Capitulo 22
-¿Muso?-arqueó una ceja Ayame, al girar a sus espaldas se encontraron con ese extraño hombre quien estaba tras de ellas
-¡waah está cerca de nosotras! ¡Sango levántate!-alzó la voz la pelicaoba tomando los pies de la chica y Ayame los brazos
-¡les dije que esperaran afuera!-regaño Kagome viéndolas llegar a ella
-es que... la luz de Kaguya nos guió jajaj-rió Ayame mientras Miroku tomaba a la castaña entre sus brazos
-tu... miserable-arrugo el seño Bankotsu observando a Muso
El hombre de falta entubada blanca apegada a sus piernas y con accesorios dorados en brazos y cuello simplemente sonrió altanero sin importar que las personas presentes le atacaran, en especial el moreno que al verlo... estaba que saltaba para matarlo.
-Bankotsu, estas vivo aun-
-y tu más engreído que desde la última vez-murmuró él con disgusto
-¿ese tipo no es el Dios del... Caos?-preguntó Rin sorprendida
-se suponía que falleció en la batalla...-entrecerro los ojos Kagome-no puedo creer que el libro de la mitología egipcia esté equivocado otra vez-
-atras-advirtió Sesshomaru a las dos mortales quienes retrocedieron y se colocaron tras ellos junto con Miroku y Sango en brazos-ese hombre puede que lo vean débil, pero es más peligroso que el mismo rey del Perla Negra-
-en fin, ¿qué hay de bueno? Tanto tiempo ha pasado-suspiró cruzando sus brazos
-Muso... ¿en verdad eres tu?-interrogo Naraku, el ser lo miro sin expresión alguna hasta que sonrió con ironía
¿El muy imbécil aún no lo sabía?.
-Naraku, gusto en verte otra vez-agregó-claro, han pasado ya 3.000 años desde aquel entonces-
-¿qué fue lo que te pasó?-volvio a interrogar con voz alta-en aquella batalla haz desaparecido... desde ahí no haz vuelto a la pirámide-
-¿mm? Oh claro, tendré que confesarlo... ¿o no?-
-confesar... ¿qué?-
La confusión se presentó en aquel lugar sumergiéndose un profundo silencio. Ante esto, Shippo aprovecho y con cautela tomó a Soten para llegar a donde estaban los demás donde en el camino tomó la lanza de su diosa sin dudar llevándosela a ella, fueron recibidos por las féminas arqueólogas que enseguida protegieron a ambos niños, no querían que les pasara algo malo ya que eran los únicos infantes de aquella pirámide.
-¿qué esta pasando?-pensó Kagome recibiendo la lanza dada por Shippo-¿qué es... lo que tienes que confesar?-el preguntó llevándose las miradas de los demás-¿es algo relacionado con Kikyo verdad?-
-eres su reencarnación, supongo que estoy obligado a hacerlo-comentó sin más aún cruzado de brazos, esa mujer es la viva imagen de la antigua diosa
Por tan solo recordarla le hervía la sangre a más no poder.
-¡entonces di lo que tienes que decir y se acaba el conflicto!-dijo ella
El Dios sonrió frunciendo el seño, tal vez no les guste pero hecho esta hecho y no se arrepentía.
-yo fui quien causó la muerte de Kikyo-habló
La respiración de Naraku se detuvo mientras que Kagome y los demás estaban impactados por la reciente declaración.
-¡no es cierto! ¡ella murió en mis manos! ¿¡como es que tu eres el responsable de su muerte!?-preguntó una vez más el rey mientras que las subordinadas se acercaban a él
-¿cómo osas decir eso? Muso, tu estabas peleando conmigo-aclaró Bankotsu
El chico río sin poder creerlo, era cierto, solo él sabía de lo que pasó aparte de la muerte de Kikyo.
