Estoy en la cocina preparando el desayuno cuando Chris interfiere en mi campo de visión con una sonrisa radiante.

—Buenos días bello durmiente, ¿amanecimos de buen humor por aquí hoy eh?

—Se puede decir.              —paso por atrás de mi para coger leche del refri y dejo un beso en la coronilla de mi cabeza        —te tengo noticias.            —tomó mis hombros y me hizo girar para verlo. Algo se trae entre manos, lo conozco lo suficiente como para saberlo.                —no puedo ir a las dos primeras clases

—¿Que te traes entre manos Christopher Ibrahim Hill?          —Chris me fulmina con la mirada, odia su nombre

—No me llames así, sabes que no me gusta mi nombre, odio a mis padres por ponerme ese horror de nombre.                    —me riñe

—A mi me gusta mucho tu nombre no se por que lo odias. Pero ese no es el punto ¿que estas planeando?              —una sonrisa se dibujo se nuevo en su rostro

—Hoy me entregan la moto.        —grito entusiasmado abrazándome

—Que bueno primo, pero no se si me alegro más por ti, o por mi

—¿Por que lo dices?   
         
—Es que ya no voy a tener que ser tu chofer y vas a poder valerte por ti mismo

—Te pierdes de traer a toda una figura en tu auto        

El camino a la universidad fue súper aburrido, la ausencia de Chris se siente, aunque no quiera dar mi brazo a torcer me acostumbre muy rápido a su precencia.

El establecimiento es poco transitado a estas horas de la mañana apenas se ven alumnos por los pasillo.
Estoy guardando algunos libros en mi taquilla, cuando la cierro para irme al salón que me corresponde pero me llevo el susto de la vida.
Arturo se ocultaba tras la puerta de mi taquilla.

—¡Dios Arthuro me asustaste!

—Lo siento no era mi intención ¿Como estas?

—Yo bien, pero tu no todavía tienes el labio hinchado.                   —su labio todavía lucía muy mal, estaba morado y ligeramente hinchado
Inconscientemente mi mano fue a dar a su labio, delicadamente los recorri en su totalidad con mi dedo se sentían bien, eran tersos me daban deseos de probarlos a ver si sabían tan dulces como su aliento. Sentí que su boca se estiraba hacia arriba formando una sonrisa bajo mi tacto. Ese gesto me hizo reaccionar y retiro de golpe mi pulgar de la comisura de sus labios.

No puede ser que yo haya sido capaz de hacer eso. Aparto la vista incomoda por la vergüenza y el no deja de mirarme y sonreír, debe pensar que soy una tonta. Un silencio muy incomodo se estaciona entre nosotros y yo no soy capas de gesticular ni una sola papa palabra.

Luego de los segundos más incómodos de toda mi vida Arthuro dice algo.

—Emm            —llama mi atención y cuando lo miro se pasa la palma de la mano por su nuca ¿esta nervioso?¿yo lo pongo así?  

<sueña boba, no vez que es que acaba de salir lo que posiblemente fuera la situación mas incomoda de su vida y todo por tu culpa ¿como crees que se va a sentir? ¿feliz? Ni lo sueñes, despierta de una vez ese monumento nunca, pero oye me bien NUNCA se va a fijar en ti. Nada más mirarlo y luego mirate>. 
       
—¿Chris no viene hoy?        —continuo

—Si lo que viene  más tarde, hoy iba a recoger la moto que se compró.

—Así que se compró una moto, genial.

—Si como ya regresó definitivo necesita su propio transporte.

—Cierto. Oye Elena, Lucas va a dar una pequeña fiesta para familiares y amigos, ya sabes para festejar su mudanza y su ascenso. A Lucas y a mi nos encantaría que tanto tu como Chris fueran.

—No lo se                   —la verdad no se si sería buena idea

—Dale.       —alargo mucho la ultima vocal y juntó las manos en forma de suplica               —porfis.         —nuevamente alarga las dos últimas letras de la palabra, hace un puchero y pone carita de perrito abandonado. Se ve demasiado tierno, es imposible que no hagan lo que el quiere si pone esa cara.

