Capitulo 12
ELENA POV
Abro los ojos y la claridad es como un martillazo en mi cabeza y así como los abrí los cerre. Voy lentamente acostumbrándome a la claridad y ubicándome en tiempo y espacio. Soy en estos momentos incapaz de pensar, parece que tengo una bomba nuclear instalada en mi cabeza. Miro mi teléfono y mis ojos se abren, son las 3:36pm.
Bajo a la cocina para prepararme un café bien cargado. Por toda la casa no se escucha ni un solo ruido así que deduzco de que aquí no hay nadie. Pongo la cafetera a andar y una canasta me llama mucho la atención. Está adornada con un moño morado, tiene barios dulces incluyendo leche frita y unos bizcochos de chocolates que de solo verlos se me salen las babas. Mis inocentes tripitas reaccionan ante la majestuosa imagen. No puedo probarlo porque seguro es de Chris, yo no recuerdo haber comprado esto.
Me llama la atención una nota, tomo la cartulina doblada de color morada muy claro, la curiosidad me lleva a leerla, siempre he sido muy curiosa.
De inmefiato empecé a leer la nota:
"Hola mi borrachita, como se que hoy ibas a amanecer con una resaca de mil mundos te dejo este regalito para alegrar tu día, te dejó también unas pastillas para el dolor"
PD: Gracias por lo de anoche
Inmediatamente abrí los ojos
<ahora que hiciste Elena>
no lo se no me acuerdo
<solo espero que no lo arruinaras como siempre>
puedes callarte de una vez, me aturdes, no puedo pensar con este dolor.
Odio cuando el alcohol me pasa factura, por lo general me vengo a acordar de todo en el transcurso del día, eso me pasa cada vez que se me va la mano, que cabe recalcar que con esta es la tercera vez. No tengo ni idea de quien lo dejó, seguro después me acuerdo ahora solo pienso en probar este manjar junto a mi café.
Me acabo todo mi regalo y tomo las pastillas también. Aunque mi cuerpo pide una cama y dormir lo ignoro y subo a mi balcón a regar mis plantas. Cuando termino voy al patio, ahí alguien me recibe de forma muy cariñosa.
—Hola campeón —mi perro me brinca ensima quedando en dos patas. Es inmensamente grande, bueno así lo ve todo el mundo yo la verdad lo veo del tamaño normal que tiene un pastor belga estándar —¿Que tal has estado mi niño? —el me ladra tumbándome al césped y lamiendo mi cara en respuesta, se nota que me echaba de menos.
—Ya Lobo me haces cosquillas —digo entre carcajadas, menos mal y la pastilla me a echo efecto ya y la cabeza no me duele.
Juego con un rato más y subo a darme una ducha "NECESITO" un baño.
Pongo a llenar mi adorada bañera preparando el baño mientras salgo a buscar un par de toallas limpias, que ya no quedan.
Me desvisto y entro con sutileza al agua que esta en la temperatura exacta y desprende un aroma delicioso, mis músculos se destensan al entrar por completo. Sumerjo todo mi cuerpo sin excepción alguna cubriéndome con el agua tibia y escondiéndome con la espuma.
Sin esperarlo algunos recuerdos de la noche anterior asaltan mi cabeza y ver a Arthuro en ellos me sobresalta mucho. Salgo del agua sin aliento y todo se repite en mi cabeza como una pelicula: la llamada de mamá, la fiesta, yo bebiendo como loca, Arthuro, yo ¡abrazada de Arthuro! —bueno eso es porque seguro me sujeto por no poder caminar— le pedi que me sacara de la fiesta, LE DIJE LINDO ¡DIOS LE DIJE LINDO! ¿QUE PASA CON MIGO? ¡ME SENTE EN SUS PIERNAS!
Siguen llegando recuerdos como el de la conversación del parque
FLASH BACK
—¿Por que llorabas antes? —desvíe la mirada porque mis ojos se cristalizaron al recordar lo que paso con mi madre.
—No es nada
—Elena no creo que "nada" te ponga así de mal.
—Es que antes de venir… —no se con que palabras decir todo lo que tengo en mi pecho guardado y tampoco se si deba decirlo, así que solo dejo que mi corazón sea el que hable —hay un dicho que dice: "las cosas lastiman cuando te importa quien las hacen" y no hay nada mas verídico, sabes, muchas veces la actitud de otras personas te cambia —de un momento a otro ya estaba dando gritos ni siquiera las palabras me salían con claridad —aunque tu no quieras y ¿que pasa si ya no me quedan fuerzas para salir de ese hoyo en el que mis padres me han enterrado? y ¡quiero cambiar! de verdad que quiero ser como era antes. —mis ojos parecían manantiales pero en aquel momento no me sentía ni avergonzada por llorar frente a Arthuro ni me sentía débil, me sentía reconfortada y segura. El no me criticó, ni me reclamó, ni me juzgó. Solo seco mis lágrimas y sujetó mi rostro de forma muy delicada regalándome una sonrisa que sentí que me armaba por dentro poco a poco pieza a pieza.
