empieza a mover.
• Hijo de puta, se atrevió a dispararte.
• Deberías estar muerto.
• No te preocupes, en cualquier momento lo estaré.
La bala no dio en un órgano vital, pero está perdiendo mucha sangre. Si no para la hemorragia, morirá.
• Debes detener la sangre.
• ¿Te preocupas por mí después de lo que te hice?
• No.
• Ja, no importa, la sangre sigue saliendo y seguramente moriré aquí. Pero tú no.
Mientras me hablaba, se intentaba levantar del piso, con una mano haciendo fuerza en la herida para que no salga tanta sangre y la otra buscaba algo en el bolsillo de su pantalón.
Logra levantarse y camina lentamente hasta mí, saca de su bolsillo una llave, se coloca detrás de mí y me quita las esposas.
Una vez que me libera, se acuesta abruptamente en el piso. La expresión de su rostro es de puro dolor.
• No puedo dejarte así, déjame buscar algo para detenerte la hemorragia.
Le digo una vez que termino de soltarme, tengo mucho dolor y me cuesta mantener la concentración. No sé si llegaré muy lejos en este estado y menos si voy con alguien que está por morir, pero no puedo dejarlo acá.
• Debes irte... Vendrá pronto y te matará...
• No me iré sin ti.
• En las condiciones en las que estoy, solo seré una carga.
Me quedo unos segundos mirándolo fijamente, tiene razón en lo que dice, y aún estoy muy enojado por lo que hizo, pero no soy una mala persona, no puedo dejarlo aquí.
Si Michael viene, lo matará sin dudarlo.
Pero también está la posibilidad de que por culpa de Facundo no pueda salir rápidamente de aquí y nos mate a los dos.
• Trata de esconderte. Yo saldré de aquí e iré por ayuda.
Él solo asiente con la cabeza y se apoya contra la pared, se nota que no tiene muchas fuerzas. No puedo dejarlo morir aquí, pero tampoco puedo quedarme con él. Si Michael vuelve, nos matará a los dos. Me acerco lentamente y pongo una de mis manos en su herida, está perdiendo mucha sangre.
• Gracias.
• No... no me des las gracias.... Perdóname por todo... fui un idiota... yo te...
• No digas nada. Por amor hacemos locuras.
• Vete.
Él acerca su mano a mi mejilla y la acaricia, sus manos están frías. Lo miro a los ojos, los suyos se van cerrando poco a poco. Empiezo a llorar, no puedo evitarlo, es un grandísimo idiota, pero no puedo evitar sentirme mal... después de todo, es mi culpa.
Si tan solo hubiera aclarado las cosas desde un principio, si hubiera puesto límites.
No tengo tiempo para seguir reflexionando, escucho ruidos, alguien se acerca. Lo miro por última vez, le susurro un "adiós"...
Me levanto, tratando de no caerme ya que me siento débil y un poco mareado, miro a mi alrededor buscando algo que pueda servirme de defensa. Encuentro un caño de acero o algo así. Lo único que sé es que es pesado y, si tengo que defenderme, esto me ayudará o no. Salgo de donde estoy encerrado y enseguida reconozco el lugar, eso me da ventaja. Conozco el lugar, vengo aquí todos los días, sé dónde puedo esconderme y dónde puedo encontrar un teléfono para pedir ayuda.
Me dirijo directo a ese lugar, no hago muchos metros cuando escucho dos disparos provenir de donde salí.
Me da mucha pena, por mi culpa una persona murió...
Empiezo a apurar el paso, ya sabe que logré soltarme.
Tayson
Llego al lugar; está todo oscuro, no hay luz, no hay autos, nada. Sé que está aquí, no me pregunte cómo lo sé, pero está aquí... desde hace tiempo puedo sentir la presencia de Drake dentro de un edificio o cuando está cerca de mí.
Empiezo a caminar buscando una forma de entrar a este lugar. Detrás de mí vienen Germán y O'Neill, Kevin se quedó en la casa por si llaman ahí.
No quiero llamar a la policía, no quiero hacer mucho alboroto, eso podría provocar una reacción muy mala en el hijo de puta de Michael y las consecuencias las pagaría mi novio.
Por lo tanto, intentaré ser cauteloso...
Llego a la puerta de atrás, está cerrada con llave. Saco la pistola, con dos tiros logro abrir la puerta y entro hecho una furia al establecimiento.
"¡Drake!"
Grito con todas las fuerzas que tengo, pierdo el control de todo mi cuerpo y de mi mente. Lo único que quiero es verlo, tenerlo entre mis brazos. Ya no me importa nada. Mi alfa interior se apodera de mí, un instinto asesino me empieza a invadir.
Siento que las personas que están detrás de mí intentan tranquilizarme e incluso intentaron acercarse, ya no los escucho. Con la pistola en la mano, comienzo a caminar por los pasillos de esta facultad que me recuerda mucho al lugar donde estuvimos privado de nuestra libertad. Cada puerta que encuentro es derribada por una patada mía o por un par de disparos de mi arma.
Si es necesario revisar todas las aulas o celdas que hay en este lugar, lo haré.
Germán y O'Neill están yendo a revisar otras partes de este gigantesco edificio. Les dije que si encontraban al maldito no lo maten, que me dejen eso a mí. Tengo pensado hacerlo sufrir por todo lo que me hizo. No se merece una muerte rápida, se merece una muerte muy lenta, y yo voy a disfrutar su muerte. Y unos minutos antes de que muera, tomaré a mi novio y tendré sexo frente a él mientras exhala su último aliento para que se dé cuenta de que hoy y siempre elegiré a Drake antes que a cualquier otro.
Drake
Camino despacio, mi cuerpo ya no resiste más. Tengo que parar unos segundos, pero si lo hago, esos podrían ser mis últimos momentos. Aunque debo recuperar fuerzas. Puedo distinguir a lo lejos el aula donde pasé la mayor parte de mis horas dentro de la facultad. Aquí daba clases mi profesor favorito. Siento una punzada de nostalgia; no volveré a tener otra clase con él, ya que está muerto. Parte de su muerte es culpa mía, o tal vez no. Michael lo mató para llamar mi atención o la de Tayson. Pero no dejo de pensar que, si no me hubiera escapado de ese infierno, todo sería distinto.
Entro y trato de ocultarme. Solo hay mesas y sillas, la electricidad está cortada, seguramente por Michael. Voy hacia las últimas mesas y me oculto bajo ellas, tratando de tranquilizar mi corazón que late fuertemente. Estoy muy asustado. Miro mis manos y están manchadas con sangre. No puedo distinguir cuál es la mía y cuál es la de Facu.
Dejo de ver mis manos y agarro con fuerza el caño de acero que tomé cuando salí de donde estaba prisionero... prisionero, otra vez destinado a morir a manos de un psicópata. Las vueltas que tiene la vida son muy raras; nuevamente me encuentro en un lugar encerrado y otra vez voy a ser víctima de los abusadores. Aquella vez tuve a Tayson para que me ayudara, pero ahora no tengo a nadie, estoy completamente solo. Es aterrador cómo la vida puede repetir sus patrones, cómo los miedos vuelven a surgir. En este instante, la soledad me abraza con fuerza, llevándome a aceptar lo inevitable: voy a morir, lo sé. Y aunque lo acepto, la sensación de desamparo y la impotencia ante mi destino me abruman.
¡DERECK!
Escuchar mi nombre me sobresalta. Alguien lo está gritando y sé quién es. Podría reconocer en cualquier lugar ese grito. Me alegra, pero a la vez me asusta. El tono de voz que usó fue mucho más grave que el que normalmente usa. Está enojado, lo sé. Solo una vez usó ese tono de voz, y fue cuando estuvo a punto de matar a Michael en prisión.
