Pov. Narrador

La ambulancia no tardó en llegar y llevaron a Korei al hospital.

Pero fue un poco tarde.

Time skip

Los compañeros de clase, su maestra, la amiga de Korei y la familia de Korei estaban preocupados, estando fuera de la habitación.

El doctor y enfermeras estaban haciendo todo lo posible para salvar al pequeño, pero era demasiado tardé.

Korei Yanagi, ya había perdido bastante sangre y se había roto la mayoría de los huesos, el golpe que recibió había lastimado sus órganos vitales. Hígado, riñones y pulmones estaban lastimados, excepto su cerebro que era el menos dañado.

Su madre estaba llorando por él, siendo normal ya que sus hijos eran lo más apreciado para ella.

Korei seguía despierto durante el procedimiento que se estaban llevando para que todavía se mantenga con vida, pero fue inútil.

Las enfermeras suspiraron con algo de decepción de ellas mismas al ver que por más esfuerzos que hacía no podrían salvarle la vida. Por lo que salieron de la habitación para informarle a los acompañantes.

"No hay nada que podamos hacer... pulmones, riñones, e hígado están muy dañados como para salvarlo... sin mencionar que su corazón está dañado. No hay forma de salvarlo..." Dijo haciendo una pausa. "Los que quieran despedirse de él, adelante"

Los que pasaron fueron su madre, su hermana, Ibara y los demás.

"F-familia..." Dijo Korei con sus últimas fuerzas.

"Onii-chan..." Susurró Reiko sollozando. "¿Por qué tuviste que ser tú?"

"N-no lo sé... la vida al parecer es injusta..."

"La vida siempre es injusta, pero nunca se sabe con que te puede salir" Dijo la madre de ambos con lágrimas recorriendo por sus ojos y fue con su hijo para abrazarlo. "¿Pero por qué tuvo que salir con esto?"

"L-los... esperaré a todos..."

"Y-Yanagi-kun"

"¿Sí?"

"Todos los días... rezaré por ti para que dios te de un lugar en el cielo"

"Gracias" Dijo agradecido. "Ven" Dijo mientras hacía señas con su mano para que se acercará.

Ella al hacerlo, Korei hizo crecer una flor en la palma de su mano.

"Es tuya" Dijo para entregársela.

"G-gracias" Dijo aceptando la flor.

"Gracias a todos... adiós" Dijo con sus últimas fuerzas.

"Por favor Onii-chan... mantente despierto"

Pero ya lo inevitable pasó, el pulso de Korei fue disminuyendo poco a poco hasta que se escuchó ese pitido que daba a entender que el corazón de Korei dejó de palpitar.

Korei Yanagi 'falleció'.

Lo que más se escuchaban en esa habitación eran los sollozos de la señora Yanagi, ya que presenció con sus propios ojos cómo moría su hijo. Sin poder hacer nada al respecto.

"Hora de muerte... 12:00 p.m., día viernes" Decía la enfermera mientras lo escribía.

"Onii-chan..." Dijo Reiko en un susurro mientras lloraba en silencio, siendo abrazada por su madre.

"Lamentó su pérdida" Dijo la enfermera tratando de calmar a la señora Yanagi. "Pero es hora de que se vayan, debemos tapar el cuerpo para que sea enterrado en unos días"

Todos tuvieron que salir para que taparan el cuerpo, las enfermeras sin más que poder hacer se dirigieron con otros pacientes para atenderlos.

Las clases se habían cancelado por algún tiempo por la muerte de Korei Yanagi.

Reiko y su madre se estaban dirigiendo a su casa, ambas seguían dolidas por la muerte de su hermano/hijo, ya tendrían tiempo de desahogarse.

En donde fue el ataque del villano se había limpiado la sangre, solo había quedado como los daños de la calle que había recibido.

"Noticias de última hora. Hoy, un estudiante de la escuela Hikari, Korei Yanagi. Murió en un ataque de un villano hoy, minutos después de esa muerte el héroe Endeavor llegó a la situación y pudo detenerlo. Evitando más muertes seguras. Su funeral se llevará a cabo el día viernes" Dijo un reportero.

