.-Capítulo 11
•[Rescate]•
«¿Cambiar o mejorar?»
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El androide llegó en lo que parecía haber sido un centro comercial, sobrevoló por encima de este buscando un lugar adecuado para poder aterrizar. Su perfecta vista le permitía ver con claridad el lugar, sin rastro de algún ser humano, tiendas abandonadas y silencio absoluto.
Gruñó al sentir como la debilucha se movía inquieta en sus brazos, ya queriendo bajarse pero no se atrevía a pedirlo, resoplo y siguió inspeccionando el lugar.
Touché.
—Aquí estará bien— pensó antes de aterrizar en el patio de comidas de ese lugar.
Descendió despacio y observó a la chica, ella seguía colgada de su cuello y con la cabeza enterrada en su hombro, ¿tuvo mucho miedo?
—Hey ya llegamos— habló el androide al notar que la chica no lo soltaba, pero tampoco hizo nada por apartarla. Ella dio un respingo.
—Si lo siento— dejó de abrazar su cuello y se alejó dos pasos del androide mirando el lugar.
—Ve a buscar tu ansiada comida, ni creas que yo la buscaré por ti— dijo el androide y le dio la espalda, ella solo asintió en silencio y caminó por el lugar buscando una tienda que no esté tan desordenada o destruida.
—¡Ah!, me olvidaba, ¡ni se te ocurra escapar o esconderte!, no tiene caso que lo hagas— ella se detuvo y volteó a mirarlo, 17 también la miraba.
—Ya lo sé, solo iré por comida— respondió mientras peinaba su cabello de manera nerviosa, la verdad, si tenía pensado esconderse o escapar, aunque él siempre gana en el juego de las escondidas.
Suspiró.
(Tn) caminó por el lugar resignada hasta encontrar una una pequeña tienda en la que vendían distintos tipos de cosas, entró y para su sorpresa encontró bastante comida, tomó una galleta con desesperación en sus manos y la abrió para comerla rápidamente, tenía demasiada hambre, también encontró agua y tomó un gran sorbo de esta, encontró paquetes de pan, dulces y abarrotes, también encontró comida instantánea.
Se le hacia raro que el lugar esté cuidado, hasta había un microondas que funcionaba a la perfección, puso la comida en este y se sentó a esperar que calentara.
Se sentía rara con el comportamiento del androide, unos días antes estaba apunto de matarla y ahora la lleva a comer, de seguro esta pensando en algo, este comportamiento por parte de él es muy extraño.
Este día era algo sorprendente para ella, jamás había volado a gran velocidad, tenía mucho miedo. Se abrazó a sí misma, la sensación del aire chocando frenéticamente contra tu cuerpo y la velocidad del vuelo le pareció aterradora.
Apoyo sus antebrazos en el mostrador en el que estaba el microondas, faltaba 1 minuto para tener lista la comida y poder siquiera comer algo más apetitoso.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos fuertes brazos que la tomaron por el cuello levantándola del lugar en el que estaba apoyada.
—Pero que tenemos aquí...una linda chica— un tipo de cabello rizado y un bate en la mano la miraba sonriendo con malicia.
—¡¿Como te atreves a invadir nuestro territorio?!, ¡perra descarada!— un tipo de cabello negro y corto abofeteó a (Tn) con los ojos llenos de ira.
—¿Sabes lo peligroso que es invadir este territorio mujer?— comentó el hombre moreno y alto que la tenía aprisionada contra él.
—Y-yo solo bus-buscaba algo de comida— trataba de zafarse de su agarre, pero era imposible, ese hombre tenía mucha fuerza.
—Nos apropiamos de este lugar después de que los androides atacaran, le estamos agradecidos a esos imbéciles, sin querer, su ataque nos trajo beneficios, la mayor parte de este pequeño centro comercial es nuestro— comentó nuevamente el hombre de cabello rizado.
—¿Jefe necesita algo?— otros 4 hombres llegaron y sonrieron al ver a la chica, una presa digna para ellos.
—Si, que todos la agarren, tendremos un poco de diversión muchachos— todos gritaron de alegría y agarraron las 4 extremidades de (Tn) con fuerza y la colocaron encima de una mesa.
—¡No suel-tenme!— gritó de dolor —¡Yo estoy enferma!— advirtió a los hombres, ya sabía lo que querían ellos.
—¿Y crees que no lo sabemos?, en esta época las personas desarrollan enfermedades rápidamente, nada que un preservativo no pueda arreglar— todos los hombres rieron a su alrededor.
—¡NO!— dio un grito desgarrador y los hombres taparon su boca mientras otro hombre destrozó su camiseta.
Ella cerró los ojos con fuerza, llorando, ¿Como llegó a esta situación?, todo le iba mal. Se sacudía y sacudía, no podía soltarse. Solo observó al hombre quitarse la camisa.
Era un desastre. Nadie la salvaría, moriría humillada de la peor manera posible, esto es lo peor que le puede pasar a una mujer. ¿Por que a ella?, ¡¿Por que?!, estaba perdida. Estaba sola.
Dejó de ejercer fuerza, eran muchos contra ella y ya no podía hacer nada. Observó el techo, confundida, solo tenía esperanza en un solo ser, aquel ser malvado que la trajo a este lugar.
Su última esperanza.
