Miro por cuarta vez la hora en mi móvil, una hora, mi mejor amiga llegaba una hora tarde a nuestro encuentro en el parque.Miro mis zapatos impaciente antes de escuchar un grito en la lejanía.

—¡Hola, Rigel!—Exclama Emma llegando a mi lado—Lamento llegar un poco tarde

—Llegas una hora tarde—Aclaro

—Bueno, muy tarde—Rie apenada—De verdad lo siento, Rigel—Dice juntando las palmas de sus manos como si estuviera rezando

—¿Rigel?—Pregunta una voz masculina.Voltemos a ver a a un grupo mediano de chicos, dónde, al parecer el más alto nos había hablado—¿Rigel? ¿Cómo la estrella azul de la constelación de Orión?—Vuelve a preguntar

—Emmm, si. Ese es mi nombre—Confirmo.Sinceramnte era la primera vez me comparaban con una estrellas

—Te queda bien, una chica que brilla tanto como la hermosa estrella azul—Sonrrie, sin saber que ese comentario había logrado sacarme el aire

—Gracias...

—¿Son de el canpus?—Pregunto Emma

—Si. Somos estudiantes de el cursos como electrónica, arte y otras cosas.Zane es el único de segundo curso de Fotografía—Dijo un de los chicos de el grupo en respuesta a mi amiga, apuntando al chico frente, el cual no paraba de mirarme

—¿Que edad tiene?—Vuelve a preguntar

—20—Contesta "Zane" sin apartar su mirada de mi—¿Y tu, estrellita?—Senti un escalofrío recorrer mi espalda por el apodo

—18. Somos estudiantes de diseño—Contesto, volteo a ver a Emma—Deberiamos irnos, sabes cómo se pone mi mamá con la impuntualidad y más cuando se trata de hacer deberes

—Verdad—Contesta. Ambas miramos a los chicos frente a nosotras y les regalamos una sonrisa—Tenemos que irnos

—Espero verte después, estrellita—Dice Zane, los demás solo dicen un adiós

Emma toma mi mano y nos hace comenzar a caminar, mientras me arrastra no puedo evitar voltear hacia el chico, quien se a quedado parado e el mismo lugar mientras los otros comienzan a caminar. Me regala una sonrrisa junto a un giño juguetón.

Aparto la mirada hacia el frente, mi amiga me mira y después de ver qué estamos bastante lejos me suelta y comienza su modo Shipp.

—¿¡Viste eso Rigel!? ¡Ese chico está colado por ti!—Exclama—Debiste darle tu número

—No creo Emma, solo debe haberle interesado mi nombre o algo por el estilo—Dije tratando de tranquilizarme aún sentía estragos en mi mente por la penetrante mirada de Zane había puesto en mi, era el primero en lograr ponerme asid e nerviosa

—¿Porque dice eso Rigel? Se nota que le gustaste y a quién no, chica—Me señaló, yo solo seguía confundida—Eres hermosa, tienes un hermoso cabello castaño, bellos ojos azules, cuerpo envidiable, estatura perfecta y buena familia además de muy estudiosa—Enumero, mire el suelo

—Eso es cosa de la genética—Justifique

—No, claro que no.Ni tus hermana ni hermano son iguales a ti—Y era verdad, mis hermanos eran de pelo mas claro y algo rizado a comparación de el mío que era castaño algo oscuro y lazio, sus ojos eran color miel y los míos azules, tampoco nuestra estatura es muy similar.Ellos eran como mamá y yo era exactamente como papá

—Soy la única igual a papá. Por algo me dicen la oveja negra, Emma—Quise sanjar el tema

La peli-naranja suspiro.Me miro y sonrrioz aunque sabía que era forzada.

—Ok, pero sabes que no estoy de acuerdo con tus pensamientos hacia ti misma.Si tengo que seguir teniendo esas charlas profundas contigo todas las tardes los seguiré haciendo—Paso uno de sus brazos sobre mi hombro—Pero andando, sabes el miedo que me da tu madre molesta

—Esperemos que no esté Kora también—Solte una leve carajada al ver su cara de pánico

—¡Vamos rapido!

_____

Entramos a la casa lo más sigilosas que podemos.Cierro la puerta a nuestras espaldas y comenzamos a subir las escaleras de puntillas con nuestros zapatos en las manos. Pero un carraspeó desde el pie de las escaleras nos hace mirar al techo rogando por ayuda de nuestro Dios y volver abajo.