"¿Dónde estoy?" Fue una voz que se escuchó en el hospital.

Ese era Korei, que veía a su alrededor. Todo estaba oscuro, como sí fuera de noche. Lo único que podía ver eran sus manos y la sábana que lo estaba cubriendo.

"No... lo recuerdo perfectamente... me mataron... Pero... ¿Dónde estoy? No parece a nada de lo que me contaba Shiozaki-san" Eran los pensamientos de Korei mientras se levantaba de la cama y comenzaba a caminar. Ahora se sentía distinto, sentía que podría estar en la oscuridad toda su vida sin el menor problema, siendo que naturalmente su cuerpo necesitaría de luz solar para vivir.

Korei siguió caminando hasta que vio que iba a chocar con una pared y se detuvo a tiempo, más bien parecía una puerta y al abrirla pudo ver un gran pasillo. Un largo pasillo.

Regresó a su habitación para tomar las cortinas y moverlas, viendo que era luna llena.

"Es hermosa" Pensó Korei viendo la luna.

Pero vio de nuevo su mano y vio que éste se volvió de color celeste pálido y la cortina la atravesó, se asustó por ello y se alejó de la cortina.

"¿Soy un espíritu?" Pensó viendo sus manos e hizo una prueba, extendió su mano hacía la pared y como él pensaba, la pudo traspasar sin problemas. "¿Entonces como pude tocar la cortina hace rato?"

Vio que al lado de su cama había un espejo de tamaño grande, por lo que se vio en él viendo que su cuerpo había recibido algunos cambios.

Su cabello ahora se había vuelto peliverde, sus ojos eran de color naranja con pequeñas pupilas oscuras.

"¿Soy un espíritu? Eso no tiene sentido... yo morí... ahí estaban todos, me vieron morir... mi Quirk era Fitoquinesis, aunque lo usará en mí no iba a sobrevivir..." Decía mientras recordaba algo. "El doctor dijo que di unos resultados que no cuadraban con mi Quirk, por lo que tal vez despertó o pude usar al momento de morir... ¿Eso es posible?" Se preguntaba muy confundido.

Salió de su habitación para ver que el pasillo era muy visible para él, a pesar de estar a oscuras.

"Una parte de mi Quirk me da visión nocturna... que buena onda" Decía mientras comenzaba a caminar.

No sabía que le estaba pasando, pero sabía que estaba de regreso en el mundo de los vivos.

"¿Ahora qué hago?" Se preguntó a sí mismo. "Sería muy raro ir a casa y decir que reviví"

Decidí ir a explorar el hospital viendo que era todo muy oscuro, pero para mi no era problema y seguí viendo el lugar. Siendo como todo hospital normal de la vida.

"No sería tan malo regresar a casa ahora que lo pienso" Dijo y decidió ir a casa.

Abrió la ventana de su habitación para ver el piso, que era más o menos de 10 pisos de alto.

"Okey..." Dijo en un susurró para saber qué hacer. "Usaré la puerta normal" Dijo para salirse de su habitación e irse caminando por los pasillos.

Horas antes en otro hospital

"Es Aumakua" Dijo el doctor sorprendido de los resultados.

"¿Aumakua?" Preguntó una enfermera.

"Sí, en lenguaje hawaiano. Son espíritus ancestrales que pueden materializarse en cualquier forma. Usualmente animales. Pero al parecer él puede elegir si ser un animal o... ser él mismo" Explicó el doctor sorprendiendo a la enfermera.

"¿Algo más?"

"Pues sí" Dijo revisando los resultados. "También ese Quirk cuenta con espectroquinesis, que se trata de manipular las sombras" Dijo explicando.

{No se si en realidad se llame así, pero sino... ¡inventor de nombres me decían! XD}

"¿Y cómo se activa?"

"Cuando muera"

". . . ¡¿Qué?!"

"Aumakua es un espíritu, como un fantasma. En pocas palabras un ser muerto. Para que el pueda utilizarlo debe morir para que su quirk funcione en sí" Explicó.