Dudo un poco.
Las cosas que me dijo Michael podrían ser verdad y ahora Tayson está enojado porque me escapé y me está buscando para matarme. Cierro los ojos con fuerza, intento borrar esos pensamientos de mi mente. Tengo que confiar. No estuvo todo este tiempo conmigo porque no sentía nada. Me ama, por eso está aquí ahora buscándome y con ganas de matar a alguien, y ese alguien no soy yo. Ese alguien es la persona que lo manejó durante mucho tiempo y que ahora se atrevió a tocar lo que es suyo. Porque si soy suyo, es algo enfermizo, pero no me importa, soy de él.
Siento ruido de puertas que se abren bruscamente. Va a buscarme por todo este lugar si es necesario. Debo llegar a él, estoy indefenso si salgo y Michael me encuentra; seguro me matará sin dudarlo. Pero si encuentra a Tayson primero... no sé qué podría llegar a pasar. Ambos son fuertes, lucharán hasta que uno termine muerto. Debo llegar antes que Tayson.
Me siento completamente vulnerable mientras avanzo por los pasillos, el peso del peligro se hace cada vez más evidente. Cada paso es una carrera contra el tiempo, una urgencia por llegar a Tayson antes de que esta situación se convierta en un enfrentamiento letal. En este peligroso juego, no hay espacio para errores.
Salgo del salón, sin antes pasar por la mesa del profesor, en este lugar fue encontrado su cuerpo sin vida.
-Lo siento, Profesor Lucas. Usted fue tan bueno conmigo, me enseñó tanto. Tenía tanto por qué vivir, y por mi culpa. Su familia, su hija...
No puedo evitar que las lágrimas salgan de mis ojos. Esta noche todo terminará, lo prometo. Una vez de vuelta en los pasillos, empiezo a caminar decidido a encontrarme con mi destino. Si tengo que morir, moriré sabiendo que di lo mejor de mí.
Tomo aire y con todas mis fuerzas grito:
-¡Tayson!
Sé que los dos me escucharon, y esa era mi intención. Quiero que sepan que estoy con vida y que los estoy esperando. A pesar de todo, no siento miedo. He aprendido algo importante en estos tiempos: no le temo al destino ni al universo. Creo firmemente que las cosas suceden por alguna razón, aunque a veces es difícil entenderlas. No sé qué ocurrirá, pero estoy aquí, listo para enfrentar lo que sea necesario. Siempre he creído en que las pruebas que se presentan ante nosotros tienen un propósito, y esta situación, por más difícil que sea, no es diferente.
Tayson
Escuché mi nombre, es él, me estaba llamando.
Me costaba reconocerlo, pero sé que es él. Su voz sonaba mucho más gruesa y segura.
Tenía que apurarme; ese grito también lo escucho ese desgraciado de Michael.
No permitiré que llegue primero.
Comencé a correr en dirección a donde creía haberlo escuchado. Probablemente, Drake querrá enfrentarse a Michael, no puedo permitirlo. Es mi responsabilidad, y debo ser yo quien se encargue de ese hombre. Durante mucho tiempo me engañó, jugó conmigo. Si bien reconozco que lo dejé hacerlo, debo ser yo quien lo encuentre y le dé el golpe de gracia. Al menos así, mi conciencia estará más tranquila.
Llegué a la cafetería y entré, deteniéndome a pocos metros de él. No era por miedo o por no saber qué hacer; sabía perfectamente lo que debía hacer:
Apunte mi arma al ser parado frente a mí, esta vez no hay dudas en mi mente, esta vez sé lo que quiero... No dejare que él me controle.
• Voy a contar hasta tres. Si no me dices dónde está, te mataré, y esta vez no dudaré.
• Esa es tu forma de saludarme... Sabes...
• Uno. - Disparé. La bala alcanzó su hombro, provocando un grito de dolor. Es resistente; sé que no lo mataría.
• Mierda... me disparaste...
• Dos. - Disparé de nuevo, esta vez a su pierna, haciéndolo caer. No tengo intención de hablar con él ni mostrar piedad. Si tengo que matarlo, lo hare ahora mismo.
• Eres un desgraciado después de todo...
• Tres. - Apunto directamente a su cabeza.
• Espera... no sé dónde está... escapó...
Una sonrisa se formó en mi rostro. Ese es mi niño, probablemente logró ingeniar una forma de escapar, es muy listo.
Cuando estuve a punto de disparar, la puerta de la cafetería se abrió abruptamente.
• TAYSON
Drake entra en la sala, con pasos inestables, su figura bañada en sangre. Un escalofrío recorre mi cuerpo mientras rezo interiormente para que esa sangre no sea de mi novio, Por el bien de Michael que esa sangre no sea de mi novio.
Me giro hacia él, intentando esbozar una sonrisa de alivio, pero en ese momento un golpe brutal en mi muñeca me obliga a soltar el arma. Esta cae, alejándose de mí.
Michael se incorpora con la clara intención de atacarme, pero mi instinto alfa me permite esquivar sus puños. Consigo evadir varios golpes y contraataco con fiereza, golpeando su estómago con fuerza, arrancándole el aire de un solo golpe. Sus gemidos de dolor resuenan en la habitación.
En medio de esta lucha, busco el arma para poner fin a esta confrontación, pero justo cuando la encuentro y me dispongo a tomarla, me doy cuenta de que Michael ha sacado otra arma, y me apunta con firmeza.
• Eres un hijo de puta... te entregué lo mejor de mí... y así me pagas. Te amo... más de lo que puedas imaginar... pero escogiste a ese... No te ve como yo te veo...
• Nunca serás mi elección... lo siento, pero es la verdad... amo a ese hombre con una pasión que jamás había sentido. Ni siquiera con Marcos experimenté algo así.
• Los mataré a ambos...
Antes de que disparara, mi novio, que se acercaba por detrás sin que él se d0iera cuenta, le da un golpe en la cabeza, con una barra de acero, logro desequilibrarlo. Aproveché esa oportunidad para arrebatarle el arma con un movimiento rápido.
Volví a apuntarle.
Me acerqué a Drake y lo abracé por la cintura, manteniendo firme el arma en mi mano y mi mirada clavada en ese despreciable individuo.
Drake se entregó a mi abrazo, y las lágrimas brotaron de sus ojos.
• Lo elijo a él... hoy y siempre lo elijo a él.
Lo digo sin titubear, fuerte y claro.
• Fuiste un buen amigo... y un gran compañero... te pido perdón.... Por mi culpa te convertiste en esto...
Me lamento por no haber sido más precavido, por no haber visto las señales antes. Confíe ciegamente en un amigo, alguien que creía conocer, solo para descubrir que sus intenciones eran oscuras y su lealtad, una farsa. Cometí un error al darle paso, creyendo en sus palabras y permitiéndole acercarse demasiado a mi vida.
Ahora, enfrentamos las consecuencias de esa confianza traicionada. Me atormenta haber cedido a sus mentiras, haberle otorgado la oportunidad de jugar con mis sentimientos, como si fuera un siniestro rompecabezas que disfrutaba manipular a su antojo.
Descubrí, demasiado tarde, su enamoramiento enfermizo, su obsesión. No percibí sus señales desviadas, sus miradas intensas que no reflejaban amistad, sino algo más oscuro y retorcido. Me duele pensar que le di falsas esperanzas al no reconocer sus verdaderas intenciones, lamentando no haber visto antes la verdad detrás de sus actos.
