Cuando Red fue liberado de la habitación, Red se dio cuenta que el refugio parecía más frío y vacío que nunca. Red estaba solo. Blue y White, sus únicos compañeros después de la desesperada huida de la nave, habían desaparecido la noche anterior.

       No dijeron nada, pero sus miradas desconfiadas fueron suficientes para que Red lo entendiera. Ellos ya no confiaban en él.

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       Sentado en la esquina del refugio, Red abrazaba sus rodillas, tratando de contener las lágrimas que insistían en caer. Ya había perdido tanto, y ahora incluso aquellos que consideraba amigos le habían dado la espalda.

        El sonido de pasos en la nieve llamó su atención. Levantó los ojos a tiempo de ver Fortegreen entrar en el refugio. La expresión tranquila del impostor se convirtió en algo más suave al ver a Red en ese estado.

- Se fueron, ¿no? - preguntó Fortegreen, su voz grave pero libre de juicio.

      Red desvió la mirada, incapaz de enfrentar esos ojos que parecían ver directamente a través de él.

- Sí. no confiaron en mí... tal vez tienen razón.

        Sin decir nada más, se agachó y lo empujó hacia un abrazo firme y cálido.

-Red: ...  .Red se volvió rígido al principio, su mente inundada de preguntas e inseguridades. Sin embargo, cuando sintió el calor y la fuerza de ese abrazo, algo dentro de él se rompió.

Las lágrimas corrían libremente mientras apoyaba la frente en el hombro del otro, dejando salir un hipo contenido.

- No tienes que cargar con esto solo - Fortegreen dijo suavemente, la voz grave sonando como una promesa.

       El calor del abrazo, el toque firme, la forma en que Fortegreen parecía genuinamente preocupado... todo eso despertó sentimientos que nunca había experimentado antes. Su corazón latió más rápido, y sintió un calor diferente que se extendió por su cuerpo.

Él trató de alejar esos pensamientos, diciéndose a sí mismo que era solo gratitud, pero sabía que era más que eso. Se encontró mirando a Fortegreen con nuevos ojos, percibiendo cada detalle - el tono de su voz, la fuerza en su tacto, y la manera en que parecía ver algo en Red que ni siquiera él podía.

- ¿Por qué me estás ayudando? - Red preguntó, la voz todavía débil pero cargada de una nueva vulnerabilidad.

Fortegreen se alejó lo suficiente para mirarlo a los ojos, sus manos todavía sosteniendo los hombros de Red.

- Porque veo a alguien que merece ser salvado.

El corazón de Red se disparó. Intentó desviar la mirada, pero no lo logró. Algo ya sabía: él estaba enamorado.

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En las semanas siguientes, Polus se volvió aún más aislado. Sin Blue y White, la base parecía vacía, y Red pasó a depender de Fortegreen más de lo que le gustaría admitir.

Fortegreen, por su parte, mostró un lado inesperado. Él ayudó a Red a sobrevivir, enseñándole a encontrar suministros y evitar los peligros de la base abandonada. Pero más que eso, se convirtió en una presencia constante, un puerto seguro en el caos.

Una noche, mientras estaban sentados cerca del reactor, Fortegreen rompió el silencio.

- Sabes que no te merecían, ¿verdad?

Red lo miró, las palabras pesando.

- Tal vez. pero eso no hace que el dolor desaparezca.

Fortegreen asintió, como si lo entendiera.

- El dolor nunca desaparece. pero podemos aprender a vivir con él.

Miró a Red, el visor reflejando la luz temblorosa del reactor.

- Y tal vez... solo tal vez... no tienes que enfrentarla tú solo.

Red no respondió de inmediato, pero por primera vez en mucho tiempo, sintió un ligero calor en medio del hielo.

- Gracias - murmuró.

Fortegreen solo sonrió, un gesto casi imperceptible.

Estaban solos en Polus, pero por primera vez, no parecía tan malo.
Los días en Polus pasaban lentamente, como si el tiempo se congelara junto con el planeta. Red y Fortegreen habían caído en una rutina silenciosa pero cómoda. Entre búsquedas de suministros y ajustes en los sistemas de la base, ambos comenzaron a entender más sobre el otro, aunque pocas palabras fueron dichas.

