Al día siguiente...

Las chicas se habían levantado un poco temprano puesto que querían arreglar el toldo con ayuda de varios hombres que habitaban en el lugar para así brindarles más sombras frente de la pirámide y arreglar otras cosas más y poder empezar a trabajar alrededor de ella.

-menos mal que traímos unos abanicos-habló Ayame para después brindarse un poco de aire con el objeto

-y eso que dijiste que era un "grandioso lugar"-sentenció Rin tomando un poco de agua y observó a Sango dirigirse a ellas con un material doblado en manos

-he traído los instrumento necesarios-informó colocándolo en la mesa donde estaban las jóvenes desenvolviendo el material de piel

-entonces empecemos-agregó Rin-¿Kagome?-llamó al no notar la presencia de su amiga

-aquí-dijo la azabache apareciendo tras de la peli-roja, miró a sus amigas y luego los intrumentos, tomó una brocha y caminó a su izquierda hacia la pirámide sin decir nada

-es mi imaginación o es que Kagome esta...-comenzó Rin

-desanimada-terminó Sango observando el lugar donde se había ido su amiga

-debe ser por el calor-asegura Ayame levantándose de su asiento-empecemos ahora-dicho esto las dos jóvenes asintieron y tomaron diferentes instrumentos como; mini martillo, otras brochas entre otros y se dispusieron a trabajar

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La azabache iba un poco distraída pensando de lo de ayer, se dispuso a trabajar con la pequeña brocha quitando el polvo arenoso en la pared de la pirámide que por cierto, en la parte donde eligió le brindaba mucha sombra para su suerte le gustó. Tomó un pañuelo en su bolsillo diferente al de su cuello, y lo pasó por su sudorosa frente , había mucha calor en ese lugar y eso que tenía el cabello recogido, digno de Egipto, lo admitía odiaba el calor pero eso no hace que su carrera se arruinase por ese clima.

Siguió con su tarea y sin querer se tropesó con una roca y cayó de rodillas apoyándose con ambas manos para no caer completa, se levantó y sacudió sus rodillas y algo le llamó la atención, a los pies de la pirámide había un objeto muy enterrado que brillaba mucho, se acercó colocándose de rodillas y con su brochita apartó la arena y descubrió que era una perla rosa pálida, siguió apartando la arena y con cuidado sacó la esfera que a los lados de ella había una cuerdita negra muy fina y brillante en modo de un collar, era preciosa, se levantó y se dirigió hacia sus amigas que aún estaban buscando en la pirámide.

-oigan, encontré algo-avisó y las chicas la miraron y se acercaron-es una perla, la encontré a los pies de la pirámide muy enterrada-explicó observándola

-¡oh dios santo!-expresó Sango tomando la esfera muy sorprendida-es... la perla de Shikon-

-¿la perla de Shikon?-interrogaron las demás confundidas y la castaña asintió devolviéndosela a la azabache

-si, por lo que leí, es la perla que representa a la pirámide-explicó y miró a Kagome-que raro que haya estado a los pies de ella-

-espera, si representa a la pirámide ¿no crees que debería estar dentro de ella?-preguntó Rin y las chicas pensaron, puesto que tenía razón

-que curioso-espetó Ayame mirando la perla

-y muy extraño, ¿como llegó esta esfera a los pies de la pirámide?-interrogó Kagome para sí misma mientras levantaba la perla al cielo y verla mejor

Pero no contaron que la perla brilló frente de ellas, haciendo que estas se cubran los ojos por la inmensa luz, gracias a que el sol contactara a la perla haciendo que esta brillase y apareciera un destello de luz rosa dirigiéndose a la puerta de los signos y símbolos que estaba muy al frente de la muchachas.

Una especie de puerta subterránea apareció bajo la puerta absorbiendo un poco de arena y las jóvenes retrocedieron rápidamente puesto que miraron hacia atrás notando algo que se abriera y por eso retrocedieron para no caer. Las personas que trabajaban en las otras pirámides vieron lo ocurrido y se acercaron, Kagome se acercó más y observó abajo y lo oscuro que estaba, Myoga apareció y se detuvo al lado de Rin y miró abajo sorprendido, todo estaba oscuro y daba miedo adentrarse ahí.

-mm ¿algo que explicar?-le interrogó a las chicas que aún estaban muy sorprendidas

-eh, Kagome encontró una esfera y la levantó para verla mejor y nos sorprendimos que esta brillara por el sol haciendo que saliera un destello de luz rosa e hizo que tocara la puerta de los símbolos abriendo esta puerta en el piso-explicó Rin rápidamente y Myoga intentó descifrar todo lo que dijo

-oh ¿en serio? ¿Y cuál esfera seria esa?-preguntó

-la perla de Shikon-respondió Ayame y el anciano la miró perplejo e iba a contestar pero la azabache interrumpió

-deberíamos bajar-informó llegando a ellos

-¿¡¡que!!?-preguntaron las tres asustadas

-muestrame la perla Kagome-pidió el anciano y la chica le mostró la perla, no la tocó sino la observó-¿como la obtuviste?-preguntó mirandola serio