Cierro los ojos, dejándome llevar por la marea de recuerdos. Instantáneas de momentos compartidos inundan mi mente: las risas, las complicidades y también los desafíos que enfrentamos juntos como buenos amigos y socios. Un nudo en la garganta surge al recordar la traición y manipulación a los que fui sometido.
Siento el peso del arma en mi mano, la ira y el dolor que me consume. Un cúmulo de emociones me embarga: el resentimiento por las mentiras y los engaños, la tristeza por haber confiado ciegamente en alguien que jugó con mi vida. La rabia se mezcla con el anhelo de justicia, un anhelo que ahora encuentro frente a mí.
Respiro hondo, tratando de controlar el temblor de mis manos. Mi pulso late acelerado, la adrenalina corre por mis venas. La decisión está tomada, es el momento de poner fin a este capítulo oscuro que ha marcado mi vida.
Abro los ojos, el rostro de mi adversario se dibuja frente a mí. El peso del gatillo se vuelve un eco sordo en mi conciencia, pero mi determinación no vacila. Apunto directo al corazón, el lugar donde él destrozó el mío.
Y entonces, sin más titubeos, disparo.
El cuerpo sin vida cae frente a nosotros. Aprieto con más fuerza la mano de Drake.
Por la puerta, German y la chica rubia entran en el lugar. German se acerca a mí, ignorando el cadáver, y trata de alejar a Drake de mi lado. Parece que no quiere soltarse, me abraza aún más fuerte.
• Por favor, ve con German. Te llevará a casa, date un baño y espérame... tengo que terminar algunas cosas aquí.
Le pido, tratando de serenarme, no quiero que note lo afectado que me dejo la muerte de Michael.
• No quiero -responde.
Tomo su rostro entre mis manos y lo beso. En ese momento, me doy cuenta de cuánto necesitaba ese beso. No quiero dejarlo solo, quiero irme con él, pero aún tengo asuntos pendientes que resolver.
El beso lo dejó algo mareado, cosa que Germán aprovechó para sacarlo de allí. Lo veo alejarse con mi primo, sé que está en buenas manos, pero aún me siento preocupado.
Me acerco al cadáver sin vida de Michael y disparo dos veces más para asegurarme de que esté bien muerto. Dejo caer el arma al suelo mientras un par de lágrimas escapan de mis ojos.
Te odio con todo mi ser, pero más me odio a mí por no haberme dado cuenta antes, por haberte dejado vivo.
La chica rubia se me acerca.
• Yo me encargaré de limpiar todo. Ve con tu chico y no te preocupes por nada - me dice tranquilizándome.
• Aún queda uno vivo. Tengo que asegurarme de que esté muerto también.
• En el lugar donde estuvo prisionero Drake no hay nadie. Hay rastros de sangre que van hacia el estacionamiento.
• Debe morir.
• Tranquilo... ve a casa.
Drake
Estoy yendo en la camioneta del primo de Tayson a mi casa. Conozco a esta persona muy poco, creo que se llama Germán, es muy atractivo. Pero no puedo quedarme solo apreciando su belleza, en mi cabeza hay muchos pensamientos dando vueltas. Todo pasó muy rápido y estar lejos de mi alfa me hace sentir mareado, como si todo se estuviera desvaneciendo a mi alrededor.
Lo noto desarreglado, incluso con la poca luz que hay en la cabina puedo ver que tiene un ojo morado y el labio partido, sus ropas tienen manchas de sangre, como si hubiese estado en una pelea. No hago ningún comentario, no quiero pensar ahora, no quiero sacar conclusiones.
En el trayecto hasta mi casa, ninguno de los dos dijo nada, cosa que agradecí. No quería hablar con él de lo que había pasado. Tayson confía en él, si no, no me hubiese dejado a solas con esta persona... pero por más que quiero hacerlo, no puedo. Me siento incapaz de hablar, apenas si puedo reunir las fuerzas para mantenerme en pie.
El viaje es rápido, en parte porque está manejando muy rápido y pasando varios semáforos en rojo. Se ve que lo de manejar a grandes velocidades y no respetar las señales de tránsito es de familia. Tayson hace exactamente lo mismo.
Miro hacia el asiento de atrás y veo dos sillas para bebés color rosa, eso me hace sonreír inconscientemente, aunque apenas puedo sostenerla.
• Pertenecen a mis dos niñas, Samanta de 5 meses y Sabrina de 2 años, por suerte, Santy ya no necesita de esas -dice cuando se percata de que estoy mirando las sillas.
• ¿Tienes hijos?
• Sí.
• Pensé que eras gay.
• Lo soy, mi marido se llama Tomas.
Extiende su mano y baja la visera parasol del auto, toma una foto que hay y me la pasa. Contemplo la foto por unos minutos y quedo asombrado, siento una especie de envidia sutil. En ella se encuentran los niños que menciona, están junto a su esposo. La foto fue sacada en una playa, todos están con sus trajes de baño y se los ve muy felices, es como una imagen de una vida que nunca creí tener.
• Son adoptados, la historia es muy interesante, pueden venir a cenar a casa algún día y con gusto se la contaremos.
• Suena bien.
• ¿Pensaron en tener hijos?
• No lo sé...
Le devolví la foto y me quedé pensando en esa posibilidad. ¿Tener hijos? Nunca nos habíamos hecho esa pregunta. Tal vez después de todo esto le pregunte.
Cuando llegamos a mi casa, veo a una mujer y a Kevin en la puerta esperando mi llegada. Apenas bajo, los dos me abrazan y me arrastran hacia adentro de mi casa. Cuando entro y cierran la puerta, escucho el ruido del auto de Germán, se fue, no pude despedirme. Siento una profunda soledad a pesar de estar rodeado por ellos.
Ambos me arrastran hasta mi habitación, me sacan la ropa, la meten en una bolsa negra. Escucho a uno de ellos decir, no distingo quién, que luego la quemarán. Me meten en el baño, donde el hidromasaje está prendido, me obligan a entrar y salen del lugar. Una vez que me quedo solo, empiezo a llorar desconsoladamente, como si el peso de todo lo vivido cayera sobre mí en ese instante. Al cabo de un rato, cierro los ojos y me duermo en la bañera, buscando un refugio temporal en el sueño... deseando que esto haya terminado y no tenga que volver a pasar por lo mismo, otra vez, no creo tener la fuerza para sobrevivir una segunda vez.
Despierto sobresaltado por el frío, el hidromasaje sigue rugiendo en el baño. Salgo a tientas de esa habitación con la bata puesta, esperando encontrarme con mi novio, pero en su lugar me topo con Yanela.
• ¿Qué haces aquí?
• Una larga historia... Tu novio está abajo esperándote... cámbiate y baja.
Me apresuro a cambiarme bajo la mirada crítica y supervisora de Yanela. No tengo ganas de discutir nada con nadie. Solo anhelo verlo, saber que está bien y sentirlo a mi lado. La prisa por llegar a su lado se intensifica cada segundo, como si algo en el aire me dijera que no hay tiempo que perder.
A pesar de la prisa, me detengo un segundo frente al espejo. Contemplo las heridas marcadas en mi piel, un cuerpo que nunca me pareció atractivo. Siempre me he sentido un tanto inseguro respecto a mi apariencia, pero ahora, al ver las marcas y cortes, me inunda una tristeza profunda. Varias lágrimas amenazan con escaparse, pero me las contengo. No quiero que Yanela vea el estado en que me encuentro, no quiero que nadie descubra mi sentir de suciedad y rotura. Guardo para mí mismo esa imagen desgarradora que refleja el espejo, esas cicatrices de mi alma que son visibles en mi cuerpo.
