•[Nerviosismo]•

«¿Cambiar o mejorar?»

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El sol salió indicando el inicio de un nuevo día, iluminando la habitación de una bella joven que despertó con pesadez. Se sentó en la cama y se desperezó, estirando sus brazos y piernas topándose con algo, volteó la mirada y vio a 17 acostado a su lado, durmiendo tranquilamente.

Se sonrojó al máximo al recordar lo de ayer, ella se había entregado a él y no iba a negar que lo disfruto bastante.

Se acercó un poco, tapando su cuerpo con las sábanas, el rostro del androide se veía tan tranquilo cuando dormía, parecía inofensivo, sin embargo, ¿las apariencias engañan verdad?

Se levantó de la cama en silencio y caminó por su habitación, cubriéndose con una manta, observando a su alrededor como sus prendas habían quedado en el suelo junto a las del androide.

Rió nerviosa al recordar cómo tuvo problemas para no morirse de la vergüenza al momento en el que 17 se quitó los pantalones.

Siguió con su camino y se detuvo frente a un espejo, soltó la manta, dejando su cuerpo al descubierto frente a el espejo y observó. Logró ver pequeñas marcas en su cuello y senos, marcas de besos y hasta de mordidas, no esperaba que el androide tuviera ese lado tan lujurioso.

Dio un gritito al escuchar como el androide se movía en la cama, dando señales de que ya iba a despertar. Recogió la manta en un instante y se la colocó al rededor de su cuerpo, tratando de expulsar sus nervios.

—¿Debilucha?, ¿qué haces ahí?— preguntó extrañado al verla en una esquina de la habitación.

—Ah...yo solo...buscaba mi ropa— dijo mirando al suelo sonrojada, aún no podía ver la cara de su acompañante.

17 alzó una ceja, ella se veía muy avergonzada y nerviosa. Exhaló fuertemente y salió de la cama, importándole muy poco el que estuviera desnudo, total, ya no hay nada que ocultar.

Ella volteó la cara al ver al azabache de pie frente a ella, ¿no tenía tan solo una pizca de pudor o vergüenza?, 17 se agachó un poco para colocarse a su altura y alzó el mentón de la chica con una mano.

—No tiene importancia— dijo en tono suave para poder calmar los nervios de (Tn) que claramente se notaban, terminó ello con un fugaz beso en los labios de ella y se dedicó a recoger su ropa.

Tenía razón.

Ella suspiró fuertemente, después de todo, no tenía porqué avergonzarse, ella sonrió de lado y comenzó a recoger su ropa pero esta vez con más energía.

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El androide había salido, hoy se encontraba de buen humor, ahora estaba encima de un edificio observando la destrucción de una ciudad la cual estaba muy lejos de (Tn). Con el semblante serio y los ojos cerrados, comenzó a recordar lo vivido el día de ayer.

Un escalofrío recorrió su espalda al escuchar la voz de ella en su mente, aquella forma en la que gimió su nombre, su bello cuerpo retorciéndose bajo el suyo, gozando del placer. La forma en la que ella besó su cuello y arañó su espalda, un día inolvidable.

Lanzó una ráfaga de energía para liberar tensión, estaba siendo azotado de manera inescrutable por los recuerdos de la maldita mejor noche de su vida.

—¿Dónde estuviste ayer?— abrió los ojos y su sonrisa se borró al ver la presencia de su hermana frente a él.

Con los brazos cruzados y el ceño fruncido, le daba los buenos días a su hermano, a su manera.

—En algún lado— respondió aburrido.

"—17...—gimió ella, en un ronroneo, moviendo sus caderas deliciosamente sobre él."

—Mejor dicho, en el paraíso— dijo, soltando una leve carcajada.

Que bello paraíso.

—¿Qué es lo gracioso?— preguntó 18, con los brazos cruzados.

—No lo sé— se encogió de hombros y observó de manera divertida como su gemela comenzaba a enfadarse.

La rubia suspiró, su hermano no tenía remedio.

