Capitulo 9
ARTHURO POV
Aproveché esta semana para ir a ver a mis abuelos paternos me pasé casi toda la semana con ellos y amo ir allá. El campo es muy relajante, los ríos con agua cristalina, los pajaritos cantando, montando a caballo. El constante contacto con la naturaleza me encanta, me siento vivo.
Esta ves fue diferente, me pase los días pensando en Elena, en si le gustaría este lugar, en que estaría haciendo. Esto no es normal. Creo que me gusta Elena o por lo menos me atrae demasiado.
La voz de Lucas me trae de nuevo al centro comercial donde nos tomamos unas bebidas para "celebrar mi llegada". El busca cada excusa para salir a dar una vuelta.
—¿Que me decías no te escuché? —Lucas rodo los ojos al parecer llevaba un rato hablándome.
—Te decía que miraras a aquellos abusones
Miré a espaldas de Lucas y vi a un gorila que estaba tomando al parecer la cara de una chica cuando ella le aparta la mano de golpe.
Esa figura, esas curvas, esa silueta, ese pelo, solo pertenecían a alguien. Me puse de pie de un brinco, cuando con una agresividad más que clara el sujeto tomó a Elena del brazo pegándola a su asqueroso cuerpo.
Reacciono de inmediato y salgo corriendo solo me da tiempo a darle una palmada en la espalda a Lucas y decirle "Esa es Elena corre" no esperé ni a que me callera atrás solo corrí y sin pensarlo le di un puñetazo al otro simio y quedo tendido en el suelo mientras su nariz comenzaba a sangrar. El otro se alertó por el escandalo y cuando se voltea veo que trae una navaja.
Obtengo toda su atención -me alegra haber estudiado defensa personal y ser cinturón negro-
—Sera mejor que te vallas —digo con voz firme ¿donde esta la seguridad de este lugar cuando la necesitas? El desconocido suelta una carcajada con chantaje
—¿Y lo dice quien? ¡Tu eres el que debería irse no es asunto tuyo! —una sonrisa apareció en mi rostro ante la idea de que si es mi asunto, de que tengo la dicha de conocerla y no voy a dejar que nadie la dañe.
—Pues ahí te equívocas te metiste con la chica incorrecta.
Me tiró un navajazo y lo esquive a la derecha, alcance a darle un golpe en la mano tumbando le la navaja de esta. Nos incorporamos ya en un combate cuerpo a cuerpo. Espero su primer movimiento pero es sumamente rápido y prácticamente no lo veo venir. Mi labio se rompe y el sabor metálico de la sangre llena rápidamente mi boca y en mi momento de debilidad da otro impacto en el otro lado de mi mejilla.
Mi mirada se cruza por unos instantes con la de Elena, esta aterrorizada. Con la mayor agilidad posible me incorporo y como aprendí en las clases de defensa personal, doy dos patadas seguidas en las costillas del sujeto, esta técnica es especialmente para hacer añicos las costillas. El tipo por el dolor arquea su cuerpo y aprovechó para impactar mi rodilla en su asquerosa cara de orangután, bajo mi rodilla se escucha un fuerte crujir y creo que le partí el tabique, otra fractura más para su colección pero es lo que menos me importa, ese sujeto pretendía hacerle daño a Elena y eso no se lo pienso pasar por alto.
Como siempre la seguridad de el lugar llega tarde, ya estaban con Lucas y estos esposaban al otro tipo, luego de que Lucas contara que paso. Uno de los guardias se acercan a mi y me pone una mano en el hombro mientras estoy sujetando el brazo del segundo hombre en su espalda impidiendo que cualquier movimiento.
—Muy bien chico nosotros nos encargamos ahora. Gracias —antes de pararme y dejar que las autoridades se hagan cargo le susurro algo al sujeto que esta inmovilizado bajo mi agarre
—Te dije que te metías con la chica incorrecta, a ver si aprendes a dejar a las mujeres tranquilas
Fueron mis ultimas palabras antes de que el agente se lo llevara. Mire en dirección a Elena y sus ojos estaban rojos y su rostro mostraba miedo y preocupación, a paso lento me fui acercando, pero ella se echó a correr abrí mis brazos y le di alojo en mi pecho donde rompió en llanto.
