Su pensamiento fue interrumpido de forma fulminante, cuando la grave frecuencia de la voz de Duce la agarró por sorpresa, haciéndola saltar como un gato:

—¡The cure!

—¡Ah! ¡esa soy yo! ¿verdad? ¡aquí! —dijo, levantando la mano.

—Ok, va contra... —El organizador arrugó la cara, y leyó lentamente— "Su mama".

—¡La tuya! —gritó alguien entre el gentío, y miles de risas le siguieran.

—Desayunaron payaso todos —se quejó sarcásticamente—. Bueno, The cure y...Su mama, júntense y jueguen de una vez, por fa.

The cure, ni lenta ni perezosa, saltó sobre su silla, lista para pelear, aunque olvidaba un muy crucial detalle: Su control. Ya todos conocen el dicho "Lo barato sale caro", y a la chica le tocó vivirlo. Había conseguido la consola a precio de gallina flaca, sí, pero esta venía con un control que, más que eso, parecía una víctima de la guerra. Los botones rechinaban como rodilla de anciana, la palanca estaba casi dislocada de su posición, y todo el aparato olía como aquel niño raro de tu escuela que comía goma. Jugar así era ruta directa a bracket de perdedores, no obstante, Lore volvió de nuevo al rescate:

—¡¿Me lo vas a regalar?! —chilló la fleco de tubo con emoción.

—Si vas a jugar, debes usar un control de calidad, ¿no? —respondió sonriente.

—Pero, ¿este? —dijo, a la vez que rotaba el objeto sobre todos sus ejes— Es rosado y con forma de corazón. Todos los botones se sienten bien cuando lo tocas. ¡Está super corrongo! —pensó.

—Tengo otro, además, no suelo jugar con nadie más en casa, por lo que no ocupo un segundo control.

—¡Ah, ya! ¡muchas gracias, linda! ¡lo cuidaré con mucho amor! —declaró, y con el "corazón" pegado al corazón, culminó el agradecimiento con un besito en la mejilla.

De repente, millones de hormigas se movieron en éxodo masivo hacia el rostro de la anglosajona, pero de sus labios solo salió:

—D-d-de nada...¡me tengo que ir! ¡ya me toca ir a jugar! —y se largó, sin percatarse que no había movido su mano del cachete donde la besaron sino hasta que le tocó agarrar el control.

—¡Suerte! Se fue bastante rápido, ¿verdad, Ale? ¡vebe estar bastante emocionada por jugar!

—También puede necesitar refrescarse. Ya sabes lo duro que le pega...el calor —comentó la alta, mirando a Lupe cuando pausó su oración—. En todo caso, solos somos tú y yo, ¿estás lista?

—Suave, espérese... —acomodó su fleco rápidamente, y con una vigorosa sonrisa más el pulgar arriba, contestó— ¡Lista, Calixta!

"The cure", esta vez sí había su tarea y entendía las reglas lo suficiente. Su rival, "Su mama", usaría a Lord Júpiter, el padre de los dioses que ahora deambulaba la tierra como un filántropo, multimillonario, playboy y espadachín. Una pequeña trivia de él es que, en la historia del juego, es exponencialmente más poderoso que el resto del reparto; las peleas son un mero juego de niños y si "pierde", es porque no sentía ganas.

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Ahora, serían los relámpagos azules del señor del trueno rompiendo contra las pinturas vivas y sanguinolentas de la doctora: Un duelo común entre novatos, pero entretenido. En medio de la voladera de golpes, un endemoniado tajo alcanzó a la doctora, mandándola a volar y, al igual que una bolsa de aire inflándose para salvar al pasajero (O romperle el cuello más rápido), la voz volvió a interferir:

—¡Apunta hacia arriba! —Y con la misma inmediatez, la jugadora empujó con violencia la palanca en esa dirección, sobreviviendo el impacto.

—Buen "D.I", mae —alabó "Su mama".

—¿Di-ai? —mencionó la fleco de tubo con confusión— Creo que Gabriel lo había mencionado antes, pero aún no sé qué es... —analizó en su interior.

