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.-Capítulo 8

•[Sangre]•

«¿Cambiar o mejorar?»

••••••••

El androide veía atentamente a (Tn), sentado en un sofá viejo del departamento. Observaba con curiosidad las atenciones que ella le daba, el amor que le brindaba y los mimos hacia el gato feo. Ella besó la cabeza de Lupy y sostuvo al animal entre sus brazos amorosamente, sentada en el suelo, sin dejar de abrazarlo.

Número 17, curioso, decidió por empezar una conversación acerca de lo que estaba presenciando.

—¿Como puede importarte tanto ese animal?— preguntó de repente, ella levantó la mirada para enfrentar los ojos del androide.

—Pues...es importante para mi, yo lo quiero mucho, es todo lo que me queda— respondió tímida. Él chasqueó la lengua confundido, ¿solo por eso?, ¿un animal puede llegar a ser algo tan importante en la vida humana?

No esperaba un tipo de argumento como ese, aunque la verdad no entendía por completo, el "amor" era algo tan desconocido para él por lo que su argumento le pareció absurdo.

—Hablas demasiado, recuerda que el que manda aquí soy yo, ahora cierra la boca— dijo en tono amenazador, sus ojos azules se clavaron en ella, su gesto era espeluznante.

—Si...— respondió la chica. Pero si él había sido el que preguntó...

Comprender a el androide era un tipo de tarea que no se veía capaz de hacer. Tan solo tenerlo cerca ya era una completa tortura mental, el imaginarse lo que podría llegar a hacerle...¡malditos escalofríos!

Negó seguidamente con la cabeza, moviendo su cabello alborotado. El androide la miró con la cabeza ladeada, ¿y ahora que le pasaba?

Que mujer para más rara.

Peinó su cabello, y dejó esos pensamientos a un lado, le importaba muy poco lo que sienta esa "debilucha" por ese estúpido animal.

¿Un nuevo método de tortura?, quizá podría dejarla colgando de un piso muy alto, escuchar los gritos de terror era como levantar una copa. Escuchar a las personas suplicar solo aumentaba su ego, ser el androide más poderoso del mundo era algo magnífico.

—Bien...— el azabache se levantó de un salto y salió disparado por el balcón, en busca de nuevas "herramientas" de tortura para su presa.

La repentina acción de 17 hizo a (Tn) cubrirse el rostro con los brazos, una gran corriente de aire se desprendía al momento en que él volaba.

Suspiró, relajando su cuerpo de lo tenso que había estado con el androide cerca de ella.

(Tn) aún no podía creer que estuviera conviviendo con uno de los "insensibles", cualquier humano que estuviera en su lugar estaría llorando y suplicando por su vida a cada momento. Los androides eran él terror de todas las personas, y ella estaba ahí, conviviendo con ese terror.

Se puso de pie y caminó hasta el balcón, apoyó sus brazos en el barandal y miró hacia el cielo. El cielo se mostraba un color entre morado y rosado, indicando el pronto amanecer.

Un nuevo amanecer.

Otro día en el que su vida, en vez de mejorar, empeora.

No podía creer la mala suerte que tenía o ¿así estaba escrito su destino?, ¿jamás sería feliz?; era un hecho que todo lo que había vivido era una completa mierda.

Perdió a su novio, vive en medio de una crisis, enferma sin saber cuando será el último día en que vea la luz y lo peor de todo es que de tantas personas, ese maldito androide la eligió a ella para divertirse.

Llevó una mano a su pecho y trató de serenarse pensando en su novio, en aquel chico con el que hizo tantas promesas.

La relación de Patrick y (Tn) no fue tranquila, los padres de Patrick eran muy estrictos con él y se oponían a la relación amorosa que tenía con ella.

(Tn) siempre tuvo que depender de sí misma, un padre que trabajaba cuando quería y una madre alcohólica que venía cuando quería. Los primeros años de su niñez estuvo bajo el cuidado de su única abuela ya que sus padres eran muy irresponsables, lamentablemente ella murió cuando (Tn) tenía 8 años.

Recuerda haber llorado encerrada en su habitación escuchando los gritos de sus padres discutiendo y golpeando las cosas. Jamás hubo paz en su círculo familiar.

Tampoco era muy social, solo tuvo a su novio y una amiga, que por razones, tuvo que viajar a una isla del sur y así separándose por un tiempo aunque prometió que volvería, pero jamás fue así.

Los androides hicieron su primera aparición en ese lugar acabando con todo a su paso, la isla del sur fue completamente destruida. El destino de ella ya era un hecho.

Esta crisis tuvo un inicio horrible y nadie sabe cuando será el final de esta horrible pesadilla.

Cansada de recordar, volvió al sofá que había en el departamento, pero antes, entró en una de las habitaciones y tomó un manta que estaba en el suelo, el frío estaba presente y su cuerpo estaba temblando.

Llegó hasta el sofá y se arropó en compañía de Lupy, que también subió al sofá y se acostó junto a ella.

••••••••

El androide volaba sobre la ciudad buscando los materiales para la diversión. Aterrizó en lo que parecía haber sido un centro comercial y caminó por las tiendas, entró a una que parecía ser una tienda de ropa, estaba abandonada y en muy mal estado.

Comenzó a pasear, dudaba encontrar una soga pero por lo menos puede distraerse un poco o tal vez podría encontrar a algún humano.

«Te amaré más que a mí vida»

El androide se detuvo y buscó con la mirada de donde era el sonido. Caminó en dirección a la zona de aparatos tecnológicos y para su sorpresa, uno de los televisores reproducía una película. Era extraño encontrar una televisión funcionando en un lugar en el que se supone que no había nadie.