Bajo y lo encuentro hablando con Kevin, pero ambos guardan silencio al verme.
Él se acerca y me besa en la frente.
• Si pudiera borrar todo lo que ha pasado, lo haría. Pero no puedo. Lo único que puedo asegurarte es que no volverá a suceder y que te amo con todo mi ser
Me dice al oído, mientras me abraza con fuerza, dejo que sus brazos me reconforten, vuelvo a sentirme seguro y en paz, un par de lágrimas salen de mis ojos, sentir el latir de su corazón hace sentir que todo está bien o que estará bien.
Los perros ladran, haciéndome sobresaltar.
• Lo sé, nunca dudé de ti - le respondo.
• Si quieres, podemos irnos de aquí...
• No, quiero quedarme. Solo necesito procesar todo esto y volveré a ser el mismo de antes... pero necesito que estés a mi lado.
• Siempre estaré... Ustedes dos, fuera de mi casa - ordena Tayson con firmeza.
Me abraza con fuerza mientras Yanela y Kevin toman sus cosas para marcharse, saben que es mejor no desafiar a Tayson en estos momentos.
Una vez que se van, Tayson me lleva en brazos hasta nuestra habitación y me acuesta suavemente en nuestra cama.
• Debes saber que en estos días no pienso dejarte solo ni un segundo, al menos hasta que tus heridas sanen.
• No quiero que te alejes... nunca.
Empieza a besarme... quiero seguir, pero necesito hacerle una pregunta antes.
• ¿Por qué no me dijiste que todavía estaba vivo?
Me mira fijamente, se acerca y toma mi mano, su voz suena calmada, como si nada de esto hubiese pasado, como si a partir de ahora todo va a estar bien. No estoy enojado con él, debe tener una razón por la cual me oculto el hecho de que estuviera vivo.
• Varias veces quise decírtelo... pero no encontraba la forma. Después, comenzaste a tener esos sueños y no quise decírtelo para que las cosas no empeoraran más. Intentaba protegerte.
• ¿Está muerto?
• Sí, el disparo acabó con su vida y esta vez es definitivo.
• Por favor, no vuelvas a ocultarme nada.
• No lo haré.
Me vuelve a besar, vuelvo a reiterarlo, no puedo enojarme con él, lo amo demasiado para hacerlo, pero no quiero que me vuelva a ocultar nada, no quiero que haya secretos en nuestra relación, sus manos empiezan a recorrer mi cuerpo, pero se detiene.
• Contraté a Yanela para que sea tu guardaespaldas en la universidad.
• ¿Qué?
No puedo decir más porque me vuelve a besar de una forma mucho más intensa que la primera.
No voy a discutir hoy, no.
Cierro los ojos lentamente, sumergiéndome en los besos que mi amado me brinda. A medida que me dejo llevar, me envuelve una sensación de seguridad reconfortante, como si todo estuviera en calma por un instante. A pesar de la incertidumbre que aún persiste sobre si todo ha terminado, esa sensación de seguridad que encuentro en los brazos de mi alfa es abrumadora. Me aferra con ternura, sus labios en mi cuerpo son un bálsamo para el miedo latente que aún persiste en mi interior. En estos cuidados encuentro una especie de refugio, donde el amor me envuelve y el miedo se desvanece, al menos por un momento.
Me quedo dormido, no tengo fuerzas ni gana para hacer nada más.
German
Llego a casa cansado, estaciono la camioneta en la puerta. No quiero meterla en el garaje; el ruido de abrir y cerrar la puerta del mismo podría despertar a alguien, y no quiero eso. Entro por la puerta principal e intento hacer el menor ruido posible para que nadie se dé cuenta de que acabo de llegar... pero fallo. Una vez que la puerta se cierra, de repente aparece Tomás en la habitación. En su rostro solo puedo ver una expresión de enojo, la cual se transforma rápidamente en preocupación cuando se percata de mi estado.
Se acerca y me ayuda a llegar hasta la cocina, donde tomo asiento en las altas butacas que están ubicadas en la isla de la cocina. Tomás se queda contemplando mi estado un rato. Estoy muy lastimado, con la camisa rota y manchas de sangre que no sé de quién son, podrían llegar a ser mía o de mi primo, el dolor que estoy empezando a sentir es inmenso, pero más me duele la forma en la que mi esposo se está comportando. Le sonrío para calmar el ambiente. No dice nada; va hasta una de las cómodas que hay en la cocina y saca un maletín de primeros auxilios.
Antes de hacer algo tiene una mano así mí.
• Dámela.
No entiendo a qué se refiere. Lo miro a los ojos, tratando de entender. En ellos veo un brillo muy fuerte que me empequeñece. Cuando me mira de esa forma es porque hice algo malo. Intento acomodarme mejor en la butaca, aún sin entender a qué se refiere, hasta que siento algo en mi pantalón, enganchado en el cinturón en la parte de atrás. Algo metálico. Ahora lo entiendo.
La saco y se la doy.
Veo como la guarda dentro de una caja y la deja en el lugar más alto que encuentra.
• De castigo, te dejare una semana sin sexo.
• No crees que estas siendo demasiado severo, una semana es mucho tiempo. Aparte lo hice para ayudar a mi primo, es mi familia, por favor.
• Y nosotros no somos tu familia.
• No me refería a eso.
No dice nada más. Toma una toalla que estaba empapada en alcohol y la coloca sobre mi frente, sobre mi ojo. El dolor que siento es muy fuerte. Se da cuenta, pero no dice nada; de hecho, ejerce más presión. Yo tampoco digo nada, porque sé que cualquier cosa que mencione podría ser usada en mi contra. Siento su mano temblorosa mientras desinfecta la herida, pero su expresión es de pura molestia. Cada movimiento que hace es brusco y sin delicadeza, como si estuviera liberando su frustración por el estado en el que me encontró. A pesar del dolor, no me quejo, sabiendo que cada queja solo alimentaría su enojo.
Cuando termina, me obliga a que lo siga a nuestro cuarto. Una vez ahí, me mete en el baño y comienza a desvestirme para llevarme a la ducha, la cual ya se encuentra lista para que me meta. Por suerte, es una ducha muy grande donde cabemos los dos tranquilamente. Me saca la camisa y la tira en el tacho donde tiramos la basura que generamos en el baño. Lo escucho murmurar que la va a quemar, mientras continúa con gestos bruscos quitándome cualquier otra prenda que tenga puesta, sin un ápice de delicadeza. Su enojo es palpable en cada movimiento, y me siento como si estuviera siendo castigado por algo más que por mis heridas.
Se arrodilla frente a mí y empieza a desabrocharme el pantalón, solo con hacer eso mi pene reacciona poniéndose rígido, esto es justo lo que necesito para aflojar tensiones y estar completamente relajado.
Desabrocha y empieza a bajarme los pantalones, mi pene es liberado y está reclamando desesperadoramente acción...cierro los ojos y quedo a la espera de sentir sus labios en mi pene... Pero... Una vez que termina de desvestirme, se pone de pie ignorando mi miembro masculino, se queda mirándome un poco, contemplando los hematomas que tiene mi cuerpo producto de la golpiza que tuve con mi primo.
Pone su mano en mi pecho y me empuja dentro de la ducha, cierra la mampara de vidrio y sale del cuarto de baño sin decir ni una palabra, dejándome erecto y con ganas.
No puede enojarme.
