Abro la puerta desesperada y la cierro de un portazo, apoyo mi espalda en esta y recargo mi cabeza hacia atrás también cerrando los ojos para respirar tranquila. Llevo unos cuantos segundos así, me atrevería a decir que un minuto. Dispuesta a meterme a la ducha me incorporo, pero el grito lo pego en el cielo cuando veo a Chris frente a mi con el ceño fruncido y sus manos en las caderas como si fuera mi padre y me estuviera por regañar.

—Christopher Ibrahim Hill me pegas otro susto así y mi corazón no lo aguanta.

—Elena, ¿se puede saber porque vienes corriendo de la casa de los vecinos y en esas condiciones?

—A ver ven que te lo voy a contar todo, pero antes necesito un baño.

—Concuerdo contigo.

[...]

Me di una ducha de unos 15 minuto porque mi espléndido primo no dejaba de dar golpes en la puerta para que acabara de salir.
Cuando terminé el me esperaba sentado en la cama, así que fui y me acosté utilizando su regazo como almohada. Con calma le fui contando todo con lujo de detalles y respondiendo a todas sus preguntas. Chris es peor que una mejor amiga cuando se trata de chismes.

—Eso es todo.     —sentencio al terminar el relato.

—¿El te gusta?                —me levante de golpe asustada por su pregunta, que más que pregunta parecía una afirmación.

—¡No!          —respondi más rápido y dos tonos por enzima de lo que me hubiera gustado y eso no paso desapercibido a mi observador primo que me miro divertido y empezó a mover las cejas de arriba hacia abajo.

—Venga primita no me puedes mentir a mi.     —coji la almohada y se la tire a la cara y fui rápido en dirección de la puerta.

—Me voy

—¿A donde vas?

—A dar una vuelta

—Ten cuidado

—Si jicoteo               —le di un beso en la coronilla en forma de despedida.

Tengo que despejar la mente me voy a volver loca.

Ya pasaron cinco días desde la visita a mi "vecino" y como mi mente no encontró una explicación y menos una solución lógica para mis dudas decidí no pensar en ello. Era difícil pero sobreviví estos últimos días prácticamente evitándolo y me siento mala persona por eso pero la verdad no se como reaccionar cuando estoy delante de el, mas bien si se como reaccionar pero mi cuerpo no responde a mis ordenes. Hoy toca taller y los nervios me consumen.

—Bueno clase hoy vamos a hablar sobre las partituras...           —en ese preciso momento mi cerebro dejo automáticamente de escuchar porque el estaba en la puerta

su cabello algo desordenado su mochila en un hombro se ve tan... tan...

<¿tan que Elena?>

Tan impuntual

<engañame que me gusta, sabes que mentirme a mi es como decirle una mentira a tu diario, porque te recuerdo YO SOY TU Y TU ERES YO por eso entiendo que quieras decir que Arthuro es tan guapo y tan...>

—Señorita Hill ¿esta prestando atención a la clase?   —la voz del profesor me sacó de mi tan desconcertante, no se si decir dialogo o monologo.

—Si cla-claro         —dije lo mas convencible posible. Eso no quiere decir que el profesor me crea.

—Esta bien señorita

Luego de eso no escuche mas nada solo enfoque mi vista en mi cuaderno y me puse a pintar toda clases de letras "A" ¿no se por que esa letra?, tal vez es porque es la primera del alfabeto. No se, digo yo.

El timbre sonó, tome todas mis cosas las metí como rayo en mi mochila. Pero como para mi la palabra rapidez y destreza no pueden ir juntas en una oración, para variar me lleve una silla del puesto de adelante que estaba desocupado llamando la atención de los que estaban en el salon, es decir todos. Susurré un "lo siento" y salí literal corriendo con la cara ardiendo de la vergüenza.

Fui directo a los baños, necesitaba agua en mi cara.
Me tranquilice y me retoque el poco maquillaje que llevaba. Voy saliendo del baño pero una silueta al lado de la puerta me hace pegar un brinco.

—¡Ah! Dios Arthuro tienes que dejar de aparecer de la nada como si fueras un fantasma         —mi mano esta en mi pecho e intento calmar mi respiración. Arthuro me mira sin un mínimo de diversión.

—Creo que el fantasma no soy yo, sino tu que cada vez que te veo de lejos y me intento acercar te esfumas, te evaporas, te desapareces sencillamente.    —creo su se dio cuenta que estoy huyendo de el ups.       —¿estas huyendo de mi?             —enarca una ceja sugerente mente.

—NO       —casi no sonó desesperado el grito que solté, nótese el sarcasmo.

—¿Entonces?

—Es que he estado ocupada.      —escondiendome de ti porque me desorbito cuando te veo. Pero eso el no tiene por que saberlo.

—Bueno, esta bien.        —respondio dudoso        —¿te parece si mañana empezamos las clases de piano? —mis ojos se abrieron de par en par.

—Me-me parece eh bien

—Perfecto mañana a las 4pm en mi casa.

—Si supongo     —ya iba a dandole la espalda

ARTHURO POV

Ya quiero empezar las clases de cocina y enseñarle a Elena a tocar el piano, por eso quiero empezar cuanto antes ya creo que he esperado mucho.

—¿Te parece si mañana empezamos las clases de piano?      —no se que le asombra.

—Me-me parece eh bien          —se ve tan tierna e inocente cuando se pone nerviosa

—Perfecto mañana a las 4pm en mi casa.

—Si supongo       —ya iba a dandoce la vuelta, pero la verdad hoy tome el riesgo de venir sin mi moto a ver si ella me lleva. Solo hay dos opciones o me lleva o me tendré que ir a pie y es un gran tramo

—Ele-Elena      —llame su atención y con sus ojos puestos en mi me pongo algo nervioso        —¿crees que me puedas llevar a casa?           —dudó unos segundos pero luego asintió.

—Supongo que no hay nada de malo.         —dijo tan bajo que apenas logre escuchar. Intentaba recoger mis labios y formar una expresión seria pero me dolían los labios cuando intentaba quitar mi sonrisa.

Fuimos a su auto, muy lindo por cierto un Ford Mustang negras con dos rallas blanco, era un clásico en esta clase de autos, la tapicería es original y por el sonido del motor me parece que también aunque no se mucho de coches, mi especialidad son las motos. Definitivamente es el auto que cualquiera quisiera tener.

—Muy lindo tu coche

—Gracias, la verdad es que lo cuido mucho

—Si, se nota         —un silencio algo incomodo se estaciono entre nosotros.       —¿Te molesta si pongo música?

—Mientras no sea reggaeton por mi bien.

—Tranquila no me gusta ese genero           —he escuchado algunas canciones y la verdad no me gusta sus letras no tienen sentido y la pista es la misma casi siempre, pero para gustos los colores, no critico a quien le guste.

Puse la play list que tenia y de nuevo me quede súper impresionado, Imagine Dragons. Tiene muy buenos gustos musicales cuando salio Warriors se volteo a verme y yo involuntariamente levante las dos cejas y ella solo se encogió de hombros y empezó a tararear muy bajo. Luego salio Queen Bohemian Rhapsody e hizo lo mismo que con la anterior. Cada cosa que descubro de esta chica hace que me guste mas.
El viaje fue mucho más ameno aunque no hablamos solo con el sonido de la musica.

—Gracias por traerme. ¿Nos vemos mañana?

—Si.     —me quite el cinturón y le di un delicado beso en sus tersas mejillas libres de maquillaje o productos. El rubor llegó antes de que quitara mis labios de su cara. Ella es la personificación de la ternura.
Salí del coche y fui para mi casa.