—¿Y si te ayudo? Dejame ayudarte, a enseñarte, quiero que aprendas a ser feliz ¿me dejas? —mi mente no procesaba las palabras de Arthuro, el me quería ayudar, a el le importaba, no sabia que decir y menos que hacer. Por eso me sorprendí hasta a mi misma cuando lo abrace, tome procesión de su cintura con laesperanza de que el me correspondiera y asi lo hizo. podia escuchar los latidos de su corazón y tenían la misma velocidad que él mio. Acarició mi pelo y así nos quedamos un rato. Sentí paz una paz que hacia años no sentía o tal vez una paz que nunca sentí. Estar así era lo único que me hacia falta. Conversamos mucho tiempo y aunque lo intentara evitar casa vez me sentía más cómoda con Arthuro, olvide la razón de mi embriaguez y mis lágrimas. Arthuro me contó mucho de el sobre su familia, su antigua ciudad, hablamos de música.
-Debería llevarte a casa, no quiero que Chris me mate.
-Tranquilo el es inofensivo, es mas rollo que película —reímos, esta noche cambio gracias a Arthuro
-Bueno vamos a recoger la moto esta en casa de Lucas
-Esta bien —llegamos a la casa de Lucas y aun se escuchaba la musica desde fuera. Arthuro va a sacar la moto mientras lo espero en la entrada
-Si te dan miedo las motos me lo puedes decir y pedimos un taxi
-La verdad. —no se como contarle la verdad -es algo que pocos saben cuando digo pocos, somos dos y ahora contigo tres.
-¿De que se trata?
-Es que me gustan muchísimo las motos hace 6 años Chris me enseñó a montar y amo manejar motos, si mis padres lo supieran les daría un infarto por eso solo Chris lo sabe y el me la prestaba de vez en cuando para dar unas vueltas pero eso hace mucho paso al olvido. —la cara de Arthuro ahora mismo es un poema seguro pensó que oe tenia pánico
-E - eso es, genial. —me da algo de gracia -tendrás que darme un día una vuelta a ver que tal se te da el volante —me dio el casco y lo acepté con una sonrisa
-Claro. —me puse el casco y por un momento me quedo estática ya enzima de la moto, no puede ser que este actuando como si en la vida no me afectara nada, bueno además del exquisito perfume de Arthuro.
—Te recomiendo que te sujetes muy fuerte
—Vale. —estaba en un estado que solo deseaba aferrarme a el como si no existiera un mañana. En su compañía sentía tanta paz que me olvidaba de mi vida, de mis problemas, de mis miedos. En su compañía todo cambiaba y eso me aterraba, me da miedo que me enamore de el, que mis sentimientos crezcan y el solo me dañe
Su voz me saca de lo mas profundo de mi y me trae de regreso a la realidad.
—Al final no se donde vives.
—Sigue recto, te voy diciendo —llevábamos un rato de camino y no quería que terminara su aroma, la brisa, la noche tan hermosa, todo eso me tenia totalmente atrapada
—¿Puedes parar aquí? —le señalo mi casa y puedo sentir su cuerpo tensarce
—¿Aqui?
—Si —afirmé estacionó y nos bajamos
—¿Esta es tu casa? —no entiendo que le sorprende, ni que fuera una mancion
—Si ¿porque? ¿esta tan fea? —Indagó. No entiendo la razón de su caras de desconcierto
—No, no es nada de eso
—¿Entonces? —cuestiono
—Nada importante
—Vale si tu lo dices. Muchas gracias por todo, lamento que te perdieras la fiesta por mi irresponsabilidad
—Tranquila no tienes nada que agradecerme y me gusto mas pasar tiempo con tigo que la misma fiesta además a cualquiera le pasa lo que te paso hoy
—Siento mucho haberme desahogado contigo
—No sabes cuanto me alegra que confiaras en mi y te voy a ayudar, veras que en poco tiempo seras como antes. Yo me voy a encargar de eso. —Me abrazo y de inmediato perdí el conocimiento de mis actos, no se por que estar entre sus brazos era sinónimo de paz, le regresé el abrazo no se por que pero lo hice pero ¡DIOS! no quiero soltarlo nunca. Después de ese abrazo mi cuerpo quedo anestesiado, solo sentí sus labios en mi frente y su dulce voz —ahora ve y descansa
—Buenas noches que descanses y gracias
FIN DEL FLASH BACK
Literal mente quería gritar, no puedo creer que todo eso pasara anoche, que Arthuro y yo pasáramos momentos tan sercanos. Simplemente no soy así o eso es lo que quiero hacerme creer, la pregunta es ¿porque actuo de esa forma cuando estoy cerca de el? ¿que falla en mi cuando estoy a su lado?
