Capítulo 41
Elena
Ha sido un día muy cargado para mí, sin embargo, necesito complicármelo más. Tener a Hade de frente, dispuesta a contarme secretos de su familia, es algo que he deseado desde que llegué aquí.
—Por el principio, para que entiendas —me aclara antes de dar inicio a la plática y asiento estando de acuerdo. Me pongo cómoda sobre el suave colchón y un escalofrío me recorre la columna vertebral—. Hace siete años Hero y Ashley decidieron casarse luego de dos años de relación. No te voy a mentir, ella me caía muy bien, ¿a quién no? si siempre era muy educada y cariñosa. Mi hijo pensó que era la mujer perfecta, la futura madre de sus hijos —dice y sonríe bajo, mientras niega con la cabeza—, su verdadero rostro salió a la luz luego de la muerte de Mássimo, cuando todos nos enteramos del testamento. Para Hash y Hilary no fue difícil, les dejó una herencia a ambas sin requisitos de por medio. Con Hero, como te conté, no fue igual. La verdad, no sé si lo hizo con la intención de molestarlo incluso después de la muerte, o si sus planes fueron endurecer la ambición de nuestro hijo. Una misión como esa, dónde debería sacar una compañía de la banca rota, y encima, tener una hija dentro del matrimonio, no sería fácil cumplir.
—Definitivamente... —murmuré, imaginando las complicaciones de mencionadas cosas.
—Hash comenzó a presionar a Hero para intentar tener una hija juntos. Hasta que tiempo después las náuseas se hicieron presentes, el malestar ya era evidente. Ni siquiera dió tiempo para hacerse pruebas de embarazo, porque uno de esos días en los que supuestamente fortalecerían el matrimonio con una bendición, mi hijo encontró a Ashley con uno de los inversionistas de su empresa en su propio apartamento.
—¡No...! —se me escapa—, perdón, quiero decir, es muy fuerte.
—Lo fue. Imagínate, Hero se destruyó por completo. De inmediato hicieron los trámites para el divorcio y la echó de la mansión. Tiempo después nos enteramos de que se había ido a otro estado junto a su amante. Dos años atrás se apareció en el apartamento de Hero con Valeria de la mano, le dijo que era suya y exigió su manutención retroactiva por los años perdidos. Imaginé que eran puras patrañas e intenté abrirle los ojos a Hero, pero sus ansias de que fuese su hija y así poder cobrar la herencia lo estaba cegando. El único inconveniente fue que estaba divorciado de Ash, aún así, tenía la esperanza de probar que fue enjendrada dentro del matrimonio. Las cosas se torcieron mucho, Ashley cada vez pedía más y más dinero a cambio de no divulgar a los medios el tema del testamento y el quebraje de la compañía. Finalmente mi hijo desistió de la idea de creerle, y decidió hacer una prueba de ADN, efectivamente no era su hija, y en cuanto se dispuso a enfrentar a su ex esposa, esta ya había huido con todo el dinero que Hero depositó para los gastos de Valeria.
—¡Menuda mujer! ¡Que sucia y malvada! —exclamo en estado de shock, sorprendida por tales palabras. Nunca imaginé escuchar algo tan descarado y maligno como eso.
—Al parecer ahora se trae cosas peores entre manos. Habíamos quedado en un acuerdo tiempo después, ella permitiría que Hero tuviese la adopción y custodia de Valeria y a cambio le depositaríamos mucho dinero cada tres meses. Si ha vuelto es porque se ha dado cuenta de que la información que guardamos es mucho más valiosa que unos cuantos dólares...
—¿Información? —replico, algo me dice que todo lo que me ha contado es solamente el principio del caos.
—Elena, ahora es que voy a contarte eso que Hero no ha querido que sepas.
Se me enfría la piel. Cada célula de mi cuerpo se pone en alerta y siento mis vellos erizarse. Estoy segura de que parte de mi rostro ha perdido el color.
—Estoy lista para escucharla —contesto y tomo una bocanada de aire.