Abro el agua fría y me sumerjo debajo de ella para desestresarme y relajar todos mis músculos. El agua fría golpea mi cuerpo, pero no es tan fría como los recuerdos que se agolpan en mi mente. Cierro los ojos y trato de encontrar paz, pero la pelea que tuve con mi primo despierta una marejada de recuerdos de mi niñez, especialmente de ella. Intento apartar esos recuerdos, pero son como olas que me arrastran sin control. Su risa alegre, sus ojos llenos de vida, su inocencia radiante... todo vuelve con una intensidad abrumadora. Lágrimas brotan de mis ojos, incontenibles. Hace tanto que no lloro por ella, pero ahora su recuerdo me golpea con una fuerza renovada. Siempre la llevo conmigo en el corazón. Mis hijas me la recuerdan constantemente, y yo me prohibí olvidarla, aunque a veces desearía poder dejar de sentir tanto dolor por su ausencia.
No sé cuánto tiempo permanecí en la ducha, cuando decidí salir mi marido está en la cama acostado con el piyama puesto, eso quiere decir que no habrá sexo esta noche.
Me acuesto a su lado, sin nada, si bóxer, sin piyama, sin nada, como dios me trajo a el mundo tratando de incentivarlo un poco, pero ni aun así reacciona o cambia su humor.
Tomo su mano y la presiono.
• Lo siento, solo quería ayudarlo.
• Lo sé, ayudas a todos, y eso me hace sentir orgulloso, hace que me enamore cada vez más... pero esta vez te pusiste en la línea de fuego, te pusiste a pensar en qué pasaría si a ti te sucede algo, tienes una familia, tres hijos y un esposo. Fuiste ahí y volviste golpeado y sangrando, ¿y si nunca hubieses vuelto? ... Por esa razón estoy tan enojado... Actuaste sin medir las consecuencias.
Presiona más el agarre que yo hice de su mano, está sollozando, tal vez tenga razón, actué sin pensarlo y fui a ayudar a mi primo, con el cual casi no hablo y me expuse a una situación en la cual puede salir lastimado. Pero aun así no podía quedarme sin hacer nada.
• No podía, quedarme sin hacer nada, tenía que ayudarlo.
• Lo sé, pero quiero que seas más cuidadoso, tenías un arma carga lista para disparar, y no tenías un chaleco antibalas, golpeaste a tu primo para que entre en razón y te dejaste golpear, no podías hablarle solamente.
• Tienes razón, son cosas que no tuve en cuenta, lo siento, no volverá a pasar.
Lo acerco a mí y lo abrazo más, aun esta tenso, no quiero presionarlo mucho.
• Iré a buscar un poco de helado, lo comeremos acompañado de una cerveza bien fría, en compensación... ¿qué te parece?
No dice nada, de todas formas, salgo de la cama y me pongo la bata, solamente me mira caminar.
Salgo de la habitación, mi cuerpo empieza a doler, sabía que esos golpes me iban a molestar más tarde. Ese idiota pega muy fuerte.
Camino por los pasillos de mi casa, paso por la habitación de Sabrina, me imagino que debe estar dormida, no sé qué hora es de seguro muy tarde, ella tiene el sueño pesado. Sin importarme eso, abro un poco la puerta, es una costumbre que tengo, ver que mis hijos estén todos durmiendo.
Me acerco a su cama lentamente, pero me sobresalto al verla con los ojos bien abiertos. La alarma se apodera de mí al notar que su habitual sonrisa ha desaparecido, reemplazada por una expresión apagada. Intenta hablar, pero solo emiten un murmullo incomprensible.
Al poner una mano en su frente, el calor que irradia me hace estremecer. Mis manos comienzan a temblar violentamente. ¿Otra vez voy a pasar por esto? La desesperación me envuelve, haciendo que mis pensamientos se nublen.
Recuerdos dolorosos de mi hermana enferma y su posterior muerte me golpean con fuerza. La sensación de impotencia y angustia se intensifica, y siento que mi corazón se encoge en mi pecho. No puedo moverme, no sé qué hacer... Por favor, no permitas que la historia se repita. No soportaría perderla también. Toma mi vida si es necesario, pero sálvala a ella. Por favor.
Siento que alguien entra a la habitación y me toma de la mano. Eso me sacude de mi aturdimiento. Veo cómo Tomás levanta a Sabrina y le susurra palabras de amor mientras ella lo observa con atención. Gira la cabeza hacia mí y me regala una sonrisa. Eso me tranquiliza, me devuelve la movilidad, pero aún estoy desconcertado, sin saber qué hacer, sin saber cómo actuar.
Me acerco a ellos, atento a las dulces palabras que Tomás le dice a Sabrina. Son palabras cariñosas y tranquilizadoras, un intento por mantenerla en calma, por evitar que se dé cuenta de lo que está sucediendo. Me uno a él, compartiendo palabras de amor y afecto, poniendo mi mano sobre su cabeza y hablándole con calma y serenidad. Sabrina sonríe, y en ese momento, deseo con todas mis fuerzas que su sonrisa nunca desaparezca, que perdure para siempre. Quiero protegerla, quiero ser su refugio en medio de la tormenta.
Como mi esposo lo es para mí.
Tomás me habla serenamente, pidiéndome que vaya al baño de nuestra habitación y busque un frasquito de color rosa. Es un remedio que ayudará a bajar la temperatura de Sabrina. Me ruega que no me alarme, que solo ha subido un poco de temperatura y que estará bien con ese remedio, aunque si es necesario, la llevaremos a una clínica por la mañana.
Salgo de la habitación de Sabrina a toda prisa, sintiendo el dolor en mis músculos aún resentidos por la pelea con mi primo. Lo ignoro, centrado únicamente en la misión de encontrar ese medicamento que podría salvar a mi hija. Cada paso se siente como un esfuerzo sobrehumano, pero no puedo permitirme detenerme. La salud de Sabrina está en juego, y haré lo que sea necesario para asegurarme de que reciba el cuidado que necesita.
Entro al baño y comienzo a abrir frenéticamente todos los gabinetes que encuentro. No sé por qué decidí tener un baño tan grande y con tanto espacio de guardado. Este lugar mide aproximadamente 4 x 4 metros, cuenta con un jacuzzi de mármol blanco, una ducha tipo escocesa con cabezales de lluvia y chorros de masaje, un lavamanos doble de ónix negro con grifos color oro, y un gran espejo que ocupa casi toda la pared, enmarcado en finas molduras doradas. Está pintado de un blanco inmaculado y está lleno de cajones y estanterías con puertas, todas ellas de madera de roble tallada a mano. El suelo está revestido con baldosas de mármol travertino, suaves bajo mis pies mientras camino con prisa.
Es hermoso este lugar, pero en este preciso momento lo odio con todas mis fuerzas.
Revuelvo cajón por cajón, hasta que finalmente encuentro lo que parece ser el frasquito rosa que Tomás me pidió. Un suspiro de alivio escapa de mis labios al verlo. Me tranquilizo un poco al darme cuenta de que este cajón no solo contiene este medicamento, sino que está lleno de diversos medicamentos para cualquier tipo de lesiones que puedan tener los niños, incluso para infecciones. Jamás se me hubiera ocurrido tener todo esto aquí. La ironía de la situación no pasa desapercibida para mí mientras agarro el frasco y me apresuro de regreso a Sabrina.
Vuelvo al cuarto, donde se encuentran mi marido y mi hija, quien aún está en los brazos de mi esposo, le entrego la medicación y después de cerciorarse que es la correcta le da un poco a Sabrina, quien pone cara de asco cuando la toma. Sonrió, pero aún me siento preocupado.
