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CAPITULO 19

Mientras Juan salía de los baños y se dirigía a la mesa vio como todos disfrutaban de la noche, sus hermanos con sus chicas y su preciosa gatita que al verla sonreír iluminaba su alma, ¡por Dios! ¿Qué voy a hacer? Tenía que contarle todo lo sucedido, pero de verdad ¿qué pasaría con ellos?, ¿con su hermano y Sara? ¿Podría ser el causante de borrarle la sonrisa de su hermosa cara? ¿Cómo podía esconderle semejante cosa? Su hermano lo había decepcionado, había engañado a Sara que para él era una hermana, una chica que necesitaba ser cuidada y protegida.

Al caminar un poco más Karla sintió su presencia, se giró, al verlo notó de inmediato su semblante y se dio cuenta que algo no andaba nada bien vio como sus manos estaban en puños y sus nudillos estaban totalmente blanco con excepción de una de las manos que se notaba lastimada, su mandíbula estaba apretada y todo su cuerpo estaba tenso.

-¡Hola mi gatita! - le dijo en el momento que llegó a su lado, le dio un beso en la cabeza y se sentó agotado en la silla.

-¿Estás bien? - le preguntó ella preocupada.

-La verdad es que no - le susurro para que solamente ella lo escuchara.

-¿Qué sucede, me estas asustando Juan?

-Vamos y te lo cuento en el camino, pero los dos solos, tenemos que hablar.

-Sí, claro vamos - la pareja se levantó y sin dar explicaciones se fueron al departamento.

En todo el camino iban abrazados pero no cruzaron una sola palabra Karla sentía que algo muy malo estaba ocurriendo, pero no podía saber que era. No podía ni imaginarse la razón que su "Osito" se encontrara en ese estado y con una mano un poco rasguñada, estaba segura que con alguien había peleado ¿pero con quién? Al llegar la llevo sin soltarla a una hamaca que se encontraba al lado de la piscina, la sentó en su regazo y hundió su cara en la cobertura de su cuello, ella le pasaba sus manos entre el pelo no quería obligarlo a que le dijera lo que sucedía pero no podía seguir viéndolo así tan mal.

-Por favor Juan no aguanto verte más de esta manera ¿me puedes explicar que sucede?

-Karla yo... - no sabía cómo decirle lo sucedido.

-Me estas asustando de verdad ¡por favor! Dime de una vez por todas.

-Sara me dijo que no te dijera nada - sintió como ella se tensaba de inmediato, se paraba de golpe de sus pies y ponía sus brazos en forma de jarro.

-¿Qué le sucede a mi hermana Juan? - solo de pensar que a su hermanita le podía suceder algo, a su pequeña quería morirse.

-¡Tranquilízate quieres! Está bien físicamente - dijo haciendo una mueca de dolor - pero tenemos problemas.

-Juan me estas desesperando te suplico - dijo ya con sus ojos llenos de lágrimas - ¿Qué le ha sucedido a mi hermana?

-Mi hermano la ha cagado completamente Karla y lo he pillado.

-¿Qué le hizo a Sara? ¿Por qué dices que la ha cagado?

-Resulta que lo encontré en los baños con Valentina y por lo que entendí esos dos o han tenido algo antes de conocer a Sara o... - escondió su rostro entre sus manos, estaba demasiado avergonzado por el comportamiento de su hermano.

-¿O que Juan?, ¿qué mierda me estás diciendo?

-¡O HAN TENIDO ALGO AHORA! - Dijo ya desesperado y levantándose se fue hacia las rejas, sujetándose fuertemente de ellas siguió diciendo- Sara también se dio cuenta y no creo que las cosas estén bien entre ellos dos, me pidió que no te contara nada pero entiendes que no me podía quedar así eres demasiado importante para mí, tú y tu hermana, me moriría si llegaras a pensar que podría hacerte yo también algo así - se dio la vuelta y lo que vio le rompió el corazón Karla se había arrodillado en el suelo y lloraba como una niña pequeña el corrió a su encuentro y la tomó en sus brazos.

-Amor perdóname por favor - le suplicaba y le acariciaba el pelo, había jurado que no permitiría que alguien las lastimara, pero había fallado - no llores más mi vida me rompes el corazón.

-Mi hermana para mi es más que parte de mi mundo, ha sufrido demasiado y en cierta forma me culpo porque no me di cuenta a tiempo - le dijo sollozando -es difícil para mí volverla a ver sufrir y sobre todo por tu hermano y tratar de contenerme de no decirle todo lo que se merece por respeto a ti, por respeto a nosotros - en esos momentos si se encontrara Arturo delante de ella seguro que le daría un par de patadas más - me siento impotente de no poder hacer nada por ella y de seguro que en estos momentos debe estar como un pajarito asustado, lleno de mucha desilusión.