—Hace un año mi hijo decidió buscar una nueva esposa, justo como hizo contigo ahora. Hubieron varias candidatas, algunas de ellas renunciaron en la semana de prueba porque no se creían capaces de intentar tener exactamente una hija, supongo que la pregunta era evidente ¿y si solo tenían varones? Es difícil aceptar un contrato así...
—Espera un momento —la interrumpo—, ¿semana de prueba?
No recuerdo cosa alguna dentro del contrato, a no ser que el mío haya sido el único diferente.
—Los siete días dónde te adaptas a la mansión y se te explican las reglas del contrato hasta que decidas si aceptar firmar o no. ¿No fue así como hiciste?
—Me entero por usted, yo no tuve otra opción, el mismo día que me llevaron los papeles tuve que decidirme. Bueno, la situación de mi padre lo ameritaba urgentemente, pero de igual forma jamás se me dijo sobre esa semana de prueba —contesto recordando esos días, no tengo dudas de ello.
—¿En serio? Bueno, no aceleremos las cosas, quizá tú contrato era distinto ¿no crees?
No, no creo.
—Quizá —articulo, con la mente en duda. Luego tendré una conversación con su hijo al respecto—. ¿Puede continuar con lo de...?
—Sí, como te estaba contando, todas desistieron, excepto Amaia, ella tenía muchos problemas, se crió sin familia y decidió aceptar de inmediato —cuenta y sonríe, esta vez con melancolía—, me decía que nosotros éramos lo más parecido a un hogar. Rápidamente se adaptó a nuestras costumbres, fue excepcional, y Hero la apreció mucho.
Lo último me causa sensaciones extrañas en el pecho. No quiero admitir que son celos, no tendría por qué sentirme así cuando ha dejado claro que fue solo aprecio.
—¿Y qué fue de ella? —cuestiono y se borra aquella sonrisa genuina de sus rosados labios. La veo tragar con dificultad, como si un nudo se hubiese instaurado en su garganta—, Hade, ¿renunció?
Niega rápidamente con la cabeza y toma aire para contestar: —No podría, ya había firmado. Ella lo logró Ele...
—¿El qué? —pregunto inquieta. Necesito que hable de una vez porque la incertidumbre está acabando conmigo.
—El embarazo. Era niña, una sana y anhelada pequeña estaría por nacer.
Por un momento me quedo muda. No encuentro las palabras adecuadas para expresarme y recurro a tensarme por completo. «¿Otra hija? ¿Hero tiene otra hija? ¡Pero qué demonios es esto! ¿Qué hago yo aquí entonces?».
—C... ¿Cómo? —escupo fuera de mí.
Mi cabeza comienza a dar vueltas, a penas puedo mirar con claridad a mi alrededor por lo nublado de mi visión. Mis manos están temblorosas, tengo los labios resecos y el corazón disparado a una velocidad impresionante. Esto es más de lo que esperaba, mucho más.
¡Esto es insólito!
«Aquí estoy, papá, mira dónde me has metido por tu ignorancia y ambición. Caí en un contrato para salvarte donde tendría que sacrificar una parte de mí, y por si fuera poco, quedé perdidamente enamorada de mi poseedor. ¡Dime qué hago ahora eh! ¿Para esto tienes algún plan? ¡¿Existe algún acuerdo que me libre de toda esta farsa?! ¿Qué hago yo en una familia que oculta tantos secretos?». Grito para mí misma, como si mi padre pudiese escucharme.
Desde qué llegué aquí no he vuelto a saber de él, ¡y para qué! no me interesa nada de su basura de vida, menos ahora que las cosas se han volcado de una forma tan violenta.
—Todavía lamento lo que le hicimos, porque sí, yo debí darme cuenta de su estado. En cambio me cegué por completo y terminó sucediendo lo peor. —Y diciendo esto se derrumba en un llanto deplorable. Jamás pensé ver a la elegante Hade Clark llorar de este modo, y justo como ella hizo conmigo en el jardín, me lancé a abrazarla con fuerza.
«Ahora necesito que me aclare qué significa lo que ha dicho. ¿Sucedió lo peor? ¿A qué se refiere?».
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro