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La noche en Polus parecía interminable, el viento cortante hacía temblar las paredes de la base, y el frío parecía consumir todo a su alrededor. Red estaba acostado en su improvisada cama, los ojos fijos en el techo, pero el sueño nunca venía. El silencio de la base y los recuerdos de todo lo que había perdido lo atormentaban. Él intentaba no pensar en ello, pero la soledad lo sofocaba. No quería admitirlo, pero tenía miedo de estar solo, aunque en el fondo sentía que todos a su alrededor se habían alejado.

Después de unas horas rodando en la cama, Red finalmente se levantó, su cuerpo rígido debido al frío que parecía entrar en sus huesos. Caminó hasta la puerta de la habitación de Fortegreen, dudando por un momento antes de golpear suavemente. Cuando la puerta se abrió, Fortegreen lo miró, un poco sorprendido.

- Red? que paso? - preguntó Fortegreen, percibiendo la expresión de incomodidad del otro.

Red se apartó de la vista, un poco avergonzado. Él se había acostumbrado a ser autosuficiente, pero la noche era demasiado. Necesitaba algo, alguien. Algo que nunca hubiera imaginado pedir antes.

— No puedo dormir... - Red comenzó, voz baja. - Hace mucho frío, y... tal vez si pudieras quedarte conmigo, abrazarme un poco... Creo que me ayudaría a relajarme, dormir mejor. no es... no es nada, solo el frío, supongo.

Fortegreen tardó un segundo en entender lo que Red estaba pidiendo. Entonces, con una sonrisa suave que Red no pudo ver, abrió la puerta por completo, gesticulando para que Red entrara.

- Claro, Red. ven, te ayudaré.

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Los dos entraron en la habitación de Red, y el ambiente estaba helado. Red se sentó en la cama y sin más palabras, Fortegreen se sentó a su lado. El silencio se apoderó por un momento, hasta que Fortegreen, con la misma calma que siempre había tenido, extendió sus brazos hacia Red.

- Vamos, acuéstate aquí. será más fácil dormir así - sugirió Fortegreen, su tono suave y acogedor.

Red se acostó al lado de Fortegreen, sintiendo el calor del cuerpo del otro acercándose. La sensación fue reconfortante. En un movimiento natural, Fortegreen lo jaló suavemente hacia su pecho, envolviéndolo en un cálido abrazo. El toque de Fortegreen era firme, pero no invasivo, como si quisiera asegurarse de que Red sintiera la seguridad de estar siendo cuidado.

Red cerró los ojos, el calor de Fortegreen era exactamente lo que necesitaba para calmarse. El frío de Polus parecía haber quedado atrás, y la presencia del otro lo hacía sentir menos solo.

Con un gesto suave, Fortegreen acarició la cabeza de Red, sus dedos pasando por los hilos de su cabello en una forma reconfortante, como una manera de aliviar las tensiones que Red llevaba. Él sabía cuánto el otro estaba luchando, y no necesitaba palabras. El gesto de afecto era suficiente.

- Está bien, Red - susurró Fortegreen. - No estás solo.

El movimiento de sus manos en los cabellos de Red continuó, de forma tranquila, casi hipnotizante. Cada caricia parecía derretir la tensión del cuerpo de Red, y lentamente se fue relajando. El calor de Fortegreen, la suavidad de su tacto, la tranquilidad de la noche - todo esto hacía que el cansancio, que había intentado evitar durante tanto tiempo, finalmente lo envolviera.

Con un profundo suspiro, Red se entregó al sueño, sus músculos finalmente relajándose. El abrazo de Fortegreen y las caricias en su cabeza le dieron el consuelo que tanto necesitaba. Era como si, en ese momento, él hubiera encontrado un refugio - no solo del frío de Polus, sino también de los dolores internos que llevaba.

Fortegreen se quedó allí, quieto, viendo a Red dormirse. Cuando el sueño finalmente lo dominó, dejó de acariciar, pero aún así mantuvo su abrazo firme, sintiendo que incluso en silencio, su presencia era la única cosa que Red realmente necesitaba.

Y allí, en esa fría noche de Polus, encontraron algo más caliente que cualquier llama - la sensación de que incluso en un lugar tan desolado, podrían apoyarse el uno en el otro

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No Otro dia

La noche en Polus era fría y silenciosa, pero dentro de la base, el calor de una intensa conexión comenzó a crecer entre Red y Fortegreen. Red, todavía dormido en los brazos de Fortegreen, parecía finalmente relajarse, después de tantos días de tensión. Fortegreen, sin embargo, estaba despierto, sintiendo un torbellino de emociones que no podía ignorar. El toque de Red, la proximidad de sus cuerpos, algo en su interior decía que era inevitable, algo que ya no podía evitar.

Con su mano suavemente sobre los pelos de Red, Fortegreen se acercó, sintiendo una creciente atracción. Miraba la cara de Red, sereno, y en el silencio de la noche, algo estaba a punto de cambiar. El espacio entre ellos parecía disminuir, y la energía en el aire comenzaba a hacerse palpable.

Red se movió ligeramente, despertando lentamente. Cuando sus ojos se abrieron, encontró la mirada de Fortegreen, quien lo observaba con una intensidad que no había visto antes. El silencio entre ellos era cargado, y había algo innegable en las miradas intercambiadas, algo que ambos empezaban a percibir.

Fortegreen no dijo nada, pero la atracción que sentía por Red era evidente en su mirada. No podía desviar los ojos, como si algo dentro de él lo atrajera irremediablemente. Sin pensarlo dos veces, se acercó, moviéndose lentamente hasta que sus caras estaban casi pegadas

Red sintió la proximidad y, antes de que pudiera pensar en algo, Fortegreen selló sus labios en los suyos. El beso comenzó suave, pero pronto se hizo más intenso, como si un deseo reprimido estuviera finalmente saliendo a la superficie. Red correspondió, los cuerpos moviéndose lentamente hacia cerca, como si la atracción fuera algo imposible de contener.

La lengua de Fortegreen pidió paso y, con un suspiro de entrega, Red se abrió a él. El beso se profundizó, más caliente, más urgente. Cada movimiento se hacía más impetuoso, como si ambos quisieran perderse en ese momento. El cálido toque de sus cuerpos, el intercambio de caricias y la intensidad del beso los envolvía completamente.

Fortegreen puso una mano en la nuca de Red, acercándola más, profundizando el beso. Sus cuerpos estaban pegados, y la sensación de estar tan cerca el uno del otro parecía única. El calor se hacía más intenso, y los besos se hacían más profundos, más desesperados. Era como si el mundo se hubiera ido, y todo lo que existía era ese momento, esos labios encontrándose con tanta intensidad.

Cuando finalmente se separaron, sus labios estaban a un paso. La respiración jadeante de ambos se mezclaba, y un puente de saliva los conectaba, la marca de un beso que parecía haber durado una eternidad. Sus ojos estaban cerrados por un momento, ambos tratando de recuperar el aliento.

Red abrió los ojos lentamente, encontrando a los de Fortegreen, y vio en ellos algo que no podía negar: deseo, algo más profundo que solo una atracción física. Fortegreen, con los ojos todavía fijos en Red, tocó suavemente su rostro, como si quisiera confirmar que aquello era real.

- No sé lo que significa, pero... - Fortegreen comenzó, la voz ronca y llena de emoción.

Red no le dejó terminar. En un impulso, se acercó de nuevo y selló sus labios en los de Fortegreen con una intensidad aún mayor.

Hola, espero que les guste el capítulo, tal vez haya 🔞 en el próximo capítulo, y listo, adios.