—¿No sabes qué es? ¡es fácil! Te explico... —Aquí vendría la susodicha explicación, pero el autor al verla dijo que, y parafraseo, "no es menos basura que este libro", así me encargó a mí el trabajo no remunerado de explicarles.

¡D.I! Los ángulos deciden la vida o la muerte; ya sea el ángulo de un disparo, el del lanzamiento de un cohete, o el del balonazo del bad boy dirigido a la cara de la protagonista. Influencia direccional, o "D.I" por sus siglas en inglés, consiste en simplemente mover la palanca del control para alterar la trayectoria luego de ser lanzado y tiene muchas utilidades, desde escapar combos hasta poder sobrevivir ataques poderosos. Lupe parecía que había captado la idea por instinto en su duelo con Granada, pero no entendía la teoría que sustentaba el todo.

—Y eso es D.I en resumen —concluyó ya saben quién.

—¡Wow, pura vida! —agradeció Lupe con los ojos abiertos— Si no me lo hubieras explicado con los carros robados y los marcianos, seguro que no lo termino entendiendo .

Con la nueva gotita del saber, The cure volvió al concurso de bofetadas. Un aleteo de colibrí más tarde, y estaban en el tercer y último round, y parecía que Su mama llevaba la delantera, fruto quizás de su marginalmente mayor entendimiento de juego. A nuestra niña le quedaba una vida, cuando a él le sobraban dos. Viéndose acorralada, recurrió a aquello que todos buscamos en nuestros momentos de debilidad. Así es, me refiero a-.

—¡Voz rara en mi cabeza, ayuda! —resonaba en su mente, mientras que Lord Júpiter se acercaba raudo, listo para filetearla.

El rival activó su Critical Assault, "El dedo de Dios", donde Júpiter cortaba la realidad en dos usando tan solo su índice. En ese milisegundo antes de recibir toda la furia del rayo, uno cayó en su mente:

—¡Agáchate!

La doctora se lanzó al suelo y pudo evitar tener que verse las caras con María Antonieta. Y ese primer "rayo" se transformó en una tormenta: "Salta sobre él para esquivar sus rayos", "Tus golpes fuertes te están exponiendo", "Haz círculos en el control para confundirlo", "Hazle cosquillas": Una avalancha de buenos (y no tan buenos consejos) la estaban enterrando, pero ante un jugador de un nivel similar, con lo justo bastaba. Poco a poco, ella iba recuperando salud, gota a gota, iba cargando el modo de hipertensión, hasta que un relámpago carmesí cubrió toda la pantalla, enviando a "Júpiter" a Júpiter. ¡Victoria para The Cure!

A pesar de todo, Su mama no era un mal perdedor, y sin pizca de rencor, extendió su mano, diciendo el famoso "GGs", diminutivo para "Good Games", y que servía como cortesía después de la batalla. Lupe imitó el gesto y apretó la mano del otro, no sin antes parpadear, ¿Y qué hay de especial en eso? Pues que la trigueña, en su afán de ganar, había olvidado hacerlo durante el duelo, y para cuando finalmente lo hizo, sintió una conexión extracorporal con cada persona que le había caído champú en el ojo.

—Sí, la primera vez que juegas en serio puede ser intensa. Ya se te pasara —aclaró Su mama, riéndose en medio de los alaridos de dolor de la Lupe.

Con la visión ya menos nublada, se fue a limpiar la cara al baño. Sus ojos se refrescaron de nuevo con el agua del grifo, no obstante, no iba a salirse aún. La soledad del sanitario le serviría para esclarecer un par de cosas que le paseaban en su lóbulo frontal:

—Ok, ya es suficiente. ¿De quién es la otra voz que escucho cuando juego?

—¡Soy yo! ...Bueno, en realidad, soy tú, pero, ya sabes...

—N-no, no sé.

—¡Pues una amiga imaginaria! ¡como las que salen en las series gringas!

—Una amiga imaginaria... ¿a los quince?

—Yo no hago las reglas, ¡pero tampoco te hagas la extrañada! ¡ya me habías escuchado antes! ¿No me recuerdas de tus partidos de fútbol? ¿o de tus competencias de gimnasia? ¡soy ese instinto competitivo que llevas adentro, chica!

