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.-Capítulo 32

•[Pasado]•

«¿Cambiar o mejorar?»

••••••••

El oxidado ventilador se movía de un lado a otro, tratando de ventilar el salón del hospital.

El olor ahí era extraño, a pesar de ser verano, la temperatura era fría, parecía estar dentro de una congeladora.

El sonido de los zapatos contra el suelo del hospital parecían chillidos, y a veces era molesto. Sobre todo cuando las personas arrastraban los pies. Un fastidio total. También, a cada momento, se veía pasar a personas con trajes celestes y blancos, que caminaban apresuradamente a sus respectivos destinos.

Habían personas en sillas de ruedas, mujeres, hombres, jóvenes. Cabe resaltar que la mayoría eran ancianos.

En medio de ese salón, se encontraba una anciana con una niña, esperando su consulta. Lo raro de eso, es que en medio de esa multitud, ella era la única menor.

De pronto, una mujer con traje blanco hizo su aparición lo cual llamó la atención de varios pacientes, que la miraban con esperanzas de que mencione el nombre de alguno de ellos.

(Tn) (TA), hacer el favor de pasar al consultorio 313, gracias— dijo la enfermera con papeles en mano. Y de la misma manera apresurada en la que vino, se fue.

—Abuela, sigo yo— comentó la pequeña de 4 años y caminó de la mano con su abuela.

—Recuerda saludar (Tn)— musitó la anciana y llegaron al consultorio, la anciana golpeó levemente la puerta de este.

—¡Adelante!— dijo una voz al otro lado de la puerta.

Ambas pasaron al consultorio y lo primero que llamó la atención de (Tn) eran los pequeños rompecabezas que veía en una esquina de la gran habitación. También se sentía un aroma diferente al de casa y la temperatura era más fría.

—Buenas tardes doctor— saludó la anciana y dio una pequeña palmada en los hombros a su nieta.

—Buenas tardes— saludó también la pequeña, en voz baja.

—¡Buenas tardes!, soy el doctor James, ¿tu eres (Tn), cierto?— preguntó en un tono entusiasta, tratando de ganar la confianza de la pequeña, que se veía un poco tímida.

—Si— respondió ella, dándole una pequeña sonrisa.

—¡Que bien!, ¿te gustaría jugar con rompecabezas?— preguntó el doctor con una sonrisa y la pequeña asintió con un brillo en sus ojos.

Él tomó la mano de la niña y la llevó hasta un lado del consultorio, dejándola con unos rompecabezas que tenían la imagen de una mariposa.

—Tome asiento por favor, señora— dijo el doctor y señaló el asiento que estaba delante de su escritorio, la anciana asintió y tomó asiento.

El doctor, imitó su acción, sentándose delante de ella, con papeles en mano.

—He venido por los resultados, ya llevamos casi un mes con esto. De verdad, necesito saber que le pasa a mi niña— comentó la anciana, alzando un poco la voz, preocupada.

—A ver señora— el doctor tosió levemente —hemos sacado pruebas de antígenos y anticuerpos, las cuales requieren extracción de sangre. Además de los análisis de anticuerpos, estás buscan anticuerpos en la sangre o la saliva y por último, pruebas de ácido nucleico, la cuales buscan el virus real en la sangre— informó el doctor, leyendo el historial de la pequeña.

—¿Virus?— repitió la anciana, sin entender.

La anciana, inconscientemente, entrelazó sus manos, nerviosa.

—La última prueba la utilizamos para dar a la luz todo, ya que las primeras no son tan efectivas por el tiempo en el que demoran— dijo el doctor y suspiró.

Dirigió su vista a la anciana, que por su expresión, sabía que algo no andaba bien.

Se sacó los lentes y trató de serenarse, dar estas noticias ya era algo común para él, pero aún así, informar sobre un gran mal en alguien tan pequeño, no era para nada agradable.

Que tragedia.

