Cap 5
Llegué al bazar, me incliné sobre mis rodillas recuperando el aire perdido, miré el lugar en general, y decidí que pasearía un poco, necesitaba distraerme.
Estaba viendo una bonita campera de cuero en una de las tiendas, cuando veo a Harry entrar al lugar con gracia, una sonrisa de orgullo y maldad adornaba su rostro, suspiré dejando la prenda en las perchas, para luego pasar a los puestos de comida, tomé un par de naranjas, estaba por pagar cuando miro de reojo al pirata, todas las chicas jóvenes se estaban babeando por el, algunas le coqueteaban y otras practicamente se le tiraban ensima, sin darme cuenta apreté una de las frutas que tenía en la mano, y por la fuerza que ejercía sobre ella explotó, salpicando jugo en todas direcciones, saqué dinero y pagué sin mirar siquiera al vendedor, para luego salir de ahí.
Decidí ir a ver a Hannah, asi que para hacer mas rápido tomé un atajo por el cementerio, había muchos espíritus y esqueletos charlando entre sí, hasta me tope con los fantasmas solitarios, eran muy molestos y bromistas por lo que decidí ignorarlos, más adelante por un Panteón logre ver a mi amiga salir de ahí, fruncí el ceño apretando el paso, esta chica algo se traía, pensé, sujeté su brazo parandola.
-¡Annah!-salude feliz
-¿Qué onda, Cora?-dijo nerviosa
-¿Qué haces aquí?-curioseé
-ah pues yo... pues...-balbuceo nerviosa-vine a ver a un familiar-mintió
-¡oh!, ¿pero Chronos no estaba en las profundidades del tártaro?-pregunté
-yo nunca dije que fuera mi abuelo...-miró hacia otro lado
-¡vamos Hannah!-golpeé su brazo amistosamente-sabes que puedes decirme lo que sea.
-¡bien!, voy a mostrarte -se giró sobre sus talones metiéndose de nuevo en el panteón, respiré nerviosa, la verdad no me agrada estar aquí, entré y vislumbré lo que parecía una tapa de cemento rectangular cubriendo una tumba, mi amiga recitó unas palabras en latin y éste automaticamente se corrió a un lado dejando ver unas escaleras de piedra que bajaban hacia lo que parecía un especie de sótano. Noté que Hannah fue la primera en bajar yo le seguí, todo el lugar estaba oscuro hasta que el cabello celeste de mi amiga se iluminó como si se tratase de llamas, ahora podía ver un poco mas, frente a nosotras había un pasadizo, en las paredes se iban prendiendo algunas antorchas cada vez que pasábamos, al final solo había un muro, la peli celeste tomó una de las antorchas que reposaban ahí y tiró hacia abajo creando que la pared de deslizara hacia la izquierda dejando ver una habitación, dentro vi a alguien en una silla junto a un hellhound de tres cabezas que lo custodiaba, al acercarme, Alistair, osea el perro levantó su cabeza de en medio.
-hola pequeño-murmure, conocía a la mascota de mi amiga desde que lo trajeron del inframundo cuando era un cachorro, mire a la persona, era un chico que estaba atado a la silla con cadenas de hierro y por lo que noté estas le hacían mucho daño, pues la piel que era tocada se encontraba quemada.No pude verle el rostro pero si sabía que era un hombre, su ropa no era como la típica que se usa aquí en la isla, no esta hecha de cuero sino que traía puesto una camisa, jeans y una chaqueta.-Hannah quieres explicarme ¿por qué tienes a un hombre secuestrado?-cuestioné confundida
-no fui yo, mi padre es el culpable-dijo con fastidio.
-¿y por qué?-quise saber
-cosas suyas-se encogió de hombros
-¿quieres acercarte?, no puedo verlo con claridad-medio bromeé, mi amiga rodó lo ojos antes de ponerse a mi lado, me quede estupefacta cuando pude ver al sujeto mejor, era muy atractivo, aunque probablemente tenga muchos mas años que yo.De repente el hombre comenzó a moverse para luego despertar, pude ver sus ojos eran claros, no podía ver bien, pero estaba casi segura de que eran verdes azulados.
-Hannah-dijo entredientes
-¿qué quieres Apolo?-preguntó la peli celeste fatigada
-¿es Apolo?-chillé-¿tienes a un Dios aquí?, ¡pero tú estas loca!
-se ve que la parte en la que te dije que fue mi padre y que no sé porque lo hizo, no lo entendiste-dijo divertida
-¿tú quien eres?-preguntó el Dios
-soy Coraline-me presenté-hija de la reina de corazones.
-estrecharía tu mano, pero...-miró las cadenas con molestia-estoy atado.
-no hay problema-me encogí de hombros
Yo no se que clase de planes tenga Hades, pero esta demente, ¡por dios! ambos son Dioses y si se arma una guerra toda la isla saldría perjudicada, sin mencionar que nosotros los habitantes probablemente no terminemos bien.
Se empezaron a oír pasos y una sombra azulada se dejo ver por la puerta, mandicion es el padre de mi amiga.
-eh.. Annah, tu padre esta aquí-dije asustada.
-no pasara nada-dijo despreocupada.
Hades apareció en nuestro campo de visión, su pelo estaba encendido al igual que el de Hannah, nos miró a ambas muy serio
-tu y yo hablaremos luego Hannah-gruño el Dios del inframundo-¿Cómo estas, Cora?-saludó alegre.
-muy bien ¿y usted?-pregunté nerviosa
-¡estoy perfecto!-su mirada pasó a Apolo-¡Apolo!, ¡querido sobrino!-dijo con fingido entusiasmo y algo de sarcasmo.
- Hades, ya te dije que no te ayudaré a derribar la barrera-dijo molesto
-queridas, ¿pondrían retirarse?-Hades se giró hacia nosotras, asentí comenzando a salir del lugar, antes de cruzar la puerta miré a Apolo por ultima vez, no quería dejarlo aquí, quería ayudarlo, suspiré, ojalá pudiera hacer algo por él. -fue un gusto conocerte, Apolo-comenté
-¡igual!-sonrió apenas-no te preocupes por mí -guiñó un ojo, asentí un poco confundida para luego marcharme seguida de Hannah.
-oye, cuando llegaste no te veías bien, ¿Qué ocurrió?-preguntó mi amiga
-nada, volví a pelear con mi hermano-dije, la verdad no era por eso, bueno en parte si.
-¿Te parece si vamos al bar del Rufián narigón?, veo que lo necesitas-dijo divertida
-esta bien-acepté-pero esta vez, no tomaré demasiado, no quiero terminar sobre la barra cantando karaoke y bailando como una loca-bromee aunque en parte era verdad.
-oh, pero esa es la parte divertida-rió, no pude evitar reír también.
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