.-Capítulo 70
•[Lupy...]•
«¿Cambiar o mejorar?»
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Los sentimientos son tan inesperados, la costumbre y compañía construye tantas cosas, crea el hábitat elegido para ti, en el que te sentirás muy bien, aunque no sea para siempre.
Pensar que fue por ese individuo de 4 patas que lo llevó a conocer a su futura esposa, no muy creíble más si entendible. El destino es tan inesperado.
Recibió un ataque de sus garras por defenderla a ella, cuando descubrió donde se escondía. Recuerda que lo agarró por las patas y lo tiró por la ventana de la habitación, jamás había recibido un ataque tan inesperado de parte de un animal.
Y así comenzó la historia.
Recuerda también que (Tn) lo abrazó por primera vez, cuando él quería que el gato se valla de donde la tenía encerrada a ella. Otra cosa más que agradecer a ese animal.
Touché Lupy.
Él no entendía como ella sería capaz de dar su vida por salvarlo, quien diría que llegaría a entender lo que al principio le pareció una tontería.
Cuando se fue acostumbrando a (Tn), se acostumbró a Lupy, él le agarró confianza, recuerda las veces que jugó con él en el sofá, cuando se molestaban entre. Un recuerdo plasmado siempre en su mente fue cuando regresaron a la cabaña, (Tn) y Lupy estaban felices, estaban en su hogar.
Hogar que también se convirtió en suyo.
Formó su familia.
Una mujer humana, un androide y un serval doméstico.
Los animales tienen sentimientos, y fue más que comprobado con la lealtad de Lupy, como cuidó de (Tn). Todo lo que hizo por ella.
Hubiera dado la vida por ella.
La fuerza que tuvo para dejar sin un ojo a Gina, la valentía que tuvo para pelear con un puma de bosque, la fortaleza de su cuerpo que tuvo al sobrevivir mordidas y sangrados. Como quiso levantarse de nuevo a pesar de estar herido por defenderla a ella de esos maleantes.
(Tn) no solo tenía como protector a 17, sino que hubo alguien que fue su protector desde hace mucho tiempo atrás.
Lupy.
El admirable gato Serval doméstico.
17 se encontraba en la cabaña, con Lupy. Ambos sentados en el sofá, con un ambiente triste; los rayos del sol por el atardecer reflejaban en la ventana hacia la sala de la cabaña y allí yacía el Lupy acompañado por el terror de la humanidad, androide número 17. El Serval se encontraba en sus últimos momentos de vida.
Se acababa otra historia más.
La muerte quería llevarse a otro más.
El azabache no quería dejarlo solo.
Lupy no tenía energía, pestañeaba lento y respiraba lento. Sus ojos estaban opacos.
17 tocaba a cada momento al animal, su tecnología inteligente le indicaba signos vitales graves. Lupy ya no podía moverse.
El ciclo de la vida termina.
17 suspiró, resignado.
El androide se levantó del sofá y se sentó de cuclillas, haciendo que su rostro quede a la par con el rostro de Lupy, el Serval lo miró y con esfuerzo, estiró una pata hacia él.
—Hey, ya no te esfuerces....hiciste un gran trabajo— dijo 17, viendo con tristeza a Lupy.
17 suspiró profundo.
Le prometió a su esposa que cuidaría de Lupy, vería por él. No se iría de su lado hasta que el gato feo decida dejar de acompañarlo.
Fue un juramento.
Lo estaba cumpliendo.
—Nunca tuve cercanía a algún animal, jamás pensé conocer a un gato, un Serval, como siempre lo recalcaba la debilucha. Gato feo..., me alegra haberte conocido—
17 tomó con una mano, una de las patitas de Lupy.
Tomó otra bocanada de aire.
—(Tn) dijo que en otra vida todo será mejor, habrá una segunda oportunidad para completar lo que no vivimos aquí. Yo creo en sus palabras, espero que en esa oportunidad también estés con nosotros, no importa que hagas tus jodidas travesuras, quiero que estés ahí— 17 soltó una pequeña risa.
Los signos vitales se debilitaban.
—Seguro que ella te está esperando..., Hey Lupy, a donde vallas...cuídala por mí, yo sé que lo harás— dijo 17 con suavidad. Lupy miró al androide, y soltó un suave maullido.