—¡Ooh! Es cierto que, de vez en cuando, sentía que alguien me hablaba cuando quería ganar, pero era más como un murmullo. Tal vez sea que antes no tenía una verdadera motivación para ganar, o tal vez-.

—¡Muchas preguntas para un capítulo, niña!

—Espera, ¿capítulo?

—¡Claro, un capítulo en tu vida como persona! ¿de qué más podría estar hablando?

—Entiendo...en ese caso, no quiero estar escuchando una voz sin cuerpo todo el tiempo, así que... —Lupe comenzó a masajear sus sienes de manera circular para redirigir toda su energía mental, y así, dar cuerpo a esa voz. Finalmente, abrió los ojos, y vio que, frente a ella, se materializó... ¿Lionel Messi?

—Che, Lupe, como que me siento medio raro, ¿sabé'? —expresó el astro argentino.

—Si, no te queda. ¡Plan B, entonces! —Y apareció la Doctora A. B., con su uniforme rojo, bata blanca de médica, pelo rojo que le llegaba hasta la espalda, y ¿cómo no? Su fleco de tubo — ¡Mucho mejor! Ahora bien, ¿estás segura de que no deberíamos ir a revisarnos por si esto es esquizofrenia?

—O sea, soy claramente un producto de tu imaginación, y no te estoy diciendo cosas como que el gobierno es controlado por los topos mutantes homosexuales del futuro pasado o algo así. No creo que te cause problemas.

—Es un buen punto...¡En ese caso, espero que seamos buenas amigas! ...Aunque, tampoco es que tengas muchas opciones, jeje.

—¡Tranqui, chica! ¡juntas, bajaremos a Gabriel de su nube y de vuelta con las personas de bien!

Dejando atrás su experiencia psicótica, Lupe salió del baño y se encontró con Ale casi al instante. Al parecer, la peliceleste había ganado usando su exasperante estrategia de volar y atacar desde lejos, igual que con Lupe. Ahora, ambas solo esperaban a ver cómo le había ido a Lore. No tuvieron que esperar mucho, ya que la rubia caminaba hacia a ellas, con la cara baja y achicopalada. Naturalmente, las compinches asumieron lo peor:

—Oh, Lore, tranquila, ¡no hay nada malo en perder! —consoló la fleco de tubo.

—Al fin y al cabo, es tu primera vez peleando contra tipos que reciben menos sol que convictos en la celda de aislamiento —contribuyó Ale.

Loretta rascó su cabeza como avergonzada y dijo, en voz baja:

—En realidad, fui ya la que ganó. S-sé que no lo parezco pero...

—¿Pero...? —La foránea escaneó rápidamente a su alrededor, levantó la mano para ocultar su boca y respondió:

—Ganar no fue lo complicado, el problema fue lo que pasó después. Durante la pelea, mi rival se quejaba y refunfuñaba cada vez que caía en una de mis trampas. Decía cosas como "¿cómo eso me pegó?" o "¿qué tan activa es esa trampa? Y al final de la pelea, gritó de forma escalofriante, y quedó en posición fetal.

»Esperé a que dijera algo más, pero no pasó nada. Me asusté y me fui a reportar el resultado... —concluyó la rubia, dejando salir un suspiro.

—Ale, intervención —Le susurró Lupe, mirándola con una ceja levantada.

Una se puso en frente de Loretta, y la otra por detrás, y como dos imanes, se acercaron entre ellas, atrapando a la extranjera entre sus brazos.

—Ya entendemos, Lore... —dijo Lupe suavemente.

—Como ese tipo se puso bien emo, vos sientes que le hiciste una crueldad, pero es más que obvio que ese no era el caso —explicó Ale, mientras también le acariciaba el pelo.

—No sé, chicas. Yo quería venir para divertirme con ustedes, no quería tener problemas, ¡y-y justo la primera vez que juego contra alguien más, esa persona termina en posición fetal! T-tal vez no estoy hecha para esto. ¿Qué pasa si es que la manera en la que yo juego molesta a la gente? ¿y si nadie quiere jugar conmigo nunca más? ¿tal vez me prohíban entrar a otros torneos? ¿o-o si se las impiden a ustedes por ser amigas mías? ¿O-?