-¡maldito!-gritó Inuyasha de coraje listo para atacarlo, la azabache se interpuso en su camino y el de los demás puesto que también iban hacer lo mismo a excepción de Miroku
-esperen, hay una explicación para esto-
-¡pero...! ¿Que significa todo esto?-exclamó Inuyasha consumido por la furia, Kagome ablando su mirada
-si hablamos, tal vez no haya peleas...-dicho esto y se dirigió al ese Dios-estoy segura que el rey no está contento por eso, ni mucho menos yo... entonces exijo una clara explicación, no me importa si eres de la pirámide vecina, todos aquí necesitamos saber lo que en realidad ocurrió hace 3.000 años con la antigua diosa legendaria-
-esto parece como...-murmuró Rin, Ayame la miró curiosa-si ese malentendido estuviera por revelarse-
La pelirroja abrió los ojos, ¡cierto!, aquel malentendido que nunca se supo y el cual causó la separación de ambos reyes, matando a una de ellos.
-confiesa...-le apuntó el arma Naraku, Muso simplemente sonrió
-fue cuando tu decidiste quitarle la perla a Kikyo, algo que me he arrepentido haberte apoyado-comenzo a relatar entre dientes
---
-¿le arrebataras la perla?-la pregunta de Muso se escuchó en aquel salón donde estaban solamente él y Naraku
-es el objeto que más deseo... supongo que la diosa de ese reino no sera tan fuerte como para vencerme-
-entonces creo que no necesitarás de mi ayuda, usted puede hacerlo por si sólo como siempre lo ha hecho-sonrió él
Naraku asintió pensativo, iría ahora mismo a aquel reino donde habita esa diosa legendaria y le arrebataría la perla para después... apoderarse de ella y destruir al Celestial junto con la mujer, los guardianes que la acompañan y los habitantes.
***
Pasaron horas y nada que regresaba, algo que ya lo inquietaba dudando que el rey pudo haber sido vencido por una simple mujer con poderes espirituales, no era tan débil como todos creían.
-¿dónde esta Naraku?-apareció Kagura tras de el, Muso chasqueo molesto
-esta atendiendo unos asuntos personales... vendrá enseguida-dijo, la diosa de los Vientos alzó los hombros restándole importancia y se adentró al palacio donde estaba Kanna-maldicion... ¿dónde te metiste?-pensó con la finalidad de ir a buscarlo
Se levantó del gran escalón decidido en emprender su viaje, pero lo vio. El rey del Perla Negra llegó caminando con lentitud, parecía pensativo y notó que no traía nada en sus manos.
-¿lograste arrebatarselo?-preguntó rápidamente
Naraku detuvo su andar y lo miró, estaba... ¿confuso?.
-no, tiene un increíble poder... casi me mata y por eso huí de ese lugar-mintió y se adentró al palacio
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-ese día... fue cuando la conocí en persona por primera vez-comentó el rey aún con dubitativo con el tema
-vaya, si lo recuerdas-dijo Muso riendo
-no entiendo... ¿qué tiene que ver eso con que la hayas matado?-preguntó esta vez Abi, prácticamente era la misma pregunta que todos se hacían
-espera hasta el final diosita Abi-suspiró el chico y dirigió su vista a donde su rey-cuando me dijiste que no pudiste contra ella, mentiste... fue ahí donde supe que mantenias una relación en secreto con Kikyo, es decir... pude predecir que sentías algo muy especial por ella-
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-¿¡no atacaremos al Celestial!?-interrogó alterado el hombre-¿con que razón? ¿No y que ibas a desatar una guerra contra ellos después de poseer la perla?-
-e decidido que mejor no presenciar batallas contra ellos...-murmuró-me odiaría si llegase a matarlos-habló para si mismo
Muso escucho esa oración y frunció el seño, esa misma noche decidió espiar al rey llevándose una ingrata sorpresa donde este mismo... se estaba besando con una mujer de cabellos lisos, es decir, tenía encuentros con la diosa legendaria. No hay duda, en pocas palabras, Naraku estaba completamente enamorado de la diosa de Shikon... una novedad que lo salir de ese asqueroso oasis y regresar al su reino natal.
No le importaba que fuera su rey, ¡pero ese miserable estaba ciego! No permitiría que el nombre del Perla Negra estuviera manchada por su culpa.