—Se lo voy a preguntar a Chris, no te aceguro nada.              —me regalo una sonrisa y en eso el timbre anunciando las clases sonó, paso por mi lado para marcharse a su clase, pero cuando estaba justo a mi lado se inclinó y su fresco aliento me golpeo cuando casi en forma de susurro me dijo                  —muchas gracias no iba a ser lo mismo si tu no ibas            

Me dio un beso en la mejilla que atrajo toda la sangre hasta estas como cuando un imán atrae a pequeñisimos fragmentos de hierro. Mi piel se erizó de los pies a la cabeza, solo fui capaz de escuchar muy a lo lejos su voz que me gritaba un "nos vemos en el tayer"

Odio que tenga ese poder sobre mi con algo tan insignificante como un simple beso he despedida. ¡Me beso!    

<vale Elena tranquila, si te besó, pero a ver como te explico EN LA MEJILLA> 

si ya se

<Asi se despiden los conocidos, las personas normales, por favor comprende eso>

[...]

Me paso toda la clase distraída no puedo dejar de pensar en la fiesta, en Arthuro.

Ya estaba en el tayer y me senté lo más al frente que pude para no tener que ver ni siquiera la espalda de Arthuro. Ya la clase iba más de la mitad.

—Bueno para terminar quiero pedirle a Arthuro que nos toque algo en el piano ¿podria ser?               —el profesor se dirige a Arthuro

—Por supuesto.                —se pone de pie y se dirige al piano que esta al frente de toda la clase junto a la mesa del profesor.

El camina con paso seguro hacia el instrumento, cuando se sienta sus hermosos ojos cafés y los mios se encuentran y sonríe, una sonrisa  leve pero clara, luego ¿me guiña un ojo? ¿a mi?

Confundida miro detrás mio a ver si hay alguna chica más pero solo me encuentro a un chico con anteojos rubio que no se como se llama, seguro no fue a el a quien le guiño el ojo. Miro al frente con cara de desconcierto y Arthuro esta vez si muestra su perfecta dentadura en una sonrisa mas amplia
Coloca los dedos en las teclas y de inmediato me doy cuenta.

—Für Elisa.        —murmuro solo para mi.

Arthuro esta concentrado en cada nota pero a la vez se ve como tiene dominio sobre cada melodía que produce el piano su rostro muestra calma, felicidad, se ve pleno tiene la misma sensación que yo cuando toco el violín. Su maestría me deja embobada, sin embargo tengo una extraña sensación de dejávù algo muy muy extraño y desconcertante.

Dejo de lado esa sensación y me centro en el sonido que crea Arthuro que es simplemente mágico, si me dijeran que lo tengo que describir con una palabra, la más adecuada seria Etéreo.

Arthuro termina de tocar y mi mundo se derrumba, ese mundo que se creo cuando el dio la primera nota. Este chico me vuelve loca en todos los sentidos.
El salón estalló en aplausos incluyéndome y el hizo una reverencia de agradecimiento.

Para regresar a su lugar paso por mi lado y me sonrió "muy seductoramente" mis mejillas ardieron al segundo 

<hola ¿hay alguien aquí en esta cabezita?>

ruedo los ojos mentalmente 

<¿te tengo que recordar las razones por las que no te puedes enamorar?>

no gracias ya las recuerdo bien

Mi conciencia no deja de recordarme que no creo en el amor que eso solo pasa en cuentos de hadas. Cuando mi corazón empieza a latir con fuerza intentando hacerse oír mi cabeza lo calla, siempre lo hace porque no me puedo permitirme amar a alguien, no puedo exponerme a que me lastimen como lo hacen todos. Mis padres son una muestra de que el amor no existe, no creó en esas habladurías y no pienso arriesgarme.

La clase terminó y no quiero toparme con Arthuro anda medio "raro" hoy o tal vez soy yo la que se hace ilusiones. Salgo a todo lo que dan mis piernas, claro sin dar a entender de que salí huyendo.

—¿Vas a apagar algún incendio?          —no puede ser me alcanzó

—Todavía no me he alistado.            —le sigo la corriente

—¿Alistado? ¿para que? o ¿que?         —no entendió la referencia me doy mentalmente un golpe en la frente
—Pues al cuartel de bomberos, a que más iba a ser.