—Hemos diagnosticado VIH en la sangre de la niña— informó, con las manos entrelazadas sobre su escritorio, viendo directamente a la anciana —Contagio por heridas abiertas—

Todo se detuvo.

Fue como caer hacia un abismo, un impacto directo. Los labios le temblaron y sus ojos se cristalizaron, negando rotundamente con la cabeza.

—¡No!, algo debe de estar mal— respondió la anciana, con la voz temblorosa y quebrada.

—Hemos hecho todas la pruebas señora, todas están correctas y dan positivo, lo lamento mucho— musitó el doctor y dirigió su mirada a la niña, que jugaba alegre con el rompecabezas, sintiendo mucha lástima por ella.

Una enfermedad de por vida.

••••••••

—¡Necesito el dinero!— gritó la anciana a su hija —(Tn) está enferma, y necesita esos tratamientos urgentemente— aclamó la anciana.

La madre de (Tn), venía de una noche de diversión sin saber por el dolor que había pasado la anciana en el hospital al enterarse de la enfermedad de su nieta.

—¡Dile a Paul!, yo no soy la única aquí, ¿Verdad, Carol?— dijo refiriéndose a su madre, bebió un trago de licor —¿que es lo que tiene?— preguntó la mujer, en tono hosco.

Estaba ebria.

—¡Le han detectado VIH!— gritó la anciana a lágrima viva —¡No puedo creer tu irresponsabilidad como madre!—

La botella de licor cayó.

La mujer se levantó del sofá en el que estaba sentada, mirando directamente a su madre, sin poder creer en la noticia.

—¿Que?— preguntó, incrédula.

—¡Si tan solo fueras una buena mujer, sin tan solo pensaras en tu hija!— siguió gritando la anciana, sin poder dejar de llorar —¡Era una maldita indiferente, solo piensas en ti!—

La anciana no pudo seguir manteniéndose en pie, y se sentó en el viejo sofá, sin poder dejar de llorar. La mujer, la cual era la madre de (Tn), chasqueó la lengua y salió de la sala, con dirección a las escaleras.

Subió rápidamente y entró sin cuidado alguno, a la habitación de su hija, en la que ella se despertó por el estruendo de la puerta contra la pared.

—¿Mami?— musitó la pequeña, bostezando.

La mujer no respondió, solo vio a la pequeña incorporándose de la cama con una sonrisa, se colocó las pantuflas para ir hacia ella y abrazarla, sin embargo, la mujer la empujó.

—¿Mamá?— masculló (Tn), triste y avergonzada de que su madre la rechace.

La madre de (Tn), llamada Gina, está sumida en sus pensamientos, viendo a la niña con un rostro inexpresivo y el ceño fruncido.

—¿Que fue lo que hiciste?— preguntó Gina, entre dientes —¿Que fue lo que hiciste mocosa inútil?—

—Mamá yo...— era tan repugnante que la madre de (Tn) trate de hecharle la culpa a ella.

Tan solo tenía 4 años.

Una cachetada hizo caer a la niña, Gina la había golpeado.

La abuela de la pequeña fue corriendo hacia ella, poniéndose a su delante. Gina solo crujió la dientes y salió de la habitación, dispuesta a irse de nuevo.

La niña lloraba abrazada a su abuela, sin saber que había hecho para recibir tal odio por parte de su madre. Siempre trataba de ser una buena niña.

Tan solo quería recibir un abrazo de su madre.

••••••••

4 años después:

—Abuela...— dijo (Tn), con los ojos llorosos y sus manos temblando.

Estaba sentada, en la sala de un hospital de madrugada, junto a la única tía en la que podía confiar y estaba dispuesta a ayudarla.

Ella era hermana de su padre, y algo que la caracterizaba es que era muy empática. Con una leve sonrisa, tomó la mano de la niña y la jaló hacia ella para abrazarla.

