Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo.

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Tras pedirles hablar, se encuentra en la habitación de Tetsutetsu —que era un calco a la de Kirishima— en los dormitorios de la clase B. Kendo trae una bandeja con comida y refrescos que apoya en la mesa de luz de su novio, luego se sienta junto a este en su cama y dobla una rodilla para luego abrazarla.

—¿En qué te podemos ayudar? —pregunta la chica, mientras le regala una sonrisa y toma la mano que rodea su hombro— Es raro que vinieras hasta acá.

—Es complicado.

—¿Todo está bien? —pregunta Tetsutetsu, comenzando a preocuparse. Bakugou niega con la cabeza.

—Todo está perfecto, solo quería hacerles una preguntas —Tetsutetsu observa a su novia, mientras ella no aparta la vista de Bakugou.

—Preguntas, ¿Sobre qué? —cuestiona la chica. Bakugou frota sus manos, con la vista solo puesta en ellas. Traga saliva.

—Sobre su relación —la pareja lucía sorprendida, Bakugou agradecía no estar viéndolos para que no notaran su expresión ni la incomodidad que le generaba ponerse a hablar sobre esas cosas— ¿Podrían darme consejos para conquistar al otro idiota que se puede endurecer?

Tras decir eso el bochorno llego al extremo, así que se puso de pie. Antes de acercarse a la puerta, Tetsutetsu lo alcanzó y lo tomó del brazo.

—¿Hablas de Kirishima? —lo empuja hacia atrás, haciéndolo girar. Bakugou apoya su mano en su rostro y lo aleja— ¿Te gusta Kirishima?

Kendo apoya la mano en el hombro de Tetsutetsu y sonríe—: Creo que harían una buena pareja.

—Sí, que bien —mierda, había dicho demasiado. Hace fuerza para irse, estando a punto de lograrlo hasta que una mano gigante se agarra de la parte de su cuerpo que se encontraba libre.

—No soy una experta en el amor, pero —Bakugou levanta la mirada y observa como la chica señala con la cabeza a Tetsutetsu, quien continuaba con una gran y emocionada sonrisa— yo caí redondita en cuanto se me confesó. Creo que con solo confesarle tus sentimientos, siendo totalmente directo, va a funcionar.

—Estoy seguro que te corresponderá —concluye Tetsutetsu, afirmando con la cabeza. Bakugou abandona rápidamente la habitación, decidido a hacer lo que desde un principio fue lo más obvio (Capítulo 8)