Arthuro empieza a reír creo que no se imagino que se trataba de eso.

—Estas de muy buen animo hoy, que bueno.

—Gracias.             —me voltee y le sonreí.        —ah por cierto magnifica tu presentación.

—Muchas gracias.

—Tocaste mi pieza favorita de una forma majestuosa         —Arthuro se sorprende al parecer nunca se lo imagino tampoco es que le importe cual es mi favorita

—¿Esa es tu pieza favorita?         —hace una pregunta retorica     —no me lo imaginé

ARTHURO POV

—Ah por cierto magnifica tu presentación.

—Muchas gracia                   —agradesco muchísimo que le gustara la toque solo para ella aunque no lo sepa

—Tocaste mi pieza favorita de una forma majestuosa                —finjo total sorpresa, ¿por que digo finjo? Pues fácil

FLASHBACK

Dos tonos y contesta.

—Hola ¿Chris?

—Si, ¿quien habla?

—Arthuro.

—Ah hola Arthuro ¿como estas?

—Bien te llamaba para dos cosas primero Lucas esta organizando una pequeña fiesta en su casa por su ascenso y la mudanza, queria invitarlos a ti y a Elena, para mi seria muy importante si van.

—Si va mi prima dirás          —solte una risita nerviosa por ser expuestas mis intenciones.           —no te preocupes se como es eso, yo me encargo de llevarla.

—Te lo agradezco, lo segundo era hacerte una pregunta sobre Elena.

—Dime ya decidió yo si responder o no.

—Me puedes decir ¿cual es la pieza a piano que más le gusta a ella?

—Me agrada mucho que seas de esos hombres que le gustan los detalles, mi prima no se lo a dicho a nadie pero yo la conozco y se que los detalles así le llegan más de lo que ella quisiera.            —que bueno saber que cuento con el apoyo de su primo                  —Für Elisa, con esa ella se renueva, se podría pasar horas escuchándola y no cansarse, te hablo literal, lieral horas.

—Muchas gracias te debo una grande.

—Mientras no lastimes a mi prima no me debes nada, eso si una lágrima y te cobro hasta la más mínima y no de forma cariñosa ¿enendido?

—Más claro ni el agua, no te preocupes lo que me hace sentir tu prima no me permitirá dañarla nunca.                  —ese deceo de protegerla, de cuidarla, de verla sonreir, de hacerla feliz no se de donde salio y no se como hacer que desaparezca pero es tan satisfactorio que no quiero que se valla nunca.

—Más te vale.

—Bueno eso era todo luego hablamos muchas gracias.

—De nada cuando quieras.

FIN DEL FLASHBACK

—¿Esa es tu pieza favorita?              —sigo mi actuación       —no me lo imagine.

—Si, me encanta.       

Si ya se lo mucho que te gusta —me dan ganas de decirle pero no puedo— ella me mira con tranquilidad y una sonrisa sincera. Pero en un instante cambia a una como de desconcierto y ya no me mira sino que mira al suelo. Por unos cuantos segundos se queda callada pero se nota que quiere decir algo y se debate si hacerlo o no.

—¿Que pasa?            —pregunto curioso

—No es nada, solo que cuando te escuche tocar sentí algo extraño, no se como explicarlo.

—¿Como si ya hubieras escuchado esa manera de tocar?               —se voltea rápido hacia mi con los ojos bien abiertos y eso solo me dice una cosa a ella le paso lo mismo que a mi.

—Exacto        —me dice apresurada sin quitar sus ojos de mi           —pensé que era una especie de dejávù ¿Te a pasado eso alguna vez?

—Si, en realidad una sola.

—¿Cuando? Digo, si se puede saber.

—Claro que puedes saber           —hago una pausa para pensar como le digo que que fue con ella.              —en el tayer, cuando empezaste a tocar el violín, sentí esa sensación tan familiar, tan cercana              —a medida que iba hablando Elena iba abriendo la boca y los ojos por el asombro        —te lo quise decir en ese momento pero pensé que creerías que estaba loco.

