•[Nuestros recuerdos]•

«¿Cambiar o mejorar?»

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(...)

La madrugada en el departamento.

Me sentí muy asustada ese día, todo estaba oscuro en esa habitación en la que me encerraste, no podía ver nada más que una ventana abierta que se encontraba en una pared, pero no podía alcanzarla.

El sentir que unos ratones caminaban por ahí, ¡me hizo llorar!

Acepto que pensé que eras un completo psicópata, bueno, si lo eres jaja.

Fue más tarde cuando Lupy entró a ese cuarto en ese departamento, siempre me quedé con la duda de cómo había llegado, pero descubrí que al lugar al que me habías llevado no estaba lejos del bosque.

Mi Lupy siempre ha estado conmigo, desde que era un bebé.

¿Sabías que yo te llamaba a ti y a 18 "los insensibles"?

Pues... ¡no pongo apodos de la "hostia"!, pero ese me pareció el más correcto.

Cuando cayó la madrugada y regresaste, ¿recuerdas que pedí que no alejaras a Lupy de mi lado?, no sé de donde saque la valentía y fuerza para abrazarte y detenerte.

"Debilucha", odiaba ese apodo y terminé amándolo.

Debilucha,  jaja si soy.

Esa madrugada que te abracé, sentí un cambio mínimo en ti, tenías el rostro de un niño que aprende algo nuevo.

¿Jamás te habían abrazado?

—El gato se queda— susurraste.

Y te sonreí.

(...)

El androide cerró el libro y suspiró. Ya había pasado una semana desde que su esposa falleció, y como cada tarde, se iba al bosque a sentarse al lado de ella mientras leía el libro que (Tn) escribió para él.

Con Lupy a su lado, ambos reposaban acompañándola a ella.

17 no tenía ánimos para nada, ni siquiera había visto a 18.

Si por él fuera, se quedaría ahí todos los días.

—Vamos— dijo 17 y Lupy lo siguió, iba a regresar a la casa del bosque.

Su hogar.

Caminaron despacio, mientras 17 aún tenía esa mirada perdida, no sabía ni cómo pasaba su mundo.

Con el libro en una de sus manos y Lupy a su lado, caminaba hacia la cabaña, escuchando solo el ruido que hacían sus pies al caminar y pisar ramas u hojas de los árboles.

Abrió la puerta de la cabaña y lo primero que hizo Lupy fue ir a su bebedero, tenía mucha sed.

17 dejó el libro encima de la mesa del comedor y fue a la habitación, cerró la puerta tras de sí y se quedó un rato de pie, mirando todo.

Todo lo que llegó a compartir con ella, las prendas de (Tn) se quedaron tal y como ella lo había dejado la última vez.

La foto de ambos, encima de la mesita de noche era un recuerdo feliz, y a pesar de que su mente recordaba las risas de ambos en ese momento, sus ojos ya estaban por llorar de la melancolía.

Se sentó en la cama y se quitó los zapatos, recordaba que a (Tn) no le gustaba ensuciar el piso de la habitación con los zapatos que venían pisando todo lo de afuera.

"La habitación siempre tiene que estar limpia 17, el higiene es esencial"

Se acostó boca arriba en la cama, quería dormirse y ni pensar en nada más.

Que difícil era.

La tristeza y la soledad son una mala combinación.

Aunque sea, quería escapar de la realidad por un momento a través de sus sueños, su única resignación.

Los ojos se cerraron poco a poco y dejó "descansar" su mente por un momento.

(...)

—No entrarás a la cama con esa ropa sucia—

—Me la quito y ya—

—Date un baño, cochino—

—¿Es necesario?—

(Tn) miraba a su esposo con reproche, ella traía puesto vestido rojo pegado y estaba bien arreglada, también había ordenando la casa y en el comedor olía delicioso, había preparado una gran comida para festejar su aniversario con 17.

Pero el señor androide la sorprendió a ella, llegando a las 4 de la tarde, con su aspecto sucio, traía rota la ropa y también estaba cubierto de barro en varias partes de su cuerpo.