Al cabo de un tiempo ella se duerme en los brazos de Tomas, toco su frente y me alegro al darme cuenta que la fiebre bajo, la acuesta en su cama y ambos quedamos a la espera para ver si se despierta o no. Después de unos minutos de estar contemplándola decidimos que es hora de ir a acostarnos.
Una vez que estamos los dos en nuestra habitación y acostados en la cama, siento que él me toma la mano.
Lo miro y no aguanto las ganas de llorar, las lágrimas salen de mi sin poder detenerlas, hasta hace unas horas atrás estaba peleando con mi primo a golpes que dejaron marcas en mi piel por días y ahora llorando por una niña y una cicatriz que tengo hace años.
Cuando por fin dejo de llorar miro directamente a Tomas.
• Lo entiendo, ahora lo entiendo... comprendo por qué te enfadaste conmigo. Si algo te pasara a ti, no sabría qué hacer. Fui un idiota por actuar como actué. Debería haber sido más cuidadoso, debería haberme protegido más. Lo siento, lo siento mucho.
• Todo está bien todo paso. Ella mañana estará bien y todo volverá a la normalidad.
• Creí que ese capítulo de mi vida estaba cerrado que todo eso había quedado en el pasado, que no volvería a derramar una lagrima más.
• Tranquilo, no está mal recordar el pasado, ayuda a prepararnos para un futuro.
• Gracias, no sé cómo agradecerte, todo el amor que me das, te amo.
No dejo que me responda, lo beso, y me subo encima de él, cuando volvimos del cuarto de Sabrina me saque la poca ropa que tenía y me volví a acostar, él hizo lo mismo, a ninguno de los dos nos gusta dormir con ropa, nos resulta muy incómodo. Esta vez tengo pensado algo especial, quiero cerrar el capítulo de mi pasado de una vez por toda.
Siento el pene de Tomas erectandose, yo estoy subido sobre él, por ende, su pene está cerca de mi entrada. Intento acomodarme para que quede en el lugar perfecto. Se da cuenta y se detiene.
• Hace muchos años, cuando vivía en la calle, una noche apareció en una esquina un viejo. Me ofreció dinero si me subía a su auto con él. Esa noche no había logrado juntar nada de dinero, y mi hermana estaba muy enferma. No podía volver junto a ella con las manos vacías... Acepté su oferta, a pesar de saber muy bien lo que sucedería. Recuerdo vívidamente esas veces en las que varios hombres pasaron por esa misma calle y me buscaban. Al principio acepté, necesitaba desesperadamente el dinero. Cuando finalmente pude juntar lo suficiente y llevarme a mi hermana a otro lugar, juré no permitir que nadie más me sometiera. Desde entonces, cada vez que alguien me pregunta o intenta hacerlo, me niego rotundamente y no lo permito. Solo porque me trae recuerdos muy dolorosos. Pero hoy, me has hecho ver y entender que debo cerrar ese capítulo... Quiero que seas tú quien me llene con tu esencia, quiero que me penetres. Te amo... Te amaré por siempre.
No lo dejé hablar, simplemente lo besé y continué acomodándome para recibirlo. Sé que me va a doler, no estoy lubricado y hace mucho que nadie me penetra, pero eso ya no importa. Estoy decidido a soportar todo el dolor para cerrar de una vez por todas esa etapa de mi vida.
Cada centímetro que entra en mi interior me retuerce de dolor. El pene de Tomás es bastante grande, no como el mío, pero lo suficientemente grande como para causar un dolor agudo, especialmente para alguien como yo, cuya última experiencia fue a los 17 años.
Una vez que su pene está completamente dentro de mí, comienzo a cabalgarlo con fuerza. El dolor es intenso, pero me obligo a no decir nada y a resistir. Con cada movimiento, mi mente vuelve a esos años de sufrimiento, a las situaciones vividas con mi hermana, sobre todo, a lo que sucedió esa primera noche. Estoy al borde de rendirme, no por el dolor físico, sino por el miedo y la angustia que traen esos recuerdos. Las lágrimas amenazan con brotar.
Entonces siento una mano en mi pecho, que va hasta mi nuca y me toma con fuerza, llevando mis labios a los suyos. Me besa con una intensidad familiar, un beso de mi marido que me devuelve a la realidad, a mi realidad. Sus labios son todo lo que está bien en este mundo, me reconfortan y me dan fuerzas.
Aumento la presión, acelero el ritmo. Veo que lo disfruta y siento cómo también aumenta su ritmo. En pocos segundos, siento cómo me llena por completo con su esencia. Es un momento de conexión profunda, de liberación emocional, de sanación interior.
Me acuesto junto a él en la cama, cierro los y dejo que me abrace ahora sé que todo está bien.
Siento mi celular sonar, miro y veo que es Tayson, lo ignoro. Esta vez no voy a responder, sé que está bien y estoy seguro para que me llama, pero en estos momentos estoy en mi casa con mi familia. Y no piensa dejarlos ahora, hace muchos años cambie el estilo de vida que llevaba por ellos, por Tomas, una decisión de la cual nunca me arrepentiré.
Cierro los ojos y voy cayendo en un profundo sueño Tomas me abraza y me dice te amo le respondo de la misma forma. Mi vida es perfecta.
Drake
Durante los siguientes días, Tyson mantuvo su modo alfa activo, negándome cualquier posibilidad de levantarme de la cama, excepto para ir al baño, donde incluso dentro, no dejaba de estar a mi lado. Su actitud de sobreprotección persistió hasta que, al parecer, estuvo satisfecho con la mejoría de mis heridas, pero aún así no se despegó de mi lado. Pasaron 10 días, y finalmente me permitió salir de nuestro cuarto, pero siempre bajo su atenta supervisión y con la custodia constante de los dos perros.
Si Derek se alejaba por unos segundos, los dos perros entraban en modo guardián, asegurándose de que nadie se acercara a mí. Kevin fue víctima de un intento de sobreprotección; cuando intentó abrazarme, ambos perros le gruñeron, ladraron e incluso intentaron acercarse para saltar sobre él, con la expresión feroz en sus ojos sugiriendo la voluntad de arrancarle la garganta. Afortunadamente, mi novio apareció a tiempo, evitando que la situación se tornara aún más tensa. La sensación de ser rodeado por esta feroz lealtad y protección creaba una atmósfera abrumadora pero reconfortante, como si estuviera envuelto en un escudo protector de cuatro patas.
La mañana en la que por fin me dejo salir de mi habitación aprovecho para ir a prepararme un café, en realidad para hacer por algo por mí mismo.
Al llegar a la cocina, encontré a Yanela preparando algo de comer.
• Ya me imaginaba que toda la comida que probé estos días no podía salir de la nada.
• Estoy prisionera aquí hasta que estés en condiciones de moverte por tu cuenta, aunque parece que falta bastante.
Eché un vistazo a Tayson, quien sostenía firme mi mano mientras nos dirigíamos desde mi habitación hasta la cocina. Al sentarse en una silla, me instó a sentarme sobre él. Acepté y, una vez ubicado, posó sus labios en mi cuello. Quería dejar una marca, algo que lo calmara últimamente: una señal para que todos supieran que tenía dueño, aunque no hubiera salido de casa en días.
• Estás a punto de perder un año de facultad, ¿lo sabes, no?
• Sí, pasaron tantas cosas que dejaré pasar el resto del año sin ir a la universidad. Retomaré el año que viene.
Escuché un gruñido de aprobación proveniente de la boca de mi novio, en forma de aceptación a lo que acabo de decir.
• Me iré. Cualquier cosa me llaman.