Su pecho subía y bajaba muy rápido y con un ritmo irregular, temblaba ligeramente, mientras algunos sollozos se le escapaban. Paso mi mano delicadamente por su largo pelo castaño mientras aprieta su agarre alrededor de mi cintura. El tiempo fue pasando y se fue calmando -podria estar así horas- se echó hacia atrás para verme a los ojos. Verla así me destroza, ojos rojos cristalizados y con miedo, me oprime el pecho.
—Lo... siento —rompio en llanto, no puedo explicar lo que me duele que este de esa forma tan afectada
—Tranquila. —le susurré mientras la apartaba delicadamente para tener contacto visual —¿estas bien te hicieron algo?
—No, gracias a ti. Si no hubieras llegado a tiempo ellos... —no la dejo terminar porque no quiero que piense en lo que no paso
-No paso nada afortunadamente nada llego a más y esos tipos van a ir a prisión y no me pidas perdón porque por ti, lo haría de nuevo con los ojos cerrados
-Gracias Arthuro, pero mira como te dejaron por mi culpa -lleve la mano a mi cara y un pinchaso de dolor apareció en mi labio y en toda las zona alrededor de este. Me imagino que ya se debe de estar poniendo morado
-No es nada...
-Prima -el grito de Chris nos saca del mundo en el que estábamos los dos. El venia con zancadas largas y apresuradas, y Elena corrió a sus brazos alejándose de mi -prima ¿que te paso? ¿que te hicieron?
-Estoy bien -Chis examinaba cada parte del rostro y el cuerpo de Elena para asegurarse de que en verdad todo estaba bien
-Siento no haber estado aquí cuando me necesitabas, lo siento mucho. -la voz de Chris se corto y lágrimas corrían como agua de un manantial era obvio que se sentía culpable, pero el pobre nunca se hubiera imaginado semejante situación
-Primo, mirame -tomo su rostro entre sus manos y lo obligo a que la mirara y le dedico una hermosa sonrisa -estoy bien... -se que no lo esta. -no paso nada, Arthuro me defendió
-¿Arthuro? -pegrunto Chris confundido, miró para todos lados y me vio a unos escasos metros, levante la mano en forma de saludo. Ellos se acercaron a donde estaba y Chris puso su mano en mi hombro
-No sabes cuanto te lo agradezco, te debo muchísimo
-No me debes nada
-Bueno bueno, ya todo lo malo paso ¿que tal si comemos algo para pasar el susto y celebrar de que no llegó a mas? -Lucas apareció de la nada y pasó su brazo por mis hombros y el otro en el de Chris. -¿donde estaría metido este - le guiñó un ojo a Elena y los cuatro fuimos sin chistar a unas mesas que habían cerca
Pasamos unos cinco minutos conversando y mi labio dolía mucho no dejaba de palpitarme, se me había partido completo. -si que me pegó duro el cara de simio aquel- Elena estaba todo el tiempo pendiente a cada uno de mis gestos y se nota inquieta como si intentara resolver una gran cuestión. De un momento a otro Elena se pone de pie silenciando a Lucas y a Chris que no dejaban de hablar de lo sucedido hace un rato
-Vamos Arthuro debemos ir a curar eso -empezo a caminar fuera del establecimiento. Yo mire atónito a los chicos, ellos me miraban igual de sorprendidos que yo. Un poco confuso me puse de pie y empecé a seguir a Elena que iba a paso ligero.
-¿A donde vamos?
-En la esquina hay una farmacia compraremos las cosas para curarte allí ¿esta bien? -esa seguridad me dejo embobado era como si la suplantara otra Elena, pero me gusta ella en todas sus facetas.