Ella fue lentamente devolviendo su rostro a la normalidad y no dijo ni una palabra más.
Íbamos caminando y la miraba descaradamente, no, no me importa que se de cuenta es que es irresistiblemente bella cada parte de su ser es tan linda, tierna y delicada que me hipnotiza. Ella me observa, pero de reojo ni siquiera prestamos atención al frente.

Luego de unos segundos caminando así, ella se decide a verme y me examina como lo hago yo con ella pero seguimos caminando a paso lento pero no nos detenemos. Sin darse cuenta, "claramente" impacta su cabeza contra una pared que estaba al frente.

—¡Ay!           —exclama muy fuerte quejándose del dolor, enseguida voy a ayudarla

—¿Estas bien?               —la tomo de la mano por si el golpe le produce mareo o algo, para que no se caiga.

—Si, si estoy bien.            —soltó una risita nerviosa       —es que puedo llegar a ser extremadamente torpe.

—Yo, yo lo siento.              —digo y casi río al ver su cara de confusión pero me contengo.

—¿Por que te disculpas?   

—Es que si no fuera tan.      —alargo la letra "a" dandole énfasis a la palabra "tan"           —guapo, no te me hubieras quedado mirando y no habrías chocado

—¿Como?              —pense que se enfadaría y mas cuando levanta el dedo índice frente a mi rostro       —si te miré es porque quería descifrar por que llevabas más de 5min mirándome sin disimulo                 —hago silencio, no se que responder, ella supo contraatacar muy bien me asombra.

—Yo no fui el que choco con la pared.           —levanto los hombros y río, Elena pone los ojos en una fina linea al igual que sus labios, sabe que le gane y yo me siento victorioso no solo por esto sino porque ya estamos entrando en más confianza. Fue un movimiento arriesgado pero valió la pena arriesgarse.

Seguimos conversando muy animadamente sin darnos cuenta acompañé a Elena hasta una biblioteca que queda un poco lejos de la universidad, le dije que iba en esa dirección cuando en realidad me desvío en su totalidad del camino pero no me importa nada. Ella me contó que cuando fue a probar el auto a medio día para ir a buscarle unos papeles a Chris a su casa, el coche se descompuso y esta en estos momentos en el tayer de mecánica, estará listo en tres días.

Llegamos a las grandes puertas de madera gastada de la biblioteca y nos detenemos en la puerta.

—Elena tienes que ir a la fiesta de Lucas           —demando con tono de desesperación pero no mucho, bueno si, bastante     —es que Lucas se pondría súper bravo, el me insistió mucho en que fueran los dos, porque como sabes no tiene muchos amigos aquí y ustedes le cayeron súper. Además no querrías ver a Lucas bravo es aterrador a mi y me da miedo.            —los dos empezamos a reír

—Eso se lo pienso decir a Lucas seguro te pega un golpe por andar dando esa propaganda de el      —reimos un poco más

—¿De verdad te vas a poner de lado de Lucas       —me llevo la mano al pecho fingiendo falsamente indignación    —del lado del chico que casi te mata en su moto en ves de estar de          —me señalo a mi y alzo una ceja.           —mi lado, del lado de tu futuro profesor de piano?

—¡En serio me vas a dar clases de piano!           —un brillo se apodera de sus hermosos ojos cafés.

—Solo si me haces tres favores.

—Ya decía yo            —rueda los ojos, esos que hace un momento brillaban con ilusión.

—Tranquila serian boberías.

—¿De que estariamos hablando?               —habla como toda una negociante que quiere oír ofertas.

—Por ahora no se, pero si te prometo que serán boberías.

—Vale, voy a confiar en tu palabra, acepto.             —estrechamos las manos para sellar el trato         —pero te aviso si algo me parece sospechoso no lo hago y el trato acaba.

—Si, tranquila. La dirección de la fiesta te la mando por mensaje.

—Si, gracias por todo.

—No hay nada que agradecer. Chao               —me acerco lento a su rostro y dejo no un beso, sino es casi más bien un roce de mis labios con su rostro para ser mas específicos casi casi casi en la comisura de sus bellos labios.

—Cha- chao.            —tartamudea y su rostro se pone rojo.
Me doy la vuelta y me voy