Tayson apartó sus labios de mi cuello para hablarle a Yanela, quien se estaba retirando.
• Espera. Llévate el auto de Drake. Te transferiré dinero a tu cuenta bancaria. No vuelvas hasta el lunes por la mañana.
Ninguno de los dos dijo nada; la respuesta era obvia. Tayson no permitiría que hiciera algo sin su supervisión. Yanela se retiró satisfecha al ver, desde su celular, la cantidad de dinero que había ingresado a su cuenta. No me dijo cuánto, pero conociendo a mi novio, seguro fue mucho.
Luego de su partida, Tayson utilizó sus dientes para morderme, enviando una sensación eléctrica por todo mi cuerpo hasta llegar a mi pene. Ha pasado mucho tiempo desde que tuvimos relaciones, quiero tener relaciones, pero antes quiero hablar seriamente con él, pero al mismo tiempo, me siento abrumado por el deseo.
Nos debemos una conversación, por lo tanto, utilizo mis pocas fuerzas para separarlo un poco de mí.
• Por favor, detente.
• No.
• Tenemos que hablar.
• No.
• Tayson.
• No, hablar, quiero.
• Yo sí.
Con desgana separa su rostro de mi cuello, y cuando lo hace, dejo escapar un suspiro mezclado con un gemido. Sus labios en mi cuello se sienten demasiado bien. Toco con las puntas de mis dedos la marca húmeda que dejaron, y él sonríe al verla.
• Lo que pasó me hizo reflexionar mucho.
Logro zafarme de su agarre y me dirijo a la otra silla, manteniendo el contacto visual.
• No piensas más. Ven a la cama conmigo ahora.
• Por favor, toma esto en serio, baja la guardia unos momentos. ¿Todo terminó o no?
Él cierra los ojos con fuerza, sus músculos se relajan y una sonrisa se dibuja en sus labios.
• Ya no hay razón para preocuparnos. Ese maldito se fue al infierno, donde pagará por toda la eternidad. Y cuando yo muera, seguro también vaya al infierno, lo buscaré para hacerlo sufrir con mis propias manos.
• Eres bueno, no irás al infierno. Hablaremos de eso otro día. Hay cosas que me inquietan más.
• Dime.
• No dejo de pensar en lo que se convirtió Michael.
• ¿Cómo?
• Sabes que te amo con todo mi ser, y estoy seguro de que tú también. Pero si uno de nosotros deja de amar al otro de repente, ¿qué ocurriría?
• ¿Estás insinuando que me dejarás?
• Nooo... Jamás podría dejarte porque sin ti no soy nada... y eso me asusta.
• Aún no entiendo.
• Nuestro lazo es tan fuerte que a veces me inquieta, temo que esa intensidad nos lleve por un camino oscuro, que nos transformemos en algo que no queremos ser. Es difícil explicarlo, pero esta conexión, este deseo profundo que compartimos, me asusta. Me preocupa lastimar involuntariamente a aquellos que intenten acercarse a nosotros, tratando de formar una amistad, simplemente por nuestra unión apasionada. Recuerdo esos días en cautiverio, las palabras hirientes que me decían... En esos momentos, lo único que veía era el final, la idea de continuar sin tenerte a mi lado me resultaba imposible de imaginar.
No sé cuándo comencé a llorar. Siento los brazos de Tayson rodeándome, me refugio en su pecho y sigo llorando por varios minutos más, su brazo me da calidez y tranquilidad... quisiera quedarme en esta posición por toda la eternidad.
• Tranquilo... Todos tenemos un poco de Michael dentro de nosotros. Depende de cada uno cuánto poder le otorgamos y cuánto nos controla... Es cierto, estoy obsesionado contigo... pero soy consciente de lo que hay a nuestro alrededor, de la gente y las cosas. No solo te diré cuánto te amo, sino que también lo demostraré. Quiero que sepas que te daré la libertad que necesites después de que te recuperes completamente. Ninguno de los dos se convertirá en Michael... Te amo.
• También te amo.
Nos besamos con pasión, como si hace mucho tiempo no nos hubiera besado. Estábamos a punto de adentrarnos aún más en el momento cuando escucho golpes en la puerta que conduce al patio trasero, la que lleva a la casa de Kevin.
• A veces me dan ganas de matar a ese chico... es solo una broma... pensé que estaba con su marido —comento, tratando de aligerar el ambiente.
• Probablemente viene a ver cómo estoy —respondo, mientras me dirijo hacia la puerta, seguido por Tayson, quien me tiene tomado de la mano.
Al abrir, me quedo paralizado al ver quién está allí. Tayson se da cuenta de la situación y me agarra del brazo, sacándome con fuerza de la puerta mientras golpea al visitante en la cara, rompiéndole la nariz. Luego, saca un arma de quién sabe dónde y apunta directamente hacia él con claras intenciones de matarlos, sus ojos se pusieron rojo, sus músculos se tensaron no había dudas en su mirada. Sin pensarlo, me interpongo, deteniéndolo, Poniéndome en medio de los dos.
• ¡Drake, aléjate! Voy a acabar con él ahora mismo —advierte Tayson, la ira reflejada en sus ojos.
• Por favor, no... él me ayudó a escapar. Si no fuera por él, no estaría aquí. Le debo mi vida —imploro, esperando que eso haga ceder a Tayson.
Lo logro, baja el arma lentamente, pero no la guarda, la mantiene lista para usarla y sé que lo hará si no le agrada lo que Facu diga.
• Facu —Sé que no debería estar aquí. Cometí un error grave y te lastimé.
Tayson vuelve a apuntar, pero intervengo poniendo mi mano en su pecho y dándole un beso en la mejilla, intentando calmarlo y evitar una tragedia. Afortunadamente, parece funcionar.
• Drake -Si tienes algo que decir, dilo ya. No podré contenerlo mucho más tiempo... él te matará sin dudarlo.
• Facu —Está bien, me apresuraré... quiero que sepas que te amo... aunque sé que eso no justifica nada de lo que hice, ni hará que me ames como a él... por eso estoy aquí, para decirte que me iré lejos y empezaré de nuevo... buscaré a alguien que me ame como tú lo amas a él... quiero que estés tranquilo... jamás me volverás a ver.
• Drake —Gracias por tus palabras. Son muy importantes para mí.
• Facu —Te abrazaría, pero temo por mi vida...
• Drake —No lo hagas.
Sin más palabras, Facu se marcha, dejándome con una sensación de alivio y la certeza de que todo ha llegado a su fin...
Al darme la vuelta, veo a mi novio guardando su arma.
• Ve arriba a ducharte, saldremos a cenar fuera, quiero llevarte a conocer un lugar...
• Sí, me parece bien... me iré a duchar... aunque creo que necesitaré ayuda...
• Mmm, perfecto... ve. Yo cerraré la puerta y te alcanzo arriba.
Tayson
Lo observo subiendo por la escalera, distanciándose mientras me dirijo a la zona más apartada de la casa. Tomo mi teléfono y realizo una llamada, consciente del auto que permanece frente a mi hogar las 24 horas del día.
• Él estuvo aquí.
• Lo sé. ¿Qué quieres que hagamos?
• Mátenlo.
• Entendido.
Corto la llamada. Prometí que no habría secretos entre nosotros, pero esta vez no puedo evitarlo. La última vez que dejé un cabo suelto, hubo muchas consecuencias. Esta vez, no permitiré que suceda lo mismo.