-Claro, que esta bien
-Al lado de la farmacia hay un café que esta abierto siempre, esperarme ahí
-Vale. -efectivamente había un café, y ahí entre a esperar a que llegara mi enfermera. Me senté en una mesa para cuatro personas, al lado de la ventana
No paso nada de tiempo hasta que la campanita de la puerta sonó. Elena se acercó a la mesa y puso algunos frascos y pomadas sobre la ella antes de sentarse a mi lado.
-Nececito que te acerques a mi para poder curarte bien -Se giro hacia los frascos muy concentrada en lo que hacia mientras me hizo la petición, así que me aproveche y puse mi rostro muy, muy cerca del suyo, tan cerca que si se giraba, su boca y la mía quedarían a escasos centímetros de colisionar
-Va a arder un poco porque es alcohol para limp... -su frase quedo suspendida en la nada, pasó lo que quería nuestros rostros quedaron a una muy corta distancia nuestros cálidos alientos se mezclaban, pude sentir ese olor a menta que desprendía de su boca haciendo que quisiera besarla, pero si hago eso ahora lo tiraría todo por la borda con ella. El tiempo se detuvo y lo que aconteció en segundos parecían horas. Elena carraspeo su garganta y se movió incomoda hacia atrás y sus mejillas se encendieron haciéndola ver hermosa -Me refería... es decir... quería decir.. -tomó aire por la nariz y la soltó delicadamente por la boca. Claramente la puse nerviosa ¿le gustare? <Arthurito mijo no te hagas mas ilusiones, solo se puso así porque acabas de invadir su espacio persona>. -cuando dije cerca no me referia a tanto
-Para mi era mejor así. -murmure entre dientes por lo bajo, como cuando un niño es regañado y se enoja con su madre. Me aleje de su cara pero con todo y eso la distancia era poca y eso me aceleraba el corazón, saber que estaba tan cerca de esos delicados labios -¡Ay! Arde, arde, arde. -me queje en voz baja cuando puso el algodón en mi labio.
-Te dije que iba a arder -estiro los morritos como si fuera a dar un casto beso y yo cerré los ojos por un momento esperando a que nuestros labios chocaran, pero en vez de eso un olor refrescante a menta me golpeo y sentí una sensación de frío donde antes ardía. Elena me soplaba la herida, se siente bien ser cuidado así por ella, aunque hubiera preferido el beso, pero aun asi podia disfrutar su cercanía. Pude apreciar sus ojos eran de un café muy fuertes casi negros, adornados con largas pestañas tanto arriba como abajo, sus cejas bien peinadas y arregladas de forma arqueadas y esos apetecibles labios pintados ligeramente con un color carne
-Esta crema es para el morado -empeso a aplicarla en los alrededores de mis labios. Tome sus muñecas delicadamente, parando sus movimientos pero sin dejar que esta escapara del contacto con mi piel
-Gracias
ELENA POV
No pensé que hoy iban a pasar tantas cosas. Me llevé un susto de muerte con esos dos cavernícolas, por otra parte nunca imaginé que después de tantos días sin ver a Arthuro este aparece de la nada para defenderme, -cosa que hubiera hecho por cualquiera- de eso estoy clara, pero me defendió.