Según sabe, los aparatos tecnológicos no son capaces de funcionar o mantenerse sin la ayuda de un humano, por lo que, al pensar en esto, habían humanos cerca de aquí.

«Aquí estaba yo... pensando que la magia no existía, y ahora eso es todo lo que veo cuanto estoy junto a ti»

El azabache levantó una ceja en señal de confusión, una película de romance. No era su tipo, prefería la acción, era más divertida que ver a un par de estupidos besándose.

De pronto escuchó un ruido, una caja caerse, volteó rápidamente y caminó con sigilo, mientras más se acercaba escuchaba voces.

¡Bingo!, premio del día de hoy, se asomó despacio y vio a una niña y un niño sentados jugando con unos muñecos, ambos niños trataban de hacer una casa a base de cajas.

—Eso era el ruido... — susurró el androide, mirando atentamente a los dos niños.

—Espero que mamá esté bien— dijo la niña.

—Volverá con la comida, no te preocupes, siempre vuelve ademas es de madrugada y así aprovecha para recolectar de manera más fácil la comida— respondió el niño mientras acomodaba las cajas.

El androide sonrió, un par de chiquillos esperando a por su madre.

Con que recolectando comida por la madrugada..., los humanos al parecer pensaban que los androides tenían su "descanso" por la madrugada, la realidad es que no era así, tanto 17 como 18 no necesitaban dormir. Su cuerpo tiene la capacidad de mantenerse fuerte sin comer o dormir, pero lo que si necesitan es hidratarse.

Una perfecta máquina de matar, inagotable e indestructible.

Con una onda de viento, mandó a volar la torre de cajas con la que los niños estaban jugando. Caminó hasta ellos a paso lento y sonrió de lado.

—Temo decir que esta vez su mami tendrá que comer la comida sola—

El niño, quien era el hermano mayor, abrazo a su hermanita y se puso en guardia aunque estaba tremendamente asustado, no era difícil reconocer a  aquel hombre cuando su imagen rodeaba los murales y también aparecía en la noticias, junto a la asesina de su hermana.

El androide se sentó de cuclillas frente al niño sin dejar aquella sonrisa aterradora. Sus dedos dieron un chasquido, que por inercia, hizo saltar a ambos niños del susto por lo tensos que estaban.

Solo eran un par de niños.

—Edward, tengo miedo... — dijo la pequeña sin dejar de llorar, el niño tomó su mano para calmarla.

—Cálmate, todo estará bien— el androide rió ante las palabras del niño.

—Deja de engañar a tu hermana, sabes que nada estará bien... — de una manera rápida tomó el cuello del niño levantando lo en el aire y apretando lo con fuerza, ignorando lo llantos y súplicas de la pequeña niña por que deje a su hermano en paz.

De la nada recibió un pequeño golpe en su cabeza, soltó al niño que de inmediato fue abrazado por su hermana.

—Deja en paz a mis niños— giró y encontró a una mujer que temerosa, sostenía una pistola.

Tocó su cabello y lo acomodó, la miró por unos instantes para después ir contra ella, quitándole la pistola y tumbándola contra el suelo, presionando el cuerpo de la mujer con su rodilla y con una mano, sostenía ambas muñecas de la madre, ya era prisionera de su fuerza descomunal. Número 17 sopló su propio cabello, que impedía su vista y colocó el arma en la garganta de la mujer.

—Tus queridos niños verán un gran espectáculo— dijo el androide, de manera lenta y tenebrosa, colocando un dedo en el gatillo y burlándose de los intentos de la mujer por que la suelte.

—¡LARGO DE AQUÍ! — gritaba la mujer tratando de zafarse del agarre del androide quien solo reía.

—¡NO MAMÁ, NO PODEMOS DEJARTE!— gritó el niño llorando y abrazando a la niña que lloraba muy asustada.

—¡LARGO DE A- — el androide, harto de sus gritos, disparó contra la garganta de la mujer dejando escapar mucha sangre y gritos de dolor.

—¡MAMÁAAAA!— gritaron ambos niños al ver la sangre que salía del cuerpo de su madre.

El grito podía resonar en el oído de cualquier persona por lo desgarrador que era. Número 17 no dejó que ella dijera algún adiós, o palabras de consuelo, el asesinato fue de manera fría y rápida, no quería andar con rodeos.

Estando aún encima del cuerpo ya inerte de la mujer, lanzó otro disparo certero en el rostro del niño, callando sus gritos y viendo cómo su cuerpo daba signos de hemorragias internas, la muerte pronta.

—¿Por qué?— dijo la niña, arrodillada en el suelo y de sus ojitos salían miles de lágrimas, el estado de shock la había dejado paralizada en su sitio.

El androide giraba la pistola en su dedo índice, viendo a la niña, quien también lo veía a él sin apartar la vista.

—¿Algo más?— preguntó el azabache.

—Jamás serás feliz— la pistola dejó de girar y rápidamente disparó otra vez, la bala atravesó la frente de la pequeña, quien cayó de espaldas, junto a su hermano.

Número 17 tiró la pistola y salió de la tienda de ropa con los brazos cruzados, gruñendo, se había distraído de su objetivo.

••••••••

Espacio de la escritora:

Holaaaa🥰

Quiero aclarar que este tipo de escenas las hago en referencia a la personalidad del androide, no lo hago por loca. Escribo según relatado el carácter de 17 y 18 por Trunks del futuro, unos "monstruos sin compasión"

Bueno hasta aquí el capítulo de hoy, voten y comenten chicas, las amo💓💓, bye.

•Vale-1817•

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