Narración.
Mientras Milo se fijaba de que nadie mas los viera que estaban en los límites del recinto Aioria observaba detenidamente como era que Cristal podía estar cercas de Marin ¡una amazona! Cuando se sabía que estaba estrictamente prohibido quería entenderlo dentro de su cabeza, pero no podía concentrarse, porque, se perdían sus pensamientos mientras mantenía su mirada en aquella amazona que era atendida por un Caballero de Plata. Observo por un largo rato hasta que Milo lo saco de sus pensamientos.

Milo: no nadie Aioria dime ¿has visto a alguien tu? -pregunto-.

Aioria: ¿ah? He, este no Milo, bueno solo algo, pero no es relevante -hablo volviendo a la realidad-.

Milo: bien entonces vámonos ahora -le dio una palmada en la espalda- antes de que verdaderamente alguien nos vea -al griego de jades asintió y ambos se marcharon del lugar, mientras subían por la casa de Aries, Milo, noto que su amigo estaba distraído en lo que llevaban del trayecto- oye Aioria ¿estas bien? ¿Qué tienes? -pregunto mientras seguían subiendo los templos-.

Aioria: ¿hm? -levanto la mirada para luego mirar a su amigo- ¿Qué pasa?.

Milo: has estado callado todo el rato que llevamos dime ¿Qué te paso? -volvió a cuestionar-.

Aioria: Es que... vi una amazona -dijo tranquilo- pero ya la había visto antes.

Milo: ¿¡que!? -lo detuvo- ¿Cómo que ya la habías visto?, habías venido aquí ¡sin mí! -cuestiono rápido mirándolo-.

Aioria: ¿Qué?, ¡no Milo! -reclamo- es que...yo a ella la había tomado de su muñeca cuando paso por mi templo yo pensé que era mi hermano Aioros y como ya había tardado mucho camine y la mire solo un poco y pensé que era mi hermano la tome de la muñeca y ella pensó que yo me había molestado ... trate de explicarle, pero no me dejo porque se fue corriendo y hasta ahora la vuelvo a ver.

Milo: ¿ah? Me asombra como puedes confundir a una mujer con un hombre y más por la estatura -hablo- así que fue eso -el griego asintió-.

Aioria: pero...ahí también estaba el discípulo de Camus Cristal.

Milo: bueno -dijo sin interés- quizás Cristal porque... ¿¡que!? ¡hablamos de Cristal! ¿¡el discípulo de Camus!?. ¡El Santo de Plata! ¿ese Cristal? -pregunto asombrado-.

Aioria: si, era él, estaba con ella juntos Milo, él le estaba vendando su brazo ¡te lo juro por Athena que yo los vi! -exclamo asegurando sus palabras-.

Milo: ¿pero que hacia un caballero ahí? -cuestiono el pequeño-.

Aioria: no lo sé, si se supone que esta prohibido ¿Por qué? -hablo- ¿ah? Llegamos a Leo -hablo mirando su templo-.

Milo: hmg quizás tu hermano te pueda decir, pero bueno me voy Aioria espero verte luego, ¡adiós! -el pequeño santo se marcho quedando solo el León-.

Narra Aioria.
Aun no entiendo que hacía ahí Cristal es un Santo, ¿Qué hacia ahí? ¿Por qué con ella? Entre todas las mujeres lógicas que ahí ¿Por qué ella? ¿habrá algo entre ellos?, me fui a mi habitación para buscar ropa limpia y mi toalla para darme un baño tome mis cosas y me metí a la regadera, deje que el agua cálida callera por mi cabello y empapara mi cuerpo mantenía mis ojos cerrados disfrutando del agua relajando mis músculos.

Aioria: hmmmmmg -disfrutaba del agua que caía por su cuerpo- que relajante es, podría estar toda la tarde aquí y mucho mejoren la tina hmg... ¿Cómo se llamara esa niña?... realmente me gustaría saber su nombre y el porque Cristal la atendía a ella ¿la volveré a ver? A esa muchacha.... -se comenzó a bañar tallando su cabeza y dándose un baño largo hasta que termino de bañarse y escucho la voz de su hermano mayor-.

Aioros: Aioria ya regresé, ¿estás en tu habitación? -hablo subiendo las escaleras-.

Aioria: ¿ah? ¡Hermano estoy en el baño! Pero ya voy de salida -abriola puerta saliendo con una toalla en su cabeza siendo removida por sus manos- me fui a dar un baño jejeje.