Recuperó la energía que le quedaba y mordió con fuerza la mano del hombre que la tenía aprisionada, para poder gritar:
—¡DIECISIETE!—
Una feroz patada hizo volar al hombre de cabello rizado estrellándolo contra una pared. El golpe fue tan brutal, que el cuello del hombre se partió al estrellarse contra la fuerte pared de concreto, llevándolo a una muerte instantánea.
—¡Jefe!, maldito, ¿Quien eres tú?— los otros hombres tomaron sus armas y apuntaron al joven que estaba de espaldas.
—¡Ja!, creo que no soy tan conocido como pensaba, humanos estúpidos— dio la vuelta y encaró a los hombres, el miedo en todos ellos se vio reflejado en sus ojos, era el androide número 17, el que tenía aterrorizada a la humanidad.
—¡Desgraciado!— el hombre moreno disparó contra el androide, la bala simplemente rebotó de su cuerpo.
—¿Piensas hacerme daño con eso?, que ridículo eres— sonrió de lado y los hombres comenzaron a retroceder.
—17...— (Tn) estaba sin palabras, ¿él había venido a salvarla?, ¡no lo podía creer!
De un ágil movimiento, 17 sacó su arma disparó contra el moreno que tenía sostenía el brazo de (Tn).
Comenzó a repartir patadas y puñetes contra los otros, ella fue obligada a levantarse por uno de los hombres y apuntó su arma contra la cabeza de ella.
—Déjanos ir, y no le pasará nada, sé que has venido por ella— la fémina cerró sus ojos asustada.
—Que estupidez, yo no he venido por ella, a partir de ahora, esto será mi territorio, no necesito de unas ratas como ustedes aquí— la velocidad del androide era invisible para los ojos humanos, el hombre que sostenía a (Tn), ahora, estaba con el cuello roto desangrándose en el suelo.
Los otros hombres escaparon rápidamente jurando entre gritos no volver a pisar este lugar.
—¡Si los veo, los mataré!— amenazó 17 viendo correr a los hombres, unos completos cobardes. Su mirada llena de ira se ablandó cuando volteó a mirar a (Tn).
—Vámonos— dijo 17 dirigiéndose a la chica, ella permanecía sentada en el suelo atónita, no podía creer lo que acababa de suceder.—¿Que esperas?— alzó la voz sin parar de caminar, ella se levantó de su lugar decidida a hablar.
—¡17!— el androide frenó en seco, ¡lo había llamado por su nombre!, giró a verla, no se había dado cuenta hasta ahora que tenía heridas y no traía camiseta.—Yo...quería agradecerte. Muchas gracias 17– ella lo miro a los ojos, ella estaba llorando y temblando, por el miedo y horror.
Las pupilas de 17 se agrandaron, ella solo se dedicaba a mirarlo, él se acercó a ella sin decir nada y sin parar de mirarla.
Ella estaba sola, como él.
(Tn) sonrió un poco y secó sus lágrimas, no podía imaginar lo que le iba a pasar en ese lugar. Se abrazó a sí misma buscando calefacción. Hacía calor en esos lugares, sin embargo, el miedo le hacía tener frío.
Número 17 la observo de pies a cabeza, muñecas rojas por los agarres, heridas en el cuerpo y escalofríos mantenían su piel erizada.
El androide no lo dudo más y la cargó en sus brazos, llegando a la tienda de ropa que 18 solía visitar de vez en cuando. Entraron juntos y la soltó para que ella pueda escoger su ropa.
—¿Yo....puedo?— preguntó dudosa la chica.
—¿Para que más te traería?, idiota— eso respondió todas las dudas de (Tn), ella sonrió levemente y escogió algunas prendas, un vestido, camisetas y pantalones. Con todo esto listo en una bolsa, regresó junto al androide que esperaba sentando con los ojos cerrados.
—Yo ya...tengo lo mío— dijo ella, aproximándose las 10:00 de la mañana, (Tn) lucía un bonito vestido de flores y acompañaba esto con unas sandalias, 17 la miró de reojo.
—Entonces vámonos—
El androide salió de la tienda y ella caminó detrás de él sin decir absolutamente nada, solo mirando la figura del androide al caminar. Pasos firmes y fuertes, su camiseta negra y esas zapatillas azules..., tiene un buen gusto por la ropa.
Mirando con más detalle, 17 tenía la apariencia de un joven, no aparentaba más de 20 años, su contextura era delgada y no tenía el porte de alguien amenazante, tampoco mostraba señales de ser un hombre increíblemente fuerte, da por hecho que las apariencias engañan.
El androide giró un poco la cabeza para mirarla sin dejar de caminar, ella dio un salto al ser descubierta y se apresuró en preguntar cualquier cosa.
—¿Cómo volveremos?— preguntó (Tn).
—Tal y como hemos llegado—
Él se detuvo y caminó hacia ella, la cargó otra vez en sus brazos, pero esta vez de una forma distinta, la cargaba como una princesa.
—¡Ah!— ella, algo sonrojada, gritó de la sorpresa tomando su bolso de ropa fuertemente y tratando de que el vestido no se le subiera.
—Volaremos juntos, otra vez— 17 tomó vuelo y ambos regresaron al departamento.
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Espacio de la escritora:
Historia escrita con mucho cariño para ustedes❤️, no se olviden votar y comentar qué tal les pareció el capítulo💖.
Aquí me despido, ¡bye!❣️
•Vale-1817•
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