Miro mi móvil que esta a un lado de la bañera en una mesa. Ya llevo mas de una hora y media aquí pero es tanta la confucion que tengo que solo el agua es capaz de tranquilizarme
Un rato después la voz de Chris suena detrás de la puerta.
—¿Prima estas ahí?
—Eh, si, si primo
—Es que quería saber si quieres ir con los chicos a los bolos.
—No se si… —me interrumpió
—Voy a bañarme para irme, te lo piensas y si vas a ir en media hora abajo
—Oky Doky. —senti los pasos alejándose
Lo pensé y no quisiera ir no quiero pasar mas vergüenza de la que pase ayer con Arthuro, es que no se que voy a hacer cuando lo vea.
Me puse a leer orgullo y perjuicio con algo de musica de fondo. De alguna forma tengo que dejar de pensar en Arthuro, pero no tengo suerte, todo me acuerda a el y como si lo atrajera con el pensamiento mi teléfono suena y la pantalla anuncia el nombre de Arthuro. Inevitablemente los nervios se apoderan de mi cuerpo, siento mis mejillas arder al acordarme de anoche. Acomodo mi pelo "ridículamente porque esta llamando por teléfono no a la puerta"
—Diga
—Ehm… ¿Elena?
—Si di-dime. —me di una galleta mental por tartamudear
—Soy Arthuro. —¿sera menso? claro que se que es el si cambiamos los números ¿se le olvido?
—Si Arthuro, dime ¿paso algo? —¿y si le paso algo a uno de ellos en los bolos?
—No, no, no. —se apresuro a responder al ver mi tono alarmado. —es solo que quería enseñarte algo
—No entiendo —solo se escuchó silencio, al parecer esta buscando las palabras para explicarme y eso solo hace que aumente mas mi incertidumbre
—¿Puedes salir a tu balcón?
—¿Estas afuera? ¿Como sabes cual es mi habitación?
—Lo vas a entender todo, te lo prometo. Pero no estoy afuera estoy en mi
casa. —de cierta forma fue un pinchazo de decepción ¿quería que estuviera fuera?
—¿Entonces? —la verdad no entiendo NADA. ¿Para que quiere que salga al balcón si el no está afuera?¿como sabe cual es mi cuarto y que además tiene balcón?¿que me quiere enseñar?
—Porfavor. —se me derritió el corazón con la delicadeza que me lo pide como si fuera suplica. Me mordí el labio para evitar soltar algún sonido que delatara el efecto que había tenido su tierna voz en mi
—Ya voy. —camine unos cuantos pasos hacia el balcón y efectivamente no se veía nada ni nadie —ya estoy pero ¿que quieres que vea?
—En realidad. —callo un momento. —no quiero que veas nada
—¿Que?No estoy entendiendo nada Arthuro, te explicas —la confucion se alojaba en mi. Arthuro soltó el aire de una forma como invocando paz en su cuerpo y yo aquí sin poder entender nada. Definitivamente esta a sido la conversación telefónica mas rara que he tenido en mi vida
—Solo siente Elena, solo sienteme.
Cuando fui a decir algo era tarde me ¿me había colgado?¿que?¿que lo sienta a el?¿pero si ni siquiera lo…
Una melodia me saco los pensamientos de mi cabeza. De nuevo Für Elisa ¿pero y Arthuro?¿la llamada?¡Eso es! ¿Eso es lo que Arthuro quería que yo sintiera?¿Es él el que esta tocando el piano? Bueno me dijo que lo sintiera a el así que debe ser el además es la forma de tocar de el ¿que hace tocando en casa de los vecinos?¿Se llevaran bien?
Un momento. —piensa Elena alguna explicación coerente debe existir— eso lo se, si mi adorada conciencia me dejara pensar con claridad —ya vale no digo mas nada, ya me calle— gracias
De pronto todo tomó sentido, Arthuro no era amigo de mis vecinos sino que.
¡ARTHURO ES MI VECINO! No puede ser o bueno si puede ser pero ¿como no me di cuenta antes? Todo encajaba. La sensación de haberlo escuchado antes, claro si lo hacia todas las tardes. Como se asombro cuando me trajo a la casa anoche, no es que la casa estuviera fea sino que se dio cuenta que eramos vecinos. ¿Como no fui capas de reconocer su moto?
Intuitivamente baje las escaleras y fui a parar a la puerta de "mis vecinos". La musica seguía andando ya en la puerta fue que me di cuenta de lo que pretendía hacer y el arrepentimiento llego junto con la razón pero ya era tarde "para atrás, ni para coger impulso" así que toque y la musica paro
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