-tal y como lo dijo Rin-se encogió de hombros-pero la encontré a los pies de la pirámide-dicho esto Myoga volvió a ver la perla, las tres chicas estaban inquietas y Kagome estaba más tranquila pero a la vez nerviosa observando la perla, Myoga suspiró

-¡señores! ¡Al fin encontramos algo!-informó el anciano alegremente haciendo que los habitantes aplaudieran y gritaran felices, las jóvenes estaban confusas-felicidades chicas esto es un paso más para descubrir qué es lo que realmente pasa en esta pirámide, ¿ahora que harán?-

-investigaremos abajo-contestó la azabache tranquila mientras caminaba hacia el toldo donde estuvieron para buscar las linternas

-¿¡¡que!!?-volvieron a preguntar las chicas más que asustadas, Myoga solo la observó dirigirse allí, vaya agallas tenía la aprendiz seguro encontraran más que una simple entrada a la pirámide, Kagome regresó con dos linternas y se la entregó a Sango, esta confusa la miró asustada

-¿¡y por que a mi!?-

-¿no y que querías investigar lo que hay aquí?-alzó una ceja

-si pero...-no terminó la frase ya que Kagome se detuvo casi en la orilla de la puerta, primero revisando y luego colocó pie dentro dando a entender que había una escalera para ir abajo y se adentró-¡¡espera!!-dicho esto se adentró junto a ella

-ustedes tambien-dijo Myoga refiriéndose a Rin y a Ayame, estas asintieron un poco inseguras y corrieron abajo puesto que Sango estaría un poco cerca de ellas, el anciano las miró y se giró-¡ustedes continúen!-

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Las cuatro aprendices bajaron con mucho cuidado y supieron que eran mucho escalones largos siendo la chica azabache que estaba más adelante, revisaban cada rincón con la linterna y Ayame pudo divisar que había fogones colgando en las paredes y supuso que podían prenderlos con facilidad.

Llegaron hasta tocar piso, la castaña apuntó más allá la linterna y no había nada más que una pared enfrente de ellas, donde había una figura de una mujer con un vestido blanco hasta arriba de las rodillas muy apegada a su cuerpo, cabellos largar negros y lacios adornado con una aro dorado alrededor de su cabeza y al frente una cabeza de una serpiente Cascabel, ojos chocolates y fríos, en una de sus manos obtenía un cetro de rallas amarillas y verdes.

Las aprendices la observaron detenidamente y se dieron cuenta que en el cuello de ella estaba colgando la perla.

-¿quien es ella?-pregunta una tímida Rin al ver la figura femenina

-es Kikyo...-contestó Ayame-la protectora de la perla de Shikon, pero por desgracia murió gracias a que un Anubis la atacó en una de las tantas batallas que ellos recreaban, tenía sus cuatro guardianes personales pero ellos estaban tan ocupados protegiéndola que no se dieron cuenta que tras de ella se acercaba esa criatura y la hirió gravemente-explicó frunciendo el ceño

-despues de esa tragedia la hicieron cenizas y... desde aquel día no supieron más de sus guardianes, supuestamente murieron en la guerra pero nunca creí en eso-terminó Sango para después iluminar los signos y símbolos que estaban alrededor de la mujer

-será mejor buscar algo e iluminar el lugar-apuntó Kagome observando el rostro de aquella mujer sin expresión alguna

-he visto fogones-avisó la peli-roja de ojos esmeraldas-sólo hay que buscar los fósforos y encenderlos-dicho esto Kagome asintió y Ayame fue en busca de los fósforos para poder encender los fogones, al regresar, llamó a Rin para que la ayudase y esta asintió y subió las escaleras gracias a que el sol entraba por la puerta misteriosa y podía ver los escalones con un poco de claridad, ambas ya se habían dado cuenta de que cada uno de los fogones tenían aceite y sería fácil encenderlos y así lo hicieron, iluminando todo el lugar como un salón

-esto parece tener más de mil años-comentó Sango apagando la linterna al igual que Kagome

-¡miren!-llamó Rin, las demás voltearon a verla y observaron que, trás de Kagome y Sango había un pequeño altar color marron

-¿que es esto?-interrogó la azabache acercándose al altar seguida por la castaña, Ayame se acercó más en ella había un escrito conocido para ella y en eso se arrodilló un poco

-si colocan la esfera de las cuatro almas en este altar, lo que descubrirán será más allá de lo creído-tradujo

-¿de lo creído?-interrogó Sango alzando una ceja

-pareciera otro acertijo-aseguró Rin

-¿que podemos hacer?-dijo la peli-roja mirando a la azabache

-no lo se-negó-pero seguramente es algo que nunca supimos y que no está en la mitología además, detrás de esa puerta....-giró para ver la pared-debe de haber otras cosas más que nunca pensamos que existiría y que debe de persistir más de lo que habita actualmente-finalizó mirando de reojo a la mujer al igual que las demás.