.-Capítulo 40
•[Pesadilla]•
«¿Cambiar o mejorar?»
••••••••
—Diecisiete vayamos a ese centro, de seguro hay personas ahí— sugirió la rubia, sentada en el asiento de copiloto que 17 conducía.
—No te desesperes, vamos con calma, despacio es más divertido, ya lo sabes 18— masculló con una sonrisa de lado y aceleró el motor de su auto.
Al rededor de un mes que llevaba lejos de esa humana y hasta ahora todo estaba bien, de alguna forma su hermana cooperó en ayudarle a salir de ese infierno al que llamaba mente, lo único con lo que podía distraerse era destruyendo y jugando, había vuelto a ser el de antes.
O al menos es lo que eso cree.
—¡Aquí hay muchas personas!— dijo 18 bajándose del auto y observando con una sonrisa el lugar.
Era una feria de juegos mecánicos, habían bastantes de ellos, además de una gran cantidad de personas. Niños riendo y jóvenes divirtiéndose, el lugar solo reflejaba alegría y diversión.
—17 vamos a ese, quiero ir a ese— señaló la rubia jalonando a su hermano. Era un tipo de rueda que subía y bajaba girando con personas en ella.
—No jales mi ropa 18— reclamó 17 y ella solo hizo una mueca. Ambos androides caminaron hacia ese juego, sin dejar de mirar a todos lados.
El Ojiazul miraba un lugar en especial, al que llamaban "la rueda de la fortuna", siempre le pareció aburrido ese juego por el simple hecho de que es muy lento además de que solo da vueltas.
Y ahora que lo miraba más detenidamente, eran parejas las que se subían ahí. El androide frunció el ceño al ver una pareja riendo entre bromas y besos antes de subirse a esa dichosa rueda.
—Imbéciles— alzó una mano y preparó una ráfaga de energía.
—¡Espera!, si destruyes el lugar ya no podremos jugar, no seas idiota— 18 se apresuró y golpeó la mano de su hermano, este solo chasqueó la lengua y deshizo el ataque.
Ambos hermanos caminaron hasta el juego, los ojos de 18 brillaban cual niña por la emoción y 17 solo expresaba fastidio y enojo en su mirada, no estaba para nada a gusto en ese lugar.
Y de pronto observó a una muchacha de cabello marrón con un vestido celeste, que estaba de espaldas a él, besando a otro joven, quien era más alto que ella.
Sus ojos se paralizaron al ver tal escena, su vista lo engañó y sus impulsos no pudieron seguir controlándose.
A una velocidad increíble, 17 se desplazó hasta ellos y atravesó con una mano al joven quien solo dio un grito desgarrador por el repentino ataque.
El androide estaba cegado por su ira, sacó su mano del cuerpo del joven y lanzó una ráfaga de energía contra él, para así acabar con su vida de una cruel manera.
La chica cayó de rodillas con la mirada realmente aterrada, el androide volteó a verla y su mirada se enfureció aún más, ella no era su chica, otra vez había estado pensando en ella.
Señaló a la mujer y disparó contra ella, la explosión fue enorme y todas las personas del lugar corrían empujándose entre ella por salvar su vida.
—¡Son los androides, son esos malditos androides!—
La gemela de 17 se encontraba realmente furiosa con su hermano, había arruinado por completo su diversión. Planeaba eliminarlos poco a poco, no de un solo golpe, ademas de que el lugar quedó hecho un desastre.
A paso lento y firme caminó hacia su hermano, aquellos ojos de hielo que compartía con su gemelo estaban más furiosos de lo normal.
Al llegar con él no lo pensó dos veces y lanzó una violenta cachetada al androide, volteándole el rostro.
—¡Eres un idiota, haz acabado con todo!— gritó la rubia y alzó vuelo para alejarse de su hermano, siempre tenía que arruinarlo todo.
El ojiazul solo vio de reojo como ella también se iba, ahora se encontraba solo en ese lugar que hace unos minutos estaba repleto de risas y ahora no son más que manchas de sangre y cuerpos inertes.
El clima se nubló y como si entendiera la situación de 17, comenzó a llover.
Cuando decidió seguir caminando piso una pequeña cajita, era de un color azul y ahora estaba manchada con pequeñas gotas de sangre.