-Tu hermano va a tener que ver como hacer con la fiera que es mi hermana porque si piensa recuperarla le va a costar bastante, además de eso, te puedo asegurar que si vuelve a lastimar a mi hermana me va a importar un pepino que sea tu hermano porque antes que nada están mis padres y mi hermana. No es que no te quiera a ti, de hecho te quiero con todo mí ser, y así como mi hermana es de lo más importante para mí, estoy segura que tus hermanos lo son para ti.

-Esperemos los dos poder sortear por todo eso y seguir juntos porque desde ya te digo mi punto de vista - le dijo una Karla muy decidida aunque las lágrimas todavía no habían parado de correr por su rostro.

-Con el poco tiempo que llevo conociendo a Sara la promesa que le hice hace no mucho tiempo sigue en pie y te aseguro que si mi hermano hace sufrir a tu hermana no serás tú la que acabe con él, si no yo con mis propias manos porque desde que vi a tu hermana me pareció un conejito asustado que necesitaba a un hermano mayor que cuidará de ella - le dijo Juan dándole un beso en el cuello para poder tranquilizarla.

-¿Crees que regresarán juntos? - le preguntó una Karla que por solo su voz se notaba lo preocupada que se encontraba.

-Esperemos que sí, porque de no ser así te juro que le corto las pelotas a mi hermano.

Pasadas unas horas, llegaron los demás, no tenían ninguna novedad sobre Arturo y Sara ya que ellos no tenían idea de lo sucedido, comenzaron a hacer bromas de como de seguro habían ido a pasar la noche solos a algún lugar más íntimo y cosas así. Todos reían y ellos dos trataban de hacerlo también para no preocuparlos pero lamentablemente más de uno se dio cuenta de que algo no estaba bien pero ellos lo desmintieron y así Juan los mando a dormir a todos y se volvieron a quedar solos en su hamaca esperando por sus hermanos.

EN LA PLAYA

En medio de la nada solo, perdido en sus pensamientos y dándose cuenta de la gran estupidez que había cometido no le importaba ser hombre en estos momentos lloraba como un niñito que le quitaron algo que deseaba demasiado podía decir que sentía su corazón desgarrado:

"No sé en qué momento pasó no se ni como sucedió pero hoy puedo decir que ella se ha llevado mi corazón, tomé una decisión que me llevo justo al borde del precipicio y ahora me estoy sintiendo como si mi cuerpo estuviera en caída libre, completamente desgarrado, desmadejado y destruido, pero no siento más nada sólo el dolor de su pérdida, todos mis sentidos están adormecidos y lo peor es que yo soy el causante de mi propio dolor y de el de ella"

Pensaba él, sentía que todo y nada le dolía a la vez solo si quisiera recuperar a su ángel se tendría que arrastrar y suplicarle que lo perdonara.

"Quiero que mi Paloma vuele hacia mis brazos y no volver a perderla otra vez voy a convertirme en el hombre que se merece y no la volveré a perder. Pero ahora tengo que ir a su encuentro y no volverla dejar ir"

Se levantó decidido, iría a encontrar a su paloma, sin ella no podría vivir y lo haría todo por recuperarla por momentos se le pasó por la cabeza las palabras de Valentina.

"Te espero en la habitación doscientos trece mi amor"

Movió rápidamente su cabeza para limpiar esos pensamientos, no le importaba para nada esa mujer, podía ser un néctar, una muy bella mujer pero él quería a su paloma, aquella que lo había hecho desear pasar el resto de su vida con solo una mujer, con ella que deseaba cuidar y amar a cada hora del día. Comenzó a caminar lo más rápido que podía quería llegar a la habitación esperando que ella estuviera ahí y poder arreglar las cosas.

Karla y Juan esperaban en las hamacas de su balcón, la joven se había quedado media dormida pero él no le sacaba el ojo de encima se encontraba demasiado preocupado, estaba seguro de que Sara no perdonaría fácilmente a su hermano y por esa razón le parecía extraño de que todavía no daban señales de vida.

De repente la puerta se abrió y apareció un Arturo muy agitado tratando de tomar aire y buscando por todos los lugares para ver si podía hallar a su paloma pero nada, ella no se encontraba ahí se lo decía su alma que estaba vacía y también se lo dijo la cara de su hermano al verlo. Juan se había levantado a su encuentro dejando a Karla dormida y así poder saber que sucedió entre ellos dos.

-¿Arturo donde esta Sara? - le preguntó Juan un poco desorientado al no ver llegar a la chica.

-¿Qué quieres decir con, DONDE ESTÁ? ¿No ha llegado?

-Mierda Arturo claro que no, por eso te lo estoy preguntando si no ¿para qué? - el joven ya estaba bastante preocupado donde se habría metido Sara sola a estas horas.