Nos paramos frente a mi madre quien se encuentra de brazos cruzados y detrás de ella, viene caminado Kora, mi hermana mayor, gran diseñadora de modas.Evito mirar los ojos miel de mamá mirando mis pies.

—Emm—Comienza Emma, notablemente incómoda

—Llegan 2 horas tarde—Interrumpe Madre mirándonos y hablando severamente

—Mama...

—Es culpa mía, llegué tarde a mi encuentro con Rigel y después le rogué por comprar algo para comer mientras hacemos los deberes—Ezplica Emma

—No inventen excusas

—No son excusas, es verdad.Es tu decisión creernos o no—Hablo sin mirarla

—Rigel, cuida como le hablas a mama—Me reprende Kora, comienzo a cabrearme

—No te metas—Demando

—¡Respeta a tu hermana mayor, Rigel!—Grita mamá.Como siempre Kora era la niña mimada, su tesoro

—En ningún momento le e faltado el respeto, solo digo que no se meta en dónde no la llam...—Siento el golpe llegar a mi mejilla y voltearme la cara.Otra vez... otra vez mi madre me había cacheteado, ya era algo de todos los días

—No te atrevas a hablarle así a tu hermana, ella logró ser una hermana mayor ejemplar y tu...—Me miro con reproche, desilusión y no sé cuántas cosas más—Tu nunca serás una buena hermana mayor para Rick

—Sera porque tus expectativas están demasiado altas...—Susurro pero al sentir otro golpe en mi mejilla se que me a escuchado

—Es que eres demasiado débil para llegar a ellas

—Kora es la débil por cumplir todo lo que a ti te da la gana sin protestar

—¡Rigel!—Otro golpe y está vez me caigo de espaldas, dándome un golpe con la calera en la cabeza.Emma se acerca a mi a socorrerme

—¿Te escuentras bien?—Pregunta, se nota la preocupación en su cara

—Descuida, esto ya es normal—Miro a mi Madre al decir lo último

—Si no llegarás de la escuela todos los días cada vez más insolente y cumplirás lo que te pido esto no pasaría—Dice mi mamá

—Yo...

Se escucha el sonido de la puerta abrirse y asomarse mi padre con Rick, mi hermanito de 10 años.Mi mamá me levanta de un jalón en el brazo y sonrrie, debería hacer Sido atriz.

—Hola Ricky—Saludo a mi hermano, pero este corre hacia mi soltando su mochila y abraza mi pierna, me mira preocupado

—¿Que te paso hermana?—Su preocupación por mí me hizo sonreír, me agaché para llegar a su altura y le doy un abrazo fuerte

—No te preocupes hermanito, solo me caí —Menti mirando a mi Madre y hermana con odio, odio que permanecía en mi desde hace años.Al mirar a mi padre notaba que el sabía lo que pasaba, como siempre no hacia nada pero estaba dispuesta a soportar todo por Rick

—¿Segura? ¿Cómo te caiste?—Pregunto secarandose

—No te preocupes cariño, sabes que es una torpe—Mama me miró con la misma cara de odio y se la devolví

—Rigel, ¿porque no vas a tu cuarto y haces los deberes?—Sugiere papá

Asiento, me apoyo en los barandales de las escaleras y subo con ayuda de Emma quien sigue preocupada. Antes de entrar a mi cuarto volteo y miro a ambas mujeres.

—Que fácil es protegerla a ella y que difícil recordar que yo, también soy tu hija—Dije, sabía que me escucho pero hiso oídos sordos llevándose a Rick hacia la cocina.Mire a Kora que tenía una mirada sin emoción—Que gran hermana mayor, Kora—Sarcasmo, mi mejor arma

Entramos a mi cuarto y a pesar de las constantes preguntas de la pelirroja por hablar comienzo a hacer las tareas.No quiero hablar.

Así eran todos los días, no se porque habeces pienso que las cosas van a cambiar, tal vez si soy algo ingenua.

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Tecleo en mi laptop y escribo un poco en el cuaderno.La biblioteca hestaba en total silencio.Habro el tercer libro de astronomia que encontré y sigo buscando las estrellas de la constelación de Orión y todo sobre ellas con datos específicos.

Un peso en mi cabeza, unos brazos apoyados en la mesa, una respiración en mi oreja me hace sobresaltar.