La sostuvo en sus manos y abrió esa pequeña caja, dentro de ella había un mensaje y un anillo, el mensaje en realidad era una pregunta: "¿Quieres casarte conmigo?"
Y entonces pensó en ella, (Tn) le había confesado a 17 que uno de sus sueños era casarse y formar una familia.
Observó su reflejo en un charco de agua que se había formando gracias a la intensa lluvia. Él no estaba programado para hacer tal función, no se veía a él mismo vestido de traje dando él "si" en su boda o tal vez no se imaginaba ver a unos mocosos llamarlo papá, ¡eso si que sería de locos!
Aunque viendo una imagen creada por su cerebro, (Tn) se vería inmensamente feliz de que la llamaran mamá, lástima que él no tenía cabida en esos anhelos.
Trituró la pequeña caja en sus manos, por pequeños acontecimientos su mente le traía gran cantidad de recuerdos sobre ella y eso era lo que menos quería.
—Sentimientos humanos...que estupidez— alzó una mano hacia el cielo y concentró en ella una gran cantidad de energía para por fin reducir a cenizas ese lugar.
••••••••
—Tienes los pies pequeños— comentó el androide sentado en el sofá con (Tn).
La chica había optado por acostarse en el sofá y colocar sus piernas encima de las piernas del androide.
—Mis pies son normales— refutó la joven, acomodando el cojín en el que estaba acostada.
—¿Normales?, ¿que eres?, ¿talla minion?— preguntó 17 para después reír a carcajadas, amaba molestar a (Tn), ella solo chasqueó la lengua.
—Te has quedado traumado con esa película, no se para que te la mostré— respondió ella, tratando de alejar sus pies de las manos del androide.
El ojiazul comenzó a pelear con ella, ya que (Tn) comenzó a darle patadas, él las retenía y en eso hacía cosquillas a (Tn), ella quería mantenerse seria pero no podía evitar reír, tenía cosquillas en todo el cuerpo.
—¡Eso es trampa!— gritó ella y se levantó de su lugar, sentándose en el sofá para jalonear el cabello del androide.
—¡Eh!, el cabello no— dijo él, alejó las manos de (Tn) y la acorraló contra el sofá, presionando su cuerpo con él de ella.
—Esto no es justo, sabes que yo no puedo luchar con tu fuerza— se quejó la joven.
El androide sonrió de lado y deslizó una de sus manos por debajo de la camiseta de (Tn) provocando en ella sorpresa y un sonrojo muy notable.
—Tienes agallas debilucha, cualquier otro ser que se atreviera a jalarme el cabello estaría hecho polvo— musitó él con voz suave y pausada, acariciando la suave piel de (Tn).
—Esto...no son cosquillas, se supone que estábamos jugando 17— reclamó ella, con una expresión de fastidio a lo cual 17 simplemente sonrió.
—Estamos jugando, esto es más divertido...¿no?— el androide acercó su rostro al de la joven, mirándola intensamente.
Sus bellos ojos celestes decían cosas que sus labios no podían pronunciar, todas esas sensaciones que solo lo provoca ella en él, en su alocado corazón.
Sin poder resistirlo más, atrapó los labios de la chica en un dominante beso. Ella correspondió feliz y abrazó el cuello del azabache, atrayéndolo más hacia ella, profundizando aquel hermoso beso.
Ella gimió despacio contra la boca de 17 al sentir como una de las manos del androide se encontraba acariciando sus senos por debajo de la prenda.
Algo había cambiado en todo el tiempo que llevaban juntos, el pudor y la vergüenza ya no eran tan grandes, eran casi nulas, 17 se sentía libre de abrazar, besar y tocar a su mujer, así era como él la veía.
Como su mujer.
Ambas camisetas de 17 cayeron al suelo junto al sujetador y camiseta de (Tn).
El azabache tenía la costumbre de soltar el cabello de (Tn) cada vez que ambos tenían intimidad y esta no era la excepción. Optó por una posición más cómoda, sentándose en el sofá con ella a horcajadas sobre él, desatando la cola de caballo que formaba su cabello que cayó como cascada sobre su delicada espalda.
Los besos reflejaban el intenso deseo, las manos de 17 se deslizaban por la espalda de (Tn), mientras ella se dedicaba a acariciar su cabello.