En eso se levantó Karla y llegó donde se encontraban los hermanos, al ver que su hermana no estaba por ningún lugar y notar que los jóvenes discutían comenzó a entrar en pánico.

-¿Arturo donde dejaste a mi hermana? ¿Qué le hiciste? - empezó a decirle con los ojos ya inundados en lágrimas que no dejaban de correr.

-Karla tranquilízate por favor - le pidió el joven que le sostenía sus muñecas para que no siguiera golpeándolo en el pecho.

-¿Cómo MIERDA QUIERES QUE ME TRANQUILISE? Quién sabe dónde se encuentra ella ahora y sola.

Karla estaba que parecía loca, lloraba y tenía los ojos que casi se le salían de la cara, le gritaba a Arturo que era un poco hombre, que lo que le había hecho a su hermana era la peor de las bajezas....

-¿Porque le hiciste esto? ¿Por qué? si ella es tan buena y te amaba - no podía creer que el joven se hubiera portado de tal manera con Sara -te ama, ¿realmente fuiste tan canalla? ¿Tan poco hombre de lastimarla de ese modo? ella ya sufrió demasiado ya tuvo su cuota de infelices que le han destrozado la vida como para que tú también quieras llevarte lo tuyo.

Y ella lloraba y lloraba mientras Juan la abrazaba por la cintura desde atrás y le pedía que ya deje el asunto por la paz, Karla demasiado enojada le gritaba.

-¡TU ERES IGUAL QUE LOS OTROS! - le gritaba en la cara - tú no eres mejor que esos desgraciados que casi acaban con mi hermana, no tienes ni idea de lo que nos costó a mis padres y a mi sacar a Sara de la depresión en la que la dejaron, fueron noches y días suplicando, pidiendo a Dios para que nos ayudará, para que Sara quisiera volver a vivir - no aguantaba más tenía que decirles todo lo que sentía - y ahora tú la vuelves a sumir en este dolor, porque pudiste no haber abusado de ella como esos dos lo hicieron, pudiste no haberla forzado a hacer cosas que la denigraban como ser humano, pero igual la destruirte. La hiciste pedazos y ya no sé si vamos a poder juntar lo que queda de ella y lograr que se levante.

Mientras Karla gritaba como loca y les decía lo de los golpes y abusos los hermanos se quedaron petrificados, Juan le preguntaba a Karla.

-¿Amor que quieres decir con todo eso?

-¿Cómo QUE QUIERO DECIR CON TODO ESO? - dijo a todo pulmón.

Arturo estaba casi por volverse loco, entonces también se puso a llorar y golpeaba la pared mientras estaba gritando. Con todo el lio que tenían se despertaron todos y corrieron a ver lo que sucedía.

-Lo que te digo Juan mi hermana ha sufrido demasiado y no sé si logrará salir de todo esto.

-¿Qué sucede? - pregunto un Erick con muy mala cara hacia Arturo pero al verlo llorar lo hizo perder por momentos su compostura y tuvo miedo de que algo le hubiera pasado a su amiga. Karla corrió y se perdió en sus brazos sin dejar de llorar.

-Ha discutido con Arturo - dijo entre sollozos ella - y Sara no ha vuelto Erick, ella no debe encontrarse bien - la separó un poco de su abrazo y la miró preocupado.

-¿Qué quieres decir que discutieron y ella no ha vuelto?

-Arturo regresó solo, ella se había venido mucho antes pero no ha llegado y por lo que sucedió entre ellos dos - dijo limpiando su nariz y sus mejillas por las lágrimas que aún le recorrían - Sara no debe estar en su mejor estado Erick tenemos que encontrarla antes de que suceda algo peor - el joven dejo a la chica en los brazos de Juan que no paraba de susurrarle palabras de amor y apoyo en su oído. Erick se dirigió hacia donde estaba Arturo y tomándolo por el cuello lo golpeo en la muralla.

-¿Desgraciado que le hiciste? Más te vale que la encontremos porque te juro que te mato y no me importa pasarme toda la vida en la cárcel. - trataba de respirar por la nariz pero apenas le llegaba aire a los pulmones sentía que todo le quemaba. En eso llegaban los otros hermanos y trataban de separar a los dos jóvenes.

De la nada se le acerco Noemí y le planto una cachetada que hasta le dolió la mano a la joven.

-¿Como pude estar tan equivocada contigo?, se suponía que la querías y que no volverías hacerla sufrir, eres un jodido de mierda, un desgraciado que no vale ni siquiera verte la cara, más te vale que la encontremos - dijo señalándolo con un dedo - ¡porque te aseguro que te corto las pelotas!