Esa mañana, Red estaba en la pequeña cafetería improvisada, tratando de calentar una bebida. La máquina de calor emitía sonidos molestos, pero hacía su trabajo. Fortegreen entró enseguida, trayendo consigo el frío del exterior.

- Otra noche fría - comentó Fortegreen, quitando el hielo acumulado en sus hombros.

- Como si las otras fueran diferentes - respondió Red, tratando de ocultar una leve sonrisa.

Fortegreen se acercó y se sentó en la silla de al lado, observando a Red mover el vaso en sus manos.

- ¿Has estado durmiendo mejor? - preguntó Fortegreen, su voz un poco más suave de lo habitual.

Red dudó por un momento, sintiendo el peso de la pregunta. Todavía estaba siendo consumido por el dolor de la pérdida de Blue y White, y el aislamiento en Polus solo aumentaba sus noches inquietas.

- No - finalmente respondió, con la voz más baja de lo que pretendía.

Fortegreen lo observó con más atención, como si entendiera la dificultad en admitir la verdad. No dijo nada de inmediato, pero su mirada suave dijo más de lo que las palabras podrían.

- Si necesita hablar, sabe dónde encontrarme - dijo Fortegreen, sin forzar la conversación, pero dejando claro que estaba allí para ayudar.

Red solo asintió, sintiendo una ligereza en las palabras de Fortegreen. No necesitaban más explicaciones.

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El momento de quietud fue interrumpido por un sonido estridente viniendo desde afuera. Ambos se levantaron rápidamente, corriendo hacia la entrada de la base. Al salir, fueron recibidos por una fuerte ráfaga de viento y el sonido de hielo rompiéndose.

- Debe ser la torre de comunicación - dijo Red, señalando a la estructura a lo lejos, que parecía inestable.

- Vamos a comprobar - respondió Fortegreen, ya caminando en la dirección.

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Al llegar a la torre, se dieron cuenta de que parte de ella se había derrumbado debido a la acumulación de hielo. Fortegreen comenzó a inspeccionar los daños mientras Red se quedaba al lado, observando.

- Va a ser difícil de arreglar - comentó Fortegreen.

- ¿Y cuando algo aquí no funciona? - Respondió Red, cruzando los brazos.

A pesar de la situación, trabajaron juntos, ajustando cables y reubicando piezas improvisadas. Cuando terminaron, ambos estaban cubiertos de nieve y exhaustos, pero la torre estaba de pie otra vez.

Mientras regresaban a la base, Red se detuvo de repente. Fortegreen se volvió, notando la mirada pensativa de Red.

- ¿Qué es?

Red no respondió de inmediato. Él respiró profundamente y dio un paso adelante, sorprendiendo a Fortegreen al envolverlo en un abrazo.

Fortegreen se paralizó por un instante, no acostumbrado a ser el receptor de tal gesto. Pero luego se relajó, levantando los brazos para devolver el abrazo.

- ¿Por qué? - preguntó Fortegreen, con voz baja y casi incerta.

- Por todo - respondió Red, sin alejarse. - Por estar aquí. Por no dejarme solo.

Fortegreen se quedó en silencio, sintiendo algo que no sabía cómo nombrar. Por mucho que estuviera acostumbrado a manipular y usar a la gente, el gesto de Red parecía genuino. Era algo que no podía manejar, pero tampoco quería alejarse.

- No tienes que agradecer, Red - dijo Fortegreen finalmente. - No voy a ninguna parte.

Ellos permanecieron así por unos segundos más, el sonido del viento alrededor siendo el único testigo del momento.

Cuando finalmente se separaron, Red parecía un poco más ligero.

- Vamos a volver antes de que el frío nos mate de verdad - dijo Fortegreen, con una leve sonrisa que Red no pudo ver, pero sintió.

Red asintió, y juntos caminaron de vuelta a la base, un calor inesperado acompañándolos, justo en medio del hielo.

1238 palabras Espero que les guste porque fue mucho trabajo.Y eso es chau hasta mañana 👋