El androide se deshizo del pantalón de (Tn), dejándola completamente desnuda a su Merced, sonrió con picardía y no tardó en acariciar todo de ella, hoy extrañamente la deseaba más que nunca.
(Tn) estaba un poco sorprendida ante la actitud de 17, a él le gustaba jugar paso a paso y hoy se salteó los pasos, quería ir al grano.
Ella estaba tan concentrada en sus pensamientos que la repentina acción de 17 la agarró desprevenida. En menos de un segundo, ya estaban dentro de su habitación.
El ojiazul se deshizo del resto de ropa que le quedaba, se colocó un preservativo y acostó a (Tn) en la cama, quien solo acariciaba el rostro del ojiazul , el deseo impregnado en su mirada, ahora se encontraba igual que 17.
—mmm...— gimió ella, apretando las sábanas, el azabache sonrió al ver la reacción de ella.
Ambos amantes se entregaron como nunca antes esa tarde.
(...)
—¡(Tn)!— la joven despertó de un susto al escuchar un grito.
Miró a su costado y 17 no estaba a su lado, le pareció extraño ya que era fin de semana y él acostumbraba a quedarse con ella hasta que despertara.
La puerta se abrió de repente y (Tn) contuvo un grito al ver de quien se trataba.
—¡Te tengo buenas noticias!— comentó el joven de cabello rubio a su novia, sentándose en la cama y abrazándola de felicidad.
—¿Pa-Patrick?— balbuceó con un temblor muy fuerte en su cuerpo, ¿que estaba pasando?
—¡Los androides número 17 y 18 han muerto!, ¡por fin somos libres!— informó el joven con una radiante sonrisa abrazando nuevamente a su pareja quien solo sustituyó su expresión de asombro por una de horror y dolor.
Se separó del joven y corrió a su sala, extrañamente estaba vestida. Su vista se dirigió hacia su televisor en el que trasmitían noticias, pasaron imágenes de los cadáveres de ambos androides, tendidos en el suelo.
Cayó de rodillas y llevó sus manos a su cabeza en gesto de desesperación, y gritó. Gritó, gritó y lloró, no pudo contener lo que sentía en esos momentos, gritó su nombre y negaba rotundamente con la cabeza a lo que estaba viendo.
Golpeó el suelo una y otra vez hasta ver sus nudillos rojizos, llorando a mares y gritando al punto de desgarrar su garganta. No podía creer lo que estaba pasando, ella había hecho el amor con él la noche anterior...
—¡(Tn)!— ella volteó a su llamado, vio como Patrick corrió hacia ella y luego desapareció.
—¡Patrick!— gritó ella esta vez, agobiada sin entender nada de lo que pasaba.
—Perdóname debilucha— escuchó ella a sus espaldas, se levantó del suelo lo más rápido que pudo, sonriendo un poco al reconocer esa voz.
Era su 17.
—¡17 eres t- — su expresión de horror volvió a ella, haciéndola caer sentada al suelo con los ojos demasiados abiertos. Era 17, pero estaba gravemente herido, sin un brazo y no tenía pupilas.
—¡NO!—
••••••••
—¡NO!— gritó ella, levantándose de golpe de su cama. Su respiración estaba acelerada y sus manos temblaban como gelatina, ese fue el peor escalofrío que pudo tener en su vida.
Miró a su alrededor y no había nadie, tan solo su pequeño reloj que marcaba las 3:30 de la madrugada. Ni siquiera había salido el sol.
Volvió a acostarse para cubrirse por completo con su manta, sus piernas no paraban de temblar y su cerebro experimentaba una horrible tortura mental al no poder borrar esa imagen de 17.
Entre la oscuridad y el silencio, (Tn) lloró de dolor.
••••••••
Espacio de la escritora:
La pesadilla de (Tn) refleja su miedo, un miedo que ella esconde y es el perder a 17 para siempre. Sabe muy bien que la mente de 17 es vulnerable a pesar de que la capa que lo cubre parece de piedra. Ella lo dejó ir sabiendo ella misma que lo amaba, su corazón anhela su regreso, pero su mente se niega a atarlo a su dolor.
Un rompecabezas difícil, pero no imposible.
En fin, espero que les haya gustado el capítulo, no se olviden votar y comentar qué tal les pareció❤️❤️
Las quiero mucho, bye💖❤️
•Vale-1817•
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro