Marzo 21, 2020

Taehyung se despertó por el ruido de su teléfono que se encontraba a punto de caerse de su mesita de noche. Se le quedó viendo y espero a que dejara de sonar.

Se dio la vuelta al darse cuenta que no paraba de sonar, tal vez si mostraba desinterés dejaría de sonar, pensó.

Pero, en cuanto se detuvo varios mensajes empezaron a llegar a sus notificaciones. Con un suspiro volvió a darse la vuelta, tomó su móvil y marcó de vuelta al número que le había interrumpido su tiempo dormir.

Llamada a Taehyung:

—"¿Hola?"

—"¿Te desperté?

—"No. Para nada. Solo amanecí ronco." Hizo una pausa. "¿Que quieres Jisoo?"

—"Buenos días a ti también, estoy muy bien, gracias por preguntar. Yo también te quiero, eh. Alístate, me acompañarás a buscar una academia de baile."

—"No, no iré. ¿Sabes que día es hoy?"

—"¿Sábado?"

—"Si, sábado. No pienso salir hoy."

Fin de la llamada.

Suspiro, puso su móvil en silencio y lo aventó a alguna esquina de su cuarto. Pero se levanto, y casi se cae por enredarse con las sábanas, al escuchar el gran estruendo que hizo su móvil.

Entro en pánico al ver que la pantalla era la que tocaba el suelo.— ¡Dios no! ¡He destruido lo único que amaba!

Estiro su mano lentamente y cuando estuvo a punto de tomar su móvil este sonó sin control asustando a Taehyung, quien creía que su móvil ya había muerto.— ¡Santa madre mía! ¡El demonio está llamando a mi móvil!— Taehyung brincó y corrió a su cama.

Su madre quien al escuchar los gritos incoherentes de su hijo subió a ver que pasaba.—¿Hijo?— llamó desde el pasillo.—¿Estás bien? ¿Pasó algo?— tocó la puerta levemente antes de entrar.

—Mamá...— Taehyung volteo a ver a su madre con cara de cachorro desamparado.— He destruido lo uni— se detuvo brevemente, no tenía que decirle eso su madre. Negó rápidamente y volvió a dirigir su mirada al móvil.— He botado mi moví y empezó a sonar. Seguramente es Jisoo-

El sonido del timbre lo interrumpió.— Si es Jisoo dile que no estoy.— se levanto rápidamente, tomó su móvil y se volvió a dirigir a la cama. Se enchamaro como gusano y espero a no morir hoy. Su madre simplemente sonrió levemente y negó.

—Jóvenes. Jóvenes.— dijo con un suspiro mientras salía y cerraba detrás suyo la puerta de la habitación. Bajo las escaleras y abrió la puerta.

—Buenos días, señora Kim.

—Hola, Jisoo. ¿Buscas a Taehyung?— preguntó mientras se hacía a un lado permitiendo que la joven de cabellos negros entrara.

—Sip, ¿se encuentra en casa?— preguntó mientras se dirigía a la sala con la señora Kim detrás.

—Dice que no está en casa.— sonrío.— ¿Irán a algún lado? ¿Por qué no se quedan a comer el desayuno? Ya casi está listo.

—Uh, si, iremos a buscar una academia de baile.— volteó a mirar a la señora Kim.— Con mucho gusto nos quedaremos a comer.— sobó su panza y se relamió los labios.

—¿Academia de baile?— preguntó curiosa.— Taehyung no baila, solo se crea movimientos extraños aquí en casa.

Jisoo río.— Es para que su panza no crezca mucho y se haga un 11-pack.— sonrió pícara mientras movía sus cejas de arriba a abajo.— Tal vez así por fin tenga una cuñada.

—No lo creo, pero bueno. Él está en su habitación.— señaló arriba.— Siéntete como en casa.— Asintió levemente y se dirigió a la cocina.

Jisoo sonrío malévolamente y corrió hasta llegar al segundo nivel, en cuanto puso un pie en el pasillo del segundo nivel escucho el portazo que le dieron a la habitación del baño, probablemente. Con pasos silenciosos se acercó un poco y gritó un poco fuerte.— ¡Bueno señora Kim, Taehyung no parece estar en casa, me voy!— Fingió abrir y cerrar una puerta. Espero paciente a que se abriera alguna puerta y que Taehyung saliera.

El venado había caído en la trampa del tigre.

Taehyung abrió la puerta del baño lentamente, miró para ambos lados y se aseguró de que no hubieran muros en la costa. Puso un pie afuera, luego otro.— ¡Ajá! ¡Te atrape!— escuchó el grito de Jisoo y empezó a correr como alma que lleva el diablo. Pero reaccionó muy tarde.

Jisoo lo alcanzó cuando se le tiró encima.— Comeremos y nos iremos. Vamos a visitar la academia "Hope".