Sentía tanta lástima por ella, con tan solo 8 años, había vivido de una horrible manera. Recuerda haber discutido con su hermano Paul por no cuidar de su hija, y le exigía que le de dinero, sabía muy bien que la niña estaba enferma. También le exigía a la estúpida de la madre, pero siempre había una sola respuesta.

"No me jodas, Alice"

—Disculpe, la señora le urge verla— dijo una enfermera, que había salido de la sala en la que estaba la anciana.

—Claro, cariño espérame aquí— dijo Alice y pasó a la habitación, en la que vio tumbada a la abuela de la niña, ella no tenía ninguna relación familiar con la anciana, pero aún así, estaba ahí para apoyarla.

—¿Que necesita, Carol?— preguntó Gina, en un tono suave.

—Te ruego que no la dejes sola, vivirá un infierno si yo no estoy, por favor. Llévatela lejos, cuídala por mí, dale sus medicamentos, es una buena niña, no merece esto— las lágrimas no tardaron en salir de los ojos de la anciana.

—Carol, yo...— no pudo seguir hablando, la voz se le quebró.

Solo optó por abrazar a la anciana, susurrándole entre sollozos que iba a cumplir con su promesa, que iba a cuidar de esa niña. Que estaba en buenas manos.

La siguiente en pasar fue (Tn), quien estaba con los ojos rojos por el sueño y por llorar casi toda la noche.

Con las manos temblorosas y respirando fuertemente, se sentó en la camilla de su abuela.

—Abuela...por favor no— dijo la niña, tomando la mano de la anciana.

—Mi niña, perdóname, he luchado tanto por mantener tu sonrisa, pero ya no podré más, aquí acaba mi camino. (Tn), escúchame, no dejes que esto te gane y sigue adelante, sé que no será fácil, pero tengo fe en que lo lograrás—

—No puedo, yo quiero estar contigo abuela— la niña no puedo evitar romperse —Se supone que estaríamos juntas siempre— la voz quebradiza, las lágrimas resbalaban sin fin, mirando con tristeza al ser que más amo en el mundo, a la que la cuido.

Si querida abuela.

—A donde vallas estaré yo, siempre velaré por ti, no importa donde esté, mi querida niña— (Tn) se subió a la camilla y se acostó junto a su abuela, sin dejar de llorar.

Siendo tan solo una niña, tenía que afrontar cosas tan dolorosas.

—Te amo abuela— susurró ella.

La anciana cantó una canción de cuna, la favorita de (Tn) desde que era solo una bebe, pero ahora, esa canción llegaba hasta el fondo de su corazón al saber, que sería la última vez que la escucharía con su voz.

—"duérmete mi niña, duérmete mi sol, duérmete pedazo de mi corazón"—

Con las manos juntas, acurrucadas las dos y con lágrimas presentes, fue como pasaron su última noche ya que en esa misma.

Su abuela falleció.

••••••••

Espacio de la escritora:

La canción de cuna me la canta mi abuela, (hasta ahora xd), se que no es necesario, pero cuando miramos televisión juntas, ella siempre recuerda cuando yo era una bebe y la canta, la verdad, me gusta mucho❤️

Abuela Carol, una mujer que dejó su vida para dedicarse a cuidar a su nieta hasta el último día de su vida. Podemos ver que ella no ha llevado una buena vida, sobre todo por su hija irresponsable, la madre de (Tn).

Alice es una buena mujer, se dedicará a cuidar de (Tn) y a pesar de no tener ninguna relación con Carol, estuvo con ella el último día de su vida.

¡El pasado de (Tn)!, algo nada agradable para ella, solo ha sido sufrimiento.

Espero que este capítulo les haya gustado, aquí aclaramos dudas sobre la enfermedad de (Tn) y su forma de contagio.

No se olviden votar y comentar qué tal les pareció el capítulo✨❤️

Las quiero mucho, bye💖💖

•Vale-1817•

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