—Encontré una nueva tienda de ropa, sus prendas son hermosas, pero la mayoría son vestidos— exclamó con disgusto la rubia, no eran de su agrado los vestidos.

—¿Y que vas a hacer?— preguntó él, acostándose en el techo de aquel edificio.

—Destruirla— dijo con una macabra sonrisa, 17 suspiró y negó con la cabeza.

Su hermana sí que era incomparable.

—Haz lo que quieras, no me importa— dijo él y cubrió sus ojos del sol con su antebrazo.

—¿Por que me parece que hoy estás de buen humor?— dijo ella, acercándose y examinando el rostro de su gemelo.

—Estás alucinando— respondió apartando la mano de su gemela que estaba en su cabello.

—¿Que es eso?— preguntó ella.

—¿Que cosa?— preguntó él también con curiosidad liberando su vista.

—Tienes una marca morada en el cuello— señaló ella con la mirada extrañada —¿Acaso se te pegó una sanguijuela?—

—Una deliciosa sanguijuela...— susurró para sí mismo—Debe ser eso, no importa, ve a buscar tu ropa 18– dijo él y volvió a tapar su vista con su antebrazo.

—¡Hmp!, adiós hermano— dijo y salió volando de ahí con un aura de molestia.

—Adiós querida hermana— respondió él al ver que 18 ya se había marchado. Puede ser molesta, caprichosa y hasta engreída pero eso no quita sea su hermana, lo único de familia que le queda en el mundo.

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(Tn) había podido estar tranquila todo el día ya que el androide se había marchado. Ahora ya se encontraba en la cocina, mirando el anochecer por su ventana comiendo una manzana cortada en rodajas.

Había pensado mucho sobre los sentimientos de 17, sobre el amor que él sentía por ella, no podía mentir que le incomodaba un poco, no sabía exactamente cómo tratar de relajarse al pensar que el androide número 17 la ama.

Pensó mucho en él y en Patrick, recuerda que en la mañana sintió una gran culpa por lo que había pasado, ¿el motivo era Patrick?, no había duda.

Su corazón era de Patrick, pero también se sentía unida al androide de alguna manera y sobre todo, esa unión se fortaleció en la noche anterior. No podía culparlo a él, ni siquiera a ella misma. Patrick murió hace ya varios años.

¿Ella era libre?, ¿estaba haciendo una mala acción?

Suspiró agotada, no sabía cómo manejar la situación, ¡era tan complicado!

Escuchó un golpe en su puerta por lo cual se exaltó, dejó la manzana a un lado y fue hasta ella, ya sabía quien estaba detrás de esa puerta. Si tuviera la oportunidad de escapar lo haría, pero...¿a donde?

Exhaló rendida y abrió la puerta, encontrándose con la mirada penetrante del androide.

—Hola— saludó ella y lo invitó a pasar.

17 sonrió de lado al ver las mejillas sonrojadas de la chica.

—¿Que hacías?— preguntó él ya adentro de la casa de (Tn).

—Estaba comiendo...¿y tú?— dijo ella y corrió a la cocina para esconderse y comenzar a limpiar manchas inexistentes.

—Paseaba— respondió, alzando la voz y caminó hasta la cocina, sabía que se estaba escondiendo.

Sonrió de lado al verla sentada aún sin dejar de sonrojarse. Camino hacia ella y se sentó a su lado, quería pasar tiempo con ella.

—Ah, que bien— musitó en voz baja y se deshizo de lo que quedaba de los trozos de manzana, se le fue el hambre.

17 sabía que (Tn) estaba huyendo de él y era comprensible, aún se debe sentir avergonzada. Sin poder evitarlo, se acercó a ella y tomó su mentón para atrapar sus labios en un cálido beso.

Ella soltó el trapo de la cocina por el inesperado beso del androide, su corazón comenzó a latir fuertemente, solo en el momento en que 17 se separó pudo volver a respirar, ¡malditos nervios!

—¡Ja!, si tuviera un espejo en mano haría que te vieras en el, no es una cara que acostumbras a hacer, ¿verdad, debilucha?— rió, señalando en rostro de la chica que comenzó a tornarse rojo.