***
Han pasado casi 7 meses desde aquel encuentro y el rey no estaba muy contento que digamos. No logro comunicarse con ella y si lo lograba no respondía... y lo que más lo atormentaba era el ¿por qué?. Sus cartas eran demasiadas sigilosa como para que llegase a ella. Entonces ¿qué habría pasado? ¿Acaso..?.
-Naraku-
Era su voz, la reconocía en cualquier lugar donde fuera, esa voz dulce que lo derritió por completo cuando logró oírla por primera vez. Giró sorprendido a su espalda y la encontró en la entrada del palacio, parpadeo sus ojos al verla tan... indiferente, tan fría y distante, no era ella ¿o si?.
-Kikyo, cariño ¿qué haces aquí? Sabes que no podemos...-bajó por los escalones y paró en seco cuando vio a su amada prepar su arco y flechas y apuntarlo-¿qué...?-
-me enamoré perdidamente de ti, pero lo nuestro no está bien...-fruncio el seño-¡asi que te mataré en este instante y la paz que este mundo se merece vuelva como antes!-dicho esto, disparó la flecha
El objeto se impactó contra el hombro de su oponente y seguida de otra cerca del corazón, este se desplomó en el duro piso sin poder creer lo que veían sus ojos. ¿Acaso... Kikyo lo traicionó? ¿la mujer que tanto amaba en ese mundo... se arrepintió después de haber hecho el amor la noche anterior y de todo lo que vivieron en sus encuentros clandestinos?.
Las preguntas daban vueltas su cabeza, causándole su inconsciencia al instante y donde la sangre de su cuerpo se derramaba cada vez más. Lo único que su cabeza recordaba, era a ella... con su pose de impotencia y una sonrisa que jamás había visto en su dulce y pálido rostro.
2 meses después...
-Muso-llamó Naraku
-¿diga?-
-preparen todo... atacaremos al Celestial ahora y, mataremos a sangre fria-
Esto hizo sonreír al Dios del Caos, Naraku después de haber recibido el ataque de la supuesta diosa legendaria, quedó inconsciente perdiendo una considerable cantidad de sangre a lo que a tiempo pidieron auxiliarlo rápidamente. Esos últimos meses fueron un gran reto para el rey, con su mirada perdida pensando en lo que vivió hace tiempo atrás, y sus dudas volvieron a su cabeza.
La persona que mantuvo firme en su ser había vuelto otra vez... y esta vez con una mirada escalofriante capaz de destruir todo lo que llegase a su paso.
Sonrió victorioso ante su cometido, logró separar al rey del Perla Negra de la diosa del Celestial, definitivamente.
***
Los escombros y los gritos de los habitantes se escucharon en todo los reinos pertenecientes a la pirámide Shikon, las familias trataban de huir de sus agresores donde unas tenían la suerte de vivir y otras, las desgracias las perseguían hasta que sus vidas fueran acabadas en manos ajenas.
-esto es emocionante, ¿¡no es así Bankotsu!?-sonrió Muso chocando su espada con la del rey Escorpión-¡una vez que todo termine mataremos a tu diosa y le arrebataremos la perla! ¡Así que no te resistas más y déjate vencer!-
El moreno lo empujó y se apartó para posicionarse con mayor comodidad y atacar nuevamente.
-tanto los guardianes como los reyes y dioses ¡no permitiremos que nos arrebaten a la única persona que confiamos profundamente de sus habilidades para protegernos!-
-¡hmp! Te aseguro que es demasiado tarde...-murmuró atacando y observando la confusión en el rostro del chico
***
-ya pueden estar tranquilos, esta bien sepultada-habló Kaguya con un aire de tristeza
-¡no pudimos salvarla!-se arrodilló Inuyasha con lágrimas en los ojos-¡lamentamos nos ser de utilidad para ella!-
La diosa suspiró mirando el oscuro cielo de Egipto, no solo ella lamentaba la pérdida de la diosa Kikyo sino también las demás incluyendo a los sobrevivientes de esa era. Los habitantes del Celestial fueron masacrados en su totalidad quedando solamente aquellos habitantes del reino Escorpión.