Aioros: ya veo ¿entrenaste mucho con Milo? -pregunto alegre-.

Aioria: ¡sí! los dos terminamos tan sucios que ambos teníamos empapada la ropa en sudor jejeje, pero ¿Cómo te fue con el Patriarca Shion?.

Aioros: muy bien -hablo dejando un escrito en un mueble- ¿sabias que no solo Athena existe? Si no también el dios Odín, Quetzalcóatl y hasta personajes bíblicos como Lucifer.

Aioria: ¿ah, en serio? -pregunto asombrado a lo que su hermano le respondió asintiendo- vaya eso es asombroso Aioros, pero... eso quiere decir que hay mucha maldad en el mundo ¿no?.

Aioros: si, así es, pero también es la razón por la que nosotros existimos Aioria y nos preparamos para combatir ese mal y toda clase de ellos -hablo- y nuestro deber es acabar con ello y mantener la esperanza, vamos te traje un postre es pai de limón vamos.

Aioria: ¡yo quiero pai! -hablo entusiasmado- vamos entonces, ¿Por qué no lo dijiste antes hermano? -pregunto entusiasmado-.

Marin regreso a su cabaña donde se dejo caer en la cama para después quitarse la máscara y hacerse bolita en su cama abrazando su cobija mientras recordaba haber espiado a Aioria el Santo de Leo, sus ojos pareciera que miraba la pared, pero la verdad que su mente era como si volviera a ver todo y vivirlo una vez más.

Marin: Aioria.... -susurro para ella misma- ahhhhhhg -suspiro- ¿Cuándo volveré a verte? -miro su mano recordando como fue su primer encuentro- hmg... jamás olvidare ese día...donde te vi y conocí por primera vez...donde conocí a un príncipe jmjm -de repente alguien toco la puerta haciendo que se sentará de golpe- ¡ah! Adelante.

Shina: Marin -hablo la alemana sin su máscara- ¿se puede saber porque tan soñadora?.

Marin: que tonterías dices Shina -hablo mientras sus pies lo hacia chinito y movía los dedos de sus pies- nosotras tener prohibido amar.

Shina: es verdad -dijo sentándose en la cama- jmjm ¿dime que tal tu entrenamiento con Cristal?.

Marin: oh, hoy casi pierdo la mano -hablo recordando lo sucedido-.

Shina: ¿Qué? ¿en serio? -cuestiono asombrada-.

Marin: Si, quise dar un golpe directo...hmg -hizo mueca de desaprobación- no fue la mejor decisión ya que me contra ataco con su Ken de viento frio y mi mano fue quien sufrió el daño lo congelo literalmente.

Shina: ¡Tonta! -reprocho- Cristal es un caballero que puede atacar un cien por ciento a distancia y cuerpo contra cuerpo, por Athena y ¿Qué hiciste?.

Marin: hmmm nada solo aproveche que Sali volando y golpe con el brazo congelado el suelo rompiendo el hielo, pero mi brazo quedo entumecido -sonrió sutil- lo bueno fue que pudo ayudarme con una toalla caliente y así ya mi brazo respondió jmjm.

Shina: ¡por los dioses! -puso su mano en su frente- Marin no negare que eres inteligente y astuta incluso de gran resistencia, pero tampoco somos de piedra.

Marin: jmjm lo sé, lo sé -hablo tranquila- perdóname.

Shina: hmmm -pensó cerrando sus ojos y desviando la mirada- solo si me das de cenar -abrió un ojo-jmjm.

Marin: hecho tu ganas -dijo con una mueca de sonrisa, ambas comieron juntas, por alguna razón Marin no preparaba comida griega si no oriental a lo que Shina amaba la comida de su amiga mientras ella desconocía el origen de esa manera de cocinar- ¿Qué tal?.

Shina: santo cielos esta delicioso -hablo comiendo una bolita de arroz- ¿Marin donde aprendiste a cocinar así?.

Marin: hmg no lo se -dijo sutil- solo...lo preparo así -sonrió mientras se sentaba también a comer- jmjm entonces tu harás la cena, quiero probar la comida de Italia.

Shina: ¡hecho! -sonrió mientras ambas disfrutaban de la comida de la oriental-.

La tarde la pasaron juntas para después ir a las aguas termales y darse un baños las dos conversando de sus entrenamientos y de sus metas que hacían día a día, Marin quería comentarle a Shina de que una vez más había visto al Santo de Leo ¿debería hacerlo? Era lo que se cuestionaba en sus pensamientos mientras se bañaban ambas.

Continuara...