Narra TN

Estaba atada a una silla frente a los chicos quienes estaban dentro de lo que parecían ser jaulas de vidrio atados y conectados con varios tubos en sus muñecas mientras traban de liberarse forcejeando, mientras varios hombre y mujeres se paseaban por detrás de mi hablando hasta que alguien llegó era Sacks.

—  Increíble, déjenme verla, soy difícil de impresionar y esque.... Esto... Jeje, Wau e ivamos a usar conejos pueden imaginarlo tan solo tratabamos de recrear un antídoto — Dijo Sacks tomando mi hombro con burla.

— ¿Para que?.... — Pregunto leo con una voz casi inaudible.

— Repite lo quiero oír tu voz — Le dijo Sacks mirando serio a Leonardo.

— ¿¡Para que!?— Alzó más la voz aplicando un poco de fuerza sobre lo que lo ataba.

— Bueno teníamos un plan, que estamos listos para poner en marcha hoy mismo te enseño ¡Karia! — Llamo este a aquella mujer que hace unos instantes me apuntaba con su arma.

Está fue por un tanque con una mascarilla y comenzó a acercarse hacia mí pero Sacks la detuvo, suspiré aliviada al ver cómo ella retomaba otra dirección y comenzaba a aplicarle aquel gas a uno de sus hombre.

— Conocen mi edificio de la torre Sacks la que tiene un gran chapitel arriba, ese chapitel está lleno de toneladas de toxinas químicas cosas malas malas como eso — Señaló hacia aquel hombre que ahora se encontraba en el piso sufriendo ante la vista de todos.

— En unas horas el destructor soltará esa sustancia en toda la ciudad de New York así la frenecin de muertes sacudirá a gobiernos mundiales en 30 la ciudad de New York será dona de cuarentena y hay es donde entra mi compañía, voy a salvar a todo el mundo con el antídoto que está hecho con el mutageno de su sangre el gobierno le dará a industrias Sacks un cheque en blanco y yo voy a ser rico —

— Chicos — Trate de safarme de  la cuerda que me ataba a la silla mientras aquel hombre totalmente loco siguia hablando.

Sacks se fue y aquellas personas comenzaron a drenarles la sangre a los chicos estaba asustada si aquel hombre liberaba aquellas toxinas Miles no millones de personas morirían y mi padre no voy a perderlo también como pide logré hacer que la silla callera al suelo claro conmigo aún sentada en ella.

— ¡Chicos! Por favor no se rindan por favor, mi padre el siempre está en la ciudad por su trabajo no quiero que muera ya no quiero perder a nadie más por favor no los quiero perder a ustedes también — Les dije al borde del llanto realmente no quería ver a nadie más morir.

— TN... — Levanté la vista viendo en ellos una sonrisa cuando varias alarmas comenzaron a sonar y todos comenzaron a correr Sacks regreso y tomo un tuvo con la sangre de los chicos pero se detuvo y los miro.

— llevaré esto drenen les toda la sangre y tú — Me miro tomo algo Serca y cortó la cuerda — Vendrá conmigo no quiero más retrasos — Comenzó a hablarme del brazo.

— ¡Suéltala no te la lleves! — Hoi gritar a los tres pero aún así no evito que siguieran tirando de mi.

Comenzó a guiarnos hacia un helicoptero con miedo pise el pie de Sacks y este me soltó sali corriendo cuando algo todo Serca mío había disparado pero logré entrar, al estar adentro regrese hasta donde se encontraban los chicos, al llegar observé a abril y a Vern, corri hacia abril para abrazarla mientras algunas lágrimas resbalaban ya por mi rostro, me separé de abril y está me dijo que Rafael estaba peleando con destructor así que sin más fui con los chicos.

— ¡Chicos Doni, Doni! ¿Que puedo hacer? —  Golpe con mi mano varias veces aquel cristal para que me escuchará.

— Adrenalina... — Dijo con dificultad.

— Que.. — Lo mire preocupada.

— Adrenalina —

Mire a abril y ambas comenzamos a precionar botones a lo tonto hasta que dimos con el correcto y comenzaron a reaccionar abril me aparto del lugar para después observar como rompien aquel gran vidrio que los tenía atrapados pero comenzaron a actuar como si fueran niños con inperactividad y corrieron hacia Rafa pero calleron ya que no se percataron del barandal.

— Vámonos andando — Nos indico Vern a lo que lo seguimos.

— Hay que movernos rápido — Grito Leo para comenzar a salir.

— Sacks va volando — Dije mirando al cielo y como se marchaba.

— 19 minutos de vuelo a Manhattan — Dijo Doni levantando sus binoculares.

— Sacanos de aquí Doni — Mustio leo seguirnos a sus hermanos.

Doni se fue a un costado de lo que era la camioneta de Vern cuando grito y los chicos comenzaron a cubrirnos de una lluvia de balas.

— Esas bien — Levanté La vista viendo a leo con una sonrisa.

— Si gracias leo — Sonreí con más calma ya al verlo fuera de aquella situación.

— Somos aprueba de balas — Mustio Rafael causando me una pequeña risa.

— Genial, Puedes conducir el camion — Dijo Leonardo mirando a Vern.

— ¡Si! —

Los chicos comenzaron a pelear  aquellos sujetos para liberar un poco el camino hacia el camión Vern y Abril subieron adelante y yo abrí la parte de atrás para que los chicos pudieran subir, corri hacia ad Lante y subí rápidamente.

— Si sabes conducir esto verdad vern — Lo mire mientras serrana La puerta