Se acabó el tiempo.
—Gracias por todo, gato feo— sonrió de lado con la mirada centrada en los ojos de Lupy.
Los párpados del viejo y gran Serval, Lupy, se cerraron.
.
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Sin signos vitales.
••••••••
Cubierto en algunas mantas, Lupy era enterrado al lado de (Tn), en la laguna del bosque.
El androide enterraba a otro miembro de su familia, en el mismo lugar, bajo un inmenso árbol.
No quiso que Lupy estuviera en otro lugar, si el Serval tenía que descansar, sería al lado de su esposa.
Cubriendo ya por completo el cuerpo de Lupy en tierra, dejó la pala a un costado y se arrodilló frente a las 2 tumbas.
Crujió los dientes y se tapó los ojos con las manos, sus lágrimas salían de nuevo. La tristeza era tan horrible e inevitable.
Había perdido a su familia.
Los humanos tienen prestada la vida, al igual que los animales, puede acabarse la historia de cada uno en cualquier momento.
Y eso era lo que detestaba, la fragilidad de los seres vivos.
—Maldita sea...— susurró en cólera el androide.
Se levantó del suelo y continuó con su trabajo. Dejó flores encima de la tumba de Lupy y suspiró profundo.
Colocó la pala en su hombro y salió del lugar volando con dirección a la cabaña.
Llegó y dejó la pala en el cobertizo de (Tn), caminó hasta la entrada de la casa y sacudió sus zapatos antes de entrar.
Entró y cerró la puerta de inmediato.
Que tormentoso silencio.
Se quedó mirando el vacío, su mente revivía recuerdos en la cabaña, momentos que tuvo.
Cerró los ojos.
(...)
—Lupy no arañes el sofá—
—Gato feo, no seas terco—
El androide levantó a Lupy, cargándolo hasta que esté a la altura de sus ojos.
—17, esa no es la forma de cargar un gato—
—Este ni siquiera es un gato—
Lupy, como si entendiera lo que 17 dijo, reaccionó con un manotazo en la cara del androide, haciendo que este lo suelte de inmediato.
—¡Maldito gato feo!— maldijo 17, mientras que (Tn) estaba envuelta en ruidosas carcajadas.
—Te amo mi Lupy— dijo (Tn), abrazando al serval, mientras escuchaba los regaños de 17.
(...)
El crujido de dientes de 17 se escuchó en ese lugar tan silencioso.
Ya lo había perdido todo.
Le tocó vivir a sangre fría todo el sufrimiento que él causó en miles de personas.
Todo es devuelto.
Su felicidad fue pasajera.
Otra vez se quedó solo.
El sufrimiento se pagó con un fuerte dolor, con recuerdos que duelen porque reviven lo que ya no puede ser. Cada muerte que ocasionó fue castigada, cada lágrima que hizo salir, fue derramada.
Nunca en su vida, imaginó sentir este dolor, despreció tanto a los humanos, por su debilidad, sin darse cuenta que la fuerza no solo es representada de manera física, si no también sentimental. Y para que mentir...
Él estaba destrozado sin estar físicamente herido.
Lo había atacado algo que él ni siquiera podía ver, algo de lo que ni siquiera podía defenderse, los sentimientos.
El sentir de un corazón golpeado.
El androide abrió los ojos y se tocó el rostro, lloraba de nuevo, una acción involuntaria.
Se agarró el cabello en desesperación y gritó de frustración.
Pagó todos sus crímenes con lágrimas de sangre.
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Espacio de la escritora:
Holaaa mis chicas, aquí les traigo otro capítulo que la verdad, me ha costado mucho escribir.
He tenido que parar varias veces al escribir la muerte de Lupy por el hecho de que yo también lloraba. Recientemente yo perdí a mi perrito, y me ha costado mucho escribir esta escena.
Pero aún así, espero haberles transmitidos los sentimientos mostrados en este capítulo. Y sobre todo que les haya gustado❤️.
Bueno chicas, esto es todo por hoy, no se olviden votar y comentar qué tal les pareció❤️❤️.
Nos vemos, byeee💖.
•Vale-1817•
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