—Que irónico, una estrella estudiando otras estrellas—Escucho la voz de el chico de ayer, Zane

—No soy una estrella

—Te llamas como una

—Las estrellas brillan

—Todos tenemos un brillo propio.¿Tu no?

—No, a mí me lo quitaron—Suelto sin querer

—¿Ah si? ¿Quien fue el malvado?—Oregunta sentándose ahora a mi lado

—Nadie, lo hise yo misma—Menti, sabiendo que mi brillo se había extinguido por los problemas en mi hogar

Lo mire de reojo y ahora en fijé un poco en el, como antes no había echo.Su cabello era negro azabache , lazio pero lo llevaba despeinando, sus ojos eran color café, embriagantes, vestía casual sin llamar tanto la atención, tenía musculatura por lo que debe de hacer ejercicio o salir a correr.

Soy conciente de que llevo tiempo mirándolo al verlo sonreír con picardíaz aparto la mirada y finjo escribir algo en mi cuarderno.
Lo oigo reír suavemente, ¿acaso de burla de mi? Lo más probable.

Me extiende algo, su teléfono en la opción de agregar nuevo contacto.Si Emma viera esto se pondría eufórica.

—Quiero invitarte a ver una lluvia de estrellas el domingo  pero necesito tu número para comunicarme contigo—Rie un poco—Aunque no es más que una excusa barata para hablar contigo —Explica.Tomo su teléfono y al ver, ya tiene el nombre:Estrellita★ Me sonrojo ligeramente y escribo mi número cosa que nunca pensé hacer.No soy muy social

Le entrego el teléfono y en ese momento las puertas de la bibliotecas se habrán de golpe llamando la atención de todos.Emma recorre el lugar con la mirada para buscarme, se detiene y sonrrie complacida.Corre hacia de nosotros haciendo pisos sordos a los gritos de la bibliotecaria.

Se acucliya gente a mi y sonrrie inocente.Esto da mala espina, miro a Zane que parece que le da gracia la ecena.

—Rigel, amiga mía, MI mejor amiga—Remarca el Mi—¿Tu me quieres?

—Obvio, tonta—Sonrrio y caricio su cabello rojizo

—Entonces.... ¿Puedes irte sola hoy? No a que no quiera irme contigo pero mi abuela quiere que valla a visitarla y se me hará tarde si voy a tu casa a hacer deberes—Dice muy rápida pero e llegado a entender, sonrrio forzadamente

—No pasa nada, Emma—Dije, aunque en mi interior estaba haciendo una mueca, si llegaba sola a casa mi madre no se contendría ni un poco a la hora de golpearme además el camino sería muy aburrido

—Yo puedo acompañarte, la casa de mi madre no queda muy lejos de la tuya según se—Dice Zane, podría jurar que ví unas alas blancas detrás de el y esa cosa que tiene los angeles sobre su cabeza

—¿Encerio?—Pregunte—No quiero ser una molestia

—Quiero acompañarte—Dijo firme—Y de paso ir a ver a mi madre, hace mucho que no la veo

—¿Vives en los dormitorios de los de segundo año?—Pregunto Emma, el asintió—Rigel y yo seguimos viviendo en nuestras casas—Bufe bajito, eso era porque mi madre quería mantenerme controlada, lo roge mucho por dejarme quedarme en los dormitorios pero ella no acepto—Por cierto, ¿que hacían?—Pregunto enqrcando una ceja

—Conociéndonos, ¿verdad estrellita?—Dijo Zane como si nada, mirándome con una sonrrisa, sin saber la emoción que eso había causado en Emma.Mire a mi amiga, se estaba conteniendo un chillido, que mejor amiga loca me había conseguido

—S-si

—¡Entonces los dejo, sigan en lo suyo!—Exclamo emocionada, dejo un beso en mi mejilla y salió pitando—¡Adios Tortolos!

Termine algo sonrojada por la última palabra de mi amiga.Volte a verlo algo nerviosa.

—No le hagas caso, es algo...

—No me molesta, pero prefiero novios en vez de tortolos—Suelta con diversión, riendo levemente

El sonido de el timbre retumbó por todo el lugar, me apresure a recojer mis cosas y meterlas a mi mochila, me tocaba Historia y era mejor llegar antes a el aula que el mismísimo profesor Williams.

Ya estaba por irme cuando, tras pensarlo un poco, gire sobre mis talones y bese la mejilla de Zane aún sentado.

—Nos vemos en la salida—Dije con falsa calma

Y salí pitando de la biblioteca.