"Espero que no llegué a esos extremos para descubrir eso"

"Yo igual... yo igual"

Con Korei

Korei se encontraba caminando por las calles buscando su casa, siendo difícil para él ya que no tenía GPS o sabía el cómo llegar.

"Ugh... Mejor me hubiera quedado en mi habitación" Dijo un poco asustado.

Siguió caminando de calle en calle tratando de ver si alguna se le hacía familiar, pero no encontraba nada.

"Y es de noche... no me podrán ver de esta forma..."

Siguió caminando hasta que se topó con la U.A.

"...No es lo que esperaba... pero más o menos recuerdo el camino" Dijo con algo de esperanza.

De la U.A. trataba de recordar las vueltas que dieron y en cuantas cuadras fue, siendo que le costó mucho hacerlo, por su poca memoria.

Los resultados fueron buenos, llegando a su escuela. Ahora solo le faltaba llegar a su casa.

"Eso mañana puedo hacerlo" Bostezo mientras se acercaba a un árbol. "Por ahora solo quiero descansar un rato" Dijo para bostezar de nuevo y quedarse dormido.

Al día siguiente

El sol estaba bastante fuerte ese día, siendo bastante caluroso para todos.

Para los que poseen quirks de fuego les ayudaba ya que sus ataques eran más poderosos. Pero en el caso de Korei era algo particular.

Este seguía dormido tranquilamente, pero cuando el sol le dio en su cara hizo que se despertara rápidamente para taparse la cara del sol.

"Aaarrghh" Se quejó al sentir que el sol le estaba dando.

Pero ese dolor fue disminuyendo poco a poco, haciéndolo un poco menos doloroso.

"Tal vez... mi nuevo quirk haga que me dañe el sol o la luz... y como mi quirk de Fitoquinesis necesita de sol, supongo que ambos se neutralizan... pero de todas formas me quiero cubrir de esté"

Korei tocó el árbol que estaba a su lado e hizo que las hojas de este se fueran juntando formándose una capucha que era frondosa cubre su cabeza y hombros, y cubre parcialmente el rostro. La capucha podía cubrir suavemente los hombros y la espalda, pero tenía bordes irregulares. Alrededor de la cabeza, la capucha formaba muchas proyecciones puntiagudas que se extendían sobre la cara. Una sola hoja blanca con una base de color naranja rojizo se extiende desde la parte superior de su capucha.

Está capucha estaba conectada con algo parecido a una capa, era de tono marrón, mientras que el resto de la capa era principalmente blanco. La parte posterior de donde iban sus brazos y el torso están salpicadas de muchas manchas blancas, hay seis en cada parte de su brazo. El interior de cada brazo tiene una línea de triángulos de color naranja rojizo invertidos en la parte superior. La parte trasera de su capa consta de tres largas hojas verdes.

Con eso se la puso lo cual le era perfecto y le cubría perfectamente del sol, ya no le dolía tanto su cuerpo.

"Debo regresar a casa" Dijo para sí mismo y comenzó a caminar.

Se dispuso a caminar por las calles yendo para su casa.

En la casa Yanagi

"¿Bueno?" Contestó el teléfono la señora Yanagi.

"Buenos días señora, le hablamos desde el hospital donde hospitalizaron a su hijo" Dijo la enfermera haciendo una pausa y pensando cómo decirles la noticia. "Tenemos malas noticias"

"¿Qué noticias?" Preguntó un tanto preocupada.

"Él cuerpo de su hijo ha desaparecido"

". . . ¡¿Cómo que su cuerpo ha desaparecido?!" Gritó algo preocupada y con lágrimas saliendo de sus ojos.

"¡Lo sentimos señora! Pero cuando fuimos a revisar su cuerpo vimos que ya no estaba y la ventana estaba abierta"

"¡¿Pero cómo es posible?! No me vaya a decir que solamente se levantó y salió caminando por la noche" Dijo un tanto indignante.