—¡Shhh! —la cortó Lupe— Respira un poco, Lore. No tienes la culpa de que el chico se sienta como se sienta, vos solo jugaste y ya. Además, ¿cómo te van a odiar si acabamos de llegar?

—Si somos realistas, el único que nos odia es Gabriel —afirmó la peliceleste.

—Pues sí... ¡pero justo por eso debes quitarte esa idea de la mente! La gente de aquí no te odia, ¡te lo aseguro! —acentuó esto con un guiño y un ademán de "Ok", pero aún podía ver ese mar de inseguridades que azotaba fuerte y errático dentro de Loretta, así que habló directo a su corazón— Chicas, en verdad les agradezco que hayan venido conmigo hoy. ¡Ustedes dos son mis personas favoritas en el mundo y no hay nada mejor que experimentar cosas nuevas entre todas! Pero no quiero traerlas a un lugar donde no se sientan cómodas. Si tú quieres que nos vayamos, pues nos vamos.

—P-pero, ¿qué va a pasar con Gabriel? —respondió Lore, conmovida.

—Después de casi romperle la nariz, veo muy difícil lograr mucho progreso —mencionó con una risa avergonzada—. Más que nada, tu bienestar es MUCHO más importante que el de él, ¡júrelo!

Loretta meditó un poco lo que acaban de decirle y formuló su respuesta:

—Tienes razón, estoy dejando que mis ansiedades infundadas me impidan disfrutar de la experiencia junto a ustedes... ¡e-está decidido, no las voy a seguir escuchando! —declaró con determinación.

El trío se estrechó en un cálido abrazo grupal, mas en medio de todo esto, notaron como la gente se movía en mareas al cuarto principal, arrastrándolas a ellas también. Ayudadas por la presencia irrefrenable de Alejandra, pudieron ver con claridad el motivo del zafarrancho.

En un lado, Granada; en el otro, CrizpySnax, ambos al filo del destino. La tensión hacía tan denso el aire que hasta podías llegar a verlo, como un azulado gel inmóvil que rodeaba a las imponentes figuras, atrapándolos en una achatada burbuja, pero, donde el resto veía conflicto, Lupe y Ale veían yaoi, mientras coreaban "¡beso, beso!" en silencio.

Volviendo a otra clase de trompazos, antes de lanzar el primer puño, exacerbaron el morbo del duelo con un buen ida y vuelta:

—Parece que abuelito ya se le están olvidando cosas, gente —exclamó Crizpy con sarcasmo—. ¿Perder contra una güila que ni sabía las reglas? ¡¿al chile?! ¿será que ya ni recuerda cómo jugar? La verdad, pensé que se iba a perder llegando acá, güevón —Se rio junto a su gente, que escoltaba sus espaldas.

Granada bajó su sombrero, y puso una sonrisa pedante, listo para responder:

—Tus deseos se colan en lo que dices, Crizpy; tan aterrorizado que quisieras que no venga. Si quieres, y antes de que empapes la alfombra con orina, te llevó a ocultarte bajo las faldas de tu mami, que esa es una dirección que recuerdo bien, aunque...supongo que ese destino ya es cultura general —concluyó, deleitándose con su cizaña.

Los "Oooh" y los "Uuuy" se escuchaban a cada momento que estos dos se dirigían la palabra, elevando las emociones del espectáculo tan alto que casi podía tocar el tobillo del ego de estos dos. Duce y Mint Jams harían de comentadores e interrumpieron el momento para dar un poco más de contexto sobre estas dos personalidades:

—¡Este es uno de los duelos más jugosos de hoy! ¡los que más se tienen bronca! ¡Granada vs CrizpySnax! ¡el récord entre estos dos actualmente va 9 a 10 a favor de Crizpy gracias a la última vez que jugaron! ¡y sin dudas, hoy Granada buscará igualar la balanza! —exclamó Mint.

—Claro, que Crizpy no se la pondrá suave...

—Mmm... —murmuraron la alta y la baja en sincronía.

—Hoy, él buscara dar un golpe de autoridad y aumentar esa ventaja que tiene.

—¡Así es, Duce! ¡y no sé tú, pero siento que hoy vamos a ver un clásico!