-tranquilo... hicieron lo que pudieron-sonrio ella colocando una mano en el hombro del guardián
Después del merecido funeral de la diosa legendaria, todo estaba en silencio y Kaguya decidió irse a escondidas de esas tierras llevándose a la recién nacida ocultada en su espejo junto con el cuerpo cálido de su madre.
-¿te iras?-preguntó el moreno, ella asintió
-no se los cuentes hasta que llegue la hora Bankotsu... ella reencarnará y será dentro de unos muy largos años-informó, el chico abrió sus ojos
Eso no lo vio venir.
-pero... ¿y la fuente?-
-la fuente estará bien... seguirá produciendo agua para que puedan vivir mucho más, no se preocupen por eso-dijo y miro el cielo acompañado de la luna llena-quiero que al pasar de los años estén ocultos... hasta que llegue ese día, mientras tanto yo iré a un lugar lejano cuidando del fruto del amor de Kikyo y Naraku-miro a Bankotsu-puede que regrese dentro de unos largos milenios-
Dicho esto, se despidió solamente de él y se largó del lugar. Siendo vista por el Dios del Caos quien la siguió desde las sombras hasta ahora que pasaron 3.000 años desde aquel suceso.
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-¿ese fue... el malentendido?-arqueó una ceja Ayame
-se hizo pasar por Kikyo...-pensó Kaguya y de repente apareció un tik en su cabeza-¿¡no me digas que utilizaste la técnica del espejo!? Cambiaste de apariencia para que Naraku no dudara y atacarán a Shikon-
El Dios aplaudió pausadamente.
-astuta como siempre Kaguya, tu técnica fue demasiado útil a decir verdad-
La mujer lo miró furiosa.
-okay, el malentendido fue; el Dios del Caos quien es perteneciente al Perla Negra se hizo pasar por la diosa Kikyo con el fin de no manchar el nombre del reino-anotó Sango desde los brazos del guardián
-Sango ¿estás despierta?-
-desde que comenzó el relato-sonrió traviesa, a Rin y Ayame la miraron de reojo
-¿quisiste la perla verdad?-comentó Kagome, por alguna extraña razón... esto terminaría mal
-y no sabes cuánto mi estimada diosa... no ataque a tu generación precisamente por eso, no sabia donde estaba la perla y estaba muy lejos como para regresar y atacar-confesó él-aunque debo decir que si he estado vigilando por décadas... hasta llegar a la tuya-
-todo por una perla...-suspiró Rin
-es decir... traicionaste a tu propio rey, ¿o me equivoco?-preguntó Koga
Muso sonrió aún más.
-y para acabar con esta desgracia... debo eliminar lo primero que se me cruza en la mente-
Dichas estas palabras, el chico creo una esfera amarilla en su mano y la lanzo hacia ellos donde los mismos guardianes se colocaron en guardia colocándose al frente de la diosa legendaria junto con los demás dioses, las chicas y los niños.
-¡NO!-trató de detener Naraku el fenómeno y para su mayor sorpresa
La esfera se desvió de su camino y aterrizó al único lugar donde los guardianes protegían durante años y que era algo muy importante para ellos y para los que habitan en la pirámide. Era prácticamente el epicentro de esa ciudad... y que explotó no dejando restos de esa estructura tan fantástica.
Al ver con claridad, Kagome abrió sus ojos con cierta indignidad y las ganas de llorar se hicieron presentes en todo su ser, la furia estaba que la dominaba por completo.
-la fuente... ¡destruyó la fuente!-
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Lo prometido esta... bien mis queridas nos leemos en la próxima semana! Después del estreno del cap 14 de Yashahime jujuju.
En fin.. la sorpresa es la siguiente, estoy planificando una secuela de Amor Egipciooooooooo!!!!!!!😍😍😍😍 díganme díganme que les parece?? Este podría ser su regalo de fin de año, por cierto! Que tengan todos un Feliz Año Nuevo! Esta escritora las quiere muchísimo por su gran apoyo que le dedican a ella! Y no saben la felicidad que me causa al saber que poco a poco mis historias vayan recorriendo por los ojos del mundo👀🥺💝.
No olviden sus comentarios y estrellitas que las estaré leyendooo, nos leemooss💗
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