{¿Cómo le decimos que en realidad eso si paso?}

"P-pero no se preocupe. Ya llamamos a la policía y están haciendo todo lo posible para encontrar el cuerpo"

Yanagi colgó el teléfono estando un poco enojada y triste, quería despedirse de él una última vez antes de enterrarlo, pero vio que eso ya no era posible.

Con Korei

Estaba caminando por las calles en dirección a su casa, estaba ya algo cansado de tanto caminar y decidió descansar un poco.

"No recordaba que fuera tan largo el caminó"

Estaba descansando tranquilamente hasta que unos perros callejeros estaban pasando por ahí vieron a Korei y se fueron acercando a él.

"No muestres miedo. Ellos reaccionan a él y te van a atacar" Pensaba mientras se quedaba quieto.

Los perros rodearon a Korei quién seguía permaneciendo quieto, lo empezaron a olfatear y después de eso se pusieron a ladrar entre ellos. Comunicándose entre ellos.

"Mejor me voy de una vez"

Korei dio un paso para irse, pero los perros comenzaron a ladrar y gruñir. Habían decidido en atacarlo.

"No te pongas nervioso... solo mantén la calma... relájate... todo va a salir bien..." Dijo para sí mismo mientras respiraba y exhalaba.

Segundos después podemos ver que Korei estaba corriendo mientras era perseguido por los perros.

"Mala idea, mala idea, mala idea" Se repetía constantemente mientras se movía a la izquierda evitando la mordida de un perro.

Pero para su mala suerte los perros lo alcanzaron en segundos.

"Piensa en algo... ¿qué hago?" Pensaba viendo su alrededor y vio su capa. "No es como lo que quiero... pero puede funcionar" Pensó mientras tomaba cada extremo de su capa.

Uno de los perros se lanzó contra él para tratar de morderlo, pero Korei comenzó a agitar sus brazos de arriba hacía abajo elevándose poco a poco en el cielo. Pudo volar gracias a su capa.

"Funciona... funciona"

Pero sus manos se estaban cansado e iba a soltar su capa, por lo que simplemente hizo que en la parte de sus manos fueran rodeadas por hojas de color marrones para no cansarse tanto.

"A casa se ha dicho" Dijo para ir volando a casa, aunque en el caminó se mal direccionó chocando con un árbol casi cae, pero pudo mantenerse en vuelo todavía y siguió volando a casa.

Time skip

Korei ya llevaba volando un rato, hasta que por fin pudo llegar a su casa y fue descendiendo poco a poco.

"Por... fin" Dijo mientras jadeaba del cansancio para tomar el aire que le faltaba. "Bien, ya es hora" dijo para tocar la puerta.

Adentro de la casa estaba Reiko sollozando en silencio, aún no superaba la pérdida de su hermano, y escuchó la puerta ser tocada.

"Mamá, están tocando la puerta" avisó.

"Ya... ya voy" Dijo limpiándose las lágrimas para ir a la puerta. "Si está vendiendo algo, no estoy..." Dijo mientras abría la puerta. "Intere... sada" Dijo lo último mientras veía al pequeño niño.

"¿Mamá?"

"¿Ma... mamá?"

"Sí, soy yo" Dijo mientras se quitaba su capucha.

Ella solamente estaba soltando lágrimas al ver a su hijo vivo. "Ah... mi bebé" Dijo mientras se arrodillaba a abrazarlo con fuerza.

"¿Quién era mamá?"

"Yo"

Reconociendo la voz. "O... onii-chan..." Dijo mientras iba a la puerta.

"Hola, onee-chan"

Ella lo vio fijamente, segundos después con su Quirk atrajo un objeto que era una pequeña pelota para lanzársela golpeándole en la cabeza.

"Auch..." Dijo mientras se quejaba del golpe y se sobaba. "¿Por qué hiciste eso?"

"Por preocuparme tanto por ti" Dijo mientras hacía un puchero. "Baka"

"L-lo siento, no era mi..." Reiko se abalanzó sobre él abrazándolo. "Intensión..."

"Te extrañé"

"Yo igual... onee-chan. Yo igual"