—¡No te burles!— dijo ella, recuperando su voz y su compostura.

—Es inevitable— comentó él con mofa y ella rodó los ojos. Suspiró fuertemente y decidió cambiar el tema.

—Como sea, perdón por no haberte recibido como se debe, fui grosera— se disculpó ella al recordar su indiferencia cuando el androide llegó a su hogar.

—No te perdono— exclamó él, haciéndose el ofendido.

—¡¿Que?!— dijo —¡Nos seas quisquilloso!—

—No lo soy, no te perdono— se acercó a ella para juntar sus rostros y sonreírle de manera cínica.

—¿Qué es lo que quieres entonces?— preguntó ella hastiada y cansada por la actitud del androide.

17 sonrió maliciosamente ante la pregunta de (Tn) lo cual no fue una buena señal para ella, la sonrisa arrebatadora del androide provocó en (Tn) escalofríos por su espalda por lo que tragó fuerte.

—¿Que quiero?— preguntó en tono lento, casi lujurioso, lo cual despertó las alarmas de (Tn). El androide la miraba intensamente, lamiéndose los labios.

—¡Uy!, mira la hora, ya es tarde, será mejor irme a dormir— se apresuró a contestar al percibir mediante la mirada del androide que era lo que él quería.

Salió de la cocina para oxigenarse mejor, sentía que cada vez que hablaba con el androide se le cortaba la respiración, esa mirada tan penetrante parecía arrastrarla a un precipicio sin fin.

Llegó hasta su habitación y cerró la puerta cayendo de rodillas junto a esta, no podía calmar el temblor de su cuerpo. Esto era demasiado.

Su mente se ponía en blanco al verlo, temblores en su cuerpo y emociones en su corazón, ¿por qué esto tenía que ser así?, ¿Por que se siente así?

Androide número 17.

Negó con la cabeza al escuchar su voz interior, él no podía ser la razón del descontrol de su corazón, ¿o si?

17 me ama.

Lamió sus labios y golpeó el suelo, es extraño lo bipolar que puede llegar a ser.

Justo en este momento, se encontraba sonriendo como una idiota, 17 muestra interés en ella y eso, la pone feliz. Y pensar que anteriormente deseaba que el androide desapareciera, ahora tiene un cariño muy especial por él.

—¿Debilucha?— escuchó el golpe de unos nudillos en su puerta, era él, seguía aquí.

Ella se levantó del suelo y dio un par de saltos antes de abrir la puerta, su rostro no lo expresaba, pero estaba feliz de que él no se fuera.

—¿Te quedarás conmigo?— preguntó ella con un tono suave, apoyándose ligeramente en la puerta.

Él se acercó más a ella hasta casi rozar sus narices.

—Con nadie más— respondió con el mismo tono.

17 no obtuvo respuesta, ella sonrió dulcemente. El azabache rodeó la cintura de la mujer, besándola sorpresivamente. Ella correspondió y lo acercó más a ella, invitándolo a pasar el cual acepto muy a gusto.

Entre beso y beso entraron a la habitación, cerrando la puerta con brusquedad. Tan solo nos queda imaginar qué pasó allá.

Pero había un individuo que los había observado desde el sofá, era Lupy, quien mantenía la cabeza ladeada por el extraño comportamiento de los dos jóvenes. Poca importancia le dio al asunto, lamió su pata y volvió a dormir.

He de pensar que será lo mejor.

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Espacio de la escritora:

(Tn) aún le cuesta acostumbrarse a lo nuevo, aunque ambos no lo sepan, ¡acaban de dar un enorme paso!, esta será la clave para que su relación mejore, solo esperen a que las cosas se den poco a poco.

Creo que todos sabemos que forzar algo terminará mal, ¿verdad?👀

Espero que les haya gustado este capítulo, no se olviden votar y comentar qué tal les pareció🤗.

Las quiero mucho, bye❤️💖💖

•Vale-1817•