Estamos los cuatros sentados en una mesa del centro y Lucas y Chris no dejan de hablar sabe dios de que, pero yo no puedo apartar la vista de Arthuro ya su mejilla esta algo morada y su labio roto con algo de sangre seca,
<pero incluso así se ve súper sexy> si ya lo se, el vestido de indigente se vería bien
<no tiene desperdicio> ¡Ya deja de distraerme, no vez que esta mal! <pues has algo entonces> ¿Que hago? <llevalo a la farmacia de la esquina y curalo> ¿sera? <claro no seas faina, el te salvó, lo menos que puedes hacer es curarlo> No lo se. <¡TE ESTA MIRANDO, CORRE HAS ALGO, PARATE>
Mi cuerpo reacciona solo me pongo de pie, ¿ahora? ¡los tres me miran! ¿que digo? <repite con migo: Vamos Arthuro necesito curarte el golpe. Con voz dulce no la vallas a embarrar>
-Vamos Arthuro debemos ir a curar eso. -digo con voz segura y algo autoritaria y empiezo a caminar sin esperar a que se levante <¿el "vamos Arthuro" fue lo único que escuchaste acaso? ¿Cree que dandole ordenes le puedes llegar a gustar algún dia?>. lo siento, estoy nerviosa
A unos metros siento los pasos de Arthuro
-¿A donde vamos? -su voz es tan dulce y calmada
-En la esquina hay una farmacia compraremos las cosas para curarte allí ¿esta bien? -mi voz salio en el mismo tono y la misma calma que la de el
-Claro, que esta bien
-Al lado de la farmacia hay un café que esta abierto siempre, esperarme ahí
-Vale. -Entre a la farmacia y compre todo lo necesario. Antes de entrar al café respire profundo, las manos me temblaban. Lo mire a través de la puerta de cristal y una sensación extraña se alojó en mi estomago, ignorándola entre y sin mirarlo camine a la mesa me senté al frente de el y puse todo enzima de la mesa
-Nececito que te acerques a mi para poder curarte bien -estaba apoyando la cabeza en el cristal de la ventana a su espalda y a esa distancia no lo podía curar
-Va a arder un poco porque es alcohol para limp... -un bombillo bien grande se enciende en mi cabeza haciendo que una luz roja no deje de parpadear ¿porque está tan cerca? ¿porque no me puedo alejar? ¿porque no dejo de mirar sus ojos? es como si el tiempo no corriera, dejo de hacerme preguntas y disfruto del momento <si disfruta que esto no te va a pasar dos veces en la vida> ¡si ya lo se ahora desaparece y dejame disfrutar!
Sus ojos son hechiceros y combinan a la perfección con sus cejas, tan tupidas y negras que van dejando pequeños pelos esparcidos alrededor, parecen colocados con detenimiento. Sus labios son la perfección y sentir su aliento tan cerca llega a ser embriagador <ya Elena que te pasas de tonta> tienes razón -Me refería... es decir... quería decir.. -no puede ser < hola hay alguien en esta cabeza ¡hello!> tome aire por la nariz y la solte delicadamente por la boca. Cuando creo que no puedo meter mas la pata me sorprendo a mi misma.
Esta vez pense que decir antes de abrir la boca. -cuando dije cerca no me referia a tanto -el murmuro algo que no escuche y la verdad mejor no preguntar. Se alejo de mi y dolio, dolió que se alejara, quiero tenerlo serca pero seria demasiado raro e incómodo para ambos.
Acerco el algodón y lo paso delicadamente.
-¡Ay! Arde, arde, arde. -se queja y no lo culpo se que puede llegar a arder a horrores
-Te dije que iba a arder -hacerque los labios para echarle aire y cerró los ojos sentí la necesidad de juntar nuestros labios, pero no se puede así que solo sople delicadamente, el me mira y lo se pero hago como si no lo hiciera. Termino de soplar y tomo una crema de enzima de la mesa.
-Esta crema es para el morado -la unto en una de mis manos luego la froto una con la otra y se la empiezo a esparcir por las partes del rostro golpeadas. Sujetó mi muñeca haciendome parar pero cuando la fui a quitar de su cara me lo impido
-Gracias. -¿gracias? ¿gracias por que?