-Tienen razón soy un cabrón de mierda que no se merece de su amor - dijo mirando a todos los que estaban a su alrededor - pero haré hasta lo imposible por encontrarla y hacer que me perdone, la necesito conmigo me di cuenta que sin ella no soy nada - seguía llorando como un niño pequeño - tengo que ir por ella encontrarla hasta el fin del mundo.

Así lo hizo salió corriendo, le faltaba el aire para respirar, no podía imaginarse su vida sin ella la quería por sobre todas las cosas y ahora se sentía más culpable que nunca al enterarse de todo lo que le había sucedido a su paloma con los desgraciados y él como los otros dos la había hecho sufrir de la misma manera, pero encontraría la forma de que ella volviera a ser feliz con él a su lado.

Al llegar a recepción el encargado le entregó un sobre con el nombre de Karla y pudo sentir el olor a limón que era el olor de su ángel con las manos temblorosas comenzó a abrir el sobre, no sabía que esperar pero de seguro que no sería algo bueno y ahí con su manuscrito decía:

Hermanita:

Me siento devastada y traicionada doblemente, el hombre a quien amo con todas mis fuerzas se acostó con una de mis amigas. Jamás me lo imaginé de ella, pero de quien más me duele es de él, ¡porque confíe ciegamente y otra vez me equivoqué! Estoy muriendo por dentro y por eso decidí que lo nuestro hasta aquí llegó, me será muy difícil separar nuestros caminos por la relación de nuestras familias, pero antes que todo estoy yo. Ya antes me deje pisotear por quienes creí que me amaban y no valían ni una sola de mis lágrimas, desgraciadamente los arrastre conmigo. Hoy necesito tiempo para mí, para curar mis heridas pero sin lastimar a quienes de verdad me aman, mis papas, tú y mis amigos. Me siento una maldita muñeca de trapo, desmadejada y abandonada, se suponía que él era el indicado pero me lo ha arrebatado todo, torpemente me volví a enamorar de un hombre que no vale la pena, y hoy tengo que purgar lo de mi sistema aunque en el proceso estalle mi corazón y deje de creer en el amor. No sé cómo lograré sobrevivir a este dolor, pero créeme hermanita, lo haré. No quiero que se preocupen, tan pronto sepa donde me quedaré, te llamo, pero por el momento te suplico no le digas a nuestros padres. Por favor perdóname hermanita, pero no puedo quedarme, te amo recuerda lo siempre.

Sara...

El joven no podía creer lo que leía, se había ido y no tenía idea donde la encontraría, tenía que encontrarla antes de que se alejara demasiado lejos. El portero le dijo que no había sido hace mucho que ella había salido de ahí en no muy buen estado.

Al salir en busca de su coche notó que en la calle había demasiado movimiento y que también se dirigía una ambulancia hacia ese mismo lugar la policía ya estaban tratando de poner el orden, algo lo hizo temblar de pies a cabeza y comenzó a dirigirse cada vez con más prisa cada momento que llegaba más cerca era como que le sacabas poco a poco el corazón, rogaba a Dios que no fuera lo que tanto temía, que no fuera su paloma.

Cada paso era como si le pusieran cemento en sus zapatos y su caminar se le hacía mucho más difícil.

"No era posible que fuera ella no, de seguro que ella ya se ha ido, eso espero Dios mío que no sea ella te lo ruego que no sea mi ángel, no la hagas sufrir más de lo que ya ha sufrido"

Así caminó pidiéndole a Dios todo el trayecto hasta llegar donde se encontraba toda esa gente acumulada, trato de meterse entre la gente para ver que sucedía algo le decía que tenía que ver quien era y no se equivocó era ella, era su ángel tirado en el suelo y golpeada por lo que podía ver por un coche.

No podía estarle sucediendo algo así, ella no se lo merecía por nada del mundo, su bella paloma estaba tirada en el suelo, su cabeza cubierta con sangre Arturo se arrodilló a su lado y comenzó a llorar, los médicos le pidieron que por favor se tranquilizara y que por lo que podían ver ella se encontraba bien solamente que estaba inconsciente por el golpe y tenían que llevarla al hospital.

Pero él no podía creer que casi hubiera perdido totalmente a Sara por una inmadurez una estupidez que lo comerá por el resto de su vida.

En eso llegaban los demás y Karla al ver así a su hermanita se desmayó en los brazos de Juan que no la había dejado en ningún momento, estaba tan preocupado por su chica como por Sara, esta situación lo molestaba y le dolía hasta el alma pero su hermano se llevaría una paliza que la recordaría toda su vida, no lo volvería a dejar que hiciera sufrir así a las dos personas que él ya había aprendido a querer.

Desde ese mismo instante volvió a jurar hacia el cielo esta vez de que no las volvería a ver en esta situación fuera cual fuera el precio...

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