Y no era el único...

Lupy también llegaba cubierto de barro, se sabía claramente a donde habían ido y que habían estado haciendo.

Jugando, olvidaba que 17 pensaba aún como Niño.

—Por supuesto que es necesario, ¿olvidaste qué día es hoy?— preguntó ella.

—Ammm, pues...— 17 buscaba ayuda con la mirada, si tan solo Lupy hablara...

—Cariño, hoy es nuestro aniversario de casados, por eso he preparado comida y me he vestido bien, ademas ya lo había dado por hecho de que lo ibas a olvidar— (Tn) rio al ver la sonrisa nerviosa de su esposo.

(Tn) no se enojó ni nada por el estilo, si no habría hecho, no serviría para ser la esposa del ser más fuerte del mundo.

Y más sexi...

—Perdón debilucha—

—Ve a bañarte 17, pero rápido o si no si me enojaré contigo— 17 le robó un beso a su esposa y se fue prácticamente volando al baño.

—Y ahora..., ¿qué hago contigo Lupy?— (Tn) negó con la cabeza al ver a su bebé cubierto de barro.

—¡17 no olvides que después de bañarte, tienes que limpiar a Lupy!— (Tn) no dijo más y fue a esperar a 17 en el comedor.

Después de que 17 se bañara, fue con Lupy al patio y comenzó a regar agua sobre Lupy tratando de limpiarlo.

(Tn) quedó esperando por varios minutos y al no ver a se esposo aparecer, decidió levantarse de la mesa. Se asomó por la ventana y vio algo muy tierno.

17 arropaba a Lupy con una toalla, secándolo. Esta imagen multiplicó por mil el amor que sentía por 17, no podía con toda esa ternura.

17 reía jugueteando con el gato feo, hasta que pesco a (Tn) mirándolo a través de la ventana y borró su sonrisa, avergonzado. Su esposa solo reía en la ventana.

(Tn) salió al patio y se sentó al lado de 17, dándole un beso en la mejilla y ayudándolo a secar a Lupy, aunque esté animalito no se quede quieto.

Lupy consiguió quitarles la toalla y comenzar a correr con esta en la boca. (Tn) y 17 se apresuraron en corretearlo para quitársela.

Claro, Lupy corrió en círculos al rededor de la casa y 17, a pesar de poder volar, quiso correr con (Tn), aunque ella no tenga su misma resistencia.

La lluvia de la tarde comenzó a caer y a (Tn) no le importó arruinar su vestido corriendo en plena lluvia, a 17 tampoco le importó manchar su pantalón pisando los charcos que dejaba la lluvia.

Pronto, los tres se encontraban acostados en el césped; sucios, con la ropa mojada y algunas manchas de barro.

La lluvia fue momentánea, pero suficiente para empapar a los tres seres habitantes del bosque.

La comida se enfrió, si; pero el momento que pasaron juntos en el patio y las risas imparables no se comparaba con nada.

—Feliz aniversario 17—

—Feliz aniversario, debilucha—

(...)

Los sueños muestran recuerdos en algunas ocasiones, 17 agradecía poder siquiera verla de nuevo en sus sueños. Y aunque sea un recuerdo, daría lo que fuera por vivir todo esos recuerdos una y otra vez.

Pronto la noche llega y el sueño profundo también, en el que solo tú mente se pone en negro y te desconectas del mundo por un momento.

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Espacio de la escritora:

Lo siento mucho la tardanza, tuve unos inconvenientes, pero aquí estoy con otro capítulo para hacerlas llorar, y de paso yo también.

Recuerdos grabados en la mente de 17, también escenas omitidas o agregadas como recuerdos de algunos capítulos pasados, esta faceta de la historia era a la que quería llegar. La verdad me gusta mucho escribir esto.

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, no se olviden votar y comentar qué tal les pareció❤️.

Las quiero mucho, byeee❤️.

•Vale-1817•