-¿Como que gracias? la que debería darte las gracias soy yo. No he echo nada por ti para que me des las gracias
-Con el tiempo lo entenderás. Recuerda este día -sus palabras me confundieron muchísimo la verdad no entendí nada, tendré que tener paciencia. Así que solo le sonreí tímidamente
-Ya estas curado. Deberíamos irnos, seguro nos esperan
-Si vamos antes de que se preocupen
El camino de regreso fue lento y silencioso, el silencio que reinaba no era molesto se sentía bien junto a la brisa de la noche y la tenue luz de luna. Llegamos al centro y nos esperaban fuera porque ya había cerrado
-Hola chicos. -saludo Arthuro
-Al fin llegan. -dice Lucas -¿al menos valió la pena su tardanza he Arturo? -Lucas codeó claramente a Arthuro, quien lo fulminó con la mirada, yo sentí mi cara arder y baje la cabeza -digo, nada mas miren el trabajo tan excelente que hizo con el sonso de mi amigo. Elena podrías dedicarte a la medicina si no hubieras escogido tu carrera. Seguro que con el empeño que le haz puesto se cura en dos días. -estaba como el avestruz solo que no podía literalmente enterrar mi cabeza en el suelo.
-Elena vamos ya es tardicimo
-Si son casi las 10pm -dije yo
-Chicos gracias por cuidar de mi prima, no se como pagarles
-Tranquilo no hay nada que pagar, además todo el mérito se lo lleva Arthuro
-Lucas por favor no hice nada
-Claro que hiciste Arthuro. -enuncie yo -incluso te golpearon por mi culpa
-No te angusties Elena, ¿como crees que no te iba a defender?
-Gracias chicos, nos vemos luego.
Así nos despedimos de Arthuro y Lucas.
Nos fuimos en mi carro, Chris iba manejando yo estaba mirando por la ventana, la verdad no tengo ánimos de nada.
Ya casi llegamos a la casa y hemos estado todo el camino sin decir una palabra, hasta que Chris decide romperlo
-Prima yo... -lo miro dándole mi atención, luce avergonzado. -lo siento mucho. -aprobecho el semáforo para tomar su rostro entre mis manos
-Mirarme jicoteo. -el esta con una lágrima en su mejilla izquierda, me enternece saber cuanto me quiere y se preocupa por mi, le regalo una sonrisa para tranquilizarlo -estoy bien, ya todo pasó, y tu no tienes la culpa, se que si lo hubieras incluso imaginado no te hubieras apartado de mi ni un segundo siquiera. Tranquilo. -cuando me sonrió me sentí tranquila así que bese su mejilla
Llegamos a la casa y subí a mi habitación y mi primo iba detrás de mi, fui directo a donde guardaba mi violín.
-¿Vas a tocar ahora? -solo asentí. -bueno pero no te acuestes tarde
-Si
Chris salió de la habitación y yo tome el instrumento en mis manos. Comencé a tocar, lo necesitaba, necesitaba hacer llorar al violín. Con el, puedo deshacerme de toda la frustración que siento
Todo a mi alrededor pasa a un segundo plano, por eso no siento la lágrima que corre por mi mejilla, una lágrima cargada de dolor, rabia, impotencia, soledad, desesperación. Tampoco soy consciente de que llevo mucho tiempo tocando y que Chris entra a la habitación y me mira con preocupación
Tras un buen rato, logro sentir la precedencia de alguien al frente de mi, todo pasa muy rápido, yo abriendo los ojos de golpe, mi grito de pánico, la cara de terror de mi primo y la imagen de el cayendo al suelo de nalgas y luego las carcajadas épicas -si no me hubiera pasado esto a mi pensaría que es una escena de película -Chris se levantó del suelo cuando paramos de reír
-¿Que pasa prima?
-¿A mi? Nada por que
-¿Por que llorabas?
-Yo no estaba llorando.
-No me digas ¿que hacías?¿picar cebollas? -dijo mi primo con notable sarcasmo. Paso una mano por mi mejilla y me doy cuenta de que efectivamente si estuve llorando o al menos una lágrima se me logró escapar
-No me había dado cuenta -le dije de forma serena
-¿En que pensabas?
-En nada, sabes que cuando toco olvido todo a mi alrededor y no hago mas que tocar
-Esta bien voy a hacer como que te creo
-Me voy a bañar para acostarme que ya es tarde y estoy muerta de cansancio. -deje un beso en su mejilla cuando paso por su lado. Me fui a dar un buen baño que lo necesitaba.
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