Coloco el teléfono en la mesa y me dirijo hacia donde mi novio me espera para tener un momento íntimo. Esto nunca me cansará, ni un solo instante. Mi Michael interior está tomando cada vez más forma, no me inquieta, porque amo a esta persona más que a nada en el mundo, y él me ama a mí. Con eso, encontramos nuestra felicidad.
Epilogo
Tayson
No puedo creer que esté a punto de decir esto... estoy harto, cansado de tener que cumplir todos los caprichos, todos los días es una cosa distinta no sé qué se creen.
A veces siento el deseo de dejarlo todo e irme lejos, muy lejos. Pasé de ser un alfa a un simple niñero; si pudiera retroceder en el tiempo al momento exacto en que tomé esa decisión...
¿A quién intento engañar? Volvería a decir que sí, una y otra vez, a pesar de que estos niños me estén sacando de quicio.
Hace dos años, Derek se me acercó y me preguntó si podíamos tener un hijo juntos. Al principio, dudé. No estaba seguro de tener las condiciones necesarias para ser un buen padre; el mío nunca fue un ejemplo a seguir. Creo que tenía un poco de miedo de no saber guiar a un niño.
Después de su pregunta, estuve reflexionando durante varias semanas sobre el porqué no. Surgieron pensamientos sobre la responsabilidad y el temor de repetir patrones negativos de crianza. Sin embargo, a medida que las semanas avanzaban, la idea empezó a ganar terreno en mi mente.
Finalmente, decidí que podíamos enfrentar este desafío juntos. La idea de ser padres empezó a llenarme de determinación. Aunque persisten los temores, también existe un deseo de construir una familia basada en el amor y el cuidado mutuo. La perspectiva de ser padres ha tejido un lienzo emocional complejo, pero estamos listos para abrazar esta nueva etapa con todas sus emociones y desafíos.
Él ya ha concluido sus estudios; es un destacado cardiólogo que brinda ayuda a personas de bajos recursos, mientras que yo administro un vibrante bar nocturno para hombres gay que abre todas las noches y siempre está lleno de gente. En nuestro animado establecimiento, la música envolvente y la atmósfera acogedora crean un espacio donde la diversidad se celebra y la comunidad se fortalece. No imaginé alcanzar tanto éxito en este emprendimiento, y ver cómo el bar se ha convertido en un punto de encuentro tan querido fue una sorpresa.
Pero dejando eso de lado, lo que importa es que estoy agotado. Ni siquiera Drake, en sus noches de desenfreno, me dejaba tan exhausto como estos niños.
Son dos, gemelos: Tihago y Tatiana.
Recuerdo el día que lleve de sorpresa a Drake al orfanato para ver lo que necesitábamos, se emocionó tanto que hicimos el amor en todos los lugares posibles en el recorrido devuelta a casa, en el callejón que hay detrás del orfanato, en el estacionamiento del orfanato, en el auto, en el garaje de nuestra casa, en living de nuestra casa y en nuestra habitación, ni esa vez termine tan casado como lo estoy ahora. Y eso que mi novio desde que se recibió se volvió un adicto al sexo y lo hacemos todos los días siempre que podemos, es su forma de compensar todas las veces que me dejo sin sexo por sus estudios.
Cuando llegamos al orfanato, lo primero que vimos fueron unos hermanitos de 8 años sentados uno al lado del otro agarrándose las manos. Nos informaron que esos niños habían llegado hace un par de días; sus padres habían fallecido en un accidente de autos y les estaba costando adaptarse.
Supimos enseguida que eran los niños que queríamos criar...
Bueno...
El primer día que vinieron a casa...
¡Eran el demonio en persona!
Corrían por todos lados, gritaban y rompían cosas.
Estaba detrás de ellos todo el tiempo, el 99% de las veces no me hacían caso. Jamás les levantaría la mano, pero en más de una ocasión los castigué, los dejé viendo la pared por más de una hora, pensé que ese sería un buen castigo, bajan un poco las revoluciones, pero no lo suficiente.
Imagine que con mi porte de alfa me iban a respetar más, pero no. Al contrario, obedecían y obedecen todo lo que Drake decía, y él ni siquiera se esforzaba en llamarles la atención. Más de una vez, Drake se ha enojado conmigo por culpa de estos dos mocosos...
Pero los amo tanto...
Puede que me pase quejando de que son unos pequeños diablillos, pero... Son mis diablillos y cada paso que dan, es una travesura que hacen, pero, de igual forma estoy ahí para ellos, ya sea para reprenderlos con una sonrisa o para ayudarlos en cualquier travesura que se les ocurra. La vida con estos pequeños alborotadores puede ser caótica, pero no cambiaría ni un instante de ella. Cada risa, cada ocurrencia y cada desafío son parte de la maravillosa travesía de ser su protector y confidente.
Han traído mucha más vida a nuestra casa.
Drake
Me levanto por la mañana escuchando gritos... Papá... Pa... Amor y ladridos de los dos perros. Es domingo y es muy temprano. Pero si no me levanto, estas tres personas podrían prender fuego a la casa.
Salgo de la habitación y la primera persona que encuentro es a Tatiana.
Tatiana – No encuentro mi vestido blanco con detalles rosa. En un rato las chicas pasarán a buscarme para ir a la casa de Yamil y no tengo nada preparado.
Drake – Hola, hija, buenos días. ¿Recuérdame...Yamil es hombre o mujer?
Tatiana – Papá, es obvio. ¡Necesito ese vestido!
Drake – ¿Por qué te dejamos ir a ese lugar?
Tatiana – Porque tengo 15 años y soy muy responsable...
Drake – Chica responsable. Está en tu armario colgado, lo puse ahí anoche.
Sin decir nada, sale corriendo hacia su cuarto. Me quedo mirándola un rato; es verdad lo que dice, es una chica muy responsable, nada que ver con su hermano.
Camino hasta la habitación de él y, como siempre, está todo desordenado. Mil veces le pedí que la arreglara, pero siempre tiene una excusa.
Drake – Te dije que arreglaras esta habitación.
Tihago – Por qué no pude ir al concierto anoche y Tatiana sí puede ir todo el día a la casa de un chico que tiene pileta... todo el día...
Drake – Porque ella demostró ser más responsable que tú y hace más caso...
Sin decirme nada más, me cierra la puerta en la cara y pone música muy fuerte. Es todo un rebelde sin causa, me tiene algo preocupado, Tayson dice que es solo una fase. Que se le pasará.
Entro a la cocina y encuentro a mi marido de pie preparando el desayuno.
• Anoche no llegaste.
• El bar estuvo a full y uno de los cantineros faltó... recién llego.
• Estás muy cansado.
• Para ti, nunca.
• Te amo.
• Te amo.
• Tihago está enojado porque no fue al concierto.
• No tendría que estarlo... cuando llegué esta mañana lo vi entrar por la ventana... fue al concierto.
• Me preocupa... no es la primera vez que se escapa.
• Hablaré luego con él...
Esta es mi familia, y no la cambiaría por nada. Aun tengo pesadillas por las noches, pero logré diferenciarlas de la realidad.
Soy feliz y libre.
Tihago
Mis padres están enojados conmigo porque me volví a escapar...
No me importa. Lo único que me importa es conseguir el dinero que le debo a Elliot...
Ahora estoy en el cuarto de ellos revisando sus cosas, sé que deben esconder sus ahorros por algún lado...
Pero no sé dónde...
¿Qué es esta caja? Bingo...
Creo que lo encontré...
La abro despacio y me llevo una gran sorpresa al ver su contenido: dos armas, cargadas y listas para usar. Tengo una gran idea...
Las tomo y salgo por la ventana, esto será rápido...
No se van a dar cuenta...
Fin... Continuara....
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro